En el final de un año agitado, decidimos repasar los episodios más salientes y así surgió el anuario que ocupa buena parte de esta edición, en el que pretendimos reflejar con rigor los temas que dominaron la agenda durante 2011 y otros que, pese a su importancia, no ocuparon el centro del debate público.
La renovación y la continuidad fueron la marca del cuádruple turno electoral del año que culmina. Y mientras el país vivió una verdadera fiebre reeleccionista, hecho del que se desprende una estabilidad política y económica impensada apenas diez años atrás, el mundo se agitó al ritmo de la crisis financiera y de la caída de las economías basadas en la especulación.
Dos imágenes que contrastan y que son el símbolo de una época cuyas características centrales están aún en construcción.
En el plano doméstico, la agenda de los movimientos que luchan por la diversidad sexual se comenzó a colar entre las prioridades legislativas y oficiales. Junto a un apretado resumen de ese trabajo, publicamos también lo más saliente que dejó 2011 en materia de política, economía, cine, música y deportes.
Con esta edición nos despedimos hasta el año próximo. Marzo de 2012 será el momento del reencuentro y el punto de partida de una nueva etapa de crecimiento.
Editorial de Pausa #88, miércoles 7 de diciembre de 2011
sábado, 31 de diciembre de 2011
viernes, 30 de diciembre de 2011
El deporte tiene un plan
Con respaldo estatal, la actividad amateur progresó en los
Panamericanos de Guadalajara.
Por Gastón Chansard
Todavía están muy frescas las imágenes del chino que
representó al tenis de mesa argentino, de las grandes alegrías que llegaron con
el remo, de los muchachos del handball, del gran grupo ganador de pelota, del
seleccionado de hockey masculino y otras tantas disciplinas que llenaron de
emoción, satisfacción y orgullo al deporte nacional.
La segunda quincena de octubre en Guadalajara fue una
excelente muestra para saber dónde estaba ubicado el deporte que menos miramos,
ese que no tiene a Messi, tampoco a Ginóbilli ni a Del Potro. Es el deporte que
aparece cada cuatro años: primero hace una pequeña aparición en los
Panamericanos y después se gana largas horas de televisión cuando llegan los
Juegos Olímpicos. Este es el deporte en el que rinden exámenes los deportistas
y los funcionarios estatales, por eso en México la lupa estaba puesta más que
nunca, ya que el Estado argentino había apostado unos billetes más en nuestros
deportistas. La puesta en marcha del Enard (Ente Nacional de Alto Rendimiento
Deportivo) fue una muy buena inversión política que se transformó en económica
para los deportistas. Con este organismo en funcionamiento desde abril de 2010,
los verdaderos actores del deporte por primera vez no llegaron a una
competencia con una cadena de pedidos y pase de facturas al gobierno.
Hace un mes atrás, en este mismo espacio deportivo de Pausa,
destacábamos la actuación albiceleste y también informábamos sobre algunos
números que ayudan a entender el crecimiento: en los períodos 2010-2011, el
ente insufló un presupuesto total de $105.781.467. Se discriminan de la
siguiente manera: $ 29.159.120 en becas para 1063 atletas y 476 jóvenes
promesas; $ 64.868.019 de respaldo para la participación en competencias
internacionales; $2.125.582 en elementos para entrenamiento; $2.343.491 para la
organización de certámenes en nuestro país; $5.985.475 en becas de
perfeccionamiento para técnicos y entrenadores y $ 1.299.779 para cobertura
médica.
En esto de reconocer los logros, en la figura del pibe Brian
Toledo (lanzador de jabalina) se sintetiza el valor del deporte social. Este
chico que se crió en un barrio pobre de Marcos Paz (tercer cordón del conurbano
bonaerense), descubrió en su adolescencia la jabalina y los Juegos Juveniles
Bonaerenses lo encarrilaron al camino del éxito.
Números deportivos
La delegación nacional superó con holgura las expectativas
desde lo meramente estadístico, ya que casi duplicó la cantidad de preseas
doradas cosechadas en Río de Janeiro 2007 (21 contra 11), y subió un puesto en
el medallero general, del octavo al séptimo puesto. “Vamos a disputar entre el
sexto y el octavo lugar”, dijo Claudio Morresi, secretario de Deporte de la
Nación, en una entrevista con Télam semanas antes de los Panamericanos.
Siguiendo con los números, fue más importante todavía la
diferencia lograda sobre el octavo (Venezuela, con 12) que la registrada con el
sexto, Colombia, que llegó a 24 empujado por unas pocas disciplinas a las que
apuesta con firmeza (ciclismo y patín sobre el resto, deportes que, a la vez,
entregan una cantidad numerosa de medallas).
Liu Song emocionó con su medalla dorada en Ping Pong. A su lado, el taekwondista Sebastián Crismanich levanta la presea y el doble de remo femenino alza los brazos de la victoria.
Las medallas en total se dividieron de la siguiente manera:
21 de oro, 19 de plata y 35 de bronce, 75 en total. Podrían haber sido tres más
de oro con deportes muy caros al sentimiento nacional (fútbol, hockey sobre
césped femenino y rugby en versión seven), donde todos apostaban a lo más alto
del podio, lo que hubiese generado la satisfacción de alcanzar en el oro a los
colombianos.
El esfuerzo que se hizo desde el Comité Olímpico Argentino
(COA) en los últimos tiempos se vio reflejado en las posibilidades con que
llegaron a México atletas de disciplinas que, por no ser las que se practican
masivamente en el país, a través de los años han sobrevivido gracias a la
estoica perseverancia de sus propios protagonistas. De las 21 medallas doradas
que la Argentina obtuvo, una abrumadora mayoría de ellas provino de actividades
que venían de largo compitendo internacionalmente más como podían que como
debían. En calidad de visitante, nuestro país logró en Guadalajara la tercera
cosecha más importante de la historia de los Panamericanos, detrás de México
1955, con 28 medallas doradas, y Winnipeg 1999, con 25.
El futuro que ilusiona
Con Guadalajara 2011 el deporte olímpico argentino cierra un
buen año, donde el banco de pruebas dio resultados positivos. Ahora llega la
etapa más esperada, la recta final donde todo se pone a punto para aterrizar a
los trigésimos Juegos Olímpicos en Londres. El año próximo será una oportunidad
para ratificar algo más importante que el número de medallas: el apoyo al
deporte amateur, que es toda una invitación a que los jóvenes se involucren en
las disciplinas.
“El balance es muy positivo. Se marcó un piso de donde
partir para soñar con cosas grandes a partir de Toronto 2015 o Río de Janeiro
2016, cuando haya una continuidad”, opinó cuando finalizó el Panamericano el
secretario general del Comité Olímpico Argentino (COA), Mario Moccia.
A celebrar por las medallas obtenidas, a celebrar por el
paso hacia adelante, a celebrar porque hay futuro, a celebrar porque el deporte
argentino volvió a tener un plan, y ya se sabe que cuando algo se planea, en
algún momento los resultados llegan.
Publicada en Pausa #88, miércoles 7 de diciembre de 2011
La casa propia: ¿sueño o pesadilla?
El Censo indicó la reducción del déficit en las viviendas y
hogares precarios. Pero lejos de pagar los precios del boom inmobialiario, en
la clase media aumenta el hacinamiento.
El sueño de la vivienda propia parece ser, cada vez más,
sólo eso, un sueño. Los costos, los créditos casi nulos o con requisitos ad
infinitum, los sueldos que se come la inflación, amenazan con dejarnos como
eternos inquilinos.
Los datos arrojados por el Censo 2010 en este tema son
claros: en Santa Fe conviven el boom de la construcción y el déficit
habitacional. Al mismo tiempo que se registró en la ciudad un aumento del 30%
de departamentos en los últimos 10 años, también se evidencia un crecimiento de
la cantidad de familias que no poseen una vivienda propia. En 10 años se
formaron 8.411 hogares nuevos: en 2010 el déficit absoluto era de 12.035,
mientras que en 2001 era de 3.624. Este desajuste entre el número de hogares
constituidos en relación a la cantidad de viviendas construidas significa un
aumento del hacinamiento familiar. Es decir, que hay mayor cantidad de familias
que viven bajo el mismo techo que hace una década atrás. Además, esta situación
es más notoria en las casas y en los departamentos que en el conjunto de las
viviendas precarias (en números, 162.078 contra 3.055), lo que arroja la
siguiente conclusión: uno de los sectores más perjudicados es la clase media,
ya que, por un lado, los sectores más bajos tienen posibilidad de acceder a planes
de vivienda que están destinados a paliar esa precariedad, y, por otro lado,
los sectores altos pueden comprar incluso más de una casa. Sin embargo, los
sectores medios no tienen capacidad de ahorro suficiente para poder comprar una
vivienda: por ejemplo, si se tiene un ingreso promedio de $ 3.901 mensual se
necesitan casi nueve salarios anuales totales para adquirir un departamento de
tres ambientes de 60 m2, con un costo de $ 406.328.
Aunque se evidencia una disminución en la cantidad de
viviendas precarias (1.229 menos), las que se construyeron no alcanzaron para
cubrir el déficit habitacional. Sobre el
tema de la precariedad y la ocupación, Paz Coniglio, del Movimiento de
Ocupantes e Inquilinos (MOI), remarcaba que “la penalización de la ocupación sucedió
en la década del ‘90 pero existe, con un alto grado de condiciones inhumanas y
de hacinamiento, como respuesta ante la falta de políticas habitacionales en
determinados sectores. En nuestra ciudad, durante el año 2003, se dio una gran
ocupación de casas como parte de los inundados y la respuesta fue un fuerte
proceso de desalojo”.
La semana pasada, el gobernador Hermes Binner se refirió a
esta situación durante su gestión y explicó: “En el tema vivienda no tuvimos
financiamiento para poder llevarlo adelante. Los planes federales, el uno y el
dos –en referencia a los programas de vivienda del Ministerio de Planificación
Federal comandado por Julio de Vido–, realmente fueron importantes para iniciar
las obras, pero después no las terminaron y hubo que invertir desde la
provincia para terminarlos”.
Pero ante esta situación poco alentadora para lograr el
anhelado sueño de “la casita propia”, siempre aparecen las alternativas. Por su
parte, el MOI, mediante la organización cooperativa, busca avanzar en la construcción
de políticas de vivienda y hábitat popular basadas en el cooperativismo, la
autogestión y la construcción de condiciones de vida digna. La ayuda mutua es
un aporte concreto en mano de obra que los cooperativistas y su grupo familiar
hacen al proceso de obra: es obligatoria y cumple dos propósitos fundamentales.
Por un lado reduce significativamente el costo de la obra y, a su vez,
consolida los grupos cooperativos a partir de la relación que se genera
trabajando todos en la misma dirección y en pos de un objetivo común.
En otra linea de trabajo, pero no muy alejada, se encuentra
Teko, una cooperativa que tiene entre sus principales objetivos promover el
desarrollo sostenible de las comunidades y de su hábitat, apostando a la
utilización de elementos del entorno para la construcción de viviendas. “Se
trata de buscar aquellos que dañen lo menos posible el medio ambiente –explica
Mariano Pautasso, miembro de la cooperativa–. Descubrimos que hay muchos
materiales que tenemos al alcance de la mano y que pueden ser utilizados
fácilmente para solucionar una problemática habitacional”.
Teko trabaja básicamente con tierra, agregándole
determinados procesos y aplicándole la tecnología necesaria para garantizar la
durabilidad, estabilidad, seguridad y el bajo mantenimiento de las
construcciones; y con los descartes de nuestro hábitat urbano, como botellas,
cartón, plásticos, lonas de cartelería, entre otras cosas. “Siempre es más
económico resolver con cosas que tenemos en el lugar”, explican desde la cooperativa,
“hoy en día construir es un problema, los costos son muy altos, pero este
proceso brinda la posibilidad de que con tu familia, con amigos, puedas también
participar, conseguir materiales, lo que que abarata mucho los costos. Pero si
alguien tiene un alto poder adquisitivo y quiere hacerse una casa de lujo con
esta técnica también puede hacerlo. Es una tecnología como cualquier otra,
dependiendo de lo que queramos puede ser más o menos costosa. Lo que sí tiene un valor muy importante es
haber construido tu casa con tus propias manos, con tus amigos, con los chicos
pisando el barro, es algo que va más allá del dinero, no tiene valor”.
Publicada en Pausa #88, miércoles 7 de diciembre de 2011
jueves, 29 de diciembre de 2011
Tierras mocovíes siguen en disputa
Poderosos
intereses económicos, un cacique cuestionado, con buenas relaciones pero poco
apoyo, y el derecho de los pueblos originarios a la propiedad comunal de la
tierra.
Cuando el gobierno provincial entregó, el 21 de septiembre,
los títulos de propiedad del campo San José a la comunidad mocoví de Recreo
–tras tres años de la firma del decreto de adjudicación– pareció que se
terminaba el reclamo. Pero un conflicto de larga data asomó en la superficie:
la diferencias internas entre el grupo de familias asentadas en el Kilómetro
491 de la ruta 11 –donde se encuentra el ingreso al ex predio del Ejército, la
primera propiedad comunitaria formal del país– y el núcleo que reside en el
casco urbano de Recreo. Los ocupantes del campo San José están enfrentados a la
gestión del cacique Pedro Coria, a quien denunciaron, entre otras cosas, por
malversación de fondos y expulsión de familias de los terrenos.
Las aguas parecían calmarse cuando los representantes la
comunidad recibieron, de parte del gobierno, el título de propiedad comunitaria
de las 327 hectáreas ubicadas al norte de Recreo, al oeste de la ruta 11 y en
el límite con la comuna de Candioti. La demanda se realizó a lo largo de tres
años y la adjudicación fue dilatada por vario motivos, entre ellos un proyecto
del senador por el departamento La Capital Juan Carlos Mercier para que allí se
radique un parque industrial. Pero los intereses en juego –de afuera y de
adentro– demoraron la aplicación de la ley 12.086, a través de la cual la
provincia restituye tierras a comunidades originarias según dispone la
Constitución Nacional reformada en 1994.
La asamblea
Tras la titularización, se realizó una reunión para definir
el destino del lote. Participaron, entre otros, el ministro de Desarrollo
Social Pablo Farías, el secretario de Gobierno de la Municipalidad de Recreo
Miguel Ángel Pérez, el presidente de la comunidad Com Caia Pedro Coria, el
director de Pueblos Originarios Raúl Britos y el coordinador del Instituto
Provincial de Aborígenes Santafesinos Carlos Mansilla. Allí se decidió realizar
una asamblea el 29 de octubre para tratar el tema. Luego de la reunión no hubo
novedades respecto a la asamblea; al no recibir detalles de lugar y hora, las
familias ubicadas en el Kilómetro 491 decidieron organizar una asamblea, ese
mismo día, en el campo.
El encuentro tuvo como objetivo decidir sobre la
organización de la comunidad. Según comentó Mariana Maglianese, quien colabora
con la comunidad mocoví, “la asamblea fue muy importante para ellos porque la
estaban esperando hace dos años. Estaban tratando de hablar entre todos para
ver qué hacían con el campo, con el tema de que el cacique no los dejaba estar
viviendo ahí, porque el cacique insistía con que el campo se lo habían dado a
él. Pero no es de él, es de propiedad comunitaria”.
Tras el debate, la comunidad tomó las siguientes decisiones:
destitución de Coria y de la comisión al frente de Com Caia; designar en su
reemplazo a Rosa Salteño, Belkis Moreyra y Aurelio Valdez; no reconocer como
abogada asesora a la doctora María José Bournissent; designar en esa función a
los doctores Gabriel Luna y Érica Stalker; no reconocer los estudios de
distribución territorial y de uso del campo San José hechos por universidades
locales; continuar con el proceso de autogestión que viene llevando adelante la
comunidad; y enviar una nota al intendente de Recreo José Formento para que no
interfiera en las cuestiones del campo San José y de la comunidad.
Parecía que a partir de entonces la comunidad mocoví tendría
nueva conducción. Sin embargo, ningún funcionario provincial participó de
aquella asamblea ni se comunicó con los miembros de la comunidad, pese a que,
según los organizadores, fueron avisados en tiempo y forma. A ello se le sumó
el posterior descrédito oficial a dicha asamblea, que se manifestó en la
convocatoria a una nueva para el sábado 19 de noviembre en el ex Liceo
Belgrano. Ese evento fue organizado por Pedro Coria con el apoyo de la
provincia.
La conducción elegida el 29 de octubre le envío una nota al
ministro Farías pidiéndole que no asista: “Estaría avalando la continuidad de
la ilegalidad, la ilegitimidad y la corrupción, pues Com Caia se ha dado una
nueva dirigencia y Pedro Coria no está en ella”. Igual, la segunda asamblea se
realizó en la escuela 1338 de Recreo. Participaron autoridades nacionales,
provinciales y locales, del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, el
ministro Farías y el cacique Coria. Hubo debate; se repasaron las leyes que
tratan sobre las comunidades aborígenes y se resolvió organizar una mesa de
diálogo. Según Raúl Britos: “Las comunidades aborígenes poseen autonomía y
eligen sus autoridades en asamblea, de la que participan todos los miembros de
la comunidad. El Estado no puede intervenir en la elección de los
representantes de la comunidad”.
Condiciones de vida
El día de la primavera –fecha escogida por el gobernador
Hermes Binner, entonces de campaña presidencial, para entregar los títulos de
propiedad–, el socialista sostuvo: “Esta es la primera entrega de tierras a una
comunidad a nivel nacional, tierras que les pertenecen a estas comunidades.
Aquí nace la justicia”. Según Binner, en la actualidad hay casi un centenar de
comunidades en la provincia, de las cuales 38 están reconocidas y tienen la
posibilidad legal de seguir el mismo mecanismo que Com Caia.
El salón de usos múltiples de la comunidad Kilómetro 491, unas 30 familias mocovíes que pujan por las tierras del campo San José.
En el campo San José sus ocupantes no tienen, aún, motivos
para celebrar. “Acá vivimos desamparados del todo”, dijo Aurelio Valdez, uno de
los integrantes de la comunidad Kilómetro 491, un asentamiento de 30 familias
que desde mediados de 2010 permanece en el ex predio fiscal otorgado a los
mocovíes. Las tierras son de la comunidad y, por ley, su destino no debe
decidirse por las lógicas del mercado sino por el principio de la propiedad
comunitaria. La división al interior de la comunidad demoró el debate de fondo:
¿qué hacer con esas 327 hectáreas, enclavadas en la zona más productiva del
departamento?
Son, desde siempre, tierras codiciadas en su productividad y
su ubicación estratégica: sobre una ruta nacional y cruzado por la
circunvalación oeste, que en ese tramo recién está aún en etapa de obras pero
desde donde se puede llegar al centro o al sur de la capital en unos 20
minutos. Pese a que linda con el río Salado, son terrenos no inundables por su
altura y porque la circunvalación funciona como defensa. En ese predio, una
treintena de ranchos de nylon de silo bolsa –sujetado con ramas– se recorta
sobre el horizonte. No tienen chapas, ni siquiera cartones. Delante de los
ranchos, desde la ruta 11, hay una construcción precaria de material: el salón
de la comunidad. Tres banderas en el mástil: una argentina, una multicolor de
los pueblos originarios y una de la paz, una paloma blanca sobre fondo azul.
El campo es un botín de guerra. Desde el segundo mandato de
Jorge Obeid –cuando se sancionó la ley 12.086– el senador Mercier viene
fogoneando un proyecto para que allí se radique un parque industrial. En 2008
el Concejo Municipal de Recreo salió a apoyar la iniciativa y convocó a una
consulta popular para que los vecinos de la ciudad decidan el destino final del
predio. El Inadi alertó sobre la situación –argumentaron que la idea de Mercier
colisionaba con el principio constitucional de restitución de tierras y que
constituía un acto de discriminación contra los mocovíes– y el intendente de
Recreo paró la consulta.
Mientras, en complicidad con Coria, la semillería Denis
Stamatti –que tiene radicada una de sus sucursales en Recreo Sur– alquiló el
campo para producir soja. La difusión de la maniobra, que tuvo rebotes en el
ámbito legislativo provincial, desactivó el negocio que mantenía Coria con la
empresa. “Nosotros tuvimos que pararnos frente a las máquinas mientras estaban
por levantar la cosecha. Nos paramos y llegamos a un acuerdo: él (Stamatti)
dijo que si lo dejábamos levantar la cosecha iba a dejar de cooperar con Coria
y no iba a volver más a sembrar”, recordó Aurelio Valdez. “Y no insistió más”.
En una pequeña parcela del que antes fue territorio sojero
hay ahora pequeñas huertas familiares. Los miembros del asentamiento trabajan
con asesoramiento del INTA y apuntan a extender y diversificar los cultivos:
además de las hortalizas que ya producen, quieren incorporar agricultura extensiva
–mediante el viejo sistema de producción que, en lugar de basarse en la
maximización del rendimiento del suelo a corto plazo, busca un uso armónico con
el entorno y sustentable en el tiempo– y más adelante, en medida que se
resuelva el trasfondo legal, también hacienda y gallinas. Según Valdez:
“Sembramos cada uno su huerta, tenemos voluntad de trabajar. Ya estamos
trabajando, a fuerza de pala y azada. Lo estamos haciendo porque hay chicos y
ancianos y todos tenemos nuestras necesidades”.
“Pero queremos trabajar como corresponde”, remarcó el
dirigente mocoví. “Tiene que ser el mismo pueblo originario el que debe
trabajar la tierra, no gente blanca como ellos metían (por Stamatti). Y recibir
cada cual su parte por su trabajo”. En ese aspecto, la ley 12.086 es clara:
“Las tierras adjudicadas no podrán ser vendidas ni dadas en garantía y no
podrán ser usadas, explotadas o alquiladas por personas que no sean
aborígenes”. El reclamo de los mocovíes es que la tierra tenga la asignación
específica para la cual fue adjudicada; en ese sentido, el diputado provincial
Antonio Riestra, quien asesoró a los miembros de la comunidad, explicó que se
debe preservar “la relación de los pueblos originarios con la tierra, que nunca
revistió un carácter económico sino que tiene que ver con una cultura”.
Publicada en Pausa #88, miércoles 7 de diciembre de 2011
Un 2012 de Polo a Polo
Por Francisco Tamagnini
Hace unos cuatro años, poco antes de que el norte mexicano
se convirtiera en un baño de sangre, caminábamos con Emma por una calle de
Saltillo masticando el sueño de recorrer las tres Américas.
Y aunque en aquella época apenas nos conocíamos, nos
atrevimos a imaginar un recorrido por las venas abiertas del continente, con
especial énfasis en las comunidades indígenas. Los objetivos no estaban muy
claros, pero confiábamos en que el contacto con nuestras raíces nos ayudaría a
entender en qué momento de la historia perdimos el camino.
Ella apenas empezaba su carrera de periodista y a mí me
esperaban aún muchas historias alrededor del mundo. Pero aun así, trazamos un
bosquejo del proyecto que incluía un eje documental (el principal), una lista
de equipos y tareas y hasta un cochinito bancario que debía estar lleno a la
hora de la partida: 2012.
Desde entonces, mucha agua ha pasado debajo de nuestro
puente, y aunque el equipo escasea y al cochinito se lo comió la crisis, esa
ilusión nos mantuvo conectados y fue el cable a tierra durante los momentos más
aciagos.
El futuro llegó
A pesar de mis advertencias sobre lo incierto de la
profesión y en contra de la voluntad paterna, mi compañera está a punto de titularse
con honores. Y no sólo pudo abrirse paso en una institución que se inclina a
maquilar “reporteritos”, sino que lo hizo con la frente en alto. Su empatía con
los indefensos y su indignación ante la corrupción (elementos claves del buen
periodista) casi le cuestan su excelencia académica y hasta su carrera entera.
Pero a base a sudor y lágrimas, logró vencer cada obstáculo
(los académicos fueron los más fáciles) y estoy seguro de que –irónicamente– su
nombre será motivo de orgullo para su alma mater, junto al de otros egresados
que escaparon de las garras de los medios corporativos y hoy son periodistas
reconocidos por su compromiso social.
Su logro cobra aún más relevancia si se considera que su
carrera coincidió con la ola de violencia más grave en la historia reciente de
México, especialmente en el norte, donde el fuego cruzado cobró vidas de
estudiantes y ubicó al país como el más peligroso del mundo para ejercer el
periodismo.
La maduración
Para los sueños, el tiempo puede ser un arma de doble filo.
Por un lado, los alimenta, los hace crecer; por el otro, los desinfla. Por
suerte, en este caso, el anhelo no sólo ha logrado sobrevivir a las épocas de
apatía, sino que ha madurado al ritmo de las experiencias adquiridas. Al andar
haciendo camino, se van despejando dudas y nacen nuevos objetivos.
Y es que la experiencia intercambiada con los demás
caminantes enriquecen al viajero y lo inspiran. Me pasó con Jamerboi, ese
argentino loco que conocí en Baja California en el primer año de su recorrido
Alaska-Argentina ¡en bicicleta! Su interés por darle un sentido social a su
reto personal me inspiró casi tanto como sus viajes a la Antártida.
Fue por él que conocí la labor que hacen las Aldeas
Infantiles SOS para proteger a los niños en situaciones de riesgo en
Latinoamérica. Y aunque ni él, ni esa organización lo saben aún, la misión de
divulgar su labor será uno de los ejes de este proyecto.
Otro mundo es posible
El tiempo también ha jugado a favor del proyecto en otro
aspecto: tras años de apatía ante el banquete neoliberal de políticos y
empresarios, la sociedad se está movilizando para tomar las riendas de la
democracia.
Ya sea porque se acerca el esotérico 2012 o porque el avance
de la tecnología hace que la brecha entre ricos y pobres sea más paradójica e
insultante, o porque el mundo está al borde del eco-suicidio, lo cierto es que
los vientos de cambio están soplando con más fuerza desde el sur.
Las manifestaciones mundiales que llegaron hasta el corazón
financiero de Estados Unidos son prueba de ello. Tanto en el sur como en el
norte, los movimientos ciudadanos están actuando no por prebendas, sino por la
necesidad de generar cambios profundos en las estructuras de gobierno, las
cuales han sido secuestradas por la partidocracia al servicio del dinero.
Por primera vez en la larga noche de los quinientos años, la
exigencia de un cambio real en América no proviene de una clase privilegiada ni
de una masa de trabajadores, sino de gente de todas las clases que se rehúsan a
seguir siendo cómplices del exterminio y la involución.
Con ellos y por ellos
Así las cosas, la idea de recorrer el continente de polo a
polo ha madurado en consonancia con ese espíritu de cambio que ahora mismo
permea en todo el planeta. Lo importante ya no es el recorrido, sino la gente
que queremos conocer.
Inspirados por los defensores, los trabajadores sociales y
todos aquellos que están recuperando los valores perdidos para heredar un mundo
mejor, este humilde caminante se prepara para hacer su primer viaje de vida.
El combustible será la energía de quienes, de una u otra
forma, nos inspiran: Jamerboi, las Aldeas SOS, Jack Fresco y su Proyecto Venus,
el Biblioburro, el Arma de Instrucción Masiva, el genio Eduardo Galeano, los
cineastas de la escuela de Moore, escritores comprometidos como Naomi Klein,
los movimientos 15-M y OWS, las organizaciones que luchan por garantizar los
derechos humanos, y otros tantos que desde el anonimato están empujando para
volver a poner este mundo sobre sus pies.
Por ellos y para ellos, recorreremos esa vía alternativa con
la esperanza de estrechar esas manos que están forjando un futuro más
promisorio.
Será un placer aprovechar este espacio que generosamente
brinda Pausa para compartir esta nueva travesía.
Será, eso sí, en 2012.
A Ezequiel Nieva, al equipo y a los lectores que hacen
posible esta publicación, mi más profundo agradecimiento...
Publicada en Pausa #88, miércoles 7 de diciembre de 2011
martes, 27 de diciembre de 2011
El Frente se afianza en el municipio
La continuidad de la gestión iniciada en 2007 se vio
reforzada por la obtención de la mayoría en el Concejo. Permanencia de equipos
y cambios significativos en el gabinete.
Por Sergio Ferreyra
El triunfo de José Corral en las elecciones municipales,
además de contundencia sumó en cantidad a los triunfos oficialistas en otras
categorías. Inmediatamente después de conocer los primeros números, a horas del
cierre de los comicios del 24 de julio, Corral aseguró: “Mi gestión será la
continuidad de la de Mario Barletta, pero que hay metas renovadas. El norte, el
oeste y la costa serán las prioridades”.
Corral se impuso en 11 de las 18 seccionales en la ciudad a
su contrincante justicialista Eduardo Wagner, con el 45% de los votos. Sumó un
concejal y de esta manera por primera vez el Frente Progresista Cívico y Social
será mayoría en el cuerpo legislativo.
José Corral acumuló más de 88.000 votos santafesinos (el
45,05%) contra más de 74.000 (37,95%) que sufragaron por Eduardo Wagner. Con
estos guarismos el FPCyS se consagró ganador y se afianzó como la principal
fuerza política. La estadística marca que batió su piso electoral de 66.500
votos obtenidos tanto en 2007, cuando Barletta accedió a la intendencia, y
cuando en 2009 Corral ingresó al Cuerpo Legislativo.
En el análisis de los votos en cada seccional electoral,
resulta que el ex presidente del Concejo santafesino se impuso en 11 de los 18
distritos, en tanto que el candidato del Frente Santa Fe para Todos ganó en los
7 restantes.
“Somos la continuidad de esta gestión, fuimos parte de esta
gestión. En mi caso, como secretario de Gobierno y, luego, como presidente del
Concejo trabajé en este equipo que lideró Mario Barletta en este primer período
de cambio en la ciudad. Pero lo realizado nos impulsa en la posibilidad de
metas nuevas”, fueron algunas de las reflexiones de Corral apenas conoció los
resultados de su triunfo.
En el centro de la ciudad, Corral aventajó ampliamente a su
rival más directo, con más del 60% de los votos. Los números favorables se
extendieron a las barriadas: Guadalupe, Candioti Norte, Sargento Cabral, Roma,
Parque Garay y Colastiné. De la misma forma triunfó, aunque con menos margen,
en Barranquitas, María Selva y Los Hornos. Las Flores (la seccional de mayor
peso electoral con 17% de votantes), quedó en manos de Wagner, igual que
Piquete, Alto Verde, La Guardia, El Pozo, Centenario y Santa Rosa de Lima.
“Respecto del estilo, eso lo dirá el tiempo. Yo me
comprometo a trabajar con la misma prepotencia de trabajo, con toda la
dedicación, con capacidad de diálogo, estar lo más cerca posible de las
instituciones, de los vecinos. Vamos a recorrer mucho la ciudad y queremos
dejar y transmitir a los equipos de trabajo esa impronta de resolver los
problemas en diálogo con la gente y no detrás de un escritorio. En este sentido
ya desarrollamos algunas experiencias de participación como el Presupuesto
Participativo, el Concejo en los Barrios, entre otras herramientas de
participación. Pero hay que continuar fuerte para trabajar en esto y me
comprometo a transformarlo en un estilo del gobierno de la ciudad”, dijo Corral
hace algunos meses, y lo repitió en su balance frente a sus pares concejales
hace pocos días.
Uno de los datos a tener en cuenta para la futura gestión de
Corral es que gobernará con viento a favor si se analizan los números de
concejales oficialistas y opositores. Los guarismos de esa elección también son
un impulso mayor a la continuidad planteada por Corral. La lista que encabezó
Leonardo Simoniello duplicó en cantidad de votos a la de Cristian Huser. El
ganador (que será electo presidente del cuerpo) obtuvo 42,79%, con más de
81.000 votos, mientras que el segundo (del sector que lidera Oscar Martínez),
llegó a 21,65% (40.988 votos). De este modo, el FPCyS tendrá la mayoría por
primera vez. La novedad dentro de la elección de concejales es la de Tomás
Norman (PRO) quien ingresará al Concejo de la mano del 15,49% de los votos (lo
eligieron 29.322 santafesinos).
El oficialismo logró tres bancas en los comicios y en total
va a tener siete ediles propios sobre un total de trece. El justicialismo
consiguió dos y se queda con cinco representantes en el cuerpo. La silla
restante la va a ocupar el PRO, en un hecho inédito en la ciudad.
De la formación actual, los concejales que abandonarán sus
bancas son: por el FPCyS José Corral
(asumirá la intendencia), Adriana Molina (culmina su mandato y asumirá como
secretaria de gobierno municipal), Noelia Chiementín (finaliza su mandato),
Carlos Suárez (finaliza su mandato); por el bloque Santa Fe es el Centro:
Héctor Acuña (finaliza su mandato), Cristian Husser (finaliza su mandato, pero
fue reelecto); por el bloque Santa Fe Federal Alejandra Obeid (finaliza su mandato
y asumirá como diputada provincial); y por el Frente para la Victoria Luciano
Leiva, quien desempeñará funciones en la Defensoría del Pueblo.
De cara a los próximos años, el intendente electó anunció su
gabinete el 14 de noviembre en el Botánico. Se destaca el acompañamiento de
Adriana Molina, compañera de bancada, en la Secretaría de Gobierno y del ex
concejal Carlos Pereira en la General, la continuidad de la mayoría de los
integrantes del gabinete actual, la jerarquización con rango de Secretaría para
Comunicación y Educación y la participación en Salud del socialista Mario
Drissun, antiguo responsable del área en Rosario.
Publicada en Pausa #88, miércoles 7 de diciembre de 2011
Continuidad de las gestiones locales
Si bien la oposición controlará las dos cámaras durante el
período 2011-2015, el Frente Progresista retuvo los principales ejecutivos.
Cómo quedan el gabinete y la Legislatura.
Por Ezequiel Nieva
Antonio Bonfatti, Hermes Binner, Miguel Lifschitz, Agustín
Rossi, Omar Perotti, María Eugenia Bielsa, Mario Barletta: esos fueron los
nombres rutilantes del 2011. Todos jugaron fuerte en las urnas y salieron
favorecidos, aún con derrotas que pueden interpretarse como parciales o
circunstanciales. A poco del cierre de un año con cuatro paradas en las urnas
–dos elecciones provinciales y dos nacionales –, un análisis de lo que ganó y
perdió cada sector y una pintura de lo que viene a partir de 2012.
El frente fue a la interna
Las internas de mayo reflejaron los liderazgos territoriales
de los principales dirigentes del Frente Progresista. Binner impuso a su
ministro como gobernador y ratificó que conduce el oficialismo en la provincia,
ya que está en condiciones de traccionar por el candidato de turno, como hizo
en 2009 con Rubén Giustiniani. El mandatario saliente había dejado en manos de
Lifschitz el armado en Rosario y el intendente de la ciudad del sur también
logró su objetivo, con un claro triunfo de Mónica Fein: primero sobre el
radical Jorge Boasso en la interna y después contra el “Tigre” Cavallero. En
Santa Fe, Barletta reafirmó su dominio territorial. Pero la abrumadora ventaja
de su candidato José Corral –luego vencedor en las generales– sobre el ministro
Pablo Farías, apoyado por Binner, reveló que el radicalismo es percibido por el
electorado como una fuerza que no trasciende los límites de la ciudad.
Binner, Lifschitz y Barletta revalidaron sus triunfos de 2007;
el gran derrotado fue Giustiniani, tercero en las primarias. Barletta conservó
su poder en la capital y la UCR ingresó en julio siete de los ocho senadores
con los que contará Bonfatti a partir del 11 de diciembre. Binner había
planteado la elección provincial en clave de “plebiscito”. Nunca pronunció esa
palabra, pero anticipó que una derrota de Bonfatti lo dejaría sin legitimidad
participar de la carrera presidencial. Ni bien su ministro ganó la provincia,
lanzó su candidatura y terminó en el segundo puesto en las elecciones del 23 de
octubre. En el camino rompió lazos con la UCR nacional –por el acuerdo entre
Ricardo Alfonsín y Francisco De Narváez–, instaló su figura en todo el país y
quedó en condiciones de dar una pelea en 2015.
En Santa Fe, Corral ganó con claridad. La capital provincial
sigue siendo el distrito más difícil para el socialismo y, a la vez, uno de los
pocos en los que la UCR pudo imponer su estrategia. El intendente, a diferencia
del gobernador, está habilitado para buscar la reelección; Barletta prefirió ir
por todo y se quedó casi sin nada. Después de la derrota de mayo, no participó
como candidato a diputado nacional y tampoco negoció un lugar en el gobierno de
Bonfatti. La conducción del partido a nivel nacional lo rescató como candidato
a suceder a su actual titular, Ernesto Sanz; esa interna –a la que llega casi
sin oposición– se resolverá el 16 de diciembre. Al ex rector de la UNL le queda
el consuelo de haber vencido a Bonfatti en la ciudad por diez mil votos: 41 mil
a 31 mil.
PJ: nuevos y viejos líderes
La escisión del PJ apenas iniciado el gobierno de Cristina
Fernández de Kirchner tuvo en Santa Fe particulares vicisitudes. Corazón del
alzamiento sojero de 2008, la provincia alimentó las expectativas del Peronismo
Federal, fenómeno hoy casi disuelto. El triunfo de Carlos Reutemann en las
legislativas de 2009 y la paliza que recibió el kirchnerismo –tercero en
senadores y diputados– fue un cimbronazo para los seguidores de la presidenta.
A partir de ese momento dejaron de lado sus diferencias internas y comenzaron a
diagramar el armado electoral para 2011.
En febrero llegaron a un acuerdo: competir todos por dentro
del partido en las primarias provinciales y acatar la estrategia nacional de
Casa Rosada. A ese acuerdo –propiciado por Agustín Rossi, que amagaba a
participar de las elecciones por afuera del PJ– lo acataron todos –incluso el
reutemista Juan Carlos Mercier– excepto Jorge Obeid, quien bajó su candidatura
y denunció una “proscripción” de la Casa Rosada. La interna la ganó Rossi, pero
su candidatura quedó debilitada por dos motivos: el enfrentamiento con otro
hombre del riñón K –Rafael Bielsa– y el crecimiento de Miguel Torres del Sel,
que captó el voto peronista anti-K.
Entre las primarias y las generales se produjo el cierre de
las listas para las elecciones nacionales. La presidenta convocó al otro
derrotado –el rafaelino Omar Perotti– para encabezar la lista de diputados
nacionales. Ese gesto, la notable elección de María Eugenia Bielsa el 24 de
julio –ganó en diputados y fue la tercera persona más votada– y la magra
cosecha propia pusieron en jaque a Rossi. Los liderazgos de Perotti y Bielsa
–sustentados por sus votos, uno traccionado por el aluvión Cristina, la otra en
la provincia y en base a la buena imagen que dejó como vicegobernadora–
parecían imponerse, pero en la primera pulseada post-23 de octubre –por la
presidencia de la Cámara baja provincial– el “Chivo” se impuso a la hermana de
Marcelo y Rafael.
Una Legislatura inédita
Bonfatti gobernará con la Legislatura en contra. El PJ ganó
la Cámara de Diputados y obtuvo 11 de las 19 bancas del Senado. El PRO quedó
segundo para gobernador por la histórica elección de Miguel Torres del Sel
–estuvo a 60 mil votos de ganar la provincia–, no obtuvo ninguna banca en la Cámara
alta, pero ingresó siete diputados: cuatro peronistas disidentes y tres
macristas. En la Cámara baja, el Frente Progresista contará con 15 diputados
sobre 50. El PJ, con sus diferencias internas a la vista, tiene los otros 28.
La lista del Frente Santa Fe para Todos, liderada por María
Eugenia Bielsa, logró 581.363 sufragios. El Frente Progresista 550.882. Y el
PRO, en esa categoría, 246.445: menos de la mitad de los que obtuvo Del Sel.
Las consecuencias de la boleta única –el corte obligado y la dispersión del
voto hacia las figuras, en detrimento de las estructuras– se hicieron ver.
Proyecto Sur logró 60.426 votos y se quedó sin banca por un fallo de la
Justicia Electoral que no pudieron –o no quisieron– revertir los diputados
electos (ver recuadro en página 5).
El bloque mayoritario del PJ es heterogéneo: 14 diputados
participaron de las primarias por la lista de Rafael Bielsa, siete por la de
Agustín Rossi, cinco por la de Omar Perotti y dos formaron parte de la lista
kirchnerista Jóvenes para la Victoria. Pero entre el 24 de julio y el 2 de
diciembre –cuando se eligieron las autoridades de la cámara ya con su nueva
composición– hubo movimientos internos que alteraron la distribución del poder
al interior del bloque. Ahora el sector de Rossi, liderado en el recinto por
Luis Rubeo, cuenta con 16 legisladores –los propios, los jóvenes y los que
responden a Alberto Maguid y Oscar “Cachi” Martínez (ver página 5)– y el de
Bielsa con 12.En el bloque del Frente Progresista hay ocho radicales, cuatro
socialistas y tres aliados.
En el Senado, de las 13 bancas que el PJ puso en juego el 24
de julio, retuvo 11. Dos históricos de los años de Reutemann volverán a la
cámara el 11 de diciembre: Armando Traferri (San Lorenzo) y Joaquín Gramajo (9
de Julio). Lograron su reelección nueve justicialistas –Alberto Crosetti,
Eduardo Rosconi, Alcides Calvo, Ricardo Kaufmann, Rubén Pirola, José Baucero,
Danilo Capitani, Cristina Berra y Hugo Pucheta– y dos radicales: Felipe Michlig
y Rodrigo Borla. En Rosario arrasó Lifschitz, el único socialista que ocupará
una banca el Senado. En La Capital venció el presidente de la UCR provincial
Hugo Marcucci; así, el Frente Progresista se quedó con una banca que por 28
años estuvo en poder del PJ, en los dos últimos períodos ocupada por el
reutemista Juan Carlos Mercier.
Radicales en el gabinete
Bonfatti se tomó cuatro meses para anunciar su gabinete;
entre tanto negoció con sus socios del Frente Progresista y con su propio
partido. A los radicales les otorgó tres ministerios y sació sus reclamos, que
se hicieron sentir fuerte después de las elecciones de julio y a pesar del
enfrentamiento a nivel nacional. En todo momento, de uno y de otro partido
aclararon que los dos escenarios no están conectados y separaron así la disputa
Binner-Alfonsín del armado local. Además, el nuevo mandatario ratificó a la
mayoría de los actuales equipos de gestión, a los que sumará referentes de las
fuerzas menores que integran el Frente Progresista.
Los ministros radicales pertenecen a tres sectores
distintos: Carlos Fascendini (Producción) es un referente histórico del centro
norte; fue intendente de Esperanza por tres períodos consecutivos, senador
departamental y diputado provincial. Julio Schneider, del Grupo Universidad,
será el ministro de Obras Públicas en reemplazo de otro radical del mismo
sector: Hugo Storero. Julio Genesini será el ministro de Trabajo en reemplazo
de Carlos Rodríguez; pertenece al sector de la UCR conocido como MAR
(Movimiento de Acción Radical), liderado por el diputado Santiago Mascheroni.
Chau Mercier
Ocupa cargos públicos desde la dictadura: fue director del
Banco Provincial y ministro de Hacienda. Ocupó la cartera dos veces más, en las
gestiones de Carlos Reutemann. Y también Obras Públicas, en el primer mandato
de Jorge Obeid. Dos veces senador. El 10 de diciembre dejará esa banca y por
primera vez en tres décadas estará en el llano.
Juan Carlos Mercier se presentó como precandidato a
gobernador y salió último del Frente Santa Fe para Todos, detrás de Agustín
Rossi, Omar Perotti y Rafael Bielsa. Obtuvo 11.643 votos, apenas el 1,68% del
total logrado por el PJ.
Publicada en Pausa #88, miércoles 7 de diciembre de 2011
En la intemperie
La elección nacional del 23 de octubre y la aparente prolongación
de la crisis mundial ponen a los partidos políticos frente a una instancia
decisiva.
Por Juan Pascual
El 54% de Cristina Fernández en 2011 y la diferencia gruesa
de 40 puntos respecto de las figuras de la oposición es el dato más firme de
cómo están aprestadas las fuerzas y soportes del sistema de partidos en la
actualidad. Ofrece una traducción dura del proceso de los últimos dos años:
descomposición a veces ruinosa del arco opositor –televisados mea culpa
llegaron a teñir hasta los spots de campaña–; consolidación rígida dentro del
justicialismo de un núcleo –el kirchnerismo– dispuesto a reconfigurar en su
paso al partido. Pero, quizás, se trata del final de un período más extenso.
Cuatro años más
El camino que transitó el gobierno desde 2003 basculó desde
un padrinazgo inicial de Duhalde y un soporte técnico de Lavagna hasta el
desafío posterior al lock out de 2008. Pasó por diferentes versiones de la
transversalidad –movimientos sociales, ciertos grupos de izquierda, el
radicalismo (parte del último período)– y por variadas formas de relación con
el poder territorial y social concreto, como la red de dirigentes y partidos
del interior con sello PJ y de bloques que surcan el conurbano bonaerense, o la
CGT y una parte de la CTA.
La flexibilidad de un partido en la gestión se presentó en
todos sus matices. Pero hoy afuera del kirchnerismo no hay oportunidad ni
siquiera para los chispazos futuros hacia la (novedosa) sucesión: nadie
desconoce que al 54% lo forjó Cristina. Esta configuración es absolutamente
inédita dentro del justicialismo en la democracia reciente. En su contumaz
cierre, el menemismo tuvo peronistas puros por fuera de sí: allí tanto el
Frepaso de Bordón y Chacho Álvarez como Hugo Moyano y los camioneros en la
calle, disidentes de una CGT abrazada al 1 a 1 e indiferente al desempleo,
tanto como para dejar la organización de esos trabajadores en manos de los
movimientos sociales y la CTA.
Hoy los únicos peronistas no K con cierto peso real quedaron
bajo la conducción de Mauricio Macri. Pero... también es cierto que ser un
peronista aliado al gobierno nacional no es lo mismo que ser kirchnerista. La
agitación de 2008, el reconocimiento mutuo de la derrota de Néstor Kichner y la
convicción de resistir y avanzar del 31% de 2009 –parecían portadores de la
peste–, la continua cadena de discursos con la que sus conductores dieron
contención, sustento y letra, el Bicentenario y el funeral del ex presidente,
dieron la matriz de un nuevo núcleo. Antes, la gestión implicaba la
articulación de fuerzas y programas diversos con sus autonomías: sean
interiores al PJ o con trayectos propios de demandas puntuales al Estado
(Madres y Abuelas junto a los juicios o la enseñanza escolar de los Derechos
Humanos, los movimientos de género junto las nuevas leyes civiles, la Coalición
por una radiodifusión democrática y la ley de Medios, por nombrar algunos
casos). El resultado de 2011 abrió el espacio para una expresión propia que
puja entendiendo que el 54% le pertenece, al menos en gran parte: tal
construcción no estuvo en 2008 ni antes. ¿Tendrá la misma capacidad, voluntad o
efectividad de otrora para retomar, incorporar y realizar aquello que lo rodea,
lo excede y a veces lo cuestiona, o se sumirá en la embriagadora beatitud de un
triunfo?
Renovación y límites
La última convención del radicalismo expone el otro lado de
la elección. Las juventudes llegaron a gritarles “gorilas” a sus referentes,
enfrascados en el insulto mutuo, el reproche o el lavado de responsabilidades.
La escena corresponde a un declive que no sólo se ancla en la enorme dificultad
de producir dirigentes de peso después del incendio de 2001. En todo caso, la
muerte de Raúl Alfonsín vino a mostrar la falta de otros líderes que
sostuvieran al radicalismo. ¿Quiénes marcharon delante del larguísimo y emotivo
cotejo, quiénes dieron el homenaje? ¿Quién llegó a pesar más que él en lo
interno? Encarnó al último momento de esperanza radical popular y colectiva,
surfeó (con mala tabla) una feroz embestida financiera y pasó la crisis social
con una sucesión institucional democrática, cosió el Pacto de Olivos, pergeñó
la Alianza y, también, el acuerdo de gobernabilidad y transición con Duhalde
tras el 2001. No hubo otro dirigente de gravitación real o sucesoria –ni
siquiera De la Rúa– en el partido. O no se le dio espacio: López Murphy y
Carrió hicieron la parte más importante de sus carreras por afuera. Uno estuvo
a apenas 6 puntitos de entrar en un balotaje en 2003, la otra condujo la
oposición desde 2008 y cayó a menos de 400 mil votos.
El recambio quedó marchito. La tradición, doctrina e
historia de la centenaria UCR no generarán un repunte por propio ímpetu, sobre
todo si no son consideradas con reflexión crítica e histórica: recuperar
principios para el presente, desprender la carga del internismo y de lo “anti”.
Sobran dirigentes, experiencia de gestión y alcance territorial en la UCR para
rehacer una identidad con sus elementos y para estructurar las demandas reales
del arco que no votó al peronismo o que lo hizo a desgano.
Opuesta es la situación del socialismo. Aunque apenas rozó
el 17% del electorado, fue la segunda fuerza. Es más vivaz en la construcción
de sus relatos y gobernará ocho años una de las provincias principales del
país, pero su peso material allí se delimita. Difícil es cualquier futuro
nacional sobre una base territorial tan reducida. Mismo escollo posee el gran
ausente a la cita: Macri. Aunque la virtud de los intereses que representa ya
probó su facultad de producir rápidos realineamientos en el peronismo no K.
Laberintos
Los próximos cuatro años pondrán a prueba este punto de
partida. Y serán completamente diferentes a los ocho anteriores. Oráculos y
lectores de mapas coinciden. El leve impacto de la crisis financiera
internacional tomará otro cariz en el comercio exterior –por ende en las
cuentas del Estado, lo fiscal y lo cambiario– a medida que se profundice y
extienda en el tiempo (todas las medidas de ajuste en Europa y la trabazón e
inacción política en Estados Unidos así lo indican). Y el boom de crecimiento y
empleo facilitado por la reactivación de la capacidad productiva ociosa
desacelerará su ritmo, en la medida en que con dicha capacidad al límite todo
dependerá de la inversión (acaso ese descenso de ritmo mengüe la inflación, lo
cual sólo dice la mitad de lo que puede pasar con los salarios reales).
En Los dos reyes y los dos laberintos Borges usa la alegoría
arábiga para enseñarnos que no hay peor laberinto que un desierto. De pie en un
punto cualquiera de una planicie de sol, amarillo, sequedad y calor, no hay
dirección que se ofrezca que no implique la desorientación. El laberinto
tradicional, con sus corredores, recodos y trampas, palidece ante este reto sin
paredes ni caminos fijos, donde cada paso es una invitación a lo desconocido.
Las cartas echadas el 23 de octubre muestran mucho de un
hecho pasado, pero poco de la intemperie futura. No hay mapa previo en nuestra
historia reciente que conjugue realidades similares. Y el tiempo pasado desde
2001 también obliga a considerar un nuevo piso. Si la transición civil
democrática se va cerrando a medida que avanzan los derechos sociales y se
realizan los juicios, en lo económico todavía queda mucho por desanudar de los
90 y más atrás. Incluso el gobierno habrá de enfrentarse con sus creaciones:
allí el recorte segmentado de los subsidios en los servicios, todavía en curso.
Y a problemas de nuevas características: la regulación mercantil de los
inmuebles ya demostró que su tema no es el déficit habitacional sino el
resguardo financiero, el blanqueo del trabajo se topará con un probable
enfriamiento indeterminado, por dar ejemplos.
La UCR peregrinará a 2013, una sus contiendas más decisivas
de los últimos tiempos. No será fácil para el kirchnerismo –no lo es para
ninguna fuerza partidaria después de semejante espaldarazo– tener su radar
abierto y no endurecerse como la artrosis o liarse puramente en los meandros de
2015: recuperar la gestión de cuando se tenía que remontar el 22% de 2003 o el
31% de 2009.
Con nuevas realidades internas y una plétora de horizontes
posibles, los dos partidos más grandes están forzados a acelerar sus dinámicas.
A no quedarse y dar un paso. Excepto que consideren estar en el más alto de los
paraísos y que, por ello, es hora de resguardar y ponerse en conservadores.
Quedarse quietos. En soledad, bajo el sol de la intemperie, que es letal para
los inmóviles.
Publicada en Pausa #88, miércoles 7 de diciembre de 2011
lunes, 26 de diciembre de 2011
La violencia como costumbre cotidiana
En la escuela o en la casa, los efectos relativos al
maltrato suelen no ser percibidos como tales. Bulling, femenicidios y las
nuevas tentativas de abordaje de la problemática.
Por Marcela Perticarari
Por padecer sobrepeso, por ser mujer, por ser linda.
Familiar, de género o en la escuela: la violencia se cuela por diferentes
ámbitos sociales y nadie está exento de sufrirla. Algunos casos terminan en el
hospital o en la comisaria, otros en la morgue.
La ley provincial 11.529 de Violencia Familiar fue
sancionada hace 14 años. Reconoce diferentes tipos de violencia: física,
psicológica, sexual y patrimonial. La mala noticia es que poco de ella se
cumple efectivamente.
A lo largo de tres meses, el Proyecto de Extensión de Interés Social “El derecho de
las mujeres a una vida libre de violencia” (vinculado al Programa Extensión
Género, Sociedad y Universidad, de la Secretaría de Extensión de la UNL)
realizó talleres en los barrios 29 de Abril, San Agustín y El Abasto, a fin de
concientizar a las mujeres sobre la violencia doméstica, sus derechos y la
legislación que las protege, para lo cual fue fundamental analizar los
estereotipos y el reconocimiento de
situaciones de violencia. La clave del trabajo se centró en desnaturalizar las
conductas consideradas “normales”.
Ante situaciones violentas, muchas mujeres no saben a dónde
recurrir y, en el caso de acudir a la policía, muchas veces no les toman la
denuncia. Además, no reciben mayor protección y quedan desamparadas al volver
al hogar, donde el agresor permanece.
La ley indica que cualquiera puede denunciar o poner en
conocimiento una situación de violencia. “Intentamos concientizar sobre la
importancia de no quedarse pasivas ante las agresiones. Por eso trabajamos en
cómo construir una posibilidad distinta, porque también pensamos que la única
salida no es la denuncia, en realidad esa es la última”, explicaron los
responsables del proyecto.
Cuando la denuncia llega a los Tribunales Colegiados de
Familia, se puede excluir del hogar al agresor, decretar una medida de no
acercamiento a la persona agredida y a sus familiares. También se puede
establecer una cuota alimentaria, la tenencia provisoria de los hijos o el
restablecimiento del contacto con los mismos. Además, se le debe dar protección
a la denunciante y ordenar una revisión médica completa. Todo está en la ley;
el deseo es que se cumpla.
El último eslabón de la violencia de género es el
femenicidio. En Santa Fe, en los primeros meses de 2011, las cifras de este
tipo de crímenes superaron la media de 2010, año que sumó 296 asesinadas en
Argentina. Esto implica una muerte cada 29 horas y dos por mes en nuestra
provincia. El 45% de los decesos es a causa de golpes, predomina esta modalidad por sobre las armas
blancas y de fuego.
En Santa Fe, el 64% de los femenicidios es cometido por
parejas y ex parejas de las víctimas, de entre 15 y 44 años. En los últimos
tiempos, estos hechos son seguidos bajo una óptica diferente. Ya no son
“crímenes pasionales”: son actos que se realizan para reafirmar el sentido de
propiedad que muchos hombres sienten sobre las mujeres.
Desde el proyecto de la UNL, Claudia Montenegro señaló que
las cifras existentes no son exactas, “además estamos hablando del extremo de
la violencia. Mientras tanto, no tenemos cifras sobre la cantidad de mujeres
que son víctimas cotidianas de violencia ni sobre las que han realizado
denuncias, cuál es el estado de esas denuncias y qué medidas de protección ha
tomado el Estado, si es que las ha tomado”.
Fuera del seno familiar, la violencia escolar también se
convierte en protagonista porque gran cantidad de hechos tomaron estado público
en los últimos tiempos. Casos como los de alumnos de escuelas “rivales” que se
baten a duelo, chicas cortándole la cara a la “linda” y una profesora con su
cabello en llamas se convirtieron en fenómeno de las redes sociales. Los
argumentos más comunes se basan en la falta de límites en el hogar y una
sociedad violenta, alentada por los ejemplos de la televisión y el cine.
Casi siempre, las burlas –violencia silenciosa también
denominada “bulling”– son referidas a la raza, al país de origen o a temas
estéticos. Las estadísticas indican que la rotura de útiles y pertenencias se
da más en aquellos chicos que cursan en escuelas privadas, mientras que el
fenómeno de la burla es más propiedad de alumnos de establecimientos estatales.
Un estudio realizado por Unicef y la Flacso diferencia
conceptos como violencia en las escuelas y violencia escolar. La primera hace
referencia a episodios que no son originados por vínculos o prácticas propias
de la escuela, sino que tienen a la institución educativa como escenario,
aunque podrían haber sucedido en otros contextos. Por su parte, la violencia
escolar es aquella que se produce en el marco de los vínculos propios de la
comunidad educativa y en el ejercicio de los roles de quienes la conforman.
Pese a los escasos análisis que se realizan en Argentina,
las estrategias de prevención de los conflictos tienen que ver con el trabajo
con los estudiantes sobre la diversidad, generando participación de los jóvenes
y sus familias en órganos donde circule la palabra, donde el malestar pueda
expresarse y se refuercen los valores democráticos básicos de convivencia.
En el plano local, se realizó el curso “Violencia y
agresividad en las escuelas: Estrategias posibles de abordaje”. Allí,
trabajadores de la educación santafesinos debatieron sobre la violencia y
advirtieron sobre los riesgos de realizar generalizaciones en cuanto a la
situación, ya que las causas son siempre diversas y merecen un abordaje
singular, haciendo imposible eludir las particularidades de cada escuela, la
que “como lugar privilegiado de transmisión y aprendizaje, recibe el impacto de
los nuevos modos del lazo, las transformaciones familiares y las nuevas formas
del malestar”, observaron.
Publicada en Pausa #88, miércoles 7 de diciembre de 2011
viernes, 23 de diciembre de 2011
Música hecha en Santa Fe
Repasamos los discos del rock santafesino modelo 2011. Y reflexionamos
sobre el estado del panorama musical local, que continúa dando batalla.
Por Juan Almará
Hace tiempo que los gurúes de las nuevas tecnologías
anuncian la muerte del disco a mano del
nuevo soporte digital. Pero son muchas las bandas que desoyen ese mandato y se
animan a seguir diseñando tapas y booklets, maquinando el orden de las
canciones y pensando sus productos en términos más integrales. El 2011 ha sido fructífero en cuanto a
álbumes publicados en nuestra ciudad. Algunos editaron su primer hijo y otros
sumaron un nuevo eslabón. Hay para todos los gustos: rock, fusión, tecno-pop,
grunge, funk, hip-hop, punk, metal, reggae… Algunos llegaron al álbum y otros
terminaron en EP. En todos los casos estamos en presencia de un buen número de
producciones de calidad. Aún falta una industria cultural desarrollada que las
vincule e integre, permitiendo un reconocimiento masivo y una dinámica de
trabajo superadora. Atenta a estas demandas, se mueven instituciones como el
SURock, que pergeñan estrategias como los Clubes de Música en Vivo o los
convenios con la Unión de Músicos Independientes (UMI) para la fabricación de
CDs. O reconocimientos como los Poquet Awards, que premian lo mejor de la
escena local.
Pausa reseñó varias de las novedades discográficas de 2011.
Vamos a repasar algunas de ellas.
Rock y fuego
Si bien pertenece a finales del 2010, Te llena de rock! de
Astro Bonzo, recorrió su camino este año. Definiendo un estilo que se esboza en
su trabajo anterior (Astro Bonzo, 2007)
los bonzos avanzan en la creación de su propio universo. Sumando baladas
spinettianas y rocanrol más clásico a su efectiva base setentista, este segundo
opus toma la forma de un cóctel explosivo. El onírico “Amanecer en Urano”, el
pesado “Blues del resentido” la calmada
“Tibio manantial” fluyen a través del concepto del rock como llave de puertas a
universos paralelos.
Debutantes
Dos grupos dieron a conocer su disco inaugural: Gol de
Chancho e Infusión Kamachui.
Los primeros sacaron Estado de Emergencia, editado
con el apoyo de la mutual Jerárquicos Salud y la Cervecería Santa Fe, por haber
ganado en febrero el concurso “Música en el Río” gracias al voto del público.
Con influencias locales e internacionales actuales (La Cruda y Foo Fighters),
van del power primitivo a los temas midtempo más pensados, siempre dejando
huellas que adquieren una forma cada vez más personal y definitiva.
Los Kamachui patearon el tablero con un disco doble
conceptual. En este año pudimos escuchar la primera parte: Equinoccio I. Más
maduros y seguros que en su disco anterior, (Don Gregorio Sessions, 2007)
relatan el devenir de un personaje que debe atravesar el pasaje que separa la
muerte de la esperanza. Dispuestos a hundirse en la búsqueda, sus canciones
mezclan lo acústico y lo eléctrico, folclore, metal y rock con toques jazzeros.
Una apuesta original y bien lograda.
Espíritus inquietos
Los que también se jugaron por la indagación de texturas
musicales son los RIO. El trío tecno-pop, que cuenta con los ex Psycho
Sebastián Cúneo y Carlos Passeggi, presentó Curvando el tiempo, sucesor de Con
los pies en el agua (2008).
En un estilo definido, corren por toda la cancha,
jugando un poco en cada puesto. En el
costado más conservador del género están “Tres minutos” y “Amazonas” con
efectos de teclado como caballitos de batalla. Pero “Curvando el tiempo” (el
tema) y “Cae la noche” rompen con creatividad el molde synthpop. Las guitarras
acústicas aportan otros paisajes: vidalas, melodías elaboradas y letras de
vuelo poético.
La misma senda ecléctica es transitada por Chino Mansutti y
Lleva, su debut como solista. El ex cantante de Farah convirtió sus
experiencias de vida más recientes en un abanico de diez canciones
camaleónicas. Pop, valses, aires folclóricos, hip-hop y una canción de cuna se
funden en un viaje con boleto de ida. Acompañan los Refutadores de Leyendas,
banda que no le escapa al desafío y se anima a todos los géneros e
instrumentos. Sobresalen “Alessandria” (nostálgicas descripciones de recuerdos
italianos) y “Va a pasar” (tema que llegó a la segunda etapa del concurso
nacional YPF Destino Rock).
Y además…
El 2011 también fue el año de Eclipsando de Los Cohibas. Con
el funk como disparador, incorporan rap, soul y rock a su propuesta. Otra grata
sorpresa fue la incursión en solitario de Emiliano Delfino, (también cantante
de Cohiba y otrora integrante de Única Actitud): Delfinoflow lo muestra tirando
rimas y flotando sobre los scratch con toda la actitud de un MC que sabe lo que
hace.
Por su parte, los Particulares Rockin’ Orquesta inyectan una
buena dosis de rocanrol con el disco que lleva el nombre de la banda. Otra
aparición en soledad fue Sin aditivos ni conservantes, de la ex Levitar, Mili
de Pro. Allí profundiza su costado más pop. Para finalizar, no podemos dejar de
mencionar que con el EP Experimentonegro Rodrigo González recuperó lo mejor del
espíritu crudo y demostró que aún tiene mucho para dar.
Estas son sólo muestras de unos 365 días más que
productivos. Esperemos que los próximos doblen la apuesta y colmen las
expectativas de los públicos locales.
Publicada en Pausa #88, miércoles 7 de diciembre de 2011
miércoles, 21 de diciembre de 2011
Ampliación de los derechos civiles
El Congreso se sacudió la modorra y comenzó a discutir
proyectos que responden a reclamos de agrupaciones feministas y del colectivo
LGBT. Avances en la ley de género.
Por Ileana Manucci
En 2010, con la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario,
el Congreso Nacional pareció sacudirse un poco la modorra y entrar en una etapa
progresista, en el sentido menos manoseado del término. Los movimientos LGBT,
feministas y de derechos humanos, vienen desde entonces renovando sus energías
y, en muchos casos, aunando esfuerzos bajo la bandera de la igualdad y la
diversidad.
En este 2011 la batalla legislativa giró en torno a la Ley
de Identidad de Género. Gran cantidad de fallos de la justicia venían allanando
el camino para que este tema sea colocado en la agenda parlamentaria. A nivel
nacional, resonó el caso de Florencia de la V, primera persona trans de América
Latina en obtener el reconocimiento de su identidad sin necesidad de aprobación
médica o psiquiátrica. En nuestra ciudad, el caso de Alejandra Ironici
convirtió a Santa Fe en la primera
provincia del país que, como Estado, acompaña el reclamo de una persona
transexual que solicita el cambio de nombre en su DNI y partida de nacimiento.
El Fiscal de Estado santafesino, Jorge Barraguirre, se expidió de manera
positiva ante el reclamo hecho por la solicitante y puso bajo responsabilidad
de actuación al Estado al señalar que tiene el deber de ayudar a una persona
cuando se considere que su dignidad
peligra.
El 18 de agosto se dio inicio en Diputados de la nación al
postergado debate sobre identidad de género que, tres meses más tarde, obtenía
el dictamen favorable para pasar al recinto y ser votado. “Negarnos la
identidad no tiene que ver sólo con una cuestión cosmética de mostrar el DNI y
que figure nuestro nombre de género, sino con lo que significa para numerosos
aspectos de nuestras vidas cotidianas, como por ejemplo en el ingreso a un
establecimiento educativo, donde nos exigen ir como varones, porque eso dice
nuestro documento. La Constitución consagra el derecho a la educación y como
ciudadanas queremos que se cumpla, que se nos garantice el acceso y permanencia
en los establecimientos respetando nuestras identidades”, afirmaba Lohana
Berkins, activista trans, en una conferencia en la UNL.
En la última sesión del año, finalmente la Ley de Identidad
de Género obtuvo media sanción con el respaldo mayoritario del cuerpo de
diputados. El proyecto en su artículo 1 especifica que “toda persona mayor de
16 años podrá solicitar la rectificación del nombre, el sexo e imagen en todos
los registros públicos en los que figuren tales datos y no coincidan con su
género autopercibido”, además establece que el trámite se realizará ante el
Registro Nacional de las Personas y no fija requisitos específicos, salvo la
propia solicitud del interesado, no siendo necesario someterse a diagnósticos
médicos, psiquiátricos, ni a cirugía alguna.
“Es una iniciativa que permite respetar la dignidad de las
personas transexuales –declaró la diputada Vilma Ibarra–, que contempla nuestra
Constitución y los tratados de derechos humanos que a ella se han incorporado.
Estamos discutiendo la diferencia entre sexo y género, donde el género es mucho
más abarcativo, de acuerdo con lo recogido en fallos que sentaron
jurisprudencia y de acuerdo con planteos de las organizaciones de derechos
humanos. A veces la identidad de género no coincide con el sexo que le fue
asignado en la partida de nacimiento”. La votación en general consiguió 167
votos a favor del proyecto mayoritario, 17 en contra y siete abstenciones.
Desde el Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género
se mostraron felices y conformes. “Esto es una bisagra hacia un futuro mejor
para las personas trans, porque hablamos de derechos fundamentales como el
derecho a la identidad, a la educación, al trabajo, a la salud y a la cultura.
Este es el proyecto de ley más avanzado en identidad de género en el mundo, y
nos representa justamente porque es producto del consenso y del trabajo de lxs
militantes de nuestro colectivo”, concluyeron.
El debate abierto
Otra de los proyectos polémicos que lleva años intentando
ingresar al Congreso es el de la legalización del aborto, que en este 2011 pudo
ser discutido en una de las comisiones. El proyecto de Interrupción Legal de
Embarazo fue elaborado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal,
Seguro y Gratuito, se presentó por primera vez en la Cámara de Diputados en
2008, pero perdió estado parlamentario, en marzo de 2010, sin haberse
discutido. A las dos semanas, se volvió a presentar con 33 firmas y pronto sumó
nuevos apoyos, llegando con 50 firmas a la Comisión de Legislación Penal.
Fue de esa comisión de donde salió el primer dictamen
favorable que hacía pensar en que el proyecto, finalmente, comenzaba su camino
hacia la Cámara baja. Pero casi inmediatamente luego de la finalización del
debate, diputados contrarios a una reforma cuestionaron la validez del
dictamen. Patricia Bullrich (Coalición Cívica), Omar De Marchi (Demócrata de
Mendoza) e Ivana Bianchi (Peronismo Federal) presentaron sus impugnaciones,
donde sostuvieron que el dictamen no alcanzó las firmas necesarias ya que,
según argumentaron, había 14 legisladores en la sala y las seis firmas
obtenidas no representaban la mitad más uno.
De esta manera, el proyecto que consagra el derecho de las
mujeres a interrumpir voluntariamente un embarazo en el primer trimestre de
gestación y más allá de ese plazo cuando corre riesgo la vida o la salud de la
mujer, si el embarazo es producto de una violación o si hay malformaciones
fetales graves, perderá estado parlamentario y deberá presentarse nuevamente en
2012.
“Sabemos que la discusión no empezó el 1º de noviembre,
porque en la sociedad se viene debatiendo hace tiempo, y tampoco termina ahí
–declararon desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y
Gratuito–. Los debates en el Congreso, cuando se modifican temas de fondo, han
sido siempre complejos y no han estado exentos de trampas y jugadas orientadas
a obstruirlo, como ocurrió durante el tratamiento de matrimonio igualitario y
la ley de medios. Hemos dado un paso importante”, concluyeron.
Relevamiento de la vida trans
En el seminario “Debates por el derecho a la identidad de
género”, organizado por la delegación Santa Fe del Inadi y realizado en la UNL,
el interventor del Inadi Pedro Mouratian comentó que el organismo se encuentra
trabajando “con un relevamiento para el cual firmamos un convenio con el Indec
en donde se va a hacer un análisis cuanti y cualitativo respecto de las
necesidades de la comunidad trans”. Comenzará con una prueba piloto en La
Matanza, municipio del conurbano bonaerense.
“A partir de ese estudio creemos que van a ir saliendo
algunas cuestiones básicas que tendremos que ir abordando de forma transversal
con el resto del Estado nacional”, señaló Mouratian, que se refirió a la
situación laboral actual de la comunidad: “El 95% de la población trans está en
situación de prostitución, pero también es cierto que el 77% estaría dispuesta a dejar esa realidad por un trabajo
que le permita vivir con dignidad”.
Publicada en Pausa #88, miércoles 7 de diciembre de 2011
martes, 20 de diciembre de 2011
Una golondrina no hace verano
Volvió la actividad en el Puerto de Santa Fe: límites y
posibilidades de la terminal fluvial.
Por Nicolás Cassanello (*)
Una camilla no convierte a la habitación que la aloja en un
quirófano. Se necesita de una mesa para operar, instrumental y equipamiento,
medicación, médicos, enfermeros, instrumentistas...
De la misma manera, un muelle no da cuenta de un puerto: se
requiere dragado y balizamiento de la vía navegable, operadores de terminales
con servicios competitivos, compañías de transporte que tomen carga,
empresarios dispuestos a importar o exportar por el puerto local,
infraestructura logística que permita el arribo de cargas por distintos medios,
remolcadores, elevadores de graneles, grúas y demás equipos para movimiento de
contenedores, balanzas fiscales, y la lista puede continuar por varios
renglones más.
¿Cómo debería catalogarse hoy a la estación portuaria santafesina?
Para gran parte de la comunidad local se trata apenas de un paseo de compras,
un casino o una tierra de oportunidades inmobiliarias. Así lo entienden
inclusive muchos empresarios y funcionarios, pasando por alto que un puerto es,
por definición, un ámbito de transferencia de cargas, un lugar de trabajo antes
que de paseo.
Desde mediados de octubre la capital provincial está un poco
más cerca de concretar el aristotélico pasaje de “ser en potencia” un
pintoresco muelle litoraleño a “ser en acto” un punto activo de la hidrovía. La
empresa fluvial CARE SA (Compañía
Argentina de Remolques de Empuje) ha incorporado formalmente al puerto de Santa
Fe a su servicio regular de barcazas, luego de más de un año de negociaciones
entre la autoridad portuaria local y directivos de la compañía. La estación
fluvial local contará con la presencia estructurada de la barcaza cada 10 días,
luego de 17 años (¡!) de ausencia de este tipo de servicio regular. El tráfico
desde Santa Fe será cubierto por la barcaza porta-contenedores CARE I, de
bandera argentina, que cuenta con una capacidad de carga de 320 TEUs (unidad de
medida equivalente a un contenedor de 20 pies, con capacidad aproximada de 20
toneladas), pudiendo conectar a su vez hasta 160 contenedores refrigerados.
La embarcación llegó el miércoles 19 de octubre, descargando
44 contenedores vacíos para ser empleados en futuras exportaciones, y partió
con cinco contenedores de miel destinados a la Unión Europea. En las semanas
siguientes la barcaza visitó la estación portuaria respetando el cronograma
previsto, permitiendo la exportación de miel y semillas de girasol para el
viejo continente, y se espera para los primeros días de diciembre el arribo de
carga de importación.
Parecen estar la pelota, los arcos, el campito... ¿Qué
razones tiene un empresario para ponerse la camiseta del puerto santafesino?
Los costos logísticos se encuentran estrechamente ligados a
la geografía. Santa Fe se encuentra ubicada en medio del corredor que une el
sur brasileño bañado por el oceánico Atlántico con el eje central chileno del
Pacífico. Su situación se torna aún más privilegiada al considerar su relación
con la hidrovía Paraná-Paraguay, esa autopista fluvial de 3400 kilómetros que
riega 850 km de costas de la “bota” santafesina. Los estudios coinciden en
señalar que el transporte automotor resulta competitivo en distancias cortas,
mientras que la vía acuática resulta imbatible en distancias superiores a los
500 km. Algunos cálculos conservadores ubican los costos del camión en un 250%
por tonelada/km respecto de la vía fluvial. Desde otro punto de vista, la
elección de la terminal santafesina por sobre el puerto de Buenos Aires se
traduce en una mejora económica que ronda los 400 dólares por contenedor de 20
pies. En esta misma sintonía, estimaciones privadas elevan la magnitud del
impacto económico en la región al considerar el manejo de cargas del Puerto en
su proyectada ubicación sobre el río Paraná. Se calcula la generación de unos
800 puestos de trabajo y un incremento en el consumo de la región de unos 85
millones de pesos anuales.
Considerando la seguridad de la cadena logística, se
advierte que la carga transportada por agua no está expuesta a cortes de rutas
y otros conflictos que se traducen en sobrecostos por estadía de la carga y que
ponen en riesgo el cumplimiento de plazos contractuales de entrega. La
presencia de siniestros es muy baja y la piratería del asfalto nula, con lo
cual se evitan jugosos pagos en primas de seguro y custodia. Por otro lado,
teniendo en cuenta aspectos ambientales: una barcaza puede trasladar la carga
de al menos 160 camiones, el consumo energético resulta tres veces inferior y
la vida útil estimada de las embarcaciones ronda los cincuenta años. Hay un
menor impacto en el medio ambiente.
Sin embargo, la presencia de una barcaza no garantiza el
inmediato y repentino vuelco del comercio exterior regional hacia el puerto
local. Una lectura realista debe comprender que las compañías marítimas
estructuran la oferta de sus servicios desde Buenos Aires. Muchos operadores
logísticos son reticentes a modificar el status quo, mientras que los
empresarios locales tienen históricamente sus costos determinados sobre aquel
puerto y no ocultan cierto escepticismo sobre el futuro del servicio fluvial. Y
el resto de las terminales portuarias del sur provincial compiten fuertemente y
se esfuerzan por optimizar servicios, captar inversiones y atraer carga.
Recobrar la operatividad plena del puerto llevará tiempo.
Permitirá, sin embargo, dilucidar cuanto existe de convicción en el discurso
“pro-puerto” de funcionarios y empresarios y cuanto de retórica oportunista.
Reactivar el puerto requiere no sólo de números competitivos sino de confianza
empresaria y política, de erradicar una cultura exportadora unitaria y de
reconciliar a la comunidad con su histórica identidad.
(*) portorium.blogspot.com
Publicada en Pausa #88, miércoles 7 de diciembre de 2011
lunes, 19 de diciembre de 2011
Los días de la Plaza
Reflexiones a diez años del estallido popular de diciembre
de 2001.
Por Alejandro Sehtman (*)
La revolución de mayo. El golpe del 76. La primavera del 83.
La reforma del 94. El 19 y el 20 de diciembre de 2001. Los días del
acontecimiento sin nombre. Los días que se hicieron fecha –fecha de la
democracia, de la historia reciente– sin que podamos darle un nombre a lo que
sucedió en ellos. Hay también en esa continuidad, en ese 19 y 20, algo de
políticamente anormal, de religioso. La política suele concentrar la memoria en
una única jornada, mientras que la religión se demora en pascuas de resurrección,
nochebuenas y navidades.
Lo más fácil sería relamerse con la excepción: lo sin nombre
que irrumpe súbitamente. Pero mejor es pensar una inversión. Un estado de sitio
al revés. Una ciudadanía que declara el estado de excepción sobre la
institucionalidad democrática. Un “planteo” primero. Un golpe de pueblo
después. Un gobierno, luego, nacido de la proscripción de la fuerza política
mayoritaria de la argentina democrática de entonces: el partido de la
convertibilidad.
A diez años del diecinueveyveinte, debería haber consenso
sobre el hecho de que la insistida crisis de representación que hizo impacto en
diciembre de 2001 no estuvo constituida por la ruptura de los lazos que unían a
los representantes con los representados, por la autonomización de la “clase
política”, por la separación del pueblo de su gobierno. La crisis de
representación de ese inminente verano caliente argentino no era por defecto
sino por exceso. De representación. La crisis consistía en que la política
representaba demasiado a una sociedad aglutinada por esa potente gelatina que
era la convertibilidad cambiaria. Es cierto que la política se había entregado
a las exigencias de ajuste permanente, a los celos del riesgo país, que
histéricamente planteaban los organismos multilaterales de crédito. Pero no es
menos cierto que la política hizo todo lo que estuvo a su alcance para cumplir
con el deseo social de no salir de la convertibilidad. La referencia al espacio
no es casual, remite a un afuera, a una intemperie, a un desamparo devaluador
muy temido.
No es casual que los acontecimientos sin nombre de dos días
distintos hayan sido agregados bajo ese mínimo denominador común que es la
sucesión calendaria. Quizás haya que replantearse si el 19 y el 20 no son dos
fenómenos imposibles de unir en un mismo concepto. Quizás convenga enfatizar
las diferencias entre lo sucedido en una y otra fecha. Quizás convenga recordar
la diferencia entre caceroleros y motoqueros, entre ahorristas y piqueteros. El
sentido común pronto subsumió las diferencias dentro de un único momento. E hizo
bien, porque esa presencia sucesiva en la Plaza de Mayo fue la improvisación
general de la naciente alianza de clases de la Argentina que venía. Si el
piquete y la cacerola eran las más salientes acciones públicas de los sectores
populares y medios, su unidad, cantada en los días de furia, sería la base real
sobre la que fue posible desplegar la recomposición de la conducción política
del Estado. La presencia, explícitamente política, de las Madres, sirve para
confirmar el carácter genético de esas jornadas. Todo lo que estuvo allí entró
de una manera u otra a la cadena de ADN de lo que vendría. (La ausencia notoria
de las centrales sindicales en los días de la Plaza plantea interrogantes que
siguen siendo difíciles de responder. Quizás, sólo un eco de la laberintitis
que había afectado la conducción política de las organizaciones de los
trabajadores por varios años).
No es casual, tampoco, el orden de prelación de los
acontecimientos de ese diciembre. Los sectores populares venían estallando, en
el espacio público o en el doméstico, hacía por lo menos cuatro años (en torno
a 1996 se producen los primeros piquetes y puebladas). Sin embargo, hizo falta
que la clase media actuara para que pudiera abrírsele la puerta a una
discontinuidad institucional controlada. Fue sobre la grieta del 19 que el 20
metió la cuña. Lo que no había podido el Frente Nacional contra la Pobreza con
su campaña por el ingreso ciudadano, lo pudo la clase media mientras tomaba
conciencia de la imposibilidad de realizar su deseo de eternizar la
convertibilidad de la moneda.
La primera lectura que se hizo desde los espacios del poder
institucional fue que la ruptura del consenso cavallista abría lo suficiente la
puerta de la legitimidad democrática como para que pasara por ella el elefante
del duhaldismo, es decir, de la conservación de todos los pactos que habían
garantizado la gobernabilidad de la Argentina durante diez años de ajuste
progresivo. No era un gatopardismo (cambiar todo para que nada cambie) sino una
especie de minimalismo (cambiar lo estrictamente necesario). Sin embargo, ya no
se trataba de abrir un diálogo sino de abrir los circuitos del poder. Devaluar
y matar no eran una combinación válida para una sociedad que había pagado sus
compras en bonos, que había visto un helicóptero no poder apoyarse sobre la
Casa Rosada.
Suena inverosímil, pero el 19 y 20 de diciembre fue un
acontecimiento nacional. Nacional como es nacional lo que ocurre en Buenos
Aires y llega a todo el país. Nacional como son nacionales los medios hechos en
la capital o lo es la primera A de fútbol integrada casi exclusivamente por
equipos de Buenos Aires. Suena inverosímil, pero todos los gobernadores que se
reunieron y no se reunieron en Chapadmalal tuvieron que hacer lo que mandaba el
partido de la Plaza. Tuvieron que gobernar para piqueteros y caceroleros.
Los días del palacio fueron días vividos con el fantasma del
19 y 20 de diciembre. De la ira popular.
¿Cuándo se hicieron felices los días? ¿El 25 de mayo de
2003? Para algunos sí. Para otros, después. Los días de la Plaza marcaron un
rumbo. Todos los que estuvieron en todas las plazas de estos últimos años
estuvieron o hubieran estado el 19 y 20. El 19 o el 20. El 19 y/o el 20. Los
días de los acontecimientos sin nombre abrieron una época con nombre pero siguen
estando allí. En el origen.
(*) Politólogo, UBA.
Publicada en Pausa #88, miércoles 7 de diciembre de 2011
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