jueves, 30 de diciembre de 2010

Las palabras de 2010: BICENTENARIO

200 años

Los masivos festejos del 25 de Mayo fueron el epicentro de una hasta ahora extendida y eficaz construcción de un relato histórico

Por Juan Pascual

Prácticamente no hay registro de una caminata de algún integrante de la oposición durante los festejos del Bicentenario, aunque la ocasión se prestaba desde el comienzo. Quizá exista, haya pasado, pero no cobró mayor presencia pública. Si así hubiera sido, se le hubiera impreso otro tono al hecho. En los desfiles de las provincias, en el día de los desfiles de soldados alegóricos. Una tarde, una pasadita. Apropiarse de un lugar para realizar una acción política de cualquier tipo: plantear la cuestión federal, indicar que no hubo diálogo para armar la fiesta, clasifican. Caminar y saludar, andar entre el público, antes que nada, clasifica.
Un sector apeló a unirse a esa suerte de contrafestejo –la reapertura del Teatro Colón– donde los principales actores fueron figuras de los medios. Ricardo Fort forma parte del Bicentenario por esa alfombra roja narrada por Catalina Dlugi. El teatro, la fiesta accesible por pantalla y los varios actores de la oposición allí. El maravilloso mapping 3D en el frente del teatro –el mayor en el mundo hasta ahora– completó el breve momento, junto al faltazo de la presidenta a la gala, que se justificó (aprovechando el desliz, en verdad) en algunas declaraciones inoportunas del macrismo sobre Kirchner.
El contrapunto es tan obvio que aburre plantearlo. Es demasiado rápido asumir que toda la operación política de la oposición pasó por esa noche del 24.
Varios millones de personas pasaron por la 9 de Julio. Un público que excedía cualquier pertenencia partidaria, social, étnica. ¿A qué se debió la defección de la oposición? ¿Por qué una gran parte de los políticos del Bicentenario no acompañó con más empeño la movilización más masiva de la historia argentina, la cual encima era celebratoria? ¿Cómo no se abrieron a compartir la expresión común de una alegría? ¿Por qué se perdieron esa oportunidad?
Hay algo de extraño en la voluntad política e histórica cuando se entrega la posibilidad completa no ya de armar el acontecimiento, sino siquiera hasta de interpretarlo o apropiarlo. ¿Habrá sido un error de cálculo del momento? Se venía de la danza veraniega de las reservas, del reparto de las comisiones en diputados, del triunfo en 2009 ¿Se habrá pensado imposible el éxito popular de los eventos, en tanto organizados por un gobierno en declinación? ¿Se habrá minusvalorado la capacidad del oficialismo para producir símbolos?
Al Centenario todavía se le debe, al menos en parte, las fotos mentales con las que muchas personas construyen su añoranza mítica por la Argentina agraria. Se le debe también el Martín Fierro, canonizado por Leopoldo Lugones superstar en el Teatro Odeón para toda la dirigencia de la época. Las historias de las visitas ilustres, los carruajes, las veladas de baile. El caldo del yrigoyenismo estaba cociéndose mientras la generación dorada del conservadurismo se solazaba. Las libertades políticas para nada eran las mismas que ahora: los rechazos anarcosocialistas se expresaban a bombazo limpio y la fiesta se realizó con un pleno Estado de Sitio.
En los días previos al desfile de Fuerzabruta se veía cada vez más que el espacio estaba siendo completamente cubierto por la vasta construcción simbólica del oficialismo, que culminaría con un desfile que mojonaba con un ajuste preciso diferentes hitos de los dos siglos y con un himno cantado por 3 millones de personas. Hasta el partido Argentina-Canadá, también el 24, hubo luz para la presencia opositora.
La estrategia, sobre todo más luego, se desplazó hacia cuestionar lo que cierta crítica académica desdeña en lo que llaman la versión Felipe Pigna de la historia. Hallan un caricaturización; quizá sea cierto, quizá no, la cuestión es cómo esa estrategia lleva el conflicto más al paper académico o la invectiva del periodismo editorial antes que a la construcción de memoria colectiva.
Con todo, cuesta encontrar un relato que haya armado linajes y raíces para el presente de un movimiento político con tanta efectividad como la explicitada en los festejos. Punto por punto se armó el espectáculo cultural (popular, de masas… qué debate terminológico estéril: fue ambas cosas y otras más a la vez) donde se imprimieron cada uno de los nodos de la historia con los que el kirchnerismo construye sus filiaciones. El festejo de la batalla de la Vuelta de Obligado es la última incorporación, el rescate de los bombardeos del ‘55 acaso la primera acción que marcó las técnicas de la operatoria. El aspecto distintivo del Bicentenario, donde se llevó el mecanismo al extremo, no sólo fue la efectividad de las síntesis e imágenes de la puesta en escena, sino cómo era transparente que políticamente se estaba aprovechando la oportunidad de relatar la historia.
Era explícito cómo allí se estaba construyendo y exponiendo un relato más o menos kirchnerista de la historia, guste o no. Esa evidencia, sin embargo, no se levantaba sobre una historia contada como una máquina de sucesiones naturales carentes de conflicto. Al contrario, se exhibieron conflictos y se tomaron posiciones con las carrozas: la Constitución ardiendo, la ronda de las madres, la fiesta democrática, la patria financiera y, además, el Siam Di Tella. Pero también allí estuvo el primer día dedicado al rock, el desfile de comunidades originarias, el himno cantado en el Valle de la Luna o la apertura del Salón en que se reconoce a los otros líderes históricos de Latinoamérica. Se hizo todo a la vista, porque así se planteó el efecto en el presente: el establecimiento a través del relato de los compromisos y las deudas. Los primeros quizás se puedan romper, las segundas a veces no son honradas. Sin embargo, su exhibición obliga y desafía a la oposición, a la contraparte, que queda expuesta a construir un relato de los compromisos y las deudas de igual envergadura.
Publicado en Pausa #69, disponible en los kioscos de SF

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Las palabras de 2010: RELIGIÓN

Las imágenes religiosas y la vida pública

Con pintadas y lobby el poder clerical marca la cancha en el futuro debate legislativo por el retiro de los símbolos religiosos del espacio público

Hacia fin de año otro debate que generó polémica con el clero fue el que de retirar los símbolos religiosos de los espacios públicos. El proyecto no llegó a ser tratado pero el tema ganó espacio en la opinión pública.
En noviembre, la diputada Alicia Gutiérrez presentó en la Legislatura un proyecto para que se prohíba la exhibición de símbolos religiosos en la administración pública provincial, como hospitales, escuelas, juzgados y empresas provinciales. La defensa de un Estado laico y neutral y la libertad de pensamiento son los argumentos de la iniciativa que debería ser analizada en las comisiones de Derechos y Garantías y de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados.
La semana posterior a la presentación del proyecto la vicegobernadora Griselda Tessio participó de una charla sobre laicismo en el Foro Cultural Universitario. Tres días más tarde, aparecieron pintadas amenazantes y agresivas cerca de Casa de Gobierno y en la sede del partido SI, al que pertenece Gutiérrez.
Dos meses antes, la jueza de la Corte Suprema de la Nación, Carmen Argibay, había pedido el retiro de los crucifijos de las salas de audiencias de todos los tribunales. Argibay dijo: “Yo nunca tuve un crucifijo en mi despacho porque soy una funcionaria de un Estado laico. Tener un símbolo religioso condiciona”. La sugerencia fue respaldada por el ministro de Justicia de la provincia, Héctor Superti, quien interpretó: “No se trata de criticar al juez por sus creencias sino de dar la mayor tranquilidad de imparcialidad al justiciable”. El ministro de la Corte provincial Daniel Erbetta opinó: “Es razonable la propuesta porque la Argentina es un país donde hay libertad de culto y la religión, como la moral, están reservadas a la privacidad de cada persona”. Como su par nacional, Erbetta señaló: “Se trata de un Estado laico”.
Las pintadas en el local de SI, en la portada del #67

La religión, una cuestión privada

El 24 de octubre, el diario La Nación publicó los resultados de una encuesta de Poliarquía sobre “Actitudes y prácticas religiosas en la República Argentina”. Según la consultora, en la Argentina, el 71% de las personas cree en Dios y la religión es importante para el 60% de la población. Sin embargo, cuando se trata de pensar la religión en la escena pública y social (y no en la privada), más de la mitad de los argentinos (el 63%) dice que su vínculo con la religión se limita al terreno individual y prefiere que las autoridades religiosas se abstengan de participar en las decisiones de gobierno o en lo que se vota en las elecciones (el 61%). La encuesta muestra que el apoyo económico que el Estado otorga a la religión católica goza de apenas de un 12% de aprobación entre los argentinos mientras que el 41% sostiene que debería ayudarse a todas las religiones y un 42% rechaza que se asista económicamente a religión alguna.
Publicado en Pausa #69, disponible en los kioscos de SF

martes, 28 de diciembre de 2010

Las palabras de 2010: POBRES


Contrastes

La vida y la política urbana complejizan las fragmentaciones sociales, expuestas con la evidencia del concreto, el acero y la renta

Por Sergio Ferreyra

El domingo 19 abrió la primera ala de la Fábrica Cultural Molino Franchino, en la intersección de bulevar y República de Siria, en plena Recoleta santafesina. Se trata de uno de las decenas de espacios públicos abandonados que fueron recuperados, restaurados y devueltos a los santafesinos.
Hace algunos días, en ocasión del centenario del puerto, también se presentó en sociedad la intervención en el ex Molino Marconetti, restaurado como la Estación Belgrano y el Mercado Norte. Más adelante, se inaugurarán los espacios de La Redonda y el Parque Federal. Todas estas intervenciones están caracterizadas por la injerencia del Estado provincial o municipal en la recuperación de los lugares.
Estos hechos pueden calificarse como una porción del avance para recobrar y rescatar ambientes públicos librados a su suerte durante décadas para ponerlos a disposición de los habitantes de la ciudad.
Sin embargo, con la mirada desde otro prisma, el espacio también se transformó en una prioridad entre los asuntos a atender del ejecutivo (municipal) cuando se decidió intervenir para desalojar de Bajo Judiciales a más de 120 familias (450 personas) que allí vivían en algunos casos hace más de 30 años.
Hoy, esa medida encuentra argumento porque rige en la ciudad hace algunos días el Plan de Ordenamiento Territorial. La norma marca el paso del uso, la ocupación y la subdivisión del suelo, la provisión de infraestructura, los volúmenes edificables y el tejido urbano; algo que la ciudad viene tratando de planificar hace mucho tiempo pero sin éxito hasta ahora. Dicho plan encontró aprobación dos años después de la asunción del intendente Mario Barletta, pero sin los votos del PJ. “Ahora Santa Fe tiene una hoja de ruta”, dijo sobre el particular el presidente del Concejo Municipal, José Corral, pero también dijo que “la ciudad está lejos de la situación dramática de Capital Federal”, en referencia a los incidentes de Villa Soldati.
A la hora de la puesta en común de todas las iniciativas (ganar espacios públicos y desalojar otros lugares) el único hilo conductor que se puede encontrar es la preocupación y la intervención del Estado en el espacio. La primera propicia y alienta la toma de lugares para devolverlos a la esfera de lo público. Pero la segunda se debate entre “desalojar para proteger un lugar” (versión oficial) o desalojar para facilitar un negocio turístico e inmobiliario (versión sostenida desde la oposición del Concejo Municipal y desmentida por el oficialismo).
Uno de los principales focos de conflictos entre los ediles santafesinos al discutir el mensaje que contenía el proyecto del Plan de Ordenamiento Territorial fue el concepto de “Plusvalía Urbana”. Se refiere al aumento de valor que experimenta el suelo producto del proceso de urbanización. Esas plusvalías resultan en general de acciones ajenas al propietario y derivan de la inversión social, tanto pública como privada, que se produce permanentemente en la ciudad, sea a través de inversiones en infraestructura, de procesos de calificación urbana o de decisiones de regulación del uso del suelo urbano. También se prevé un mecanismo de recuperación de esta renta diferencial. “Basamos esta iniciativa en un principio fundamental que es la utilidad y función social del suelo como fin último”, dijo Vanesa Oddi (concejala Socialista) y recordó que esta situación está prevista y establecida en las Constitución Nacional y en la Provincial, como en distintos tratados internacionales.

La tapa dedicada a las erradicaciones de Playa Norte y Bajo Judiciales

Desde diferentes notas, este periódico hizo hincapié en que la intervención del Estado municipal en Bajo Judiciales se trató de un difuso proyecto turístico-inmobiliario que puso de relieve una característica notoria de la ciudad: la división social. En Playa Norte, de un lado de calle Riobamba, los vecinos temen perder sus casas; enfrente se levantan mansiones. Viven en la villa y subsisten cirujeando en Guadalupe.
Las ONG y los vecinos de Bajos Judiciales también hablaron y sostuvieron: “en la zona en cuestión se quiere llevar adelante un proyecto que no es compatible con la existencia del barrio pobre” , dijo Liliana Berraz desde Manzanas Solidarias.
“Antes no teníamos problemas, hasta hace tres años, cuando compraron los terrenos de Riobamba al 8600. Los que compraron dicen que la gente de enfrente somos negros de mierda, por eso nos quieren sacar a nosotros. Acá la gente vive en chapas, en barro, y recién ahora la Municipalidad vino a prometer que vamos a tener una casa de material. Pero eso no existe”, dijo Horacio, un ayudante de albañil de 36 años. Los últimos 32 años los pasó en el barrio.
La ciudad sigue expandiéndose hacia la costa y hacia el norte; mezclada entre espacios públicos y privados, donde interactúan habitantes que en algunos casos festejan su recuperación y devolución a la comunidad y en otros siguen resistiendo desalojos y pelean por recuperar su lugar.
Publicado en Pausa #69, disponible en los kioscos de SF

lunes, 27 de diciembre de 2010

Las palabras de 2010: CRISTINA

Los reconocimientos

Con la muerte de su esposo, la presidenta se expuso a un intenso ritual de encuentro popular del que nació una nueva forma del kirchnerismo


La candidatura y la revelación pública de la masividad del kirchnerismo se resolvieron el 27 de octubre. El inusitado diálogo directo de Cristina Fernández, la viuda, la presidenta, la candidata, con quienes desfilaron para homenajear al ex presidente Néstor Kirchner –y con quienes mediatizados siguieron la procesión– selló un pacto de intensidad emocional y liderazgo político. Sobrepasa al “efecto luto”, tampoco es la inexplicable oscuridad de la “mística”.
Cristina estaba allí más para confortar a quienes mostraban su pena que para purgar la propia. Hizo de tal posición un hecho práctico político: con la procesión se exhibió, en toda su variedad, cada uno de los anclajes y transformaciones socioculturales recientes.
Fueron muy diversas las dignidades presentes en las exequias. En plural: dignidades. Acaso la palabra más repetida, junto a los agradecimientos y alientos. En el velorio popular como escena, se reconocieron, adjudicaron y ocuparon los roles de la comunidad política delineada por las decisiones y conflictos afrontados por los K. Eso es una dignidad, después de todo: un rol social, un estatuto casi jurídico. Puede perderse, puede recuperarse; siempre se requiere de una instancia de reconocimiento para que una forma de vida sea una dignidad, sancionada y construida. Y sólo una vez existiendo ese reconocimiento se abre la posibilidad de exigir, reclamar, obligar.
Así fue como con el agradecimiento devuelto por la presidente el kirchnerismo cristalizó –de forma provisoria, como todo hecho vital– su masa multicolor. Y así fue como la pesadumbre trocó en construcción de la historia cuando se situó, hablando con los pies, la jerarquía del dignatario.

Publicado en Pausa #69, disponible en los kioscos de SF

domingo, 26 de diciembre de 2010

Las palabras de 2010: INFANCIA

Los ningunean en las decisiones de gestión, los explotan en el comercio y en el campo, los quieren mandar a un ex liceo militar...

Los chicos, no siempre primero

Por Ezequiel Nieva

Por primera vez en mucho tiempo, las políticas para la infancia ocuparon el centro del debate. Hubo ideas acerca del abordaje, medidas oficiales para identificar el problema del trabajo infantil y algunas propuestas, como la de la Mesa del Diálogo, de llevar a los menores “en riesgo” al ex Liceo Militar de Recreo.
En mayo, un conjunto de ONGs de la ciudad cuestionaron al Municipio por “la ausencia de políticas integrales” para los niños de los sectores más vulnerables. Desde la Municipalidad respondieron que su idea es “no focalizar”. A las entidades sociales no les conformó la respuesta. “De las actividades que desarrolla el municipio surge claramente la ausencia de políticas integrales y abarcativas que tiendan a modificar la situación existente y que generen una esperanza de cambio para los chicos”, se quejaron en un documento que llevó la firma de una veintena de asociaciones, entre ellas Caritas, la CGT, la CTA y la Federación de Vecinales.
Todo empezó en febrero, cuando se aprobó el presupuesto municipal para 2010. A pedido del opositor Luciano Leiva, inicialmente se incluyó una partida de seis millones de pesos para proyectos del Consejo Municipal de la Niñez y la Adolescencia, órgano creado por el intendente Mario Barletta e integrado por representantes del Estado municipal y de las ONGs de la ciudad. Barletta vetó ese artículo y allí se desató el conflicto. “El veto del intendente nos obliga a replantear el lugar que la niñez ocupa en las prioridades del gobierno municipal”, indicó Leiva. El monto dispuesto originalmente equivale a menos del 1% del presupuesto municipal. “En abril de 2008 se sancionó la ordenanza que declaró la emergencia social y humanitaria en la ciudad, dados los altos índices de pobreza e indigencia que presentan niños y adolescentes”, argumentó el concejal kirchnerista.
“Esa ordenanza recreó un Consejo (el de Niñez y Adolescencia) para trabajar sobre políticas en ese sentido y se convocó a distintas instituciones públicas y sociales. Ese Consejo está presidido por usted, señor intendente”, le dijo Leiva a Barletta en una carta remitida en ese momento. El concejal recordó que el artículo 13 asignaba el 2% del presupuesto municipal “para el desarrollo de los programas contemplados en esta norma” y que el artículo 6 estableció como función del Consejo “disponer de los recursos previstos en esta ordenanza”.
Por la Municipalidad, el secretario de Desarrollo Social Alejandro Boscarol argumentó que ya se destinan 98 millones anuales para la infancia: están distribuidos en rubros como defensas contra inundaciones, obras de iluminación, instalación de cámaras en las calles, programas sociales, de infraestructura y de medioambiente. La idea oficial es que toda obra desarrollada en la ciudad directa o indirectamente afecta a los niños, por lo tanto debe ser considerada para la infancia, al menos en un porcentaje. Los funcionarios adujeron no creer en políticas focalizadas; por ello vetaron el Fondo de Infancia. El documento que la Municipalidad les entregó a las ONGs dice “La proporción de la población de entre 0 a 17 años es del 34%; en forma directa, el 34% del presupuesto general –98 millones sobre 257– le llega a la niñez”.

Una de las tapas de este año, dedicada a la explotación infantil

TRABAJO INFANTIL. Mientras tanto, el gobierno de la provincia comenzó a trabajar en una radiografía del trabajo infantil. El propósito: conocer en qué rubros de la economía están insertos los menores que trabajan en Santa Fe.
La UNL y el Ministerio de Trabajo realizaron un relevamiento del que se desprende que, en las ciudades, el rubro en el que predomina la mano de obra infantil es el comercio, mientras que en el norte son las actividades agropecuarias.
A mediados de año el Ministerio de Trabajo presentó el primer relevamiento cualitativo sobre trabajo infantil, elaborado en junto a la UNL y la Organización Internacional del Trabajo en la Argentina. El objetivo fue obtener una aproximación al problema desde una triple perspectiva: la medición de la magnitud del trabajo infantil, el análisis de las representaciones sociales de los distintos actores con relación al mismo y la delimitación de las estructuras que habilitan y constriñen la presencia de menores en actividades productivas. El estudio partió de la necesidad de conocer en profundidad el estado de situación a partir de la mirada que los funcionarios de municipios y comunas y algunas ONGs tienen sobre el trabajo infantil en la provincia. “Por los datos que obtuvimos, creemos que es necesario realizar intervenciones”, anunció el ministro de Trabajo de la provincia, Carlos Rodríguez, quien resaltó cómo en las pequeñas comunidades del norte santafesino, donde se registran índices similares o mayores que en las ciudades grandes, están convencidos de que el problema sólo es de Santa Fe y Rosario: “La imagen del trabajo infantil se vincula con la forma visible de lo urbano-marginal. La respuesta más corriente en las comunas era ‘no, no, nosotros no tenemos; este es un problema de Rosario o Santa Fe, porque acá no hay chicos ni de la calle ni en la calle’. Ellos asumen que el trabajo infantil sólo está asociado con la calle y las grandes urbes”.
Se estima a nivel mundial que 250 millones de niños están insertos en el mercado laboral. En América Latina y el Caribe son 17 millones y medio: el 70% se dedica a la agricultura y a la pesca. En la Argentina la principal actividad de los chicos es “ayudar” en un negocio, en muchas ocasiones de la propia familia, la recolección de papeles y cartones y la venta callejera. En la provincia de Santa Fe es muy extendido el uso de niños en el campo. En los grandes conglomerados, entre 2003 y 2009 el 5% de los chicos de entre 6 y 17 años trabajan. Las estadísticas, que serán actualizadas cuando se termine de procesar el Censo 2010, indican que a menor tecnificación, mayor trabajo infantil.

REFORMATORIO NOT DEAD. A contrapelo de las ideas más básicas –y actuales– de las ciencias sociales, en el año que termina hubo una propuesta de la Mesa del Diálogo Santafesino –la creación el Centro de Inclusión Social “Eva Perón” en el predio del ex Liceo Militar de Recreo– que hizo rememorar las épocas en que se pensaba en el aislamiento como solución para los conflictos sociales.
El proyecto dirigido a los menores “en riesgo” logró media sanción del Senado, gracias a los oficios del senador por La Capital y precandidato a gobernador Juan Carlos Mercier. El gobierno se opuso al traslado de chicos al ex Liceo Militar de Recreo: “Estigmatiza la pobreza y la marginalidad con las secuelas sociales que eso tiene en todo aspecto”, señaló el senador socialista Juan Carlos Zabalza.
Publicado en Pausa #69, todavía a la venta en los kioscos de SF


viernes, 24 de diciembre de 2010

¡Usted también puede!

Cinco tretas, fullerías, argucias, artimañas o consejos... para pasar las fiestas

Por Adrian Brecha

Nos quedan tan sólo 15 días para abandonar este extraño y movido 2010. Las jornadas no llegan a cubrir la totalidad de posibles despedidas, encuentros, agasajos o ágapes con motivo de festejo.

Cualquier pretexto nos viene bien para regar las reuniones de buena bebida y epicúreos momentos.

Sin duda el epicentro festivo será el 24 y 31. Momentos en que todo se mezcla, bastante, entre los mandatos del mercado, las ilusiones infantiles y las nostalgias familiares. Hasta el más ateo termina claudicando y armando un arbolito de navidad o, en el peor de los casos envidiando la parafernalia de estructuras lumínicas que armó su vecino en el balcón gracias a la industria china.

La navidad, fiesta religiosa de origen pagano en exaltación al sol, nos obliga a tener hermosas reuniones familiares en las que año a año se repite una rutina perfecta. Un guión estructurado al mejor estilo Hollywood donde nunca faltan los conflictos, para que los personajes mediante sus parlamentos y acciones permitan desarrollar la historia. Una película muy distante de aquellas torturantes de las cadenas americanas en los días previos a estos festejos, que no sólo nos muestran un mundo maravilloso, lleno de esperanza, en donde un padre recorre NY en busca de un juguete para cumplir con su hijo, sino que además los gringos hasta tienen nieve, cuando es sabido que en estas pampas el 24 estamos cagados de calor y que pedir unos sanguchitos de miga es una empresa mucho más difícil que recorrer la Madison Avenue en busca del chiche del momento.

Por eso, desde esta pequeña trinchera de caracteres nos abocamos a no perder la alegría y a darle algunas tretas para poder transitar las fiestas en total armonía y recibir el 2011 sin necesidad de acudir al clonazepan.



1.- Primer obstáculo: decidir dónde pasar el 24. Aquí, esa frase que una noche dijo (¿tu casa o la mía?) cobra otro sentido. Elija un territorio neutral, en lo posible sin la presencia de su suegro o suegra. Un buen lugar puede ser la base Marambio, allí hay nieve.


2.- El tío Nene, siempre me decía: “Hay que chupar mucho y comer poco”. Sabio consejo. La resaca es superable, no así el atracón de lechón, sumado al pan dulce, más el helado y las garrapiñadas.


3.- Si durante su niñez no utilizó pirotecnia y el mayor riesgo fue agitar virulana encendida no es momento de que recurra a los fuegos artificiales y mucho menos a encender globos aerostáticos. Sea maduro y acepte compartir la charla familiar.


4.- El trabajo siempre es un argumento imbatible. Pero es poco creíble que sólo trabaje una vez al año en una estación de servicio.


5.- Recuerde que es un momento donde los ánimos están muy sensibles. La charlas de sobremesa deben ser banales; por ningún motivo intente defender las políticas migratorias, la ley de medios, la sanción del matrimonio igualitario o la asignación familiar. El alcohol todo lo supera.


jueves, 23 de diciembre de 2010

Las palabras de 2010: ABORTO


Por el camino de los derechos

Educación sexual, anticoncepción, aborto, no violencia física o psíquica, igual salario por igual trabajo: libertad de poder ser

Por Marcela Perticarari

Durante el último mes comenzó en serio un debate en las comisiones de la Cámara de Diputados de la Nación sobre la polémica y resistida ley que despenaliza el aborto. 2011 se perfila como un año netamente electoral y todo indica que la discusión se orientará por otros carriles, más teniendo en cuenta que a la hora de los comicios pesan todas las opiniones, incluida la de la jerarquía eclesiástica.
Dos meses atrás, la Comisión de Justicia y Asuntos Penales del Senado de la Nación había intentado convocar al debate sobre tres proyectos de ley sobre interrupción del embarazo –referidos a lo que prevé el Código Penal en el artículo 86– que se conoce como “abortos no punibles”. En uno de esos proyectos, la extensión de considerar el “peligro para la salud o la vida de la madre” permitiría que la interrupción del embarazo fuera prácticamente aplicable a todos los casos.
Sin embargo, el debate sobre el aborto no se dio en la Cámara alta y todo parecía indicar que esta iniciativa, necesaria para evitar miles de muertes maternas anuales, iba nuevamente a dormir el sueño de los justos.
No obstante, luego de las diferentes actividades que se realizaron para conmemorar el Día de la No Violencia hacia las Mujeres el pasado 25 de noviembre, el debate volvió a instalarse en el Congreso, con la convocatoria –el pasado 30 de noviembre– a la reunión de la Comisión de Legislación Penal.
Con esta novedad, el proyecto de ley por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito cumplió cinco años de dura militancia. Presentado al Congreso de la Nación, el mismo establece claramente en qué casos el aborto es no punible y en cuáles sí, regulando situaciones que hasta ahora son clandestinas.

La reglamentación de la ley 26.485 fue tema de tapa

Pero la historia se remonta a comienzos de los 80, cuando un gran número de argentinas eligieron entre quedarse en los partidos políticos o saltar al vacío y crear el movimiento de mujeres. Así se dio un paso fundamental al crear organizaciones políticas sólo de mujeres, separandas de las instituciones patriarcales y constituidas en personas políticas, en un movimiento de masas, silencioso e invisible, que ha crecido y se ha expandido desde entonces.
De este modo, año a año los encuentros de mujeres fueron congregando a más participantes, llegando a las 30 mil que se reunieron en Paraná en octubre pasado para lo que definen como “un ritual de rebelión y afirmación colectiva de identidad, de intensa reflexión y de construcción estratégica de agenda, planes de lucha y articulaciones locales y regionales”.
Así, este ritual de política feminista cumplió un cuarto de siglo del movimiento de mujeres argentinas expresado en los consensos, rupturas y tensiones de la reunión anual. Las participantes provenían sueltas o de colectivos feministas y de lesbianas, fábricas recuperadas y sindicatos, partidos políticos, ONGs, movimientos sociales y autoconvocadas, donde predominaban las jóvenes.
La Comisión Organizadora, hegemonizada por el Partido Comunista Revolucionario, funcionó en la Secretaría de la Mujer de la Municipalidad de Paraná, de orientación peronista, lo que generó consignas más bien conservadoras. Como ejemplo, vale recordar que la Comisión no se expidió sobre el derecho al aborto, lo que constituye una contradicción ya que la campaña por el aborto legal, seguro y gratuito forma parte de un reclamo transversal a todo el movimiento. De todos modos, las numerosas columnas del encuentro se unificaron en la agenda central del movimiento: el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
“Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”, fue la consigna, relacionada de modo directo con la justicia social y la redistribución de la riqueza porque, como siempre, son las mujeres pobres las que mueren por abortos inseguros.
Respecto de los derechos sexuales y reproductivos, Agustina Ramón Michel, abogada e investigadora becada del Centro de Estudios de Estado y Sociedad, opinó que “además del derecho a decidir libremente si ser madre o no, debemos tener las condiciones habilitantes para ejercer esos derechos. Es decir, una persona que tiene hambre no puede ir a buscar un anticonceptivo; una mujer que no sabe cuáles son sus derechos difícilmente pueda acceder a una atención de calidad”.
La síntesis indica que políticamente y en su sistema jurídico, Argentina aún no está en claro progreso con la igualdad.
Según datos oficiales, una mujer muere cada dos días en nuestro país producto del aborto clandestino. En el 2009, 60.000 mujeres, de entre 10 y 24 años, fueron hospitalizadas producto de abortos mal realizados, con secuelas irreversibles en muchas de ellas. Entre 450 mil y 700 mil mujeres se practican abortos clandestinos todos los años.
En esta circunstancia, la criminalización del aborto empuja a las mujeres de los sectores más vulnerables a recurrir a métodos precarios para interrumpir un embarazo no deseado.
En este sentido, las exigencias del movimiento de mujeres se centran en el cumplimiento efectivo de la Ley Nacional de Ligadura de Trompas y Vasectomía; la plena vigencia y aplicación de la Ley Nacional 26.150 de Educación Sexual Integral y de sus Programas de Salud Sexual y Procreación Responsable con presupuestos adecuados para garantizar su cumplimiento; además, se demanda la producción pública y venta libre de misoprostol.
Publicado en Pausa #69, a la venta en los kioscos de SF

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Las palabras de 2010: AMOR

Para todos

2010, el año de la ley de matrimonio igualitario

Por Marcela Perticarari

El Congreso Nacional cierra el 2010 con un balance positivo por la destacada sanción de la ley de matrimonio igualitario. Muchas veces retrógrada en su legislación y reticente a cambiar las reglas legales de un juego que las modificó hace años en la práctica, Argentina se convirtió en el primer país de Latinoamérica en avalar el casamiento entre personas del mismo sexo. La ley incluye la posibilidad de adopción de menores por parte de las parejas, lo que consistió en uno de los temas más controvertidos del proyecto.
Sancionada el 14 de julio, fue la única ley que atravesó ideológicamente a todos los bloques. La falta de acuerdo entre el arco opositor y el oficialismo obligó a que, ante la necesidad de tratar temas de interés propio, cada sector tuviera que encargarse de reunir el quórum. Así, la oposición fracasó cinco veces al no poder reunir quórum para tratar la iniciativa.
Frente al Congreso de la Nación, diversas agrupaciones que se manifestaban a favor de la sanción de la normativa chocaron con sectores que representaban la voz de la Iglesia. “Que no se empañe esto que tiene que ser una fiesta, estamos tratando derechos de las minorías”, pidió Claudio Morgado, el titular nacional del Inadi.
El visto bueno llegó tras 15 horas de sesión ininterrumpida en el Senado, después de tres meses de discusión en comisión y tres largos años de campaña de la comunidad gay-lésbica. Los archivos cuentan que la votación registró 33 senadores a favor del matrimonio igualitario, 27 en contra y tres abstenciones.
En terreno santafesino, el debate se instaló en numerosos ámbitos y la opinión pública se vio dividida. Quienes estaban a favor, quienes estaban en contra y hasta quienes manifestaban indiferencia coparon las calles. A comienzos de julio se realizó una marcha que reunió unas 200 personas a favor del matrimonio para todos y todas. El mismo día se llevó a cabo una multitudinaria caravana organizada por grupos católicos y la Iglesia, que reunió a más de 4.000 personas –con muchos escolares– que se manifestaron en contra de extender los derechos vinculares a las parejas del mismo sexo bajo la consigna “Matrimonio = Varón + Mujer”. Según el arzobispo José María Arancedo no era un “tema menor; es más grave que el conflicto por la resolución 125. Es una ley, como toda ley, universal: orienta comportamientos. Y yo como argentino quiero la unión estable entre el hombre y la mujer orientada a la vida”. En el Senado, expuso su preocupación por el acceso a la adopción y aseguró que “científicamente” el proceso de crecimiento de los chicos debe darse en un ámbito tradicional: papá varón y mamá mujer.
Reynaldo Wabeke, el joven que hace tres años se casó con Adelfa Volpes –una mujer 58 años mayor que él– y luego enviudó, contrajo matrimonio con un hombre. Se convirtió así en el primer matrimonio igualitario llevado a cabo en la ciudad. “Mi boda tomó repercusión porque soy conocido. Simplemente es un casamiento y hay que aceptarlo. Mañana se casan dos mujeres y no pasa nada”, dijo durante su enlace.
Pero no todas fueron rosas ese día ya que en el Registro Civil aparecieron pintadas agraviantes repudiando el hecho. Sobre el tema, Reynaldo dijo que “me duele, porque es gente que no tiene cultura. Lo hacen por malditos, porque les molesta que se case alguien”. Y reflexionó que “la sociedad debe comprender y aceptar que uno se case, como sea, como gay, como hetero, no tienen por qué hacerle mal a nadie. Aquí en Santa Fe todavía falta preparación”. Finalmente, Wabeke recomendó a otras parejas “que se casen, que se animen, que la vida es una sola y si querés algo hay que lograrlo, sin importar lo que se gana o se pierde”.

La tapa del #58, a días del reconocimiento de derechos vinculares

Por otra parte, esta semana se conoció que el grupo rosarino de familias homoparentales denominado “Mis Mamás Rosario” presentará al menos diez recursos de amparo para que sus hijos sean reconocidos y anotados legalmente con dos madres. Para llegar a la instancia judicial con el objeto de garantizar los derechos de los niños y niñas nacidos antes de que se sancionara la Ley de Matrimonio Igualitario, se brindará asesoramiento legal para las familias que se encuentran en esta situación. “Buscamos un ciento por ciento de reconocimiento, por eso queremos hacer una presentación de recursos colectiva. La ley que nos permitió casarnos es un primer paso, pero si no se trabaja para que se apliquen otros aspectos, no se pueden garantizar los mismo derechos para todos”, dijo Selva Sánchez, la presidenta de la organización.
El asesoramiento será realizado por la organización civil VOX junto a la cátedra de Familia de la Facultad de Derecho y la de Diversidad Sexual de la Universidad Nacional de Rosario.
“Los chicos que nacieron y nacerán después de sancionada la ley pueden ser anotados con dos madres en los registros, pero los que nacieron antes no están anotados en la libreta de matrimonio. Lo que queda por hacer es presentar el recurso de amparo ante la negativa que obtenemos al querer anotarlos en el Registro Civil, cuando la pareja homosexual se casa”, detalló Sánchez.
También se apunta a realizar modificaciones en la documentación de los niños y niñas: la corrección en los registros del certificado de Nacido Vivo, en la partida de nacimiento y en el DNI. En cuanto a los datos de la partida de nacimiento, la representante de “Mis Mamás Rosario” indicó que “no está dividida genéricamente, sino que el niño figura como hijo de doña fulana, y donde va el nombre del padre puede no ponerse nada; pero no está permitido anotar el nombre de la otra madre”.
Aunque reconoció que con la ley de matrimonio igualitario se lograron aspectos importantes, todavía hay obstáculos para que los hijos e hijas gocen de la totalidad de sus derechos.
Publicado en Pausa #69, a la venta en los kioscos de SF

martes, 21 de diciembre de 2010

Las palabras de 2010: POLARIZACIÓN

Una máquina de triturar

Un análisis sobre el panorama político de la provincia de cara a las elecciones 2011: quiénes juegan, qué gana y qué pierde cada uno

Por Juan Pascual

La gestión provincial está compuesta y comandada por una enorme cantidad de personas, socialistas con probada capacidad de movilización electoral, que poco comparten con otro agrupamiento quizá no tan grande ni con tanta experiencia en la cuestión, pero bien compacto y eficaz: los radicales de la Municipalidad de Santa Fe. Se hacen picardías, se rehuyen, se pegan faltazos u omisiones en reuniones o despedidas festivas, vienen de espacios diferentes, son de partidos diferentes. No hay ambigüedades en el corte: llega hasta a sus agrupaciones estudiantiles.
Estuvieron en el mismo Frente en 2007, con intereses distintos pero articulados. Fue la única vez: en 2003 Hermes Binner probó solo y con la sola dimensión de su punto de origen, Rosario, alcanzó un 38% y perdió con un legal escándalo electoral. La UCR aportó sólo un 2% al lema, cenizas del 2001 mediante.

Terminaba mayo y ya se conocían las caras del cachengue electoral

El PJ comenzaba el cierre de un largo ciclo de gobierno en el cual perdería hasta la ciudad capital. El mecanismo de fragmentación propiciado por la Ley de Lemas –que solucionaba automáticamente diferencias y resquemores–, una gestión de Estado y partidaria no demasiado abierta fuera de los designios y allegados íntimos del Lole –de inestable zigzag tras 2003–, dejaron un partido desarticulado hasta en lo territorial, incapaz de acordar un candidato o de continuar la serie de alternancia interna nacida en 1991: un posible gobernador al menos ha de tener la tranquilidad de vivir en una ciudad donde no sea común que se lo sindique públicamente como responsable de una inundación. Y con argumentos. Al cabo, Rafael Bielsa y Agustín Rossi, ambos entonces con muy poco rodaje provincial, casi que salieron a poner la cara para las internas y generales del 2007.
Hoy el PJ pinta una irregular cantidad de candidatos. Obeid y Rossi quizá sean los más fuertes –descontando que Reutemann no se estabilizará–, pero tienen un desafío enorme: Rossi no va a internas excepto que haya reconocimiento de la pléyade del PJ no K de la conducción del gobierno nacional; del otro lado se exige flexibilidad, cuando en realidad se espera –una vez más– la palabra ordenadora del veterano tanque suizo alemán. Esta cuestión abre una diferencia de escenario importante en la general: serán dos o tres, todavía no se sabe, los jugadores principales en la votación final. La fragmentación puede resultar en una transformación del PJ local: en un escenario de tres, las contradicciones entre ambos sectores se agudizarían (¡sí señor!) y con eso siempre se revisan memorias y trayectos en los espacios comunes. Por el contrario, la unidad le daría al PJ su única chance de ganar: en su peor performance llegaron al 43%. Sin embargo, esta es la primera vez que compiten sin tener el Estado provincial de su lado. La cuestión es definitoria, incluso si se considera como variable en la interna peronista los hilos ministeriales del Estado nacional como único lugar para saciar la sed. ¿Quién secundará y qué tono tendrá, por ejemplo, la apertura de la autopista Rosario-Córdoba y la de Santa Fe-Paraná? ¿Cómo les aportarán (o no) esos momentos?
Las clásicas especulaciones alrededor del silencio de Reutemann

La interna del socialismo, más extensa de lo que parece, deja un gran espacio libre para los radicales que, nacidos en la UNL, reagruparon y reordenaron el partido provincial y lo lanzaron a la interna. Al no poder cerrar una candidatura única, por jugar en espacios de gestión diferentes y por la ausencia de reelección, el socialismo gobernante está en la posición de entregar un lugar que, en buena medida, fue una obra de años iniciada con, justamente, el triunfo sobre la UCR de Rosario en los lejanos días en que Héctor “el Tigre” Cavallero aún militaba en el partido de la rosa roja.
Si Barletta, en una instancia no muy agradable para su carrera, visiblemente no mide antes de la interna, también puede apelar a la reelección. Si perdiera, de seguro su candidato a intendente sí ganaría la interna local (las elecciones internas para concejales de 2009 fueron contundentes) y también se reeditaría un escenario de articulación como en 2007 (aunque ¿qué sería de Barletta en sí?). Si ganara la interna provincial, eso sí, deberá ofrecer alguna seguridad muy clara hacia los socialistas –de Binner y de Giustiniani también– respecto de lo que pasaría si, eventualmente, llegara al triunfo general. ¿Cuánto aportaría a una candidatura radical provincial el equipo de cuadros del gobierno provincial, sabiendo que la elección nacional hacia donde va el gobernador se muestra aviesa y que, en el mejor de los casos, recalarán en la Municipalidad de Rosario o un Ministerio de una gestión que no controlan?

La relación Nación/Provincia, variable central en la interna

Giustiniani, por su parte, no pierde nada. Senador desde 2009, con 40% de los votos y poco tiempo de gestos públicos en su favor de Binner, hinca para posicionarse y pegar un eventual salto. Antonio Bonfatti espera acaso más rodaje público y, también, que con mayor peso resalte su característica de delfín de Binner, algo que depende también del gobernador. La derrota de esta línea dejaría bastante cojo al gobierno provincial, ya a partir del 22 de mayo de 2011. Y sentaría un antecedente muy extraño para el probable candidato a vice de Ricardo Alfonsín: ser un hombre que acaba de perder una interna.
Desde Rosario, la reelección de Miguel Lifschitz aportaría a cualquier opción del Frente Progresista. Pero el hombre dijo que tres es mucho y se anotó para la grilla de diputados nacionales: una elección que se definirá entre el 14 de agosto –las primarias– y el 23 de octubre, día en que se harán las generales.
Un PJ sin el Estado detrás y en un escenario de contradicción y un Frente Progresista que debe reordenarse integralmente en dos de los tres posibles resultados de su interna son los elementos de una escena final sobre la cual todavía ni siquiera se puede definir la cantidad de actores principales.
Y eso que dejamos afuera al Cachi Martínez.

Publicado en Pausa #69, a la venta en los kioscos de SF

lunes, 20 de diciembre de 2010

PUBLICIDAD. Las palabras de 2010. Pausa # 69

Moralistas en calzones

El rol de los medios en el combate contra el proxenitismo y la esclavitud sexual: ¿aliados o enemigos?

Por Ezequiel Nieva

¿Es lícito lucrar a través de un delito, ganar dinero colaborando con la comisión de un delito? La respuesta más obvia es no. Sin embargo, en la Argentina y en Santa Fe es cosa de todos los días. Y aunque hay una cruzada iniciada por sectores sociales y políticos para terminar con esa práctica, todo sigue igual: todos los días los diarios publican avisos en los que se oferta sexo y/o se ofrece trabajo en alguna whiskería.
En los últimos meses se presentaron dos proyectos en la Legislatura santafesina para exigir un viraje en la posición del Estado respecto de la libertad con la que los medios publicitan los “servicios personales” –un eufemismo que debe leerse como prostitución– y los falsos clasificados de empleo mediante los cuales las redes de trata de personas captan mujeres.
Si bien hay un incipiente debate acerca de la responsabilidad social de las empresas, las del rubro periodístico siguen lejos de actuar por sus propios medios –a excepción de unos pocos diarios– para colaborar con la erradicación de la trata. Por ello, los proyectos apuntan a que el Estado intervenga con más decisión para detener –o al menos ponerle trabas– a la publicidad de actividades que están penadas por ley –como el proxenitismo, ya que la prostitución no es falta– y que, además, atentan contra la dignidad y la libertad de mujeres y niñas.
Uno de los proyectos lo firman las diputadas oficialistas Alicia Gutiérrez, Lucrecia Aranda y Mónica Peralta y el kirchnerista Oscar Urruty. Allí se busca establecer un nuevo criterio para el reparto de la pauta oficial; de sancionarse, el Estado ya no podrá contratar espacios en los medios que publiciten “mensajes e imágenes estereotipados que de manera directa o indirecta promuevan la explotación sexual o fomenten el consumo de prostitución”.
De ese modo –siendo que la pauta oficial siempre es más jugosa que los avisos de “servicios personales” y los clasificados en los que se solicitan “chicas para whiskerías”– Gutiérrez y sus pares pretenden ponerle coto a la expansión del negocio de la prostitución y la trata de personas, que se vale de la publicación de avisos “con evidentes fines de reclutar a menores o personas socialmente vulnerables”, según argumentó la autora del proyecto.

La relación entre avisos, clasificados y trata, tema de tapa del #63

Las estadísticas más recientes señalan que en América Latina el 61% de las mujeres captadas por redes de trata son menores de edad. A ese trasfondo, el proyecto suma un concepto del Foro de Periodismo Argentino, entidad que observó como contradictoria la conducta de los medios de comunicación que, en su definición editorial y en su construcción noticiosa, colaboran con la denuncia de estas formas modernas de sometimiento pero, al mismo tiempo, favorecen desde sus páginas de publicidad la expansión del negocio de la prostitución y la trata de personas. “Otro dato es la creciente naturalización de estos avisos entre las ofertas de automotores, viviendas, electrodomésticos y búsqueda de personal, como si fueran parte de una oferta lícita”, señaló Gutiérrez.
La diputada reconoció que “algunos medios”, en forma unilateral, decidieron eliminar ese tipo de publicidad de sus páginas. Pero, acuciados por urgencias económicas o simplemente en su afán de ganar más, la mayoría de la prensa ofrece generosos espacios a los servicios personales. “Esta simbiosis entre medios de comunicación y proxenetismo interpela a la ética de los dueños de los medios y también a los poderes públicos, que se sirven de esos mismos medios para contratar su publicidad institucional”.
La otra iniciativa es de los diputados Antonio Riestra y Santiago Marcheroni. Es un proyecto similar al de Gutiérrez pero más amplio en sus alcances. Además de prohibir la publicidad oficial en medios que publiciten o difundan avisos de sexo también persigue introducir una modificación en el Código de Faltas de la provincia.
De sancionarse, se incorporará en el artículo 80 del Capítulo III –delitos contra la fe pública– un nuevo inciso: “El que difunda avisos de publicidad por medios gráficos, radiales, audiovisuales o de internet, que de manera directa o indirecta promuevan la explotación sexual de hombres o mujeres, el proxenitismo y/o el reclutamiento y mantenimiento de personas para la prostitución, será reprimido con multa de hasta 10 jus por cada día de publicación”.
Con el proyecto sus autores buscan que el Estado intervenga en forma directa en el problema de la trata. Por un lado, castigando a quienes promueven un delito: tal el caso de los medio que publicitan servicios sexuales o que ofrecen trabajos remunerados para mujeres, que en la gran mayoría de los casos son en localidades alejadas del lugar de publicación, lo que genera una deuda inicial de la supuesta beneficiada con el empleo a favor de su empleador. Y por el otro, dirigiendo la pauta oficial sólo a los medios que no promueven delitos.
“La proliferación de este tipo de anuncios generó preocupación en organizaciones, especialistas y funcionarios que trabajan sobre la problemática de la trata de personas con fines de explotación sexual”, señaló el diputado Riestra.
Los dos proyectos serán parte del temario del próximo período legislativo. La gran prensa de la provincia, po ahora, no modificó su política de publicación.

Publicado en Pausa #69, a la venta en los kioscos de SF.

viernes, 17 de diciembre de 2010


El Bicentenario, la muerte de Kirchner, la pobreza y los contrastes urbanos, el matrimonio igualitario, la trata y los medios, los medios y sus trabajadores, los derechos de la mujer, la interna provincial, Maradona, Colón y Unión, los 1.000 M del Banco Provincia, la adjudicación directa de la autopista, la "resistencia" judicial, el nuevo puerto, la recaudación, la religión y el Estado...

Y además del anuario, toda la info cultural y la actualidad: la boleta única, la reforma de la Constitución...

YA ESTÁ EN LOS KIOSCOS DE SF EL ÚLTIMO PAUSA DE 2010


jueves, 16 de diciembre de 2010

y este año también

Las dijimos el 2008


Las dijimos el 2009


Y a partir de mañana, en los kioscos de SF, las diremos el 2010




viernes, 10 de diciembre de 2010

Disciplina, sí, pero de la buena


Por Juan Pascual

Ubiquemos exactamente el proyecto presentado por el senador Juan Carlos Mercier y avalado por la Mesa del Diálogo, lugar de encuentro político principal entre la dirigencia de la curia y las instituciones de la sociedad civil. Bajo el paraguas de las políticas públicas de inclusión social –fundamentales a la hora de actuar sobre la integración de la comunidad–, la creación del establecimiento educativo “Eva Perón” en el antiguo Liceo Militar de Recreo encierra lo opuesto y oculta lo contrario: desintegra y se concibe como política de seguridad. Está parado sobre un paradigma asistencial muy cualunque, una visión social muy estrecha, una problematización de las instituciones del Estado muy simplificada y un temor a la inseguridad que paraliza el avance sobre el problema concreto de la relación entre la minoridad y la violencia urbana.
El proyecto, que cuenta con un extenso y sólido desarrollo de una carilla, explicita lisa y llanamente que el centro educativo, que contempla desde el nivel inicial hasta el secundario, “estará destinado especialmente a la formación de niños y adolescentes en riesgo” (art. 1º) y que el predio se elige porque el lugar “permite encarar producciones hortícolas, frutícolas, de granja y otras actividades con el propósito de formar y entrenar a niños y jóvenes, y facilitar el autoabastecimiento de las necesidades básicas familiares y propiciar su salida laboral” (art. 2º, las cursivas son nuestras).

El senador provincial por La Capital, Juan Mercier

Excepto que sea un espacio de formación para el cultivo cooperativo de fruta fina para la exportación, en conjunto con un plan de financiamiento para el emprendimiento, o que acaso egresen con un título de nivel técnico terciario para integrarse en la red de la soja, el máximo avance de inclusión planteado por el proyecto no sólo se logra una vez fuera del espacio educativo –ya que la población interna está claramente delimitada en los niños pobres: la institución en sí misma produce el corte–, sino que en ese afuera, signado por las determinaciones del mercado laboral, la máxima aspiración sería la huertita propia o doblar el lomo en las quintas como otro explotado agrícola abandonado por la vergonzosa Uatre del Momo Venegas, excepto que les den tierras, claro, sí, bien, o un techo de galpón para que duerman sus hijos después de la faena, tal como hacía el niño Ezequiel después de trabajar con las gallinas en “La Alameda”, mientras se embriagaba con los agrotóxicos que lo llevaron a la muerte a los 7 años, el 17 de noviembre pasado.
Todo eso ya es accesible sin pasar por el Centro de Inclusión Social “Eva Perón”. Pero, además, la imagen donde el loco pobre violento urbano puede ser salvado por una laborterapia bucólica rural al estilo familia Ingalls atrasa, y mucho, incluso en términos territoriales. Los asentamientos de la pobreza no sólo se densifican cada vez más sino que sus medioambientes distan mucho de la mezcla con el confín rural, paisaje probable de la pobreza hace más de 30 años, que hoy sólo pervive en los pauperizados pescadores isleños.
Respecto del linaje escolar de la innovación institucional que plantea Mercier, que es otra cosa diferente que sólo una escuela, cabe considerar cómo se inserta el nuevo espécimen en una realidad todavía marcada por las transformaciones de los 90. La realización efectiva de la privatización de la educación obligatoria distó mucho, en sus formas, del gran temor que embargó a los docentes y, sobre todo, a los jóvenes estudiantes movilizados en contra de las leyes educativas del menemismo.
En ese entonces existía el miedo a una privatización general de las escuelas, una suerte de venta de los edificios estilo Entel. Pero el dinero no fue tonto: las privatizaciones fueron a la educación de elite para las elites, mientras que lo público salió a los comedores escolares que se extendieron hasta la totalidad familiar en 2001. La educación socialmente efectiva, la que en su continuidad mejor dispone para lo que viene después, sí fue privatizada El programa de la educación obligatoria de principios del siglo pasado devino en un mecanismo de estratificación monetariamente bien reforzado.
Acaso nunca la escuela haya necesitado tanto volver a mezclar las clases en su espacio, en lugar de colaborar en su aislamiento y distancia ya por principio. (A todo esto: ¿cómo y quién define qué será un “niño en riesgo”, que es todo lo que indica el proyecto votado en el Senado?) No es que antes estas diferenciaciones y jerarquizaciones no existieran en la institución escolar: buena parte de la sociología que nació en los 60 se dedica a estos problemas. El punto es que con las leyes de los 90 esas distinciones fueron un desembozado programa práctico de desarrollo, que produjo segmentaciones estructurales inusitadas.
Fragmentación social es poner diques a los encuentros con el otro, romper la politicidad de la comunidad y establecer múltiples barreras. En su tiempo, que no es para nada éste, el servicio militar obligatorio también fue un espacio de integración social, como la escuela. Allí estaba el Liceo Belgrano, congregando mestizajes. Acaso haya sido esa su verdadera práctica, considerando la virtual ausencia de conflictos exteriores en su historia: producir un paradigma (aniquilador) de la argentinidad para adentro. En el camino, los efectos de movilidad social y del encuentro entre el hijo bien del médico de una familia tradicional y el desdentado del bosque chaqueño tenían lugar de vez en cuando, bajo una doctrina de la bota más teodisciplinaria que tecnobélica, y con las diferencias propias que se plantean entre quien a lo sumo será un zumbo y quien tiene una carrera abierta después de salir del Colegio Militar de la Nación, aún si es el hijo natural de una india pampa, por ejemplo. Del linaje militar, lo poco que queda en el proyecto de Mercier es el lugar, propicio para la vigilancia y el encierro asilar.

Reunión de la Mesa de Diálogo con el gobernador

Es verdad que estos tiempos exigen otras instituciones (que también distan de las fantasías del vicepresidente Julio Cobos o del diputado salteño Alfredo Olmedo). Es más que importante que el Estado piense en la institucionalización como modo de salida de la fragmentación social. Pero habría que honrar mejor la historia disciplinaria del país y su producción homogeneizadora de argentinos: supo ser exitosa (hasta en lo sangriento que le era inmanente) por tener el ojo muy centrado en las condiciones de su contexto. Educación obligatoria, colimba y escolarización técnica –más luego– se inscriben en esta tradición. Fueron efectivas en situaciones donde era común la coexistencia masiva de poblaciones migrantes de diferentes lenguas y costumbres, contextos que engendraron personajes como el taita, el malevo, el gaucho rebelde, el cafishio, el crotto, el activista anarquista o cuando había que proletarizar a un cabecita negra. Tipos generalizados que acaso se puedan traducir de diversas formas en la figura de nuestros pibes chorros. Todos exigen instituciones, nuevas instituciones, situadas en el contexto actual, produciendo primero el encuentro entre los diferentes y, luego, pero al mismo tiempo, el encuentro con la norma, la sanción y la ley.
Una pregunta Creedence Clearwater Revival: ¿el hijo de qué senador se va a ir a graduar a la “Eva Perón”, el hijo de qué rico de la ciudad, de esos que promueven proyectos en la Mesa del Diálogo? No es una chicana: es una descripción. La violencia urbana y la exclusión social, ambas, tienen mucho que ver con el hecho de que se pierdan los lugares de encuentro. Con que la convivencia sea imposible de encontrar en un lugar común. Más claro: cuando ya son extendidos los grupos sociales que han perdido hasta el intercambio de las palabras, la relación subsiste pero mediada por lo que resta, la violencia concreta –del revólver y del billete– en todas sus formas y direcciones.
Hasta obligatorias, como en el caso del Centro de Inclusión Social “Eva Perón”, son posibles nuevas instituciones del Estado que superen la fantasía de la varilla en los dedos, el manteo, la autoridad gritona –hoy, además, inefectiva– por una producción de políticas comunitarias concretas, sean asistenciales, ambientales o educativas, por ejemplo. Instituciones pensadas como dispositivos de encuentro socioecómico, diversidad cultural y producción colectiva ambientalmente contextuada. Eso requiere un ingenio que no sea conservador, que entienda que lo securitario se resuelve con algo más que cercos y que lo educativo tiene que apuntar seriamente a la integración económica y a la diversidad cultural. El proyecto de Mercier no se ubica ahí.

Publicado en Pausa #68

sábado, 4 de diciembre de 2010

Salió Pausa #68 y está en todos los kioscos de SF

En este número, la nota de tapa es sobre el armado de las principales fuerzas políticas de cara a las elecciones provinciales de 2011.


También en esta edición:

-Continúa el debate por el traslado de los vecinos de Playa Norte y Bajo Judiciales.
-La polémica por el ex Liceo de Recreo: el gobierno quiere instalar oficinas administrativas y llevar allí la escuela de Policía; la Iglesia, el PJ y la Mesa del Diálogo quieren utilizarlo para “educar” a los niños y adolescentes “en riesgo”.
-Apuntes sobre el Día de la No Violencia contra las Mujeres.
-Para la libertad, sangro lucho y pervivo: un homenaje por el centenario del poeta Miguel Hernández.
-La increíble historia de Sandro Guzmán: fue suplente de Chilavert, luego arquero titular de Boca; ahora es rastafari, tiene un kiosco y se dedica a la música reggae.
-Francisco Tamagnini recorre Guatemala y evoca al Che.
Y, como siempre, política, música, cine, deportes, sociedad, noticias, humor y la más completa agenda cultural.


Ya está en la calle la nueva edición del periódico Pausa. Se consigue en kioscos de diarios y revistas de Santa Fe a solo 3 pesos.
Próxima edición: viernes 17 de diciembre.

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