jueves, 28 de abril de 2011

Salió Pausa #73: te regalamos un lechón si encontrás un periódico con todos estos contenidos!!!


El basural clandestino (pero a la vista de todos) que crece en Playa Norte y contamina la Setúbal

Los escenarios de la interna del PJ

El jueves se cumplen 8 años de la inundación de 2003: te contamos cómo (no) avanza la causa. Y por qué.

Vïctor Brusa quiere lograr la prisión domiciliaria.

Y además: la historia de Magnífico Alto Verde (II) y la programación completa del Festival del Humor. Y muchas otras cosas!

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martes, 26 de abril de 2011

El basural clandestino (pero a la vista de todos) que crece en Playa Norte y contamina la Setúbal

Los escenarios de la interna del PJ

El jueves se cumplen 8 años de la inundación de 2003: te contamos cómo (no) avanza la causa. Y por qué.

Vïctor Brusa quiere lograr la prisión domiciliaria.

Y además: la historia de Magnífico Alto Verde (II) y la programación completa del Festival del Humor. Y muchas otras cosas!



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miércoles, 20 de abril de 2011

Todos por la manzana de Cézanne


La presencia de Vargas Llosa en la Feria del Libro de Buenos Aires, mañana,

la carta del director de la Biblioteca Nacional y un fuerte debate entre intelectuales


Por Mari Hechim (*)

1.- Primero el tsunami, terremoto, reactores nucleares en llamas, las noticias sobre Japón en todos los canales de televisión, en los diarios, en la web. Reactor 1, reactor 2, reactor 3, próximos terremotos, parece no tener fin. Uno intenta leer un libro de poesía y las palabras se desvanecen, se esfuman. Lo real insiste en su dura materialidad, pero no permanece en un núcleo persistente sino que se extiende, se difunde: es el hidrógeno que escapaba de Fukushima. Uno trata de imaginarse, busca en internet información, trata de entender. Y tropieza con reclamos cotidianos: tomar exámenes, arreglar el toldo que el viento de la última tormenta desbarató.

La urgencia de estos hechos pone en el tapete discusiones de gran importancia para todos –desmantelamiento de centrales nucleares, imprevisibilidad de los fenómenos naturales– y otras irracionales que es mejor ni mencionar, como las explicaciones sobrenaturales que también abruman por irrisorias, (a mí me fascinan porque actualizan la clase tenue de realidad que nos compone: “somos del mismo material que los sueños”).

2.- Pero la mente tiene sus recursos y, francamente, tratar de entender qué es un reactor nuclear y creer en la venganza de la naturaleza no es demasiado diferente. En todos los casos se trata de entender lo que no parece tener explicación.

La mente tiene sus recursos y tiene sus propias ocupaciones: lo cotidiano que nos aferra al suelo, la cuestión Vargas Llosa. Como la lectura de un libro de poesía, esto también se constela y pliega la realidad en bandas que se quiebran, se solapan y se distraen entre sí.

3.- Como ciudadana y como interesada en la literatura este “tema Vargas” ha concitado mi atención, posiblemente porque un par de las novelas más bellas que he leído en mi vida han sido La ciudad y los perros y Conversación en la catedral y porque es uno de los pocos escritores que desde hace muchos años se involucra en política, de modo que su participación en la Feria del Libro de Buenos Aires tiene su importancia. Que un Nobel de la literatura inaugure dicho evento es significativo, por el interés natural que resulta de ello. Que lo haga un político tan reaccionario, que ha criticado a nuestro país desde el desprecio y la ignorancia, es otra historia. Por eso, la carta de Horacio González tiene sentido. Está en todo su derecho de expresar su opinión, así como la tienen quienes no asumen su perspectiva. De allí a “hacerle decir” a González lo que no dice hay un gran paso.

La prensa se enamora de alguna palabra que algún periodista deja caer, como “veto” o “censura”, y le hace decir mentiras. La carta de Horacio González dice: “No me mueve así ningún despecho ni deseo de limitar su voz –que no precisaba del Premio Nobel para ser justamente difundida– al decirle que considero sumamente inoportuno el lugar que se le ha concedido para inaugurar una Feria que nunca dejó de ser un termómetro de la política y de las corrientes de ideas que abriga la sociedad argentina”. Y solicita que para esta inauguración “como es costumbre, se designe a un escritor argentino en condiciones de representar las diferentes corrientes artísticas y de ideas que se manifiestan hoy en la sociedad argentina”. ¿No es clara la frase “ni deseo de limitar su voz”?

4.- Esta carta levantó un debate que agitó la prensa y la web de maneras turbulentas. Es digno de celebración. Que cada posición se manifieste de modo que los matices reverberen dentro las ideas y las complejicen es siempre bienvenido. Más si es una cuestión que ha desvelado a muchos intelectuales del mundo durante mucho tiempo: la relación literatura/política. Pequeñas interrogaciones un poco al margen: la solicitud de Cristina posterior a la carta de González, ¿debe leerse como dos párrafos del mismo documento? Yo creo que sí. La celeridad de Cristina no fue óbice para que todas las fuerzas de lo que el mismo González llama “las derechas mundiales” cayeran sobre esa carta.

Después de las desdichadas declaraciones de Vargas que publicó El País de España y replicó La Nación, donde el epíteto de “piqueteros intelectuales” pretende una ofensa donde no hay más que falta de entendimiento (tanto acerca de los intelectuales como de los piqueteros), se sumaron a la discusión sociológos, filósofos, universitarios, escritores, los mejores de nuestra generación: Noé Jitrik, Eduardo Grüner, José Pablo Feinmann, Américo Cristófalo, Vicente Battista, Roberto “Tito” Cossa (que propone “que le hagamos una carta para desasnarlo”).

Hubiera debido ser suficiente la palabra de Horacio González, ya que su obra escrita –de la cual sólo he leído La crisálida. Metamorfosis y dialéctica; Restos pampeanos. Ciencia, ensayo y política en la cultura argentina del siglo XX y Arlt: política y locura– tiene méritos suficientes, no sólo para acreditar su lugar en la Biblioteca Nacional sino también para interpelar a los organizadores de la Feria del Libro, que obviamente no ignoran quién es Vargas Llosa en política.

Vargas contra wikileaks, contra los catalanes, contra “las actitudes indígenas”, contra los judíos, contra los juicios a los militares en Argentina, a favor del capitalismo neoliberal desvergonzado y atroz, que hoy mismo manda bombas alegremente contra Libia, y todos sabemos, dice CNN, en una guerra siempre se plantean situaciones no deseadas. Vargas, el escribidor, es también un decidor incansable, que no se fatiga de abrumarnos periódicamente con declaraciones narcisistas, como su detestable discurso de aceptación del Nobel.

5.- La palabra del pensador y del poeta provocan una dificultad. Son “difíciles” de leer, aun cuando en la escritura el relumbre sea de la sencillez. Este inconveniente se debe a que están atañidos por una materia que también es objeto de tráfico cotidiano: el lenguaje.

La dificultad de decir, tematizada por Inchauspe, por Kafka, es la dificultad de ser. Un artista no es necesariamente un intelectual. Véase Rimbaud, que escribe poesía cuando apenas dejaba de ser un adolescente. La literatura se abre a través del discurso cotidiano. Ese lenguaje es logos, es entendimiento, es condición de posibilidad de la comunicación y de la existencia misma de una sociedad. “Se abre a través” significa que lo atraviesa, de modo que, tras la tersura de la opinión, se pueda vislumbrar el caos, “se puedan volver sensibles las fuerzas insensatas que habitan el mundo”.

Dice Deleuze en ¿Qué es la filosofía?: “En un texto violentamente poético, Lawrence describe lo que hace la poesía: los hombres incesantemente se fabrican un paraguas que los resguardan, en cuya parte inferior trazan un firmamento y escriben sus convenciones, sus opiniones; pero el poeta, el artista, practica un corte en el paraguas, rasga el propio firmamento, para dar entrada a un poco del caos libre y ventoso y para enmarcar en una luz repentina una visión que surge a través de la rasgadura, primavera de Wordsworth o manzana de Cézanne…”.

Es decir, la comunicación es comunión, pero el trabajo que ésta realiza para presentarse como perteneciente a un mundo homogéneo, de consenso, disimula “las irreductibles desigualdades del mundo”. Pero también el caos es, en sí mismo, indecible. Es la literatura la que nos hace visibles esos “agujeros de sentido”, en una composición que a veces se autodesafía y se desata y es el Finnegans Wake de Joyce y el Trilce de Vallejo.

6.- Acá hay dos cuestiones: una, es la responsabilidad de quien asume la palabra que le ofrece, dispersa, el semiotismo del lenguaje. Otra, la responsabilidad para no dejase llevar por la palabra ajena, constituida largamente en la historia, y ser capaz de construir una palabra propia. En este último trabajo, quien triunfa es inmediatamente el artista. Pero en el equilibrio imposible que debemos a lo que se vuelve, se diría, automático, siempre hay un resto, flecos de sentido que se adhieren a las viejas formas “naturales” que nos dicen cuando tomamos la palabra.

Humildemente, creo que el problema de Vargas es que “se la cree”. Es un irresponsable. ¿Qué sería no creérsela? Tomar precauciones. No lanzarse hacia uno mismo porque el libro se vendió bien. (En este caso, tan bien que valió un Nobel). Ahora que tenés el objeto en la mano, recién salido de la imprenta, empieza otra escritura: salir a venderlo, sin olvidar el proceso de escritura, en donde, después de una verdadera mañana de primavera, en donde el lenguaje fue surgiendo con el fluir de la mismísima luz, la elección de un verbo puede tenerte tres días desvelado y, quizá, una vez elegido, la molestia de la equivocación puede seguir persiguiéndote por mucho tiempo. Tenés que leer tu propio libro en su devenir. ¿Pronunciarte en contra de los indígenas, de los argentinos, de los catalanes, de los juicios a los genocidas? ¿Es algo que incorporarías a tu obra, a tu narrativa? A mí, personalmente, lo que diga Vargas Llosa no me importa demasiado. Sí me interesa esta discusión.

(*) Docente e investigadora en Letrasde la UNL


Publicado en Pausa #71

sábado, 16 de abril de 2011

Rudimentos (I)

Por Juan Pascual

1. Desde 1991 las dos primeras fuerzas orillaron el 40%.

2. En los armados de las precandidaturas justicialistas Obeid y Reutemann dejaron de ser referencias absolutas de decisión, no sus cuadros y estructuras. Binner es gobierno y lleva candidato. Son las figuras

dominantes desde 1991.

3. Miguel Torres del Sel es como un comodín, o el cero de la rula. Abarca el núcleo duro del voto anti K. Las encuestas lo ubica entre el 5% y el 10%.

4. Seis precandidatos con posibilidades, dos residuales, y uno impredecible: juega fuerte cualquiera que se arrime al 15% de los votos (sea por estimación o por haberlos recibido en otra elección).

5. En la interna abierta la boleta única resquebraja la relación de empuje y arrastre entre los precandidatos de diferentes categorías, propia del anterior sistema. Si no mide una figura relacionada, y estando en la situación opuesta, la decisión de apoyo de un intendente a un gobernador y viceversa (empuje, arrastre) es un acto libre de la necesidad.

6. En situaciones generales de crecimiento económico los oficialismos poseen más chances de continuidad (excepto que pertenezcan a un esquema anterior y en declive).

7. La presidenta jugaría, con variable efecto, para traccionar cualquiera sea el candidato ganador de la interna justicialista.



En la ponderación de los resultados del estudio de situación, de la historia de los triunfos y de la flexibilidad de las alianzas hay parte de los rudimentos del análisis político. Esa ponderación recae en escenarios, que se cierran y abren frente a las posibilidades de cada resultado. No hay elecciones sin ganadores y perdedores. Y la política sigue, puntuada por la contienda, el día después. De ello que el saber para esos cálculos tenga raíces en la gestión del Estado no sólo previa a las democracias modernas, sino a la ebullición institucional del siglo XIX. En aquel entonces había mucho menos de encuesta electoral e imagen pública y bastante más de bayoneta y conspiración; en todos los casos el problema era el mismo: construir para llegar, alistarse para vencer, prever el resultado posterior y seguir. Un saber de piezas móviles y con historia, en un tablero sin límites y plagado de voracidades, de acuerdo a reglas

siempre cambiantes, mediadas por el poder. Bien entendido, un arte. Este es un garabato, entonces, sobre el Frente Progresista.


Mario Barletta. Fue el primero en lanzarse. Tuvo momentos épicos de reconstrucción del radicalismo provincial –su último dirigente de relevancia en 2010 se fue a la B con Rosario Central– en el encuentro de San Lorenzo del año pasado, donde cosió su candidatura. Comprometió a la mayoría de los intendentes radicales y a algunos lords departamentales. La UNL en el radicalismo, blitzkrieg de gestión muy definida y activa, con una historia conjunta de más de 20 años y un Estado municipal a disposición. El socialismo dividido invitó a la oportunidad, más con un candidato en la ciudad que en 2009 clavó casi el 40%. Posee espacio mediático en Santa Fe, de ganar se puede ampliar a la provincia. No exhibe grandes apoyos de sectores económicos puntuales, tampoco su animadversión.

La dificultad, corriente ya, es la inserción en ese enorme pedazo de electorado que es Rosario, tierra del socialismo y su Estado desde 1989. La boleta única cae como ácido en los acuerdos territoriales. El justicialismo de nuestra ciudad no va dividido, como sucedía desde 2003 (y parte del radicalismo local sí se separa, tras el vice de Bonfatti, Jorge Henn).

De triunfar en la interna aparecería una expresión novedosa del radicalismo, de efectos en el partido nacional. En el trazado del eje de la elección general pesaría el candidato justicialista. Ninguno representaría la continuidad efectiva de los socialistas de la Casa Gris, cuya reacción cruzaría la derrota con el fin del proceso. En la postulación se conjugaría el propio proyecto radical con el freno al retorno del PJ. Ese último elemento puede terminar copando su estrategia, de acuerdo a cuánto más cerca o lejos esté el candidato justicialista de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, ya que éste se encontraría en una posición óptima para articular a nivel local la disputa nacional entre K y anti K bajo la clave peronismo/antiperonismo. Rubén Giustiniani reclamaría lugar y aportaría apoyo, en pos de lo que no obtuvo en 2007.


Antonio Bonfatti. Simple: es el candidato oficial del gobierno provincial, en el cual es ministro de

Gobierno. Más allá de cualquier uso partidario de las finanzas públicas, como mínimo tiene presencia en todos los actos del Estado provincial (y recibe como impacto directo cualquier crítica o tropiezo de gestión). Cuenta con un pack vasto, diversificado y profundo regido por el núcleo de los socialistas de la Casa Gris.

Su riesgo es la transmisión del carisma: el gesto que lo asociaría a Binner frente al elector. Rubén Giustiniani se interpone allí con un dique sólido: su alto nivel de conocimiento y, también, una parte importante del partido. Algo muy valioso territorialmente, sobre todo ahora que la UCR restringió el acceso a sus parroquias e intendencias.

En el paso de la gestión rosarina a la provincia, el socialismo se amplió en el ejercicio de la administración. Nuevos y viejos saben el horizonte que entraña la caída del candidato en la interna. Para algunos, Rosario. Para otros, la lata de acomodarse a un nuevo ordenamiento más o menos extraño. En la general jugarían tras una referencia que evite el desbande.

Pero si Bonfatti llegara a la candidatura reforzaría su oposición continuidad/pasado, la cual tiene su resistencia a caer en una estructuración K/no K: con sus diferencias, la gestión provincial socialista y el oficialismo nacional se han llevado y, además, el pasado no le parece apetecer del todo a los precandidatos del PJ mismo.

En 2009 mucho del voto ruralista se volcó a Reutemann, no al socialismo: ¿no habrán perdonado el intento de 2008 de actualizar Ingresos Brutos al campo y habrán apreciado un antikirchnerismo más decidido? Bajo esa regla, frente a Bonfatti sería Omar Perotti el contendiente mejor parado (por ser el menos K), quien entonces también disfrutaría diferencialmente de la tracción de un pronunciamiento

de la presidenta.


Rubén Giustiniani. Su gran interrogante es ¿cuántos de mis votos son míos?

Camino a la elección de 2009, Giustiniani contaba con un 20% a 25% en las encuestas, sin recibir de Binner la transmisión carismática, que sólo se abrió en las últimas semanas y con la cual se produjo el rush que lo llevó al 40%. La demora en la unción fue comentada. Ese 25% previo no tanto. En el 2007 Giustiniani llegó al 34% de los votos santafesinos como vice de Elisa Carrió; Binner había marcado casi el 49% dos meses antes. Desde la largada de las precandidaturas, las encuestas que circulan en medios retroalimentan a sus partidarios y a su imagen: lo muestran bien parado en la interna, arriba del 20%.

El colectivo de los socialistas de siempre que no encontraron lugar en Casa Gris se nuclea a su alrededor. Con ellos, su porción del partido, con su territorio y militantes. No pierde demasiado con una derrota interna, a diferencia de Bonfatti y Barletta. Junto con Agustín Rossi, es una figura de gran penetración en los medios nacionales: aporte significativo en tiempos de boleta única.

En esa exposición catódica se mostró como el ala más anti K del socialismo. Por ello, si bien puede introducir sus elementos propositivos propios con una intención de continuidad socialista, corre riesgos en el planteo de cuál es la línea de la confrontación con el PJ. Su triunfo en la interna es la prueba inmediata de la no continuidad del oficialismo provincial en ejercicio del gobierno. Y su profunda oposición al kirchnerismo le da al otro lado movilidad y pie para pisar y articular el eje del debate, sobre todo a las expresiones más K, que se potenciarían con el apoyo de la presidencia.

Careciente de anclajes ejecutivos directos en los municipios pesados, el senador extendería sus brazos y su necesidad a quienes sustentarían su fuerza: sus pares derrotados y la UCR, buscando un nuevo tren. Esa sería una diferencia cualitativa de estructuras respecto del justicialismo.


En Pausa #72, todavía a la venta en los kioscos

sábado, 9 de abril de 2011

El palacio de los insultos

Uno se vuelve una bestia que crea los más insólitos vituperios. Aquí, una cosecha selecta.

Por Gastón Chansard

El fútbol es tan amplio como las condiciones sociales de sus hinchas; desde el barrio más olvidado hasta el country más refinado, todos comparten códigos que sólo son utilizados en las tribunas o plateas de una cancha. Una persona que jamás fue a ver un partido hace cientos de preguntas antes de asistir a un estadio y para esa avalancha de consultas el asiduo concurrente deberá estar armado de paciencia y de respuestas claras, pero nunca se podrá olvidar de mencionarle que ingresará al palacio de los insultos.
La creatividad del hincha a la hora de agraviar verbalmente a los jugadores adversarios y propios, árbitros, técnicos, hinchada rival, policías y hasta periodistas no tiene precio. Desde los clásicos insultos hacia las madres, pasando por la sospecha de cópula entre hermanos, juicios sobre la belleza y hasta dudas sobre el uso pleno de las facultades psicomotrices, los hinchas bucean en su diccionario de cancha y expresan en 90 minutos un sin fin de vocablos, homenajeados hoy.
Antes de declarar ante los amigos del Inadi, aclaro: esta nota no es una apología a la discriminación, es una recopilación de algo que sucede todos los fines de semana en las canchas argentinas. Lejos estamos de valorar la exclusión o la discriminación. Sí la inventiva.
En esta recorrida de puteadas, gran esfuerzo de memoria de quien escribe y de sus amigos futboleros, decidí no abreviar ninguna “mala palabra”. Apoyándome en un maestro del tema, cito a Fontanarrosa: “Hay palabras de las denominadas malas palabras que son irremplazables, por sonoridad, por fuerza, algunas incluso por contextura física de la palabra. No es lo mismo decir que una persona es tonta que decir que es un pelotudo”.
La lista de frases, donde el único dueño es el ingenio popular, se despliega a partir de aquí:


• Cuatrooo, tenés menos sorpresa que un kinder abierto, ¡la puta que te parió!
• Limate los pies, Chitzoff, muerto de hambre.
• Maaaárcicoooo, le pegaste con las várices.
• A un mal arquero: ¡Te rascás el culo con los pies, ¡manco de mierda!
• Renzo Vera erra un pase: ¿Vos sos boludo o tus papás son hermanos?
• Caire, los de rojo y negro son los tuyos.
• Ese muerto tiene menos recorrido que el trencito de Puerto Madero.
• Ni con un 38 afana una pelota este hijo de puta.
• Tres, no podés subir ni una escalera mecánica, ¡mueeeeeeeeeeeeerto!
• ¡Que lo pisen, que lo pisen! (De un plateísta de Unión cuando el carrito de lesionados se acercó a Gorostegui tendido en el pasto).
• Garnier, corré hermano: ¡se te suben las babosas a los pies!
• Minapoloooo, tenés menos definición que Telefunken de 14.
• Fabbiani, tenés menos estado que Palestina.
• Balbo, avisale a tu cuerpo que no te retiraste.
• Veraaa, si subís traelo a Mosset que se perdió ahí arriba.
• Ledesma, ¡desenganchate el trailer!
• El día que te fuiste a sacar sangre encontraron la fórmula de la Levité de manzana, hijo de puta.
• Barrado, pasate a nafta,
• Ubeda, ¿desde cuándo la cancha de Racing es peatonal? ¿Te ponen multa si corrés hijo de re mil puta?
• Caruchaaa, ¡llamo el Cuco, que se juntan el viernes!
• Patiñoooo, ¡sos más feo que un Twingo!
• El pelotudo soy yo que puse el codificado y vine a la cancha a ver deambular a Abelairas.
• Caruso, ponele chimenea al banco, ¡vende humo!
• Cano, abandoná el fútbol y empezá a buscar trabajo.
• Argentina en el Monumental. El Piojo López tiraba los centros muy mal y de la tribuna bajó un: “Piojo, la próxima tirala autografiada, la concha de tu hermana!”.
• Pellerano, no sabés cómo cocina tu mujer a las 3 de la mañana.
• Medel, andá a hacerle compañía a los 33 mineros, ¡horrible!
• Gustavo, ¡si no fuese por Guillermo serías cadete!
• En referencia a las mil rayitas de la camiseta de Los Andes: Tenés más rayitas que hinchas, ¡la puta madre que te parió!
• ¿Cuántas pelotas ves Cordoneee?
• Sartori, la concha de tu madre... ¡doná los órganos, mueeertooo!
• ¡Álvarez, tenés menos salida que Cromañón!
• Valdemarín, no le metés un gol ni a tu mujer.
• A un juez de línea medio canoso con bigote: “¡La concha de tu madre Rolo Puente!”.
• Laspadaaaa, escupí el fitito.
• Mena, volvé a la cárcel.
• Jugador rival tirado en el piso. Se escucha un grito: “Sacrificalo a ese hijo de puta!”.
• ¡Tomate un Actimel, Ribonetto!
• Dejá el tetra, borracho. ¡Estas viendo doble!
• Gamboaaaa, dejá la cama solar y hacelos jugar a algo.
• A Magnín le ponés dos medias de distinto color y se caga a patadas solo.
• ¡Lesionate hijo de puta, lesionateeeeeeee!
• ¡Estevez, deformado: naciste con la pija en la cara, hijo de mil putas!
• Transpirá la camiseta Bedoya, hacé que jugas, transpirála.
• Ponete la montura.
• Cordone, Viejas Locas busca guitarrista. ¡Presentate, drogón!
• Krupoviesa, en tu casa hasta los muebles usan canilleras, burrooooo.
• Falcioni devolvele la cara al perro.
• Fabbiani en el piso: “Tírenle agua que se seca la ballena”.
• ¡Tenés menos definición que un Atari, la puta que te pario!
• Levantate, forro, que no sos Norma Aleandro.
• Piojo, tenés menos centro que Las Toninas en abril.
• ¡¿Árbitro, qué cobras: amontonamiento?!
• ¡Hijo de puta, Sofovich corre más que vos, rengo de mierda!
• ¡Priottiii, la mochila dejala en el vestuario!
• Sacale la caja a los botines para jugar, muerto.
• Mientras el doctor Eduardo Vega atendía a un jugador de Colón, desde la platea oficial del Brigadier López se escuchó: “No le pongas aerosol, ponele Blem que es de madera ese hijo de puta”.
• Cabral, los de la banda roja son tus compañeros, pelotudo.
• Cormillot, Fabbiani es argentino.
• Russo, meté un cambio, la puta que te parió, ¿se te rompió la caja?
• Cardozo, ya te aprendiste los números de todos… ¡ahora sacales la pelota!
• El Ogro sale a la cancha. “¿Qué haces acá Fabianni? ¡Cuestión de peso ya empezó!”.
• Mientras aplaudían a Matías Mantilla porque salía con Silvina Luna, un compañero suyo se empezó a reír. Y uno de la tribuna gritó: “¡Seeeis! ¿De qué te reis, feo? Vos no te podes coger ni a Mirtha Legrand”.
• Esmerado: comprate una tortuga y andate despacito a la concha de tu madre.
• ¡Barradooo! ¿Quién te puso Diego Armando, el mentiroso de tu papá?
• Bieler, ponete un GPS.
• Cuando Maradona hizo oficial la lista de jugadores que iban a jugar el Mundial 2010, en muchas canchas se escuchó lo siguiente: “¡¡¡Garcé, trae alfajores!!!”
• Díaz, salí al área grande a ver si llueve por lo menos.
• A un gordo en la tribuna de Arsenal: “¡Gordo, vomitá la gente que falta!”.
• Al Piojo López: “Van a cerrar Aeroparque, estás a punto de tirar un avión hijo de puta”.
• Nanni, te vinieron a ver empresarios de Italia hoy... de un frigorífico, pecho frío.
• ¿No te cansas de estar equivocado, Sequeira?
• ¡Orteguita, jugá tranquilo que no hay alcoholemia!
• La culpa no es de Chitzoff, la culpa es del hijo de puta que le regaló la primera pelota. ¿Por qué no le regaló una caña de pescar?...
• Seis, te putearía pero no se quién sos.
• ¡Tenés menos fantasía que estrella porno, hijo de puta!
• ¡Crossa, se nota que te hicieron sin ganas!
• “¿Papi, por qué todo el mundo le dice malas palabras a Sartori?” “¡Porque es un reverendo hijo de puta!”
• ¡Weiner, sos el pesimista del gol!
• Olivera, ¿te pido un remis para volver?
• ¡Pellerano, sos más amargo que el Terma, la puta que te parió!
• ¡Ruiz, prestáme tu cara para disfrazarme de pelotudo!
• ¡Laspada sos como Maldini, pero con las rodillas enyesadas!
• ¡Abbondanzieri, tenés menos reflejos que un espejo de corcho!
• ¡Gracián, preguntale a Mick Jagger cómo es y cambiate la sangre!
• Bazán Vera, la cancha no es chica, vos sos gordo.
• Funes Mori, todavía no sé si sos zurdo o diestro. ¡Burro!
• Tenés menos fútbol que Flavio Mendoza.
• ¡Rimoldi, sos una ensalada de frutas: todo menos huevo!
• El policía no abre el portón: “¡Dale, que estoy pariendo por el ortoooo!”.
• Hincha a un suplente: “¡Eh, 14, eh, 14: si estos perros son los titulares qué malo que serás vos, hijo de puta!”.
• ¡No tirás un taco ni trabajando en Ricky Sarkany!
• Arbitrooooo, expulsá a Caruso (Lombardi) del banco que el humo no me deja ver el partido.
• ¡Tuzzio, dejá de cabecear que vas a pinchar la pelota, cornudo!
• ¡Bolzán, muerto, tenés menos sangre que el mondongo!
• Fabbiani, mulo de mierda, largá las pastillas que llevás en el estómago.
• Funes Mori, apuntale al córner: capaz que así te sale al arco, la concha de tu madre.
• Menaaa, va un pie después del otro, muerto, hijo de puta.
• Dirigido a Pompei (el árbitro): ¡Pompei, qué aborto se perdió tu vieja!
• En cancha del Rojo, Riquelme fue a pedir agua y le gritaron: “Pedí sangre en vez de agua, hijo de puta”.
• ¡Jugá con clase que esa camiseta la usó Di Meola, reverendo cagón!
• Simeone: hablás de “cuchillo entre los dientes”; yo con ese cuchillo le corto la tanga a tu jermu.
• ¡Cappa, si tu equipo jugara como insultás serías campeón, la puta que te parió!
• ¡Pompei, a Mouche no tenés que ponerlo en el banco, tenés que ponerlo en una incubadora!
• Neneee, mejor andá a actuar a Botineras.
• Dejálo en el piso a Riquelme, que esa mierda es abono para el pasto.
• En la cancha de Unión: “¡Coca-Cola, te estoy llamando, la puta madre! La Sarli llega antes que vos, gordo”.
• ¿Qué te pensás, que sos Gulliver en el mundo de los enanos? Levantá la pelota en el centro, hijo de puta.
• A Chitzoff: “¡La empezás como Roberto Carlos y la terminás como yo!”.
• ¡Barrales, tu representante es un fenómeno, hijo de puta!
• Falcioni, tu equipo tiene menos profundidad que una Pelopincho.
• ¡Heinze, pasa el 9 corriendo en ojotas y te gana, hijo de puta!
• Y para finalizar, un clásico de los perversos insultos visitantes santafesinos mutuos entre los hinchas de Colón y de Unión: “Devolveme el colchón, inundado hijo de puta”.

jueves, 7 de abril de 2011

Balbarrey, el protegido de Bassó


La inundación de 2007 dejó cuatro muertos y obligó a autoevacuarse a más de 50 mil vecinos. Pero el procurador de la Corte, nombrado a pedido de Obeid, cajoneó las causas.

Por Ezequiel Nieva

A cuatro años de la última inundación, el pacto de impunidad dio sus frutos. No hay procesados y la causa judicial está estancada. Una profunda investigación encarada en aquel momento por concejales de la oposición permitió detectar 20 irregularidades concretas cometidas antes, durante y después de las lluvias de fines de marzo de 2007 por el intendente de entonces, Martín Balbarrey, y sus funcionarios. En Tribunales hubo 26 presentaciones contra la Municipalidad, pero sólo la que realizaron los miembros de la Comisión Investigadora llegó a ser tramitada por la Fiscalía. Antes de dejar la Casa Gris, el ex gobernador Jorge Obeid consiguió que la Legislatura avale la designación de Agustín Bassó como procurador general de la Corte Suprema de Justicia de la provincia. Los fiscales que responden a Bassó apenas movieron el expediente, cajoneado desde 2008, cuando se registraron los últimos avances de la causa.
El 29 de marzo de 2007 la ciudad de Santa Fe comenzó a sufrir la segunda inundación en menos de cuatro años. En 2003 había sido por el desborde del río Salado; en 2007, por el pésimo estado del sistema de bombeo, que no dio respuesta a una lluvia extraordinaria: se estima que en la ciudad cayeron, en una semana, unos 500 milímetros. La crisis afectó a 61 localidades de la provincia –una superficie de más de tres millones de hectáreas–; a pedido del Ejecutivo, la Legislatura declaró “zona de desastre” en 12 de los 19 departamentos; se dispuso una ayuda excepcional para las ciudades y comunas más afectadas. Como en 2003, el daño mayor se registró en capital santafesina: al menos cuatro muertos y casi 50 mil evacuados, la gran mayoría del oeste y del noroeste de la ciudad, aunque también se inundaron barrios como Sargento Cabral.

Telarañas
La causa abierta tras la presentación del informe de la Comisión Investigadora del Concejo tuvo algún movimiento a fines de 2007 y principios de 2008: la transición entre el PJ –luego de 24 años en el poder– y el Frente Progresista. El cambio de color político no tuvo, sin embargo, ningún efecto en la Justicia provincial. El 12 de marzo de 2008 Jorge Henn, Carlos Pereira, Marta Fassino y Marcelo Ferreira se reunieron con el procurador de la Corte Agustín Bassó. Los concejales que integraron la Comisión Investigadora de la inundación 2007 le pidieron cuentas a Bassó sobre la actuación de los fiscales (no regía el nuevo Código Procesal Penal y, por lo tanto, los fiscales estaban bajo la órbita del procurador de la Corte) ya que, a la par del informe, se presentó una nueva denuncia en la Justicia para que se investigue a Balbarrey y sus funcionarios –entre ellos, el secretario de Asuntos Hídricos Horacio Ruiz y el subsecretario de Gestión de Riesgo Pedro Zuccarini– por incumplimiento de deberes de funcionario público y abandono de persona, entre otros cargos.
A raíz de ese encuentro, Bassó hizo pública una resolución de la Procuración General fechada el 10 de marzo de 2008, en la que resuelve nombrar al fiscal de distrito Nº 2 Norberto Nisnevich y a su colega Juan Pablo López Rosas para trabajar en la causa. El doble nombramiento no derivó en una investigación más exhaustiva sino que fue la clausura de las pesquisas. Por lo bajo, los concejales –que habían recabado más de cien testimonios de vecinos inundados y documentación sobre las falencias del sistema municipal de bombeo– responsabilizaron a Bassó por no haber instruido una investigación seria y rápida y por haber dejado que se diluya el caso. Como corolario, la denuncia de la Comisión Investigadora –y las otras 25 presentaciones– fueron derivadas a un juzgado vacante. Pereira –entonces concejal, hoy en el gabinete de Mario Barletta– se quejó por lo “sospechoso” de la maniobra. El último movimiento de Bassó fue requerir que la Cámara de Apelación en lo Penal “arbitre las medidas necesarias para que la causa reciba el tratamiento pertinente”.
La Cámara de Apelación en lo Penal estaba presidida –desde 2006– por Roberto Oscar Reyes, ascendido a camarista apenas unos días después de sobreseer al ex gobernador Carlos Reutemann de la causa por la inundación de 2003 y muy cuestionado por su actuación en la investigación de las responsabilidades políticas de los asesinatos del 19 y 20 de diciembre de 2001. Que el procurador de la Corte remitiera a la órbita de Reyes las presentaciones judiciales derivadas de la inundación de 2007 fue interpretado como un caso de más de complicidad entre el Poder Judicial y el poder político que, por 24 años, administró los destinos de la provincia y de la ciudad. En dos ocasiones Pausa intentó contactar a Bassó –a través de la secretaria de la Procuración, Dra. María Rita D’Eramo, y del prosecretario de la Procuración, Dr. Patricio Echagüe– para saber si hubo alguna otra novedad. El procurador general no contestó.


Mirando al costado
Antes de la vía judicial ya se había clausurado la vía política. El informe final de la Comisión investigadora aconsejaba, entre sus conclusiones, que la Legislatura trate la destitución del intendente Balbarrey. Las circunstancias políticas del momento hicieron innecesario ese debate: Balbarrey se encaminaba, cuando se presentó el informe, a enfrentar a Mario Barletta y a Oscar “Cachi” Martínez en las elecciones del 2 de septiembre. El intendente no logró su reelección por muy poco: obtuvo 62.761 votos contra 65.617 de Barletta. Martínez –el concejal de su espacio, Marcelo Ferreira, había participado de la investigación– obtuvo 49.458 votos.
La creación de la Comisión Investigadora de la inundación de 2007 fue objeto de un debate de la más baja estofa política y jurídica. El intendente trató de vetar el decreto sancionado por el Concejo; el cuerpo deliberativo respondió rechazando ese veto por improcedente. El argumento no admitía mayor discusión: entre las muchas atribuciones del Concejo están las de controlar e investigar al Ejecutivo. Tras casi dos meses de entrevistas con vecinos inundados, representantes de entidades intermedias e incluso empleados municipales, la comisión elaboró un informe de más de 2.000 fojas que incluyó 285 fotos, 67 pedidos de obras no atendidos por la Municipalidad, 2.200 testimonios escritos y 327 recortes periodísticos, entre otras pruebas. Copias de ese informe se giraron a Casa de Gobierno, a las dos cámaras legislativas y a Tribunales.
De la investigación surgieron 20 imputaciones concretas contra Balbarrey y su gabinete. Los concejales elaboraron un informe que resume los cargos; de ese trabajo derivó el pedido de destitución. La derrota de Balbarrey en las urnas evitó que los legisladores debatieran su destitución, algo que ni siquiera ocurrió en el caso de Carlos Aurelio Martínez, quien renunció antes de ser destituido. El pedido se basó en el inciso 5 del artículo 39 de la Ley Orgánica de Municipalidades, norma que no contempla una herramienta vigente en la ciudad de Buenos Aires –el juicio político– que permitió, por ejemplo, destituir a Aníbal Ibarra.


Publicado en Pausa #71, todavía a la venta en los kioscos de SF

sábado, 2 de abril de 2011

630 días para el Apocalipsis: ¿que harías si se viene el fin del mundo?


Por Adrian Brecha

Probablemente, desde el inicio de la Historia y tal vez antes, el hombre ha querido impresionar a sus semejantes –y si está en plano de seducción ni le digo– haciéndoles creer que poseía el don de la clarividencia, lo que da un aura de misterio que causa respeto y miedo al mismo tiempo y, con ello, influencia y poder. También es sabido que con par de porrones y la compañía indicada se intenta cualquier artimaña en pos de una conquista.

Con el paso del tiempo la televisión le ha dado un lugar más que bizarro a quienes pueden ver en el futuro. En casi todos los casos, estos “profetas” no eran más que charlatanes que pretendían cautivar a su público para ganar algo de dinero. Los “videntes” generalmente nos dicen lo que queremos escuchar. El problema se presenta cuando se equivocan en sus predicciones, por algún error de cálculo o porque el tiempo pasa y las profecías no se cumplen.

¿Existe el futuro? De ser así se trataría de un espacio temporal ya sucedido pero no vivido, es decir una dimensión a la que ciertos elegidos pueden acceder por diferentes técnicas. Esto nos obliga a preguntarnos igualmente: ¿nuestro camino está escrito?, ¿Colón saldrá campeón?, ¡¿Unión ascenderá?!

De todas las predicciones, las que más impacto causan en nuestras tribus son las que hablan del fin del Mundo, junto al final de la Humanidad. En la mayoría de los casos, fallaron. Recordemos el año 2000, los anuncios por doquier sobre el Apocalipsis que traería la llegada del tercer milenio; no ha sucedido absolutamente nada. Salvo que argumente que la llegada de Duhalde a la presidencia se enmarque en los desastres naturales.

En cualquier caso, esas profecías sobre el final de los tiempos coinciden en varios puntos: el fuego inundará toda la faz de la Tierra, grandes terremotos, una oscuridad que durará años, en fin, el Armageddon. Basta con recorrer los zócalos de los noticieros y contar las apariciones en los últimos días la palabra “Apocalipsis” para notar cuánto nos atrae la idea.

Vox Dei, cantaba:
“Todo concluye al fin
nada puede escapar
todo tiene un final
todo termina”

Como en el 2000 no pasó nada, o por lo menos eso parece, las nuevas predicciones
apuntan al 21 de diciembre del 2012, fecha en que a los mayas se le terminó el calendario.

Los grandes sismos que sacudieron al país del sol naciente, los tsunamis, el ataque a Libia, el pedido de informes de la justicia suiza y el estado de salud de Zulma Lobato reavivaron nuevamente los temores más profundos de la humanidad.

Por eso, parafraseando a Ney Matogrosso, el David Bowie carioca, en su tema “O último día”, inauguramos una nueva sección: “Mi amor, ¿qué harías si sólo te quedase un día? Si el mundo fuese acabar, ¡dime qué es lo que harías!”. ¡Esperamos tu respuesta en nuestro Facebook!

Publicado en Pausa #71