miércoles, 17 de diciembre de 2014

Colón: sanando las heridas

ANUARIO 2014. La crisis, el descenso, el cambio de técnico, los tres goles en la última fecha: Colón y un año para el infarto.

Los días finales de 2013 hacían prever un 2014 difícil, y la palabra “difícil” es benévola para describir un año bisagra en la vida del Club Atlético Colón. El desastre institucional, económico y deportivo que provocó la gestión Germán Lerche obligó a que la voluntariosa, pero inexperta nueva Comisión Directiva, tenga que atravesar por un sinfín de pruebas de alto riesgo.
A pesar de salir lesionado en el último match, Mariano Bíttolo fue un baluarte sabalero.

Con un club repleto de deudas económicas y un vaciamiento absoluto de credibilidad, Eduardo “Lalo” Vega se puso al frente de una entidad que parecía tener como destino el peor de los finales, tanto en lo institucional como en lo deportivo.
Con una billetera flaca, con futbolistas profesionales que se iban porque no podían seguir jugando con deudas que ascendían a  siete meses de sueldo, con un DT novato para la Primera División, con Videla –hoy campeón en Racing– como único refuerzo, con muchos pibes de la inferiores para afrontar una de las instancias más complejas en la historia sabalera, con seis puntos que le descontó la FIFA por deudor internacional (gestión Lerche) y con un promedio que le apuntaba con un 38 para dispararle hasta vaciar el cargador. Con todo eso en su contra, era lógico  suponer que Colón era el principal candidato para descender. La lógica y el fútbol históricamente tuvieron enormes confrontaciones, y esta vez no fue la excepción. Contra todos los pronósticos Diego Osella diseñó un plan efectivo y poco vistoso para ser protagonista (puntero) en gran parte del torneo y llegar hasta la última fecha con chances de seguir en Primera.
Alario, en el último instante de Colón en la categoría en la que todos quieren estar, le regaló otra vida al pueblo sabalero, pero para la batalla final, ante Rafaela, los pibes y los pocos experimentados que quedaban ya habían gastado todas sus balas en los 19 partidos anteriores. Con la frente en alta, muy alta, Colón abandonaba por unos meses ese lugar que supo conservar a lo largo de 19 años consecutivos.
La vuelta al Nacional B tenía dos caras, la de la bronca por estar en un lugar en el que, largamente, Colón no merecía estar, y la de la esperanza por volver muy pronto, ya que el sistema de diez ascensos le daba una oportunidad que no podía desperdiciar.
En tanto, el club acudía a una herramienta judicial para someterse al “salvataje deportivo”. El armado del nuevo plantel requirió de la aprobación de un juez para cada contratación, pero nuevamente la dirigencia tuvo que hacer malabares económicos para conformar un equipo que tenía la obligación de ascender.
Colón y su gente habían interpretado la patriada con valentía e inteligencia. El “operativo retorno” estaba encaminado, pero todos sabían que al equipo no le sobraba nada, y cuando todo indicaba que la vuelta a Primera estaba cerca, los resultados empezaron a ser adversos y el rendimiento futbolístico aún peor. Y Osella se fue a cuatro fechas del final.
Y ahí llegó Merlo (más allá del bien y del mal) para conducir un barco que estaba cerca del puerto, pero con serias amenazas de tifones que lo podrían alejar de ese lugar deseado.
Y todo se complicó en Pergamino. Una vez más la lluvia, la tormenta y los rayos intentaron alejar a Colón de su único destino, pero Alario, otra vez Alario, fue el responsable de amarrarlo al puerto de Primera. Después hubo actos de magia Ramírez y toda esa bronca contenida se transformó en una fiesta negra.   
Mientras tanto, en los Tribunales de Santa Fe, el partido contra Germán Lerche se juega con los tapones de punta.

Publicada en Pausa #148. Pedí tu ejemplar en estos kioscos de Santa Fe y Santo Tomé.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una lastima que solo se resalte la cuestion futbolistica y dirigencial, cuando a Colòn lo salvó su gente.
Este fue el año del Pueblo Sabalero. De las movilizaciones, de aumentar la masa societaria a numeros record, de plantarse con los que nos joden, con apoyar a los que tiran para el mismo lado. Aquellos que echamos a la nefasta ex CD, los que votamos en elecciones históricas.

Parece una nota de diario El Litoral, Uno o cualquier otro medio el cual uno rechaza y por eso los lee. Colón es un CLUB, con alta implicancia social en nuestra región. No sólo un equipo de fútbol.

Periódico Pausa dijo...

Estimado lector, desde ya muchas gracias por comentar. Se hace lo que se puede en el espacio que uno tiene, que no es infinito. Por lo demás, y porque duele la comparación del último párrafo, le comentamos que siempre seguimos de cerca la situación institucional de los dos clubes de la ciudad. En el caso de Colón y de la nefasta gestión de Germán Lerche, estos son algunos de los artículos publicados en Pausa:
-Octubre 2013: http://periodicopausa.blogspot.com.ar/2013/10/quien-baja-colon-del-tobogan.html
-Noviembre 2013: http://periodicopausa.blogspot.com.ar/2013/11/castillo-de-naipes.html
-Otro de noviembre de 2013: http://periodicopausa.blogspot.com.ar/2013/11/las-caretas-y-los-hinchas.html
-Uno más reciente, de julio de 2014, sobre los negocios de Lerche y Pablo Tabares: http://periodicopausa.blogspot.com.ar/2014/07/tabares-por-todas-las-ventanillas.html
No es todo lo que hemos publicado, pero sí las notas más importantes. En ocasión de elaborar el anuario 2014, ante el limitado espacio que le dedicamos al deporte (porque el periódico trata muchos otros temas), hemos privilegiado enfocarnos en la cuestión deportiva, que mantuvo en vilo a los hinchas y que, con el paso del tiempo, hará que recordemos a 2014 como el año del descenso, el ascenso y el sufrimiento.
Cuando la causa judicial contra Germán Lerche avance y se genere alguna novedad, tenga por seguro, estimado lector, que daremos cuenta de ello en las páginas de Pausa. Por ahora, esto es lo que hay.
Saludos y muchas gracias por su valiosa opinión.