ANUARIO 2014. Tras un comienzo de penurias, el primero en
asegurar su lugar en la máxima categoría fue el Tate.
Unión tuvo un año que puede ser claramente ilustrado por una
flecha en posición ascendente.
En la primera etapa de 2014 cerró una temporada para
olvidar. Luego del descenso en 2013, la entidad rojiblanca afrontaba con
ilusiones la posibilidad de volver en el término de un año a Primera División,
pero el mal desempeño del primer semestre de la temporada no pudo ser revertido
con la llegada de Madelón a comienzos de este año. El equipo nunca encontró
regularidad, jamás pudo hallar argumentos sólidos para ilusionar a sus hinchas
con abandonar el Nacional B y terminó estaqueado en la mitad de la tabla.
La clave: un equipo consolidado que clavó 9 victorias y un empate en la segunda ronda.
Antes de comenzar a disputar el torneo que terminó en ascenso, los números demostraban y ayudaban a entender una pésima realidad futbolística
de Unión. En las últimas dos temporadas el Tate había jugado 78 partidos, de
los cuales ganó 15, empató 34 y perdió 31, apenas el 33% de efectividad. La
historia terminó con un anticipado descenso con la peor campaña de la historia,
y en una actuación opaca en el Nacional.
A este panorama hay que agregarle que la situación también
era reprochable en el aspecto económico; según el último balance, el pasivo del
club trepó a los 54 millones de pesos, el triple del que fue aprobado en 2009
(18 millones de pesos).
Más allá de la pesada tarea de administrar un club endeudado
y del constante salvataje económico que realizaba (¿realiza?) el presidente
Luis Spahn, la
Comisión Directiva que encabeza el empresario santafesino fue
el centro de muchas críticas al finalizar la primera etapa de 2014.
Con el peso de los errores recientes, a la directiva
rojiblanca solamente le quedaba una salida: el ascenso.
Y tal como transcurrió el año, el equipo de Madelón fue de
menos a más. Luego de padecer los tres primeros partidos (1 punto de 9
posibles), la idea del entrenador empezó a plasmarse en condición de local.
Hasta el comienzo de la segunda rueda, el rendimiento de visitante era la gran
deuda pendiente. Los aciertos en la llegada de los refuerzos, la consolidación
de un buen juego colectivo y una segunda rueda demoledora (9 triunfos y 1
empate) fueron determinantes para cumplir con la obligación que tenía con su
propia historia.
Cuatro fechas antes de finalizar el torneo Unión se dio el
lujo de ser el primero en ascender. Luego se dedicó a estirar la ventaja y
asegurarse el primer puesto en su zona y en la tabla general. Los buenos
resultados conseguidos de manera temprana le dieron más tiempo a la Comisión Directiva
para trabajar en el futuro inmediato. Y sin dormirse en el logro deportivo,
Luis Spahn dejó en claro algunos aspectos prioritarios para que Unión no repita
errores que terminaron en descensos. En una conferencia de prensa que brindó la
a comienzos de diciembre, el presidente aseguró la continuidad de Leonardo
Madelón al frente del equipo, valoró que se mantenga “prácticamente la
totalidad del plantel”, y manifestó que “serán entre cuatro o cinco los
refuerzos” para afrontar el certamen de Primera División. En el aspecto
económico, dijo que no se venderán más entradas generales, solo plateas y
ubicaciones preferenciales, y que la concurrencia “quedará limitada a los
socios”. Además se “creará el bono apertura de cancha (40 pesos por partido)”.
Y también dejó un claro deseo: “el sueño de esta comisión es entregar el club a
un presidente que no tenga obligación de poner dinero”.
Unión cerró un año en ascenso, y ya enfrenta un 2015 de
consolidación y Primera.
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