domingo, 11 de mayo de 2014

Inicio del viaje folk

Rompiendo la Red, de Chango Farías Gómez y La Manija (1995).

Por Pablo José Ayala

Los 90 estaban estrenándose cuando llegó a casa el primer “centro musical” con reproductor de CD: prometía fidelidad, sonido, comodidad y no sé cuántas cosas más. Era lo nuevo y le fue bien. Escuchamos los discos de Queen, Metallica, Guns n’ Roses, Pearl Jam, Nirvana; cuando les cuento esto a mis alumnos adolescentes (quienes aún escuchan esos mismos discos) veo como se les hace agua la boca.
El centro musical –centro de atención, centro de la vida sonora de la casa– también me propuso revisar músicas, indagar entre cassettes. En uno de esos encontré tres canciones del Dúo Salteño que me volaron la peluca y me dieron a conocer al Cuchi desde un plan más consciente, pues ya conocía algunas de sus canciones. Ahí empecé un viaje folk: ver que me gusta y perseguirlo. Perseguir autores, intérpretes… El hecho de que muchas músicas se reeditaran en CD colaboró para que sea un buen momento.
MPA apareció enseguida y fue otra patada en la cabeza. Músicos Populares Argentinos, un proyecto encabezado por el Chango Farías Gómez en los 80, que reunía al Mono Izaurralde, Veronica Condomí, Peteco Carabajal y Jacinto Piedra. El Chango, recién vuelto de Europa con la democracia, toma las composiciones de Jacinto y Peteco, que estaban en un punto creativo altísimo y despliega un concepto sonoro admirable. Tocan con batería e instrumentos eléctricos, y sin desplazar al bombo o a la guitarra “criolla”. Los imponentes arreglos vocales también se acoplan.
Chango, en décadas anteriores, ya había sido protagonista de la música de tradición folklórica, con proyectos controversiales y muchas veces discutidos pero siempre ineludibles. Los Huanca Huá es un conjunto vocal que aún hoy suena moderno y continúa siendo evocado. Es graciosa la respuesta de Don Ata cuando le preguntaron que opinaba de ellos: “Parece que uno canta y los otros le hacen burlas”, se despachó.
Eran los 90 y por ahí seguía el Chango dando música al mundo. Siempre para adelante y nunca desapercibido. En 1995 sale Rompiendo la Red del grupo Chango Farías Gómez y La Manija. Si el otro fue una patada en la cabeza, ¡este directamente me descabezó! Grabado en vivo, con un sonido increíble, una estética arrolladora, nuevos conceptos, nuevas propuestas y unos arreglos que ¡mammamía! Una baguala en quechua se liga a una cueca con aires flamencos. Percusiones encendidas y un bajo fretless que toca a la par de las guitarras con unos obligados poderosos pero sin exabruptos, naturalmente. Sigue una zamba que incluye fragmentos de Luna Tucumana, con cambios de compás que entran como piña y salen refrescando el alma del que escucha. Y ahí nomás la chacarera de un triste, con una viola eléctrica increíble. “Alfonsina y el mar”  se mixtura con “Tomara” de Vinicius de Moraes en una atmósfera brasilerosa. Hay rumbas, chamamés, vidalas y otras chacareras... si ya no sabés qué darle de probar a tus oídos, escuchate este disco y después me contás.

Publicadas en Pausa #132, miércoles 23 de abril de 2014
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