ESPECIAL ANUARIO 2013
Los resultados de octubre acomodaron las fichas para 2015.
La oposición ensaya armados para la Nación. El panorama en la provincia y en la
ciudad.
Por Ezequiel Nieva
Las elecciones del 27 de octubre confirmaron lo que habían
anticipado las primarias del 11 de agosto. El kirchnerismo sigue siendo primera
minoría y controla el Congreso, pero eso no le alcanzará para sostener la
gobernabilidad en los dos años finales del mandato de Cristina, obturada para
siempre la posibilidad de una nueva reelección presidencial.
El PJ tiene dos candidatos en la grilla para 2015: el
gobernador bonaerense Daniel Scioli y el diputado nacional –y gran vencedor en
las elecciones del 27 de octubre– Sergio Massa, líder del Frente Renovador.
El kirchnerismo ganó 13 de los 24 distritos, pero perdió en
cinco territorios que siempre le fueron hostiles y que por sí solos pueden
decidir cualquier elección por la suma de sus habitantes: provincia y ciudad de
Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza.
Más allá de Massa –que teje en todo el país pero tiene su
fortaleza en Buenos Aires–, la oposición continúa lejos de poder ofrecer
propuestas superadoras. El jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri no se decide
a calzarse el traje de presidenciable; el ex gobernador Hermes Binner lo hace,
pero es aún un ilustre desconocido para el gran electorado. Los radicales
insisten en sus intrigas de palacio mientras sondean frentes a derecha e
izquierda, según cada sector de su vasta interna.
El Frente Progresista ratificó su liderazgo en Santa Fe y Binner ya mira hacia la Casa Rosada.
Aunque con un protagonismo de segundo plano, serán los
muchachos de la boina blanca –una vez que decidan su estrategia– los árbitros
que resuelvan los armados opositores: ya sea en una fórmula con Binner, a
imagen del Frente Progresista santafesino, o en un frente de centro derecha con
el PRO. En idéntica situación está el partido de Macri, que ensaya una alianza
con Massa –sin terminar de concretarla– mientras otea la posibilidad de un
armado propio (imposible si no es a través de un acuerdo con una fuerza
nacional como la UCR ).
Como viene ocurriendo desde las primarias de agosto, 2014
será un año de pases de cara al definitorio 2015, en el que se renovarán todos
los cargos a nivel nacional, provincial y municipal. Las fuerzas políticas
prepararán sus candidatos o tratarán de encontrarlos en los equipos ajenos.
En Santa Fe los comicios de octubre no dejaron ninguna sorpresa. El Frente Progresista ganó en la provincia y en la ciudad. Se repitió
el fenómeno de Miguel Torres del Sel, que volvió a quedar segundo aunque perdió
votos respecto de 2011. Como candidato del PJ, el ex gobernador Jorge Obeid fue
tercero y logró rescatar para su partido unos 100 mil votos si se comparan sus
números con la elección de Agustín Rossi, dos años atrás.
En la provincia, el gran ganador de octubre fue el ex gobernador Binner. Con él ingresaron al Congreso Nacional el radical Mario
Barletta, y Pablo Javkin de la Coalición Cívica , mientras que retuvo su banca la
socialista Alicia Ciciliani. El PRO logró tres escaños: Del Sel, Gisela Scaglia
y el peronista Ricardo Spinozzi. El Frente para la Victoria se quedó con las
dos restantes en manos de Obeid y de la joven militante de La Cámpora Josefina
González.
Massa, Scioli y Cristina, cuando el ex intendente de Tigre y actual diputado nacional era jefe de Gabinete. 2015 los encontrará en veredas opuestas.
En la ciudad también ganó el Frente Progresista. La lista
encabezada por Adriana Molina se quedó con cuatro bancas en el Concejo: además
de Molina, renovó la socialista Vanesa Oddi e ingresaron los radicales Leandro
González y Mariano Cejas. El justicialismo ganó tres lugares –Sebastián
Pignata, Juan José Saleme y Silvina Frana– y 100% Santafesino se quedó con el
restante para Fernando Fleitas.
Las posibles conclusiones son muchas; aquí un puñado: en la
provincia, desde las elecciones de 2011, ya no se puede hablar de bipartidismo.
La alianza socialista-radical del Frente Progresista, Unión PRO Santa Fe
Federal –con fuerte apoyo de sectores del peronismo reutemista– y el PJ
kirchnerista han dividido al electorado en tres partes y esa es toda una
novedad en tres décadas de democracia bicolor.
Binner cultiva su perfil de presidenciable con sus remanidas
críticas al modelo kirchnerista y afirma que el Frente Progresista tiene “una
propuesta para la Nación
que surge de haber visitado las distintas economías del país”: casi un calco a
lo que fue su campaña para la gobernación en 2007.
Y mientras el Frente Progresista testea candidatos para la
provincia, en el PJ la unidad tantas veces proclamada es apenas un enunciado
verbal. No hay liderazgos que aglutinen a los sectores mayoritarios del partido;
todo lo contrario: persisten las divisiones en reductos aislados. Omar Perotti
y María Eugenia Bielsa aparecen a primera vista como las próximas figuras, pero
ambos tienen por delante el desafío de reunir los fragmentos para intentar un
proyecto serio que llegue con chances reales a 2015. En el año que comienza se
podrán ver sus primeros movimientos.
Publicada en Pausa #128, miércoles 18 de diciembre de 2013
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