viernes, 29 de marzo de 2013

La memoria vive en la plaza

Los 37 años de la dictadura cívico militar fueron recordados con múltiples actos, signados por las posiciones frente al kirchnerismo.

Por Ezequiel Nieva

Los organismos de derechos humanos tienen en claro que hay sectores reaccionarios que sobredimensionaron la multiplicación de las actividades por el Día de la Memoria con el objetivo de debilitar el reclamo de justicia y verdad por los crímenes de la dictadura. Y aunque en muchas ciudades del país –Santa Fe no fue la excepción– hubo diferentes convocatorias, marcadas por la posición de cada sector respecto del gobierno nacional, hay un objetivo común que atraviesa a todo el campo democrático: que no se detenga el proceso reiniciado a partir de la derogación de las leyes de impunidad que permitió encarcelar a más de 400 represores en todo el país.
Esa tarea “se ha convertido en una lucha popular”, según definió Celina Queca Kofman, de Madres de Plaza de Mayo, en el acto central realizado el 24 de marzo en Santa Fe. “Todos unidos, sin diferencias, entendimos que es necesaria la hermandad, la solidaridad, seguir el ejemplo que dieron nuestros hijos en su lucha revolucionaria. Debemos estar unidos y tener muy claro quién es el enemigo”, advirtió Queca.
En un mensaje dirigido a quienes buscaron desviar la atención sobre el tema de fondo, la referente de las madres santafesinas definió: “El enemigo no es el que piensa distinto o el que milita en otro partido político. Lo tenemos en claro desde aquella noche negra del 24 de marzo. Por eso el homenaje no se hace solamente con discursos; son muy importantes los actos por la memoria”.
La insistencia de los organismos de derechos humanos, que no cesó ni siquiera durante los quince años de impunidad que van desde los indultos de 1990 a la reforma de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en 2004, permitió que se pudieran realizar los juicios por los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura. En Santa Fe, las madres encabezaron ese proceso. En el acto del Día de la Memoria, Queca Kofman celebró los juicios que les “nos costó tanto conseguir, después de tantos años de impunidad, y sin embargo los hemos logrado”.
Más allá de la satisfacción que supone alcanzar un objetivo que apenas una década atrás parecía imposible, el movimiento de derechos humanos no cede en la exigencia de que se acelere la actuación de la Justicia. Antecedentes recientes –como las muertes antes de llegar a juicio de los represores procesados Juan Orlando Rolón y Domingo Marcellini– justifican ese recelo.
No más privilegios: los organismos exigen prisión efectiva en cárcel común para los represores condenados. Un día después del acto, el lunes 25, se conoció la decisión del Tribunal de Casación de revocar la libertad condicional dictada por el Tribunal Oral Federal a favor del represor Roberto Martínez Dorr, que volvió a quedar detenido.

Avances y deudas
En Santa Fe hubo distintas actividades para conmemorar los 37 años del golpe de Estado. Una marcha hacia Plaza de Mayo el sábado 23, donde se realizó el primer acto. Esa noche, también en la plaza, una vigilia con números artísticos. También esa noche hubo recitales por la memoria en el Anfiteatro del Parque del Sur, donde además se proyectaron documentales. El 24 a la mañana hubo una actividad en el Panteón de la Memoria, en el Cementerio Municipal y, por la tarde, el acto convocado por el Foro Contra la Impunidad y por la Justicia en Plaza de Mayo.
En el acto del 23, donde confluyeron partidos y organizaciones de izquierda junto a organismos opositores al gobierno nacional, se suscribió al documento de Hijos La Plata, que contiene fuertes críticas al kirchnerismo y que incluye el reclamo de justicia por las violaciones a los derechos humanos cometidas en la actualidad. A las demandas históricas, agregan críticas por la política de protección de testigos de causas de lesa humanidad, cuestionan “la criminalización de la protesta social”, la vigencia de la ley antiterrorista y la “militarización de los barrios pobres”.
En el acto del 24 se leyó un documento que matiza elogios y críticas al gobierno nacional, elaborado en conjunto por Madres de Plaza de Mayo, Hijos Regional Santa Fe, Familiares de Detenidos Desaparecidos por razones políticas, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y las asociaciones de ex presos políticos. Adhirieron gremios como Amsafé, ATE, Adul, CTA y Sadop. También los partidos Pares y SI, que integran el Frente Progresista. Y la totalidad de las agrupaciones kirchneristas de la ciudad, además de organizaciones estudiantiles y sociales.
La primera parte del documento refiere a los motivos del golpe de 1976 planificado “por la clase dominante en contra de los trabajadores” con el objetivo de imponer un nuevo esquema social y económico. La historia de la dictadura según la perspectiva de quienes la enfrentaron: trabajadores, estudiantes, curas del Tercer Mundo, organizaciones sociales y gremiales. “Quebramos el círculo de la propiedad privada de la historia”, sostiene el documento.
Luego menciona los avances en las causas contra los represores con especial hincapié en sus cómplices civiles. Se destaca el procesamiento del empresario Pedro Blaquier, dueño del ingenio Ledesma, y de su gerente Alberto Lemos. Pero a la vez se mencionan las materias pendientes: “Tenemos que ir por los que aún no están en el banquillo de los acusados: los cómplices civiles, representantes del poder económico y de la Iglesia, que calló hasta cuando se los llevaron a ellos mismos, y de los que conformaron la Triple A”. Además, se recuerda que aún resta la restitución de 400 jóvenes –en aquel entonces, bebés– apropiados por la dictadura.
Queca Kofman, de Madres de Plaza de Mayo, pidió a las fuerzas políticas que dejen de lado sus diferencias: “El enemigo está en otra parte”.

La importancia de los juicios atraviesa todo el documento. “Cada genocida preso es un criminal menos que camina por nuestras calles y es un aporte a la defensa de la democracia, porque esos sectores jamás dejaron de estar al acecho y se subieron a todos los intentos desestabilizadores que se vienen produciendo desde que se retiraron del poder”. Por ello se remarcó la democratización de la Justicia planteada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, aludiendo a los sectores enquistados en ese poder que sienten “simpatía por los genocidas”.
Más allá de las menciones positivas a determinadas políticas de Estado del kirchnerismo, como la derogación de la Obediencia Debida y el Punto Final y la reforma de la Corte Suprema, también hubo reproches en el acto central que coincidieron con los expresados un día antes. Entre ellos, los que están relacionados con la persecución y las muertes de miembros de la comunidad Qom y del Mocase, en Santiago del Estero, sobre la necesidad de que se derogue la ley antiterrorista que habilita a que se espíe a militantes sociales y políticos y por las falencias en la protección de testigos que terminó con la desaparición de Jorge Julio López.

Una nueva identificación
Tres días antes del aniversario del golpe de Estado, el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó el cuerpo de Oscar Wilkelman entre los ocho asesinados durante la represión clandestina en Santa Fe. Esos ocho cuerpos fueron enterrados como NN en un campo del Ejército en San Pedro. Victoria Winkelman y la agrupación Hijos Regional Santa Fe dieron a conocer la identificación.

En memoria de Silvia
A tres años del asesinato de Silvia Suppo, una de las testigos que declaró en la causa Brusa, sus familiares y los organismos de derechos humanos reclaman que la Cámara de Apelaciones resuelva el planteo interpuesto luego de la decisión del juez federal Reynaldo Rodríguez de dar por cerrada la instrucción de la causa. “Hace falta de una investigación profesional y completa del crimen”, pidió su hija, Marina Destéfani.
Silvia Suppo, detenida en la GIR durante la dictadura cuando era menor de edad, fue asesinada el 29 de marzo de 2010 en Rafaela. Los organismos de derechos humanos plantearon la hipótesis de crimen político por encargo y rechazaron los argumentos de la Policía, que lo definió como un asesinato en ocasión de robo.

Una de cal y una de arena

En la ciudad se restaurará un dañado mural realizado por el artista panameño Gonzalo Palomino, en los años de la dictadura, en la Casa del Obrero Estudiante. La decisión fue refrendada por el Concejo Municipal, días antes del nuevo aniversario del último golpe de Estado. Al mismo tiempo, en Barrancas (departamento San Jerónimo), aparecieron pintadas agresivas en el Mural de la Memoria, que había sido realizado por jóvenes de esa localidad (foto).
En la sesión del jueves 21, el Concejo santafesino aprobó una iniciativa de Vanesa Oddi cuyo objetivo es recuperar la memoria del pintor panameño Gonzalo Palomino, quien llegó a Santa Fe en 1977, huyendo de la dictadura de su país. En la Casa del Obrero Estudiante, el artista pintó un mural que ahora será puesto en valor. Perseguido por los represores locales, Palomino intentó huir a Chile pero desapareció antes.
Casi al mismo tiempo, Barrancas amaneció con las paredes del Mural de la Memoria –confeccionado en 2012– pintarrajeadas con la leyenda: “24 de marzo, día de la venganza terrorista”. El diputado provincial Leandro Busatto señaló: “Cada tanto aparecen en distintos lugares de la provincia estas manos anónimas y cobardes que, desde las sombras, pretender apuñalar la democracia con su mensaje de odio y rencor”.

Las condenas

Desde la derogación de las leyes de impunidad, la Justicia condenó a 404 represores por delitos de lesa humanidad en todo el país. En Santa Fe, la primera sentencia fue en diciembre de 2009: la causa Brusa. A partir de entonces siguieron las causas Barcos y Facino (en Santa Fe), Pascual Guerrieri y otros represores (Rosario), la causa González, (Santa Fe), las causas Díaz Bessone y Gil y Saint Amant (Rosario), la causa Martínez Dorr (Santa Fe) y el proceso contra el ex personal civil de Inteligencia Juan José Luis Gil, por amenazas. Continúa en proceso oral la causa Sambuelli, en la ciudad de Santa Fe.

Las señales del terror

Cuatro edificios emblemáticos de la ciudad, donde funcionaron centros clandestinos de detención, fueron señalizados por el gobierno provincial: la ex Guardia de Infantería Reforzada (GIR), donde ahora funciona la Jefatura de Policía de Santa Fe, las comisarías 1º (en el centro) y 4º (en barrio Roma) y el edificio del ex D2 de Inteligencia, en la Recoleta.
El acto central fue el sábado 23 en la ex GIR. Allí confluyeron militantes de derechos humanos y autoridades provinciales y municipales. La actividad se desarrolló en el marco del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, a 37 años del último golpe de Estado. En los cuatro edificios se descubrieron placas que recuerdan las violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura entre 1976 y 1983.
Patricia Traba, sobreviviente de la GIR y querellante de la causa Brusa, dijo en su discurso: “Aquí estamos, a 37 años del golpe, dejando marcas para las nuevas generaciones, uniendo voluntades para el Nunca Más, venciendo la desesperanza en cada derecho conquistado, en cada avance de la Justicia, para seguir construyendo, opinando y soñando con la patria justa que siempre quisimos”.
Celina Queca Kofman, de Madres de Plaza de Mayo, sostuvo: “La vida le ganó a la muerte y hoy estamos acá para recordar, para seguir luchando por la plena vigencia de los derechos humanos, por un país para todos como soñaron nuestros hijos. La señalización no es sólo para mantener viva la memoria sino la fuerza y la lucha por la profundización de la democracia”.
El ministro de Justicia de la provincia, Juan Lewis, recordó que en 2013 se cumplen 30 años de la recuperación de la democracia. Y añadió: “Han sido años de reconstrucción que hoy nos encuentran más consolidados como país y con la voluntad de seguir trabajando en este sueño colectivo de una Argentina más igualitaria, sin impunidad”. “Las generaciones que no tuvieron que padecer los horrores de la dictadura podrían pensar que todas las libertades de las que hoy gozamos son un hecho natural, casi podrían no advertir su valor. Por eso es importante la memoria. Estos lugares, donde hoy se expresa la institucionalidad, en otros tiempos fueron sitios de horror y de la negación de derechos”, agregó el ministro de Justicia y Derechos Humanos.
En el decreto que reglamentó las señalizaciones se define a los sitios de la memoria como “valiosos testimonios” de la historia reciente y se indica que “Señalizar y hacer visible, en toda la provincia, la función que tuvieron estos lugares en el marco del plan sistemático de terror y exterminio desplegado por la última dictadura cívico-militar expresa en el espacio público la decisión del Estado democrático de dar a conocer y condenar estos hechos para que nunca más vuelvan a repetirse”.

Pensiones

El Ejecutivo provincial reglamentó la pensión para madres de víctimas del terrorismo de Estado. El beneficio, establecido por la ley 13.330, impulsada por el diputado del Movimiento Evita Gerardo Rico, ya puede comenzar a tramitarse y equivale a dos veces el haber mínimo de pensión vigente. El gobernador Antonio Bonfatti lo comunicó el miércoles 20 a un grupo de madres de Santa Fe, en la Casa Gris.
El mandatario señaló: “Sólo la verdad, la memoria y la justicia ayudan a restañar las heridas que dejó el terrorismo de Estado, por eso nuestra colaboración permanente con la Justicia Federal en los juicios por delitos de lesa humanidad. Pero consideramos que también es nuestro deber acompañar a las madres más allá de la lucha que llevan adelante desde hace más de 30 años y que representa un legado enorme en la lucha por los derechos humanos”.
“Esta pensión no repara el dolor que tenemos por la desaparición injusta de nuestros hijos, sabiendo cómo murieron en los campos de tortura. Pero alivia la situación de algunas madres que realmente quedaron desprotegidas”, sostuvo Celina Queca Kofman, de Madres de Plaza de Mayo. “El único consuelo es que los represores vayan a la cárcel con cadena perpetua y cárcel común. Las madres pedimos juicio y castigo a todos los culpables, esa sería la reparación total”.
Rico saludó la decisión oficial y dijo que las madres “son las que afrontando las peores condiciones: dejaron sus hogares y su vida cotidiana para denunciar la desaparición de sus hijos e hijas”. Según el diputado provincial “no se subsanarán las ausencias pero será un reconocimiento a las madres desde el mismo Estado”.

En Santo Tomé

En el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, el gobierno santotomesino rindió homenaje a las víctimas locales del terrorismo de Estado con el descubrimiento de una placa con los nombres de las 13 personas desaparecidas oriundas de la localidad, o que se encontraban en ella en el momento de su detención forzada.
Se trata de Norberto Aldo Partida, María Graciela Eier, Aldo Anselmo Eier, Ana María Fonseca, Miguel Ángel Fonseca, Roberto Daniel Suárez, Carlos Miguel Pepe, Franklin Goizueta, Nora Gladys Meurzet, Norma Ester Meurzet, Isauro César Argüello, Ricardo Adrián Pérez y María Georgina Cubas de Pérez.
“Durante la última dictadura militar los genocidas argentinos cometieron todo tipo de delitos: persiguieron, secuestraron, mataron, desaparecieron, torturaron, violaron y saquearon. La ciudad de Santo Tomé no fue ajena a tanto dolor”, sostuvo Valeria Silva, representante de Hijos.
A través del acto se comienza a saldar una deuda histórica que tiene la ciudad ya que, a 37 años del 24 de marzo de 1976, Santo Tomé no contaba hasta hoy con ningún testimonio físico que recordara a sus propios desaparecidos.
Del acto participaron el intendente Fabián Oliver, el secretario de Derechos Humanos de la Provincia, Horacio Coutaz, el diputado nacional Antonio Riestra, concejales, y funcionarios santotomesinos junto a las  organizaciones de derechos humanos, agrupaciones políticas, entidades intermedias, establecimientos educativos, familiares de personas desaparecidas durante la última dictadura.

Publicada en Pausa #110, miércoles 27 de marzo de 2013

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