martes, 5 de agosto de 2014

“No quería morirme sin abrazarlo”

Estela de Carlotto halló a su nieto luego de 37 años de búsqueda. “Está muy conmocionado pero también muy feliz”, dijo la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. Se llama Ignacio Hurban, tiene 36 años y es músico. En forma voluntaria se hizo el ADN, que confirmó su identidad. Para su familia, es Guido: el hijo de Laura Carlotto, nacido en cautiverio en el 26 de junio de 1978 en el centro clandestino de detención La Cacha, partido de La Plata, provincia de Buenos Aires.
Esta tarde, en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto dio una conferencia de prensa para confirmar la noticia. Aclaró que, por respeto a Ignacio y a la familia que lo adoptó –a quienes desvincularon de las políticas de apropiación ejercidas bajo el terrorismo de Estado–, no van a dar ciertos detalles. “Las abuelas tenemos códigos”, resumió Estela. Su nieto se había comunicado más temprano con Claudia, otra de las hijas de Estela: le dijo que estaba “bien y muy feliz”.
Con una serenidad asombrosa, extenuada, feliz, de muy buen humor, la titular de Abuelas dijo que el hallazgo de Ignacio (Guido), el nieto recuperado número 114, es “un premio para todos”. Aquí, las frases salientes de la conferencia de Estela de Carlotto:
“Quiero compartir esta alegría enorme que me brinda la vida después de todo lo que buscamos a nuestros hijos y a nuestros nietos. Esto es un premio para todos”.
“La silla vacía va a estar para él; los portarretratos, vacíos, van a tener su imagen”.
“Se cumplió lo que decíamos: ellos nos van a buscar cuando nosotros los seguimos buscando”.
“He soñado con él desde antes que naciera, porque yo no sabía que Laura estaba embarazada cuando la secuestraron”.
“La historia completa no la sabemos todavía, la vamos a armar, tenemos mucha información pero vamos a ser cautelosos por la familia. Esto es muy fuerte y lo más importante es nuestro respeto por él”.
“Esto es para los que todavía dicen basta, para aquellos que dudan si lo que hacemos está bien, para los que pretenden que olvidemos, que demos vuelta la página. Esto, para los buenos argentinos, es una reparación. Y es una reparación para él, para nuestra familia y para la sociedad en su conjunto”.
“Gracias a Dios, gracias a todos, gracias a la vida, porque lo que yo quería era no morirme sin abrazarlo”.
“Está todo bien. Por suerte había ido al cardiólogo hace unos días”.
“Lo quiero abrazar, lo quiero mirar, quiero tocarle la cara”.
“Esto es un triunfo de los argentinos, es un triunfo de todos. Son argentinos desaparecidos que están cerca, esperando que los encontremos. La justicia felizmente está actuando”.
“Lo que no queremos ninguna de nosotras es que esta historia se repita en las futuras generaciones”.
“Siempre pensé que lo iba a ver, que lo iba a poder abrazar. Él está muy bien. Yo creo que va a hacer un proceso muy rápido”.
“Hay que seguir porque falta mucho y otras abuelas tienen que sentir lo que siento yo. Es la ley universal saber de dónde uno viene”.

Aquí, la historia de Laura Carlotto, la hija desaparecida de Estela.
¿Quién es Ignacio Hurban, el nieto 114?
La lucha de Abuelas de Plaza de Mayo

La primera foto (8 de agosto de 2014)

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