lunes, 21 de julio de 2014

Más inclusión, más derechos

Se presentó en la provincia un proyecto que busca otorgar una pensión a personas transexuales mayores de 35 años: una discriminada población de altísima vulnerabilidad.


Así como en marzo de 2012, cuando Alejandra Ironici se convirtió en la primera transexual en obtener su DNI por vías administrativas y no judiciales, Santa Fe vuelve a ser noticia en materia de inclusión de los sectores más relegados y vulnerables de la sociedad.
Semanas atrás, ingresó a la Legislatura un proyecto firmado por la diputada Alicia Gutiérrez e impulsado por la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt) y la Asociación de Travestis, Transexuales, Transgéneros de Argentina (Attta), que apunta a establecer una pensión mensual no contributiva para las personas de este colectivo, mayores de 35 años, en tanto población que en su gran mayoría está excluida del trabajo formal y de los sistemas de salud y previsional. 
La propuesta fue generada por un arco de legisladores que atraviesa distintos partidos.

A dos años de aprobada la Ley de Identidad de Género, unas 6.000 personas trans ya hicieron su cambio de DNI en toda la República Argentina, y entre 300 y 400 están en Santa Fe. Según apuntó el presidente de la Falgbt, Esteban Paulón, el día de la presentación del proyecto, “el 85% de esas personas son mujeres trans, y el otro 15% son varones trans. Sobre la población de mujeres trans, la mayoría ejerce la prostitución como medio de vida, lo que las expone a distintos factores como la violencia de género, el consumo de sustancias, el VIH, los trastornos que acarrea  la construcción de su identidad, como los tratamientos no saludables en la aplicación de hormonas, por ejemplo”. Según los datos expuestos por Paulón, esta conjunción de factores de riesgo hace que hoy la expectativa de vida de una persona trans no supere los 45 años de edad, cuando la de cualquier otra persona está por encima de los 70. “La mayoría de las personas de este colectivo no tiene acceso a un empleo registrado y está lejos de poder cumplir requisitos previsionales mínimos como para acceder a una jubilación, ni siquiera con moratorias. Por esos motivos planteamos el pago de una asignación para la ciudadanía trans a todos aquellos que estén bajo esas condiciones y tengan más de 35 años de edad, lo que garantizaría un piso de protección social”, comentó Paulón.

El proyecto
La iniciativa presentada por Gutiérrez, que ingresó sobre tablas a las comisiones internas para su estudio, establece que podrán acceder al beneficio todas aquellas personas que hubieren realizado el trámite de reconocimiento de identidad conforme a la Ley Nacional 26.743 y su decreto reglamentario y que no posean sueldos, rentas o bienes susceptibles de producirlas directamente, o mediante su realización, con excepción de aquellos que sean de uso imprescindible, y que de acuerdo con su valor y utilidad no excedan las necesidades mínimas del beneficiario. Además, para acceder al beneficio, la persona trans deberá acreditar en forma sumaria y fehaciente el estado de necesidad.
Por otro lado, el beneficio otorgado no será incompatible con jubilación, pensión o subsidio de cualquier naturaleza, que representen un ingreso menor o igual al monto establecido, siendo intransmisible y caducando automáticamente por muerte o renuncia del titular. Asimismo, el beneficio es inembargable no pudiendo ser afectado total o parcialmente en favor de terceras personas.
El ente encargado de tramitar y otorgar las pensiones conforme a las solicitudes recepcionadas por la Subsecretaría de Coordinación para el Trabajo Decente, será la Caja de Pensiones Sociales creada por la ley 5110. El monto a percibir será equivalente a dos veces el haber mínimo de la pensión que determina la Ley 5110, lo que significaría una suma similar a la jubilación mínima, alrededor de 3.000 pesos mensuales.
“Queremos, por intermedio de la presente ley, otorgar oportunidades e inclusión a un sector de la población que encuentra serias dificultades en el acceso a un trabajo que le permita el desarrollo personal por ser víctima de la discriminación y de fundamentalismos ancestrales, no acordes con el paradigma de libertad individual en cuanto a la elección de la propia identidad. La población trans padece en nuestra sociedad historias de constante menoscabo de derechos de raigambre constitucional, que lleva a las personas a una verdadera ‘muerte civil’ sin lograr respeto por sus derechos” fundamentó Alicia Gutiérrez (FPCyS), acompañada en la ocasión por sus pares oficialistas Inés Bertero, Eduardo Di Pollina, Maximiliano Pullaro y Susana García, y por la oposición, Oscar Urruty, Eduardo Toniolli y Leandro Busatto, entre otros.

En lucha
Al respecto de este proyecto, Alejandra Ironici se expresó optimista, aunque destacó la importancia de continuar con un lucha sostenida que no permita que este tipo de iniciativas queden en la nada: “El proyecto es positivo, pero somos conscientes de que para que salga deberemos pelear en y con el recinto santafesino, que es conservador y patriarcal. A eso debemos sumarle las críticas sociales y culturales de nuestra Santa Fe, que se mantiene neutral en el plano de los derechos, pero no así en el del consumismo de la prostitución y la población trans”.
Ironici también hizo referencia al proyecto que el diputado provincial Leandro Busatto re-presentó en esta oportunidad, el cual dos años atrás había perdido estado parlamentario por falta de tratamiento: “Nosotros acompañamos esa iniciativa que contemplaba un cupo de contrataciones de personas trans en la administración pública, entre otras medidas. Pero dicho proyecto quedó en la nada porque muchos de los que están sentados en esas bancas nunca pasaron hambre, frío, falta de inserción educacional y laboral, y mucho menos de vivienda o salud. Por todo esto es que festejamos y celebramos estos proyectos pero también somos conscientes de una realidad que muchas veces nos es adversa y por la que debemos seguir luchando”.
Al respecto, y consultado ante los posibles rechazos que la medida puede tener en la sociedad y la resistencia a incorporar más beneficiarios al sistema de pensiones, Esteban Paulón señaló que “se trata de un número ínfimo de personas, unos 100 beneficiarios en la provincia, algo que el Estado está en condiciones de absorber y por una situación que como tal debe atender. Además, en tanto haya una solución eficaz de inserción socio laboral para esta población, que pueda desarrollar su proyecto de vida, no habrá necesidad de establecer estas pensiones como última solución”.

En Pausa #137, miércoles 16 de julio de 2014. Conseguilo en estos kioscos.

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