domingo, 29 de junio de 2014

La nueva economía, al recinto

Un colectivo que representa a numerosos actores de la economía social impulsa una ley que les permita contar con herramientas financieras y organizativas adecuadas.


Vivir de una economía distinta al estándar capitalista es posible, siempre y cuando los convencidos cuenten con las herramientas suficientes que garanticen su subsistencia en el sistema. Con una búsqueda orientada en ese sentido, los miembros del Foro de la Economía Social y Solidaria, que nuclea a una veintena de organizaciones y microemprendedores de la provincia, presentaron a fines de 2013 un anteproyecto de ley en la Cámara de Diputados. El objetivo es claro: sancionar una norma que los contenga, en lo posible antes que finalice 2014.
El 11 de junio, representantes del Foro de la Economía Social y Solidaria coparon el hall de la Legislatura con una actividad que reunió a las tres mesas provinciales que funcionan en la actualidad, cuyos nodos se ubican en Reconquista, Santa Fe y Rosario, para ahondar en los acuerdos básicos de la futura legislación.
En diálogo con Pausa, Mariano Pautasso, Celeste Varela –Cooperativa Teko–, Marcela Tallone –al frente de un emprendimiento familiar de telar–, Cristian Galarza –de la Asociación Civil Emparejando Oportunidades– e Inés Robledo –de Cooperativa Tramas–, coincidieron en que la jornada “fue muy enriquecedora para todos porque intercambiamos experiencias y modos de vida”.
En primer lugar, Marcela Tallone contó que “este proyecto se viene gestando desde hace tres años, cuando empezamos a juntarnos para ver qué posibilidades había de tener una ley para poder sistematizar nuestro trabajo. Nos reuníamos una vez por mes con los nodos Rosario y Reconquista y luego cada 15 días para construir los acuerdos básicos. Ésta es una iniciativa popular que nace desde abajo”.

Generar política pública
El anteproyecto redactado por el Foro de la Economía Social y Solidaria deja en claro el concepto desde el cual trabajan. “Buscamos romper con el modelo del mercado capitalista para plantear un sistema económico con otros valores y una lógica diferente. Es ambicioso, por eso queremos sentar las bases con un proyecto de ley. No queremos que la economía se siga concentrando en los mismos sectores de siempre. Y queremos ver cuáles son las prácticas reales de un sistema económico y solidario, porque en los 90 se abrieron muchas cooperativas y mutuales que tenían ese rótulo legal pero en realidad funcionaban como empresas capitalistas. Nuestro interés es generar la política pública y no quedarnos en el discurso”, apuntó Cristian Galarza.
“A diferencia de otras leyes sancionadas en nuestros país, hablamos de un sistema económico, social, cultural, político y ambiental. También definimos cuáles son los sujetos de derecho: por un lado están los sujetos emprendedores que pueden estar asociados entre ellos para poder hablar de un colectivo, y por el otro se ubican las organizaciones promotoras, una suerte de acompañantes de estos sujetos emprendedores”, explicitó Celeste Varela.
Los legisladores se encontraron con un Palacio diferente, repleto de las
producciones de diversas cooperativas y emprendimientos sociales.

Otra particularidad del texto es la definición de las prácticas, que se entienden como asociativas y solidarias, abarcando aspectos como la equidad de género y el cuidado del medio ambiente. “La virtud es que tratamos el proyecto de ley desde la horizontalidad en la gestión del emprendimiento, y esa participación democrática se traduce en el órgano de aplicación, que es de naturaleza asamblearia, con participación abierta, y que funciona en cada territorio: actualmente hay tres y queremos extenderlos hacia Venado Tuerto y Rafaela. También se plantea la creación de un consejo que representaría a las mesas de diálogo y el directorio de un instituto que funcionaría de manera autárquica. Otra de las herramientas fundamentales que proponemos es un registro provincial donde podamos definir qué son las prácticas de economía social y solidaria”.
“Vemos a este proyecto como una herramienta más. Existen otras propuestas. La reforma de la Ley de Concursos y Quiebras beneficia a las fábricas recuperadas; pero esto tiene que avanzar en escala nacional para terminar de articular las leyes. Incluso hay que discutir a nivel constitucional qué entendemos por función social de la propiedad. Además, no tenemos una herramienta tributaria idónea: a algunos les queda chico el monotributo social y otros no pueden acceder al modo convencional, para lo cual hay que plantear algo que sea representativo del colectivo”, agregó Celeste.
“Estamos generando un tránsito nuevo, donde hay herramientas administrativas y legislativas que tienen que ver con un sistema formal direccionado al empleo y a la empresa. Entonces, cuando evolucionamos, nos encontramos con un vacío porque planteamos un trabajo que tiene que ver con la cooperación y el trabajo autogestivo”, aportó Cristian Galarza.

Debate que crece
Consultados por lo que dejó la jornada del 11 de junio, Mariano Pautasso analizó que “el encuentro fue muy positivo porque el foro se está visibilizando y se está reconociendo un espacio colectivo. Presentar productos de la economía social y solidaria en la Legislatura fue una cuestión simbólica muy importante para nosotros. Hubo 40 compañeros de Reconquista, Rosario y Santa Fe que llenaron el hall de la Legislatura. También contamos con la presencia de miembros de la fábrica recuperada Naranpol, que tienen una capacidad de organización importante. El debate fue muy rico: comentamos nuestras problemáticas, definimos temas concretos, charlamos sobre los problemas que tenemos en cuanto a la comercialización, para acceder a las maquinarias y herramientas o insumos para trabajar, cuestiones tributarias, de financiamiento. De la realidad que nos toca vivir, encontramos que tenemos muchas problemáticas comunes y buscamos posibles soluciones juntos”.
“Somos un colectivo que va tomando fuerza, lo vieron los legisladores y la sociedad, eso nos da energía para seguir creciendo y sumando a más emprendedores, queremos que se acerquen a conocer este proceso. Más allá de que la ley aún no exista, estamos probando cómo funcionan estas mesas de diálogo porque pretendemos ser inclusivos desde las prácticas concretas”, agregó.
Los miembros de la Cooperativa Teko determinaron que “está todo en construcción, por ahora tenemos el compromiso de un montón de actores que queremos vivir y hacer economía de esta manera. Nos reunimos con los gobiernos municipal, provincial y nacional, acá no tenemos banderas partidarias. Solamente queremos que exista realmente la economía social y solidaria, que no sea un discurso sino una práctica que podamos sostener, porque actualmente nos está costando mucho. En definitiva, queremos vivir de la economía social y solidaria, que no sea una economía de pobres para pobres”.

Un colectivo en la mira
Hay tres proyectos similares al presentado por el Foro de la Economía Social y Solidaria dando vueltas por las comisiones de ambas cámaras legislativas de la provincia. Dos de ellos entraron por Senadores, de la mano de Alcides Calvo y Miguel Lifschitz, que en líneas generales apuntan a fortalecer el sistema cooperativo y mutualista, y que se suman a otro presentado por el diputado Eduardo Toniolli.
Mariano Pautasso señaló que “la búsqueda de consensos para llegar a estos acuerdos nos llevó dos años. Ese proceso terminó el año pasado con una presentación en la Cámara de Diputados. La primera firma fue de un legislador vinculado al oficialismo, quien nos convocó al diálogo en un primer momento, pero aprovechamos esa invitación generando una instancia posteriormente autónoma y nos acercamos a todos los bloques para que firmaran el anteproyecto”.
Acerca del proyecto de Toniolli, Pautasso comentó que “es similar al nuestro aunque se ubica en lo que entendemos como economía popular, que surge de situaciones de vulnerabilidad social. Nosotros queremos que la ley sea más inclusiva. Si entendemos a la economía social y solidaria como una posibilidad real, se va superando y los emprendimientos necesitan nuevas herramientas y estrategias para poder ir creciendo y teniendo productos competitivos. Cuando superamos la etapa de la economía popular, tenemos un abanico más amplio. Pensamos en comunidades campesinas, originarias, fábricas recuperadas, cooperativas y mutuales, es decir que agrandamos el marco de actores que forman parte de este sistema porque nos definimos por el tipo de práctica que llevamos adelante”. En este sentido, agregó que “quedamos en juntarnos para analizar la posibilidad de aunar los proyectos porque agilizaría mucho los tiempos. Esperamos que esto tenga un pronto tratamiento, el objetivo es que antes de fin de año sea tratado por la Cámara de Diputados”.
“Está bueno tener cuatro proyectos dando vueltas porque se hace visible la importancia de la temática, pero también tenemos que ir diferenciándonos. El nuestro tiene la particularidad de la región, está cargado de las realidades territoriales: hemos visto la diferencia que hay entre los nodos y tratamos de aunar todas las experiencias”, sentenció Cristian Galarza.

Publicada en Pausa #136, miércoles 25 de junio de 2014
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