martes, 8 de octubre de 2013

Conocer, trabajar y transformar

La Escuela Huellas apuesta al futuro de los jóvenes mediante la creación de fuentes de trabajo. Con la organización de un congreso, se prepara para fortalecer lazos productivos.

Por Marcela Perticarari

Se realizó en la Casa del Obrero Estudiante el primer encuentro de la Escuela Huellas, un emprendimiento que funciona en la ex planta de clasificación de residuos de la Asociación Civil Dignidad y Vida Sana, que tiene por objetivo crear unidades de producción, apoyo y servicios que permitan a los jóvenes desarrollar un oficio que mejore sus condiciones de vida creando sus propias fuentes de trabajo. El lanzamiento de la Escuela Huellas fue realizado en agosto, a partir de una iniciativa conjunta entre la Fundación Epyca (Equipo de Producción y Construcción Alternativa), familiares de los socios de la Asociación Civil Dignidad y Vida Sana, la Red Escuela Productiva y alumnos de la Universidad Nacional del Litoral, la Universidad Católica de Santa Fe y otros institutos de la ciudad. A su vez, la formación es parte de las actividades preliminares del Tercer Congreso Latinoamericano de Prácticas Estratégicas que se desarrollará en nuestra ciudad en el mes de noviembre.
El primer encuentro de la Escuela de Huellas: familiares de Dignidad y Vida Sana junto a integrantes de Fundación Epyca y de Huellas.

Según la información institucional, el nombre de la Escuela Huellas –que nació de un grupo de voluntarios en el Primer Congreso Latinoamericano de Prácticas Estratégicas que se realizó en Chapadmalal en 2011, continuó en 2012 en el segundo y se afirma camino al tercer congreso– fue pensado “en el sentido que el encuentro con el otro genere una huella, que cada joven pueda dejar una huella en el otro, y a la vez el trabajo y el aprendizaje dejen una huella en ellos mismos”. En este sentido, se propone que “todas esas huellas nos permitan encontrar el camino hacia un mundo donde quepamos todos”.
Partiendo de la producción que se realiza en la planta donde funciona la Red Escuela Productiva –con talleres de costura, trapos de piso, serigrafía y tejidos en telar–, la Escuela Huellas se propone desarrollar unidades productivas donde los participantes puedan aprender un oficio, “no sólo por lo que puedan producir sino por la misma transformación sobre sí mismos que implica incorporar saberes, esquemas de trabajo y horarios”.
A su vez, se busca un espacio donde se aprenda a comercializar, vender, difundir sus productos y crear mercados alternativos. “La necesidad de incorporar nuevas habilidades surge frente a la realidad: la clasificación de residuos y su tratamiento no alcanza para sostener las necesidades diarias”, señalaron los organizadores de la jornada.

Vínculos transformadores
“Una de las ideas fundamentales es que tanto los hijos de los socios de Dignidad y Vida Sana como los estudiantes de distintas universidades e institutos de la ciudad de Santa Fe puedan desarrollar un vínculo transformador, que les permita no sólo conocer y compartir sus realidades diferentes sino generar juntos nuevas ideas que les permitan sostener una producción consistente y que perdure en el tiempo”, destacaron desde la Escuela Huellas. Y aclararon que “la propuesta está abierta no sólo a los hijos y familiares de la Asociación Civil Dignidad y Vida Sana y los jóvenes estudiantes de Santa Fe, sino a todos aquellos que quieran sumarse con el aporte de trabajo e ideas”. En cuanto a la creación de unidades de servicio, la idea es que los participantes logren desarrollar prácticas de formación en asistencia al viajero, orientación turística y acompañamiento en el alojamiento, entre otras. La frecuencia de encuentro de los distintos grupos de jóvenes es semanal y los talleres para la producción se organizarán de acuerdo a las necesidades que la misma producción requiera.
En diálogo con Pausa, Ayelén Markiewicz, de Epyca, profundizó en la necesidad de generar vínculos entre los jóvenes: “Esto es un encuentro general de todos los grupos que conforman la escuela, la idea es que se puedan sumar a los talleres productivos que se están haciendo allá. Para lograr nuestros objetivos trabajamos con estudiantes de la UNL que realizan prácticas en la planta; también nos contactamos con gente del Instituto Sol que se dedica a la organización de eventos porque tenemos la intención de proyectar una iniciativa relacionada a la prestación de servicios. Además, trabajamos coordinadamente con  una asociación local nueva, Jóvenes en acción, que tiene un fuerte acercamiento barrial”.
En el proyecto de la Escuela Huellas actualmente están involucrados cerca de 30 jóvenes, con los que “tenemos una relación muy directa por nuestro trabajo en el barrio con sus padres y los incentivamos a sumarse. Esperamos que después del congreso estos vínculos puedan sostenerse, que los estudiantes universitarios puedan seguir acompañando a estos jóvenes durante sus procesos productivos”, agregó Markiewicz.
Mauricio Morales tiene 19 años y conoce de cerca la experiencia de la Asociación Civil Dignidad y Vida Sana ya que su tía, Josefina, preside la entidad. “Llegué acá por ella y me gusta mucho el trabajo solidario. Colaboré con la limpieza de la vieja planta para retomar el trabajo y está avanzando: hicimos la instalación de agua para el riego de cultivos, también queremos renovar el sistema eléctrico para instalar maquinarias de carpintería, tejido y seguir trabajando”, detalló. Sobre la tarea que actualmente se realiza en el nuevo relleno sanitario, Mauricio opinó que “se debería valorar más a quienes reciclan la basura porque gracias a Dignidad y Vida Sana se mantiene limpia gran parte de la ciudad, además allí se reciclan cosas que todavía tienen valor. Me gustaría que se presenten nuevos proyectos para hacer más visible el trabajo que realizamos en la planta vieja. Estaría bueno que la gente se sume para ayudar de corazón, no sólo por hacer presencia, y remarla para hacer más grande este proyecto”.
Al finalizar el primer encuentro, Ayelén Markiewicz concluyó: “pudimos llevar adelante todas las dinámicas planeadas y los chicos se integraron bien entre ellos. Se generó un clima grupal muy lindo. Realmente se los ve con muchas ganas de seguir encontrándose y conversar sobre diversas temáticas y vivencias”.

El tercero, en Santa Fe
El Tercer Congreso Latinoamericano de Prácticas Estratégicas se desarrollará en Santa Fe entre el 8 y el 10 de noviembre. Está destinado a referentes, grupos, personas, organizaciones que desarrollen prácticas sociales tendientes a la transformación de las condiciones de vida, independientemente de la formación académica que los mismos posean, tales como líderes sociales, trabajadores culturales, recreativos, sociales, pastorales, gremiales y políticos, cooperativistas, productores, profesionales, docentes, estudiantes, equipos o grupos de trabajo, militantes sociales, organizaciones e instituciones que trabajan en lo social desde prácticas concretas.
Para el evento, ya se esperan alrededor de 600 personas de diferentes grupos sociales de Argentina, Cuba, Bolivia, Brasil, Chile, Venezuela, Brasil, Colombia, Perú, Uruguay y España, entre otros puntos del mapa.
La organización del congreso está cargo del Programa REPRASIS-Fundación Epyca, una red de prácticas sistematizadas, destinada a organizaciones, grupos o personas que tienen participación en prácticas sociales, educativas o de gestión social. La red ha sido pensada para organizaciones, grupos o personas que quieren reflexionar sobre lo que hacen, intercambiar sus saberes y hacer visibles sus prácticas sociales. Por su parte, la Fundación Epyca es una organización social que desarrolla procesos de acción y sistematización, tendientes al entramado de prácticas socio-productivas en Argentina y América Latina, desde una perspectiva de transformación estratégica mediante una epistemología-pedagogía de la práctica.
Al respecto, Ayelén Markiewicz contó que “en realidad se trata de un antecongreso que se construye a través de plenarios. La intención es convocar a mucha gente para realizar una construcción colectiva de los temas a trabajar. A su vez, el objetivo es generar entramados productivos, es decir conectar emprendimientos entre sí. Tenemos mucho trabajo previo por delante y una gran expectativa ante semejante convocatoria”.

Publicada en Pausa #122, miércoles 25 de septiembre de 2013

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