martes, 21 de mayo de 2013

Densa neblina sobre los armados

Las elecciones se acercan, pero las listas están lejos de llegar a acuerdos firmes. El PDP y el PRO jaquean la estructura del Frente Progresista. El PJ se desgaja en internas.

Por Ezequiel Nieva

A medida que se acerca el cierre de listas para las elecciones nacionales y provinciales, empieza a entreverse el armado de cada espacio político. Todavía quedan muchas definiciones, que terminarán de configurar el escenario de cara a las primarias del 11 de agosto y las generales del 27 de octubre.
Como toda elección intermedia, donde no se ponen en juego cargos ejecutivos, resultará dificultosa para los distintos oficialismos. A nivel nacional, el gobierno juega su última carta para una eventual reforma constitucional que habilite un tercer mandato para la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Esa variable influye en las estrategias del kirchnerismo local pero, sobre todo, del resto de las fuerzas políticas, que aunque compiten entre sí coinciden en que hay que ponerle límites al gobierno de Cristina. Esa condición, previa a cualquier plataforma, habilitó negociaciones cruzadas impensadas tiempo atrás, como el posible acuerdo entre el PRO y el PDP, que aún forma parte del Frente Progresista.
Binner y Barletta dilatan el lanzamiento por las dificultades que tienen con sus aliados.

En la provincia no sólo se definirán las alianzas electorales; los comicios también son el plebiscito del gobierno de Antonio Bonfatti y una medida de referencia para la candidatura presidencial de Hermes Binner, que enfrentará al candidato resultante de la interna peronista y al líder del PRO santafesino, Miguel Torres del Sel, agrandado por los 615 mil votos logrados en 2011.

Al ritmo del PRO
El proclamado acuerdo de unidad del PJ provincial aparece dinamitado por distintos lados. Oscar “Cachi” Martínez quiere ir a internas contra la lista que preparan Agustín Rossi y Jorge Obeid, en la que confluirían la mayor parte –ya que no todos– las líneas internas del partido identificadas con el gobierno nacional. Por el peronismo no kirchnerista, el ex aliado del PRO Osvaldo Salomón –apoyado por el candidato presidencial José Manuel de la Sota– ensaya un armado con los reutemistas desencantados con Del Sel y compañía. El ex Midachi también hurga el mismo target: le ofreció al ex presidente del PJ Ricardo Spinozzi, un histórico del reutemismo, un espacio en la lista de diputados nacionales.
No obstante, el PRO juega a varias puntas. El operador macrista Emilio Monzó negocia con el PDP para sumar a la esperancina Ana Copes –en 2011, compañera de fórmula del socialista Rubén Giustiniani en la interna que terminó ganando Bonfatti– en la misma lista.
¿Y Reutemann? Despertó del letargo durante el debate por la reforma judicial con fuertes críticas al supuesto intento oficial de cooptar la Justicia, algo que en la provincia sonó cínico. Esa reaparición en el Congreso alentó al peronismo anti K y al propio Del Sel, beneficiario directo, en 2011, de aquella definición del Lole: “Soy peronista, no kirchnerista”. Ambos espacios esperan su bendición.

El juego de Cachi
Con María Eugenia Bielsa lejos de escena, “Cachi” Martínez dio por inaugurada la interna del PJ orgánico. El diputado nacional planteó que la unidad que proponen Rossi y Obeid “no contempla a todos” y, sin sacar los pies del plato, anunció que su fuerza –100% Santafesino– pedirá neolemas al PJ.
La estrategia se decidió durante el encuentro que reunió a casi 500 dirigentes de todos los departamentos de la provincia en la Asociación Empresaria de Rosario. “Somos peronistas y moviminetistas. Nuestro desafío es claro y tiene como objetivo la construcción de una provincia segura y en paz”, arengó Martínez.
Alejado definitivamente del reutemismo, orgánico del kirchnerismo nacional, transitorio aliado del rossismo en la Legislatura provincial, “Cachi” Martínez quiere disputar el liderazgo del peronismo con un discurso ortodoxo. Para ello propone “construir un proyecto que transite por una ancha avenida entre el estrecho sendero del acuerdo Rossi-Obeid y el infértil camino del antiperonismo”.
Cachi Martínez piden neolemas en el PJ.

“Solicitaremos la habilitación de los neolemas, como en su momento se hizo para permitir la participación del rosismo y del reute-obeidismo en 2009”, planteó el ex senador del departamento General López, José Chippoloni. “Es el reconocimiento de los demás espacios que quieran disputar lugares para concejales y legisladores nacionales y que no coincidamos con lo que algunos definen como unidad pero que, claramente, sabemos que no contempla a todos”.

El Frente en la encrucijada
A nivel nacional coinciden en su posición respeto a la re-reelección, pero sólo en Santa Fe radicales y socialistas compartirán listas. En el resto de los distritos arman por separado. Comparten con el macrismo y otras fuerzas de la oposición un discurso a favor de las instituciones de la República, que entienden avasalladas por el kirchnerismo.
En Santa Fe el acuerdo para replicar en las legislativas nacionales el frente que gobierna la provincia parecía sencillo, pero a menos de un mes del cierre de listas aún no está definido. El dilema, del cual el PDP es un actor central, tiene en vilo el lanzamiento del binomio Binner-Barletta, con el cual el Frente Progresista pretende marcar terreno de cara a 2015.
El PDP pospuso hasta fin de mes la definición en torno a la estrategia para los comicios locales y nacionales. El PRO quiere sumarlos, Binner les ofreció el quinto lugar en la lista de diputados nacionales detrás de dos socialistas, un radical (Barletta) y un dirigente de la Coalición Cívica (Pablo Javkin o Carlos Comi).
El sábado 11 de mayo, 120 dirigentes de la Junta Provincial del PDP se reunieron en Rosario para analizar la situación del partido. Hay malestar porque aspiraban a algo más que el quinto lugar –se renuevan nueve bancas y culmina el mandato del único diputado nacional del partido, Carlos Favario– y por los pocos espacios ofrecidos para las listas de concejales en Santa Fe y Rosario.
La Junta Provincial decidió un cuarto intermedio para que el Congreso partidario defina la propuesta. La convocatoria sería para el 26 de mayo o el 1º de junio. El 2 de junio vence el plazo para la constitución de alianzas electorales y, si se concreta el acuerdo entre el PRO y el PDP, el Frente Progresista deberá realizar una nueva inscripción como alianza electoral, ya que no contaría con una de sus fuerzas.
El acuerdo que propicia el macrismo tiene el doble objetivo de sumar nuevos dirigentes y, al mismo tiempo, debilitar el armado del Frente Progresista. Si se concreta, esa lista no podría ser liderada por el binomio Binner-Barletta ya que según la legislación vigente la nueva alianza electoral deberá llevar a una mujer en segundo lugar.

Publicada en Pausa #113, miércoles 15 de mayo de 2013

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