viernes, 28 de junio de 2013

Unos enojados, otros resignados

Entre el descenso de Unión y la mediocridad de Colón, el fútbol local dio lástima en la última temporada.

Por Gastón Chansard

Al terminar esta temporada profesional del fútbol de Santa Fe, todos vamos a coincidir en calificarla como mala, aunque en este mundo de redes sociales y medios de comunicación muy adeptos a los adjetivos calificativos extremos, confieso que me tenté con usar palabras como desastre, patética, vergonzosa u otras que escuché en alguna radio local, donde consideraban que este momento del fútbol santafesino “rozaba con lo peor de la historia”. Lejos está de ser “lo peor de la historia”, sólo hace falta recorrer el pasado y encontrarse con Unión y Colón al borde de la quiebra, jugando los dos en el ascenso, hasta uno desafiliado de la AFA y otro en Primera C. Despegándose de todo el condimento pasional, con datos certeros de toda la vida futbolística de cada club, se pueden arribar a verdades que tienen que ver más con una realidad histórica. Por ejemplo Unión, desde el año 1967, cuando por primera vez jugó en la máxima categoría del fútbol argentino, tiene seis descensos hasta la actualidad. Esto quiere decir que el descenso no está dentro de lo “anormal”, “raro” o “fuera de lo común” para la institución rojiblanca. Y con respecto a Colón, la tabla histórica de Primera División (todos los puntos sumados en la A) lo muestra al club del barrio Centenario en el puesto 18. Por lo tanto, lo “raro” para el Sabalero sería que pelee el título en todos los torneos, o que salga campeón.

Enojados con razones
El socio y el hincha de Colón manifiesta por estos días todo su enojo con los jugadores y los dirigentes, especialmente en la figura de su presidente, Germán Lerche. El pobre rendimiento futbolístico, los 46 puntos cosechados en la temporada (uno menos que la que se va en el promedio), los problemas económicos de la institución y el escaso acercamiento entre el presidente y la masa societaria son los temas generales que ponen de muy mal humor al colonista.
Cada uno de los motivos está justificado y merece ser eje temático de la dirigencia para intentar mejorar la relación con sus asociados y, por ende, la actualidad en todos los aspectos de la vida sabalera.
Si profundizamos en los motivos de la bronca, nos vamos a encontrar con una campaña general de 46 puntos, 26 alcanzados en el Torneo Inicial y 20 en el Final, saliendo 10º en el primero y 17º en el siguiente. A Colón le convirtieron 30 goles y fue, luego de Unión (31), el equipo más goleado en este último semestre. El hincha tuvo que padecer a un equipo que, a excepción del primer tramo del Inicial y durante la Copa Sudamerica, nunca tuvo un estilo de juego definido. Como producto de ese desempeño, Colón volvió a “comerse” un DT, Roberto Sensini. La llegada de Morant le inyectó buenos resultados en sus primeros cinco partidos como entrenador (llegó a estar en el lote de clasificados para la Sudamericana), pero el rendimiento futbolístico siguió en deuda. Los malos resultados, el peor desempeño y el clásico perdido, fueron las principales razones para que el Flaco pierda posiciones en la carrera de DT.
Los sabaleros cuestionan al presidente Germán Lerche, quien ensayó (sin éxito) la fórmula Batistuta manager.

Además de los motivos futbolísticos (juego y puntos), el estallido de la gente luego del encuentro ante Unión (de local frente a Atlético de Rafaela) tuvo como destinatarios a jugadores que, según los hinchas, cumplieron un ciclo, como es el caso de Diego Pozo, Sebastián Prediger y Moreno y Fabianesi, entre los principales apuntados. Asimismo, Lerche también cosechó insultos, aunque en ese partido no se encontraba en el estadio Brigadier López, sino en Ecuador junto a la delegación Argentina que jugó por las Eliminatorias Sudamericanas. Justamente, ese es uno de los motivos que al socio también lo irrita: los continuos viajes al exterior y a Buenos Aires que hace el máximo responsable de la institución. “Lerche está más pendiente de sus cuestiones en AFA que de Colón”, “Lerche habla con los medios porteños”, “Lerche no le comunica a los socios muchas situaciones confusas que suceden en el club”, “Lerche hace sus propios negocios gracias a Colón”, estas frases y otros insultos que nada tienen que ver con la sana discusión de la vida institucional y deportiva de Colón, se escuchan en la calle, en la cancha y se leen en las redes sociales. La situación de Gigliotti y de otros contratos no está clara, o al menos no se comunicó como es debido. El tema barrasbravas también sigue sin ser tratado con seriedad y Colón continúa dejando entrar a los mismos violentos de siempre. El escenario económico del club es preocupante, pero Lerche tampoco le brinda información detallada a los socios. Mientras tanto, el presidente se aferra a la misma  frase de campaña política: “Lo mejor está por venir”. Por ahora el hincha y socio sabalero sigue esperando “lo mejor” porque, hasta el momento, la aparición de algunos chicos en Primera, un gran estadio o un hotel con campo deportivo (en el que los socios no tienen ningún beneficio) no le alcanza para lograr, al menos, un equipo que despierte serias ilusiones.

Positivo
Lo sobresaliente de Colón en la temporada se puede resumir en cuatro ítems: 1) Emanuel Gigliotti reemplazó de la mejor manera a Esteban Fuertes, hizo 23 goles en 36 partidos que fue titular. Junto a Ignacio Scocco se consagró goleador del Torneo Final con 11 tantos; 2) Ganó el clásico del Torneo Inicial por 2 a 0 y hasta pudo golear; 3) La aparición y consolidación de algunos chicos de las inferiores en Primera División, como los casos de Mugni, Curuchet, Graciano, Luque, Castillo, Bailo, Fernández y Melli; 4) La Reserva se consagró campeón tras golear 4 a 1 a Independiente en la última fecha. 

Números que condenan
Desde está sección de Pausa, cuando todavía el descenso no estaba consumado, hemos analizado los errores que llevaron a Unión a la Primera B Nacional. Hoy, con la temporada finalizada y todos los números en la mano, lo del Tate terminó siendo peor de lo que se preveía en el pasado mes de abril, cuando salía publicada la nota “Camino al precipicio”. El equipo de Sava descendió cinco fechas antes de la finalización de la temporada, salió último en los dos torneos, en el Inicial sumó 7 puntos (no ganó nunca) y en el Final 17; obviamente terminó último en la tabla de la temporada, a 10 puntos del rival más próximo, Tigre (34). Ganó 3 partidos de los 38 que jugó, fue el equipo más goleado, con 64 tantos en su contra, discriminados en 33 del Inicial y 31 del Final.  
El Colorado Sava prometió seguir en el rojiblanco.

Los números que arrojó la campaña que condenó a Unión a volver al ascenso revelan cómo jugó el equipo. Jugó muy mal con Kudelka, repitió con Pumpido, mejoró un poco con Sava, pero jamás se podrá decir que de la mano del Colorado jugó bien. En todo caso, cambió de estrategia, fue más ofensivo y jugó menos mal de lo que lo hacía antes, y en tres o cuatro partidos de 19 jugó bien.

Operativo retorno
Unión pudo tomarse más tiempo para asimilar la caída, los dirigentes contaron con más aire para diagramar el plan de retorno a Primera. Aunque todavía no hay jugadores nuevos para sumarse al plantel que jugará en la B Nacional, Luis Spahn y su gente habrán tomado nota de los errores cometidos y ahora estarán jugando su principal partido, ese se juega a diario contra representantes, dirigentes de otros clubes, grupos de empresarios, técnicos rivales y “personas influyentes” en AFA.
Mientras la plana mayor de Unión busca armar un plantel competitivo, luego del último partido en Primera División, en los vestuarios de Racing, Facundo Sava marcó la cancha: “Hay que reforzar al plantel en todas las líneas”. El plan del Colorado consiste en traer entre siete u ocho jugadores, ya que el 30 de junio finalizan su contrato Alejandro Limia, Martín Perafán, Alejandro Pérez, Bruno Bianchi, Guillermo Cosaro, Matías Donnet, Marcelo Sarmiento, Diego Galván, Damián Lizio y Andrés Franzoia; la posibilidad más firme de continuar en Unión es la del arquero Limia.

Luego de la resignación
El hincha de Unión, que supo resignarse ante tan mala campaña y masticó el camino al descenso con hidalguía, hoy empieza a sacarse la máscara de la caballerosidad con sus dirigentes, el plantel y el cuerpo técnico, y ya comienza a exigir por un equipo competitivo. Dicha exigencia se argumenta desde la sencilla razón de la grandeza que representa Unión en la máxima categoría de ascenso, pero además están las modificaciones que sufrió el torneo en esta nueva temporada. La B Nacional sumará dos nuevos participantes a partir del 3 de agosto. Serán 22 clubes que intentarán conseguir los 3 tres primeros lugares para ascender y lucharán para no caer entre los últimos cuatro peores promedios: hasta este año descendían sólo dos equipos.     
Los nuevos integrantes de la B Nacional son: Unión, Independiente, San Martín de San Juan, Talleres de Córdoba, Villa San Carlos, Brown de Adrogué y Ramón Santamarina de Tandil o Sportivo Belgrano de San Francisco, que definirán el reducido del Argentino este domingo 30 de junio. Algunos de los que esperan con ansias de ascenso son Huracán, Atlético Tucumán, Banfield, Instituto, Gimnasia de Jujuy y hasta Patronato. Teniendo en cuenta este panorama, los hinchas y socios tatengues tienen sobradas razones para exigir un plantel competitivo para afrontar un campeonato que promete ser complejo.


Publicada en Pausa 116, miércoles 26 de junio de 2013

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