Una obra inconclusa, un tercio de la ciudad bajo agua, 158
víctimas y ningún culpable.
Los mapas que pintan a nuestra ciudad bajo el azote del
Salado son conocidos y fueron publicados en difentes medios a pocas semanas de
la catástrofe del 29 de abril.
Esta infografía incorpora varias referencias que aquellos
valiosos mapas poseen. Los utilizamos como fuentes informativas. En marrón
oscuro se ve el cauce del Salado cuando está en su altura habitual y en marrón
claro se pinta la zona inundada, sea por lluvias o por el ingreso del río. No
hay fuentes precisas para representar otras zonas que estuvieron anegadas, como
las del centro norte de la ciudad. También están, en azul y rojo, las trazas de
la avenida Mar Argentino y de la Circunvalación Oeste ,
las dos obras que produjeron el embalse del Salado. Cerca del Hipódromo de Las
Flores la línea roja se corta abruptamente, tal como lo hiciera el terraplén
que sostenía a la
Circunvalación. Ese terraplén nunca fue superado por el río
Salado, que sencillamente fluyó por esa apertura, con letal naturalidad.
La diferencia en este mapa son las cruces.
La inundación de 2003 produjo 158 muertes. Apenas 23 fueron
reconocidas oficialmente; las víctimas faltantes fueron relevadas por la Casa de Derechos Humanos.
Personas que murieron en centros de evacuados, que interrumpieron sus
tratamientos médicos y nunca los pudieron retomar, que jamás tuvieron atención
para los procesos depresivos que las llevaron a entregarse a la tumba. Parejas
donde muere un integrante y, al poco tiempo, el otro perece de tristeza.
Diabéticos infectados por la pestilencia, que no pudieron detener su avance
implacable.
Cada cruz está ubicada en el lugar aproximado en el cual se
produjo una muerte, según el relevamiento del organismo de derechos humanos. No
todos los casos están geolocalizados. La mayor cantidad de víctimas provino de
los barrios más pobres de nuestra ciudad, especialmente los del suroeste, donde
el Salado no fue un manso curso de planicie sino un aluvión imparable.
Cada una de estas cruces tiene un nombre y un apellido. Son
los mismos que se leen todos los 29 abril en la Plaza de Mayo, desde hace 10
años, para reclamar justicia por los ausentes.
Infografía: Juan Curto
Publicada en Pausa #112, miércoles 24 de abril de 2013
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