domingo, 9 de septiembre de 2012

Sin solución y sin techo

ESPECIAL 100 EDICIONES
Con las ocupaciones emergió un viejo problema: la falta de vivienda.
El déficit habitacional se transformó en una molestia constante para el gobierno. Al principio de su gestión, Antonio Bonfatti depositó su norte en “hábitat y energía”. Dijo: “Con el hábitat construimos ciudadanía. La vivienda es la posibilidad de conformar un hogar, la familia y los valores perdidos”.
A la falta de viviendas, se le agregó un problema que resulta una consecuencia directa: las ocupaciones en Santa Rita II y Las Delicias. Pero no terminó allí: Barrio Acería sufrió otras consecuencias al desalojarse un monoblock por peligro de derrumbe.
“Cuando se intrusa un terreno, esa persona está gritando algo. Al propietario, sea público o privado, le molesta esta situación pero detrás, hay un ser humano que está diciendo que quiere un techo para albergar a su familia”, reflexionó Bonfatti.
Ninguno de los conflictos que nacieron tras esa toma encontró solución total hasta ahora.
Las estadísticas basadas en el último censo nacional indican que el déficit habitacional se profundizó. La diferencia matemática negativa en la relación familias-casas se triplicó desde 2001 hasta 2010.
“En palabras del discurso dominante: nos ‘usurparon’ durante décadas el derecho a la vivienda, el derecho al trabajo, el derecho a la educación. La concreción de esos elementales derechos, fue desplazada bajo el techo de ‘lo posible’. La supuesta legitimidad del orden social se prioriza sobre los derechos mas esenciales, que el propio orden no sólo no garantiza, sino que, además, expropia”, dice el Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI), integrantes de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), a través de un documento.
En 2006, la construcción de las 180 viviendas del Plan Federal I en Santa Rita II demandaba una inversión de $ 10.557.016 y contemplaba un plazo de ejecución de 12 meses. Desde entonces, los vecinos pidieron por la urgente entrega de esas viviendas porque “las van a usurpar y las están desmantelando”. También solicitaron tareas de desmalezamiento.
Los vecinos de la zona advirtieron varias veces del robo de chapas y aberturas ya colocadas. Entre 2009 y 2010, el único avance que tuvo la obra fue la construcción de una parte de los desagües pluviales planeados.
En el caso de barrio Acería (un complejo de 372 viviendas, repartidas en 22 edificios, habitado hace 25 años), en la noche del 22 al 23 de junio se incendió un departamento del segundo piso del monoblock 7, por lo que sus 25 residentes se evacuaron. Los departamentos del Fonavi Acería se estrenaron en 1987, pero la mayoría de sus residentes no viven allí desde entonces: las ventas se sucedieron a medida que el hábitat se revelaba como imposible. No hay gas natural, no hay cloaca ni buena agua de red: se contamina en las cañerías y en los tanques, que resisten enclenques. La mampostería se cae, hay rajaduras y problemas en el sistema eléctrico. En suma, todo el complejo es casi inhabitable.
Es incierto el final de los conflictos por el techo, que más impactan en los más desfavorecidos. La crisis habitacional demanda de medidas contundentes que transformen un horizonte muy complicado.

Debate por la construcción en altura
Las reuniones entre vecinos y funcionarios avivaron el debate por la altura de las torres en barrio Candioti y hasta tuvieron incidencia en barrio Roma. Para los vecinos, el tema no está cerrado. En sus discusiones se plantearon interrogantes acerca de dónde empiezan y terminan los intereses inmobiliarios y vecinales, pero hasta ahora están muy lejos de responderse.
Igualmente, la movida de los habitantes de Candioti para que su lugar no se modifique agresivamente, tras la invasión de empresas inmobiliarias y constructoras que pretenden hacer edificios de altura, sigue dando frutos.
Hace apenas algunos años comenzaron a reunirse con los concejales y los integrantes del Ejecutivo para explicar que su objetivo es mantener la fisonomía del barrio y no sufrir la irrupción de las moles de cemento que alteran de pie a cabeza el actual panorama. Las palabras más repetidas en estos encuentros son “Reglamento de Ordenamiento Urbano”: la norma que es el centro de la disputa.

DICEN LOS LECTORES

Como dijo la más lúcida de las constitucionalistas argentinas: “Donde existe una necesidad, nace un derecho” y como dicen los grupos que trabajan en el acceso a la vivienda “Mientras habitar sea un privilegio, ocupar será un derecho”.
Domingo Rondina

La esencia de las ciudades son los hogares. Si se deja de lado la importancia de las casas en la conformación de las ciudades y se priorizan los dispositivos urbanos (casinos, peatonales comerciales, paseos, estaciones transformadas), se construye una ciudad vacía. Sin hogares no hay casas, y sin casas no hay ciudad.
Lucio Humos

Publicada en Pausa #100, miércoles 29 de agosto de 2012

1 comentario:

Lucio Humos dijo...

Muchas Gracias.