viernes, 3 de agosto de 2012

Espaldas felices


El América avanza en la renovación de su parque de butacas.

Por Guillermo Arch (*)

Una de las formas más cómodas de comenzar una nota tal vez sea a través de una discusión, aclaración o definición –para alimentar el ego del autor– etimológica. Aquí lo haremos por dos razones: por comodidad –¡cuac!– y por lo extraño del caso.
A uno le sorprende, entonces, hacer una pequeña investigación en Internet sobre la palabra “butaca” y descubrir que ese objeto que nos recibe el cuerpo desde siempre en las salas de cine responde a una voz indígena de los originarios de Cumaná, provincia de Venezuela. Así reza el Diccionario de la Real Academia: butaca: del cumagoto, putaca, asiento f. Silla de brazos con el respaldo inclinado hacia atrás...
Así que, siguiendo con las renovaciones que se están haciendo en la tribu, vamos a hablar del cambio de butacas de la sala de Cine Club Santa Fe, el América, templo ecuménico del séptimo arte en proceso de ser dado vuelta como una media.
Desde que asumió la nueva Comisión Directiva –septiembre de 2011– la preocupación fue cómo llegar a los 60 años de Cine Club –24 de mayo de 2013– con la sala, si bien no puesta a nuevo, cumpliendo con los estándares de proyección, sonido y confort acordes a los tiempos que corren.
En una vista de conjunto todo era posible: cambiar el sonido, las alfombras, las luces, mejorar la proyección, pedir subsidios, todo era posible por etapas, juntando de a poco y haciendo. Todo menos un rubro en el cual los costos se hacían difíciles para la modesta escala de nuestra economía, y ese rubro era el de la renovación del parque de butacas.


Las originales
Recordemos un poco que las butacas son las originales de cuando se abrió el cine allá por el año 1978 –no sabemos si al momento de instalarlas se compraron nuevas o vienen de más atrás– y solo se las retapizó en oportunidad de ser espacio INCAA en el 2004. El cambio alcanzó apenas a las que corresponden a la platea baja, lo que le da ese ¡espléndido! bicolor azul-marrón a nuestra sala en la actualidad.
Pasaron 34 años y varias vueltas a la tierra de metrajes proyectados, las pobres ya piden la posta.


El frente del templo ecuménico del cine

En estas condiciones, y con la experiencia de la campaña para renovar la pantalla, decidimos utilizar todos los recursos para lograr la patriada. Primero que nada, se convocó a los socios a formar una subcomisión para estudiar el tema y ver cómo juntar fondos, buscar los presupuestos, tirar ideas. De allí salió la propuesta de hacer una campaña de cuatro meses de venta de bonos contribución, si salía bien y con un poco de recursos propios podríamos por lo menos cambiar las butacas de la planta baja. Hoy que nos encontramos promediando la campaña, no podíamos prever que la solidaridad de tanta gente e instituciones nos permitan pensar en la renovación total del parque de butacas.
Pero si uno va a la sala del América las butacas aún no están, así que veamos en qué consiste todo: la campaña de venta de bonos se extiende hasta el 27 de septiembre, día del cine santafesino; los bonos cuestan la módica suma de $50 y se los puede adquirir en la boletería del América. Es más, si usted es socio, puede pedir un talonario de 5 bonos para vender. También se aceptan donaciones, ya que una butaca nueva cuesta alrededor de $650.
Al día de hoy, podemos decir que ya tenemos recaudada la mitad de lo que necesitábamos para la parte de abajo (que tiene 256 butacas de un total de 400 con la platea alta en el cine) y que es inminente el contrato con la empresa que las construye (que a propósito, es de la ciudad de Alcorta, aquí en nuestra provincia). Pero lo que nos sorprende gratamente es que la mayor parte de esos recursos corresponden a donaciones hechas por instituciones y particulares que se enteraron de la campaña. Por su parte, la Municipalidad comprometió la donación de 50 butacas.
En fin, probablemente se pueda cambiar todo el parque. Aquí van algunos de los cambios que experimentará la sala. En primer lugar, las butacas serán más anchas y habrá dos menos por fila. En segundo lugar se incorporan butacas para obesos, en cumplimiento de la ordenanza recientemente aprobada. Tercero: habrá butacas con respaldar bajo para la planta baja y alto para la platea alta, ya que lo permite por su pendiente.
Bien, amigo socio o futuro socio, si hoy se da una vuelta por el América lo va a recibir en el hall una butaca de muestra que podrá probar junto al Butacómetro, que señala el avance en la campaña; podrá comprar bonos o realizar una donación... Y si la cosa no decae –¡avemariapurísima!– en unos meses la tribu tendrá los sitiales que corresponden.

(*) Presidente del Cine Club Santa Fe

Publicado en Pausa #98, miércoles 25 de julio de 2012.

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