martes, 14 de octubre de 2014

Cobijo para mantener la esperanza

La Fundación Mateo Esquivo de ayuda al niño con cáncer estrenó edificio a metros del Hospital Orlando Alassia. Eventos solidarios y una enorme suma de voluntades, las claves.


La esquina de Salta y Lamadrid cambió para siempre: tras casi un año de obras, a comienzos de septiembre se inauguró la sede alojamiento de la Fundación Mateo Esquivo, que tiene como misión brindar contención económica, social y psicológica a niños diagnosticados con una enfermedad oncológica y sus familias. La moderna obra es singular por su alegre colorido exterior. Su interior también es acogedor y la vista al patio interno, lleno de verde, invita a la larga contemplación.
La fundación, presidida por Diego Esquivo, debe su nombre a Mateo Esquivo, un niño que padeció un infrecuente tipo de cáncer pediátrico llamado linfoma no-Hodgkin de células T. Debido a la complejidad de la enfermedad, su familia consultó en varios centros de salud hasta lograr el diagnóstico en el Hospital Austral de Buenos Aires. Mateo falleció en febrero de 2008, durante su tratamiento, antes de cumplir los tres años. En su memoria, los padres decidieron crear una fundación con el fin de sumar esfuerzos que contribuyan a ayudar a los niños con cáncer en la ciudad de Santa Fe y zona. Desde la ONG apuntaron que “se debe entender que el fin primordial es que se respete el tratamiento, la lucha, la dignidad y los derechos del niño que padece una enfermedad”.
Se calcula que cada año, más de 250.000 niños en todo el mundo son diagnosticados con cáncer y casi el 30% muere a causa de la enfermedad. Asombra e indigna conocer un dato revelador: el 70% de los cánceres infantiles son curables. El cáncer en adultos se ha beneficiado con el descubrimiento de nuevos tipos de terapia dirigida de fármacos, no obstante el desarrollo para el cáncer infantil se ha quedado atrás y los niños continúan recibiendo tratamientos con medicación que fue descubierta hace más de 30 años. Además, el problema de los países en desarrollo radica en que muchos niños no sobreviven por la falta de medicamentos, tratamiento y  atención.

Llegar a los objetivos
Para concretar sus objetivos, la Fundación Mateo Esquivo recauda y administra fondos y donaciones cedidos por personas, empresas e instituciones públicas y privadas, y concreta verificaciones y controles para que se destinen correctamente a través de vinculaciones con centros de salud públicos y privados u otras instituciones dedicadas a fines similares. La organización también se propone desarrollar la permanente actualización de los recursos médicos, tecnológicos y edilicios que estén orientados a lograr el mejor resultado de los tratamientos aplicados a pacientes oncológicos.
Además de solventar los gastos mediante el aporte de socios, la fundación realiza diversos eventos solidarios. “El más importante es la cena de gala, a la que asisten todas las empresas y particulares que nos apoyan. Allí se recauda mucho dinero. Este año se realizará el 11 de noviembre y será la sexta edición. También realizamos dos bingos y nos fue muy bien, asistieron familias enteras. Fueron eventos muy lindos, que convocaron a más de 300 personas”, contaron desde la administración. Asimismo, todos los 15 de febrero se conmemora el Día Internacional del Cáncer de la niñez y la Fundación Mateo Esquivo, como miembro de la Confederación Internacional de Organizaciones de Padres de Niños con Cáncer, organiza una suelta de globos por la esperanza.
Al momento de la inauguración del espacio propio, los miembros de la entidad señalaron: “Después de mucho tiempo de proyectar, pensar y ejecutar, llegamos al final de la construcción de nuestra sede alojamiento. Mucho tiempo pasó desde 2008: casi al mismo tiempo que nacíamos como fundación, dábamos los primeros pasos solicitándole a la Provincia la donación del terreno donde hoy se levanta la obra. Luego vinieron años de mucho trabajo, de diseño, de generar ideas, de recorrer un sinfín de escritorios y organizar muchos eventos con el fin de obtener los fondos necesarios para llevar adelante el proyecto. Hoy, los niños con cáncer de nuestra región cuentan con un hermoso y preparado ámbito para alojarse mientras realicen sus tratamientos. Ellos serán los verdaderos jueces de esta obra. Pusimos lo mejor de nosotros para concretarlo”.

Voluntades en marcha
Melina Perren es una pieza fundamental de la Fundación Mateo Esquivo ya que se desempeña como acompañante de los niños y sus familias durante la estadía. Consultada por Pausa, contó que “al tener sede una propia que concentra todo el trabajo, ahora podemos ampliar los horarios de atención y mejorar la atención. Si bien todavía no tuvimos pacientes alojados en el nuevo edificio, ofrecemos el espacio a los chicos junto a un acompañante que no tenga donde quedarse los días entre quimioterapia o que viva en la ciudad pero no cuente con las condiciones apropiadas en sus propio hogar. Acá tienen habitaciones privadas y lo más importante es que pueden ocupar bien su tiempo, como si estuvieran en sus casas. Nosotros acudimos con ayuda social y económica una vez que el Estado no pudo hacerse cargo. De todos modos primero tratamos de agotar las instancias para que sean ellos quienes ayuden en primer término”. En este sentido, la asistente destacó que “en sus comienzos, la fundación ayudó a profesionales del Hospital de Niños brindando becas y aportando material. Actualmente tenemos una relación fluida y fundamental con los asistentes sociales y médicos, de lo contrario no podríamos hacer nuestra labor”.
En apenas seis años, la Fundación Mateo Esquivo hizo realidad un sueño: el espacio que le da cobijo a niños y familias en tratamiento. Fotos: Pablo Bertoldi

Acerca de la labor cotidiana en la fundación, Melina expresó: “A diario estoy junto a Romina, que trabaja en el área administrativa, y Claudio, el encargado del edificio, pero aquí trabaja un gran equipo de personas, la mayoría voluntarios. Todos se hacen un tiempito para poder colaborar de alguna manera: al momento de ayudar a una familia o recaudar fondos contamos con un grupo enorme dispuesto a dar una mano. Toda la ayuda externa es bienvenida, de hecho esta sede es la prueba ya que se concretó gracias al aporte de muchas personas y empresas. Es bueno saber que la sociedad confía en lo que hace la fundación”.
Hasta la fecha, unos 60 niños que fueron atendidos en el área de Oncología del Hospital de Niños tomaron contacto con la Fundación Mateo Esquivo. “Una vez que los tratamientos terminan, las familias quedan en contacto con la fundación. Para cada fiesta que organizamos, llamo a cada uno de los chicos que pasaron por acá. Algunos que vinieron a los seis años, ahora tienen doce y siempre están presentes”, dijo Melina.
Interrogada por su trabajo, la joven aseveró: “No voy a negar que es un trabajo duro pero también tiene su parte linda y muy gratificante. Se trata de hacer todo lo que se puede con las herramientas que tenemos. Si ponemos todo en la balanza, siempre pesa más haber podido ayudar en algo. Éste es un trabajo llenador”.

Sede propia en tiempo récord
El terreno donde se alza el edificio de la Fundación Mateo Esquivo, ubicado detrás del Hospital de Niños Orlando Alassia y a escasos metros de la Casita de las Madres, fue cedido a ese fin por el gobierno provincial.
Los trabajos de construcción comenzaron en septiembre de 2013 y concluyeron en menos de un año. La obra, dirigida por el arquitecto Víctor Grimaldi con el apoyo de un grupo de estudiantes de arquitectura que trabajó ad honorem, supera los mil metros cuadrados y es única en su tipo en todo el país. Para su ejecución, el Ministerio de Salud de la Nación otorgó un subsidio de 1,5 millones de pesos y el municipio santafesino brindó apoyo logístico y ayudó con las tareas de arbolado. El resto del monto total de la obra fue donado por el gobierno provincial, empresas y particulares, en forma directa o a través de los eventos realizados por la fundación.
La inversión total, que abarca desde la construcción hasta el equipamiento completo de todos los espacios, fue de ocho millones de pesos. La sede cuenta con ocho habitaciones con baño privado, una de las cuales está destinada a un médico que reside en la fundación. “De lunes a viernes vive en la fundación un especialista en oncología oriundo de Rosario que atiende en el hospital. Antes le pagábamos el hotel y ahora lo tenemos acá por la tarde”, comentó Perren. Completan el espacio una gran cocina comedor, un lavadero, el área administrativa en la planta alta y el salón de usos múltiples con juegos y sala de espera, donde podrán quedarse aquellas familias que tengan dos turnos médicos en un mismo día, con tiempo en el medio.

Dale vida a tus libros

Impulsando la consigna “No permitas que tus cuentos se conviertan en adorno, muchos chicos desean abrirlos y revisar sus historias”, la Fundación Mateo Esquivo lanzó una campaña para recaudar libros de cuentos con el objetivo de llenar los estantes de la sala de juegos y lectura. Las donaciones se reciben en Salta 4201 de 8 a 18 hs.

En Pausa #143, miércoles 8 de octubre de 2014. Pedí tu ejemplar en estos kioscos.

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