miércoles, 8 de enero de 2014

El Birri triunfó en la batalla del comodato

EDICIÓN ANUARIO 2013
Tras meses de arduas negociaciones, el Centro Cultural continuará funcionando en la Estación Mitre.

Quizá fue un error de cálculo político, quizá fue un exceso prepotente, quizá fue desconocimiento autista, quizá fue simple desprecio, o quizá fueron todas esas cosas juntas. Lo cierto es que el 15 de febrero irrumpieron violentamente en el Centro Cultural y Social El Birri un grupo de funcionarios municipales y de policías, que parecían actuar bajo las órdenes del subsecretario de Seguridad Rubén Montenotte, a la cabeza del procedimiento. El resultado: puertas tabicadas, la destrucción de varios elementos del Centro Cultural, la detención de integrantes de El Birri y la rescisión anticipada y unilateral del contrato de comodato que vinculaba a El Birri y la Municipalidad en el usufructo del inmueble; un desalojo de facto. El justificativo: la “puesta en valor” del edificio de la vieja estación del Ferrocarril Mitre. La reacción: una arremolinada movilización de todas las organizaciones sociales y territoriales de la ciudad y de cientos de figuras del campo artístico, junto a un furor de noticias y videos en las redes sociales, que lograron torcer el planteo oficial de los hechos que se iba diseminando en los medios afines.
Apenas seis días después, tres cuadras de movilización siguieron a una vanguardia de picantes tambores, payasos y pendones de rojo hasta el frente de la Municipalidad, en lo que sería una de las demostraciones callejeras más importantes y numerosas desde que se iniciara la gestión radical. Con el tiempo, la hoy electa concejala oficialista Adriana Molina reconocería que la acción en El Birri fue el mayor error de la gestión. Recién el 25 de octubre, el municipio y la Asociación Civil firmarían un nuevo contrato de comodato, con mejores condiciones que el anterior, para El Birri, en términos de duración (15 años) y de gestión de los espacios, y con la promesa firmada de la puesta en marcha de una Mesa de Gestión Conjunta para la refacción del edificio que los alberga, a cargo presupuestario del Ejecutivo local. 
La movilización al municipio marcó un antes y un después: El Birri se hizo sentir, resistió en la Estacion Mitre y se plantó con su propuesta.

“Los que estuvieron acá son todos los espacios en lucha: estudiantiles, laburantes, de los barrios... Una gran construcción de poder popular en la ciudad. Uno puede ser consciente de que se está construyendo poder, pero hasta que no lo pone a prueba realmente no tiene la certeza. Aprendimos que lo que estamos haciendo vale: esto fue una gran reafirmación”, explicó Manuel Venturini, un integrante de El Birri, respecto de las causas que desencadenaron semejante respuesta popular.
Por el Centro Cultural no sólo pasaron la mayoría de los artistas de la ciudad; los frescos ambientes de la Mitre son también la sede de múltiples reuniones, asambleas, plenarios y jornadas de los colectivos políticos y territoriales locales, sobre todo los juveniles. En franco ascenso durante los últimos años, como reflejamos en las páginas de Pausa, organizaciones como Revuelta, El Cuco o Madreselva desarrollan allí sus actividades, junto a los vecinos de San Lorenzo, Santa Rosa, Chalet y El Arenal –próximos al Centro Cultural– y a los nucleamientos más ligados a El Birri, como los arquitectos de la Cooperativa Enobra, una cooperativa textil integrada por habitantes de San Lorenzo, el Colectivo Editorial 4ojos, la revista barrial El Surco del Oeste –escrita por jóvenes de San Lorenzo de entre 15 a 20 años– el Centro de Documentación y Estudios Sociales Rojo y Negro, el grupo local de la Asociación de Documentalistas Argentinos, el Grupo de Teatro Comunitario De Tripa Corazón, el reconocido Grupo de Teatro Infantil La Gorda Azul, la Comparsa de Candombe Cambá Nambí –eje en la última década de la corriente musical afrolatina que hoy florece en la ciudad–, la Escuela de Carnaval y su comparsa La Birrilata y varios talleres de música, teatro y circo, para todas las edades.
“Por 100 años más de cultura popular” fue la consigna que enarbolaron durante los meses de lucha. Figuras como León Gieco o Raly Barrionuevo se fotografiaron con el lema, mientras que los correos electrónicos del mismísimo Fernando Birri fueron un aliento indispensable en los meses de lucha. Así, los movimientos sociales santafesinos marcaron su primera gran huella pública.

Publicada en Pausa #128, miércoles 18 de diciembre de 2013
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