jueves, 28 de octubre de 2010

Del odio

Los editorialistas de la radio, tv y prensa hablan de la muerte de un verdadero psicópata, que por su psicopatía reventó.
Haciendo psicologismo berreta, reflexionan sobre una personalidad violenta, un político rencoroso y despiadado que entregó su vida a su locura. Eso les alcanza para explicar todo, eso les alcanza para hablar de inestabilidad institucional.
No es que sean brutos, incapaces de hacer una lectura política real. O una revisión histórica con algo de sustancia.
Esta es la lectura política que proponen: fragilidad subjetiva, riesgo de la democracia.


Conozca a la transtornada


Ya hacen sus operaciones sobre el cuerpo caliente.


E. Tenenbaum dijo que ahora la cosa estaba peor para el periodismo que cuando cocinaron a Cabezas.
¿Cómo está ahora Majul, el perseguido?


Sin embargo, cualquier manual psicoberreta primero preguntaría ¿cuánta violencia recibió ese cuerpo?


El nazi que impulsó una Corte Suprema que por primera vez no se doblega al Ejecutivo

El odio, una impugnación viscosa y constante (se dejaba pasar como si nada, casi como chiste, los deseos de muerte que muchos, muchos políticos de talla nacional expresaron repetida y abiertamente) parece que nada hicieron sobre ese tipo.

El escarnio público continuado sobre esa figura llegó a subsumir y absorber toda crítica legítima o toda denuncia trascendente. Ni siquiera es una opinión: basta hojear los diarios de los últimos años para comprobarlo. Basta observar cómo se cubre hoy la noticia para verificarlo.

El torrente de descalificaciones sobre el muerto superó cualquier otro que haya recibido un presidente de este período de democracia plena.


¿Le habrá pegado a alguno de los Fernández? ¿Con qué objetos?

Foto estilo psiquiatría del siglo XIX.

Hace tiempo publicamos algo sobre el violento miedo de estos cuervos. El slogan clásico revela su efectividad explicativa: un burgués asustado siempre puede volverse un fascista violento. En esta nota se escribió:


"Hoy. La voz dice que tiene miedo y que está acosada. Expuso su temor a la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados de la Nación. Allí Gustavo Sylvestre afirmó sobre unos afiches anónimos de repudio personalizado: “Ya hemos pasado por esto cuando estaba la Triple A”. Marcelo Bonelli dijo: “Todos sabemos cómo empieza esto, pero no cómo termina”, a lo que Joaquín Morales Solá iluminó: “No nos van a callar, aun si esta saga tiene que terminar con un muerto”, ya que el contexto actual implica “un clima de incitación a la violencia y al homicidio”.

Sabemos del botox y de las carteras caras. De su marido como su chirolita, hoy un Führer que todo lo maneja. De cómo se gritaban y cagaban a trompadas, sobre todo cuando ella tuvo calenturas con funcionarios de Gabinete. Tuvo ataques depresivos y pensó en renunciar; además es una medicada esquizofrénica bipolar. Forma parte de la asociación ilícita más corrupta de la historia. Ignora todo sobre todos los temas: el campo y la seguridad, en la punta. Organizó con Kirchner escuadrones de pistoleros para atacar ruralistas, utilizando el modelo ya vigente en la Tupac Amaru. Con la caja someten a todos los gobernadores, diputados, senadores, sindicalistas, intendentes, dirigentes sociales y ¡habitantes del conurbano bonaerense en general! Y tienen un ejército de cibermilitantes como Hugo Chávez, el único amigo de una Argentina aislada totalmente del mundo…

La lista puede continuar. Quienes tienen “miedo” hicieron ese listado: la prueba misma de todo lo que es posible decir sobre “la pareja presidencial”. Y por derogación de una ley, hoy la calumnia y la injuria sólo son una cuestión de discusión pública. En la misma línea argumental: en este “clima dictatorial de aprietes” todavía no se ha registrado una acción organizada de represión policial del Estado a la protesta social de calibre cercano al del clima de los 90 o, más cerca, a la fecha de la muertes de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán (detonantes del fin del gobierno de Duhalde). Más de 100 días estuvieron cortadas las rutas de la zona agropecuaria por ruralistas que en repetidas ocasiones afirmaron estar armados y que ejercieron puntualmente el poder de policía con requisas a camiones de carga; la respuesta de fuerza del Estado ni remotamente fue comparable con el sabor amargo de una represión en el puente de Corrientes à la “Freddy” Storani. Y la acción de la Triple A corresponde, en todo caso y usando más rectamente la palabra, a la ejecución de José Luis Cabezas."


Es sabido que nadie se podría acercar a estos tipos si no es por plata,
como también es sabido que sólo pueden usar a quienes se le acerquen

Incapaces de pensar desde otro lugar, de poder pararse un momento al menos, este momento al menos, en otro lugar, siguen hablando, escribiendo, reporteando desde la misma posición. Esa posición, ese odio, les habla en su oreja, y repiten. En el manual de lo psicoberreta que usan para sus atildadas opiniones, no pueden leer algo elemental para quienes piensan así: todo el mal que se proyecta sobre alguien puede, justamente, hacerle mal.

En verdad, esa "prensa libre" es absolutamente incapaz de al menos enmascarar cómo la hiel se le escapa por la comisura, de ocultar cómo los colmillos se les salen por la boca.

Se dicen libres porque están absolutamente incapacitados, liberados, de pensar reflexivamente en su discurso y sus efectos. En su violencia vestida de equilibrio y mesura.


Al presidente que se le animó a los dictadores, Noticias lo puso en el traje de Pinochet







1 comentario:

lucy in the sky dijo...

Todo esto sucede porque es una oposición fragmentada completamente famélica de argumentos, por eso recurren a este tipo de chicanas políticas.
Lindo blog!