Un nuevo aumento del agua desnuda poca inversión y oídos
sordos a los reclamos.
Aguas Santafesinas SA (ASSA) solicitó un nuevo aumento
tarifario, en este caso del 42%, aplicable en un 21% en el bimestre
septiembre-octubre y en igual porcentaje en el período noviembre- diciembre. La
experiencia indica que sería inminente la respuesta afirmativa del Ministerio
de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, y con ella el quinto incremento
en cinco años, en un servicio que está lejos de cubrir las expectativas de los
usuarios.
El pedido fue concretado a principios de julio, por lo que
el Ente Regulador de Servicios Sanitarios convocó a audiencias públicas, que se
realizaron el 22 de ese mes en Rosario, el 24 en esta capital y el 29 en
Reconquista. Resta que ese organismo emita su dictamen, tras lo cual la
mencionada cartera deberá tomar la decisión correspondiente. No obstante,
ninguna de las dos instancias anteriores tiene carácter vinculante, por lo que
Antonio Ciancio puede pasar por alto sus conclusiones; así lo viene haciendo en
las últimas tres oportunidades.
Oídos sordos
En las audiencias públicas celebradas en 2010, 2011 y 2013,
la oposición a las subas en las boletas del agua por parte de asociaciones
vecinales, entidades de defensa al consumidor, legisladores y ciudadanos en
general, fue unánime. Contrariamente, en todas esas oportunidades el Enress
consideró procedente la actualización de las tarifas, haciendo suyo el
argumento de ASSA acerca de la necesidad de cubrir parcialmente los costos
operativos del servicio, desfasados en relación a la facturación real. No
obstante, el Ente siempre planteó aumentos inferiores a los solicitados por la
empresa.
Por otra parte, tanto los actores intervinientes en esas
instancias públicas como los sucesivos directorios del organismo autárquico han
coincidido sucesiva y reiteradamente en dos puntos: 1) que, en caso de darse
los incrementos, debía exigirse a la empresa planes de obras con metas y plazos
a cumplimentar y controlar; 2) que era
indispensable avanzar en la micromedición: que ASSA debía colocar medidores de
forma tal que, de una vez por todas, quienes más consumieran más pagaran. El
Ministerio jamás obligó a estas condiciones a la empresa, sólo se limitó a
conceder las subas una y otra vez. Así, queda evidenciado que, para la cartera
conducida por Ciancio, las audiencias no son más que una puesta en escena para
habilitar la catarsis de clientes disconformes y el Enress un conjunto de
técnicos pagados por la
Provincia para vociferar sus conocimientos en el vacío
mismo.
Como resultado, y a modo de ejemplo, los usuarios del rango
tarifario 3 de Aguas (vecinos con domicilios cuyos metros cuadrados acusan
clase media) vienen pagando, desde 2009 a esta parte, incrementos acumulados
del 407%, que podrían llegar al 578% si se concreta la suba pedida ahora por
ASSA (ver recuadro). En el cálculo está adherido el incremento del 29% de 2009,
cuando el Enress aún no tenía intervención.
Adelanto oficial
Al cierre de esta edición, el Ente Regulador no ha emitido
su resolución sobre el aumento solicitado por Aguas Santafesinas. Obviamente,
tampoco lo había hecho para el 29 de julio pasado, cuando Ciancio ya dejó clara
su posición al respecto. Esa misma tarde se llevaría a cabo la audiencia en
Reconquista. Sin embargo, por la mañana el funcionario adelantó a la prensa:
“no es grato actualizar tarifas, pero es una situación indefectible que debe
darse por las condiciones del mercado y porque los insumos que adquirimos así
lo determinan. En algún momento se tuvo la idea de que no había que aumentar: a
esa idea la vamos a tener que pagar todos ahora, retrospectivamente”.
Conjuntamente a su irrespeto por la opinión de los
reconquistences, aún ni siquiera expresada —y a la de todos los participantes
de las audiencias anteriores, claramente contraria al incremento—, el
funcionario manifestó también su desinterés por arribar a una justicia
tarifaria. “El tema de los medidores es una excusa que viene bien para el
discurso pero que desde el punto de vista efectivo no es tan importante”,
afirmó, aunque aclaró: “nosotros hemos colocado 150 mil medidores, sobre 600 y
pico de mil, y este años vamos a ir por 22 mil más. Es una inversión muy grande
y uno tiene que decidir porque los presupuestos no son infinitos”. Claramente,
no lo son. Pero infinitos, sí, parecen ser los incrementos de una empresa que
no logra compensar sus costos, ni conformar a sus usuarios, ni proponerles
obras o mecanismos para cobrarles lo que equitativamente deben pagar.
Reparto de aguas
En la provincia, ASSA presta el servicio de agua y cloacas a
15 distritos, mientras que hay 344 pequeños prestadores (municipalidades,
comunas y pequeñas cooperativas) que cubren 269 servicios de agua, 83 servicios
de agua y cloacas y 1 servicio sólo de cloacas. Con cada aumento solicitado por
ASSA surgen pedidos, fundamentalmente de legisladores de la oposición,
exigiendo una mayor partida presupuestaria para la empresa madre, ya que según
los números que ellos manejan, los recursos destinados por el gobierno vienen
decayendo en los últimos seis años. El
Ministerio de Aguas, además de negar esa merma, insiste en que no es justo que
la inmensa mayoría de las localidades del interior contribuya a la provisión
del esencial líquido en los distritos, de por sí, más favorecidos.
Lo que el Ejecutivo no dice es que en los mencionados 15
distritos están concentrados dos tercios de la población: 2 millones 100 mil
santafesinos son provistos por ASSA, y el millón 100 mil usuarios restantes,
por los demás 344 prestadores.
En Pausa #139, miércoles 13 de agosto de 2014. Pedí tu
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