miércoles, 31 de agosto de 2011

Binner va por la primera minoría

Pasadas las internas nacionales, el gobernador santafesino apuesta a captar el voto de los radicales desilusionados con Ricardo Alfonsín. Se vislumbran nuevos liderazgos.

Por Ezequiel Nieva

En el año de las reelecciones, Cristina Fernández de Kirchner se encamina a lograr la mitad más uno; con sólo repetir la performance del 14 de agosto, la presidenta inaugurará una nueva era política. Si tracciona su caudal de votos a las listas de diputados nacionales, tendrá la posibilidad de iniciar su segundo mandato con mayoría absoluta en el Congreso Nacional, si cuenta como tropa propia los aliados extra-PJ, como el Nuevo Encuentro de Martín Sabbatella. Del tendal de heridos que dejó el debut nacional del sistema de internas abiertas, simultáneas y obligatorias, la figura de Hermes Binner se abre por ser el único candidato –descontando a Cristina– que tuvo motivos para festejar en la noche del 14 de agosto: aunque cuarto, terminó muy cerca de Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde y se encamina a pelear por el segundo puesto el 23 de octubre.
La posibilidad de que el kirchnerismo pase de primera minoría a mayoría –en el Congreso– está a la vuelta de la esquina. Si la presidenta logra triunfar con sus listas legislativas, podrá iniciar en diciembre una gestión que se presentará con menos sobresaltos, desde el punto de vista político, que su actual primer mandato: el Grupo A es apenas un recuerdo lejano, el Peronismo Federal arañó los 20 puntos –si se suman los votos de Duhalde a los de Alberto Rodríguez Saá–, el radicalismo no pudo demostrar un proyecto de gobierno alternativo –ni siquiera ofreció una propuesta electoral coordinada– y el resto de las fuerzas, a excepción del debutante Frente Amplio Progresista –armado en torno a la experiencia de socialismo provincial–, perdió terreno respecto de las elecciones de 2009 e incluso de las presidenciales de 2007. Fuera de pista por decisión propia, el jefe de gobierno porteño Mauricio Macri asoma como el líder de un todavía disperso polo opositor de derecha; Binner se ilusiona con encabezar otro polo, volcado hacia la centroizquierda.
La posibilidad concreta de dominar el Congreso y la diferencia de 38 puntos lograda en las primarias –que en el kirchnerismo, especulan, pueden mantenerse en octubre aún pese a un eventual crecimiento de Binner a costa de los votantes radicales desilusionados con Alfonsín– se debe atribuir al doble mérito de la presidenta: primero capeó la tormenta tras las elecciones de 2009; luego supo contener al partido –al tiempo que, por errores propios, el Peronismo Federal se desarticulaba hasta la atomización–, a los movimientos sindicales y sociales que apoyan el proceso iniciado en 2003 y a sus aliados políticos. Los más de 10 millones de votos de Cristina reavivaron el concepto de transversalidad instalado por Néstor Kirchner en la primera mitad de su gestión: ganó 23 de los 24 distritos y la votaron todos los sectores sociales.

Alternativa no populista
El sociólogo Artemio López, de la consultora Equis, definió como un “urnazo” el resultado del 14 de agosto. En una entrevista publicada el domingo 21 en La Capital de Rosario, el encuestador analizó además la elección de Binner: “Fue buena, se desplegó nacionalmente, quedó casi en situación de triple empate con Duhalde y Alfonsín, incluso manteniendo un 40% de desconocimiento a nivel nacional. Lo veo en condiciones se continuar captando votos de Alfonsín, que puede continuar cayendo”, sostuvo el titular de la consultora Equis.
—Si Binner queda segundo, ¿nace un nuevo mapa político?
—Sí. Hay que decir que lo más importante que sucede es que Cristina pasó a expresar no ya la primera minoría sino la mayoría. Y que, a una distancia que podría ser de 35 puntos, más o menos, aparecería Binner: una alternativa interesante de acumulación no populista.
—Además de no populista, ¿cómo define al espacio que encabeza Binner?
—Diría republicanismo, liberal democrático, en el sentido positivo de la palabra, con elementos de centroizquierda. Se trata de una decisión política de construir una alternativa distinta, una construcción diferente a la del populismo, que por ejemplo, a diferencia del espacio de Binner, no podría ser pensado sin la presencia activa del movimiento obrero. Binner tiene alianza con una parte pequeña de la CTA; esa es toda su inserción en el mundo laboral.
—Sin embargo se mostró con Hugo Moyano días antes de las elecciones.
—Claro. Y estuvo muy bien. Incluso baila y también canta. A medida que perciba que va creciendo va a ir tomando cada vez más ese tipo de decisiones, pero no digo con esto que se haga peronista.


El enojo radical
Si bien la mirada de Artemio López sobre la relación entre la UCR y el socialismo ancla más en el escenario nacional que en el provincial, es interesante recordar las primeras reacciones del radicalismo local cuando se conocieron los números del 14 de agosto. El primer candidato de la lista de diputados nacionales, Federico Pezz, se manifestó dolido y deslizó que la mala performance de Alfonsín se debió, en parte, al hecho de que Binner se haya lanzado al ruedo a través del Frente Amplio Progresista. “Binner no era una alternativa válida a nivel nacional y lo único que hizo fue debilitar a toda la oposición en función de los intereses K”, opinó el senador por General Obligado.
“Binner no pudo ganar ni siquiera en su provincia”, remarcó Pezz, quien venció en la interna legislativa de la UCR a la lista liderada por Julio Genesini. El senador agradeció a la dirigencia del partido y a los militantes por haber sumado sus esfuerzos en la interna y añadió que “defendieron las banderas del radicalismo”, en clara alusión al otro sector interno –el Movimiento de Acción Radical, capitaneado por el vicegobernador electo Jorge Henn, por el diputado provincial Santiago Mascheroni y por el propio Genesini–, que en las elecciones provinciales apoyó al candidato del gobernador Binner, Antonio Bonfatti.
Pezz reconoció: “El resultado no es el que esperábamos; eso nos invita a redoblar los esfuerzos porque el electorado nos pone en el lugar de ser la primera minoría como la opción opositora más fuerte, para poder seguir creciendo de aquí a las generales de octubre”. Sobre el resultado de la elección en la provincia, donde se impuso por cinco puntos la presidenta sobre el mandatario socialista, el dirigente radical sostuvo: “Se confirmó que Binner no era una alternativa válida a nivel nacional. Se hubiese podido retirar como gobernador con el triunfo de las primarias y de las generales y sin embargo pierde por un porcentaje muy alto. Si se sumaba a la alternativa que encabezaba Alfonsín, donde lo invitamos, estaríamos hablando de una fórmula con 20 o 25 puntos y la posibilidad de pelear fuerte en octubre”.
La seguidilla de desencuentros entre radicales y socialistas empezó apenas terminado el recuento de las elecciones locales de 2009. En ese momento la conducción de la UCR comenzó a presionar a su principal socio del Frente Progresista para avanzar hacia la institucionalización de la coalición, esgrimiendo entre otros argumentos la necesidad de fijar por escrito un mecanismo de selección de candidaturas que contemple la alternancia entre los distintos sectores políticos que la componen, a la manera del Frente Amplio uruguayo. Fracasada esa negociación, el partido lanzó la precandidatura a gobernador del intendente Mario Barletta, desoyendo el reclamo de Binner por una lista única de consenso. La posterior alianza sellada en provincia de Buenos Aires entre Alfonsín y el peronista disidente Francisco De Narváez fue la frutilla del postre de la ruptura: Binner lanzó su propia candidatura presidencial y sepultó así cualquier posibilidad de replicar, en el ámbito nacional, el frente que hoy gobierna la provincia.
Con las alternativas opositoras recién en proceso de configuración, la presidenta tiene campo libre por delante; no sólo para encarar con comodidad la etapa final de la campaña sino también para comenzar a diseñar su –a esta altura del partido casi seguro– segundo mandato. Como la hinchada de Boca, Cristina apuesta a ser “la mitad más uno”. El escenario le es favorable en todos los aspectos.

Distritos en los que más sumó
La fortaleza de Hermes Binner radica en la provincia –triplicó la media nacional del Frente Amplio Progresista– y en la ciudad de Buenos Aires, donde terminó tercero. En Santa Fe sumó 574.791 votos –el 32,76%– y quedó cerca de Cristina, que llegó al 37,87%. En tierras de Macri el gobernador santafesino se quedó con el 14,02%; allí también venció la presidenta, con el 29,65%, Duhalde logró el 21,76%, Rodríguez Saá el 10,89%, y Alfonsín apenas sumó el 9,93% de los sufragios.
Luego de las primarias, Binner difundió una carta en la que celebró los 2.124.675 votos nacionales: “Son personas, mujeres y hombres, jóvenes y mayores, que han dicho sí con firmeza y esperanza al Frente Amplio Progresista y nos han colocado en una situación de crecimiento que fortalece una alternativa programática y llena de valores”, señaló.
El intendente rosarino Miguel Lifschitz, senador provincial electo, destacó la performance y cuestionó a la UCR: “Binner ha hecho una excelente elección ante la falta de una oposición de alternativa convocante. Alfonsín se equivocó con De Narváez; no compartíamos esa estrategia de alianzas. No era una buena alternativa, no sumaba y diluía una propuesta clara para los ciudadanos”.

Publicado en Pausa #81, todavía a la venta en los kioscos de SF

martes, 30 de agosto de 2011

Cristina, la jefa del PJ


La paliza electoral reordenó al partido en la provincia luego de las grietas producidas por las internas.

Por Ezequiel Nieva

El cimbronazo del 50 por ciento logró algo que parecía imposible hasta hace poco: la unidad del PJ santafesino. Salvo aislados sectores del obeidismo, el resto celebró el triunfo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en las primarias del 14 de agosto. Para los kirchneristas puros significó un bálsamo luego del tercer puesto de Agustín Rossi; el resto, por la lógica del resultado tan propia de la política como del fútbol.

Juramentos de lealtad, promesas de “redoblar esfuerzos” de cara al 23 de octubre y una radicalización en el rol opositor –en especial en la Legislatura, lo que permite avizorar el desarrollo de las futuras relaciones PJ-Frente Progresista–, cuyo principal perjudicado es el gobernador Hermes Binner –el rival de Cristina que aparece con más posibilidades de crecer durante la campaña–, fueron los gestos que prodigaron y repitieron los reutemistas luego de la cosecha de votos: según el escrutinio provisorio, 10.363.319 en el país y 664.572 en la provincia.

Un documento firmando por el presidente del PJ provincial Ricardo Spinozzi –uno de los dirigentes más cercanos a Carlos Reutemann, de quien fue funcionario entre 1999 y 2003 y de quien esperó, en vano, la bendición para la carrera por la Casa Gris– revela que los peronistas con instinto de supervivencia se alinean detrás del ganador y que ese alineamiento es más claro cuanto más holgada haya sido la victoria. Spinozzi no fue el único –ni el primer– reutemista que saltó hacia el cristinismo después de la paliza de las primarias; su condición de presidente del partido le otorga un cariz especial. “El camino de la unidad es el que debemos mantener para octubre y para lo que viene en Santa Fe”, comienza el documento.

Dos factores anticiparon los hechos. Por un lado, el compromiso asumido por las diferentes líneas internas –kirchneristas, reutemistas renovadores y ortodoxos, obeidistas– en el congreso partidario del 5 de febrero, cuando PJ santafesino explicitó el apoyo a la estrategia nacional a cambio de la unidad en la provincia (Rossi amagaba ir por afuera a las elecciones locales). Por otro lado, la necesidad personal de Spinozzi de reposicionarse después de su derrota electoral: en diciembre, cumplidos dos mandatos, dejará su banca en el Senado a manos de Lisandro Enrico, del Frente Progresista.

Pese a la derrota, Spinozzi es un sobreviviente de un año electoral intenso que dejó heridos en todos los cuarteles. De cara a la renovación de mandatos en el PJ –el plazo vence en mayo 2012–, el actual legislador provincial verá crecer a las figuras que emergen como los nuevos referentes partidarios, sea por propio peso electoral –como María Eugenia Bielsa, ganadora en diputados provinciales– o por haber sellado acuerdos que les permitieron seguir en carrera, como el intendente de Rafaela Omar Perotti, convocado por la presidenta para encabezar la lista de diputados nacionales del Frente para la Victoria tras de haber quedado segundo en la interna del 22 de mayo. Agustín Rossi, ganador de aquella contienda, ya avisó que continuará en la construcción de su propio espacio a partir del 22% logrado el 24 de julio.

La nueva ola cristinista

Spinozzi destacó el triunfo de la presidenta y su lista de diputados en Santa Fe: “El camino de la unidad del peronismo santafesino contribuyó al notable triunfo del Frente para la Victoria, liderado por el Partido Justicialista junto a otras fuerzas políticas afines”. Para Spinozzi, “que 17 sobre 19 departamentos de la provincia hayan determinado que la fórmula más votada sea la del Frente para la Victoria y que en el departamento Rosario se haya dado una situación de empate técnico” es fruto del “reconocimiento al trabajo militante de miles de compañeros y a las políticas sociales, de contención y de obra pública que el gobierno nacional ha desarrollado en la provincia”.

“El justicialismo privilegió la búsqueda de coincidencias antes que la exaltación de los matices. Es ese el sendero por el que de debemos transitar hasta la elección nacional de octubre para consolidar el triunfo en primera vuelta y de allí en más con el objetivo puesto en recuperar el gobierno de Santa Fe. La lista de diputados nacionales está integrada por hombres y mujeres que provienen de distintos sectores del peronismo y fue masivamente votada; es una muestra más de que el camino de unidad, que en su momento determinamos en el congreso partidario, es el correcto y por el que debemos insistir de cara a la renovación de comunas y concejos municipales en 2013 y a la elección de gobernador e intendentes en 2015, para seguir siendo la alternativa que la provincia merece ante un Frente Progresista cada vez mas disgregado y diverso, con serias diferencias internas”, siguió el presidente del PJ provincial.

También hizo una lectura del resultado de las elecciones provinciales y prometió “diálogo” con el Ejecutivo que encabezará Antonio Bonfatti, aunque sin por ello dejar de azuzar a la interna del oficialismo: “el justicialismo tiene una enorme responsabilidad en Santa Fe a través del mandato popular que ha determinado que tengamos la mayoría en ambas cámaras legislativas, responsabilidad que seguramente será ejercitada con el adecuado nivel de diálogo por parte de nuestros senadores y diputados provinciales, más allá de los problemas intestinos que el Frente Progresista ya empieza a exponer”.

“Le pedimos un último esfuerzo a la militancia peronista en este largo año electoral para que Cristina Fernández de Kirchner vuelva a triunfar en Santa Fe y para que la lista de diputados nacionales se imponga nuevamente”, finalizó Spinozzi aludiendo al resultado de las primarias de agosto: el Frente para la Victoria, con Perotti a la cabeza, sumó 657.254 votos –el 38,16%– contra los 544.468 logrados por el socialista Juan Carlos Zabalza –el 31,61%–, cabeza de lista del Frente Amplio Progresista.

El proceso de renovación

Si las elecciones provinciales sacudieron el tablero, las primarias nacionales lo terminaron de reacomodar. La crisis interna del PJ –admitida por Spinozzi– parece haber quedado atrás. La elección de Cristina –y su triunfo en Santa Fe, un hecho que destacaron desde el justicialismo habida cuenta que uno de sus rivales es el propio gobernador– movilizó a otroras fervientes reutemistas –como el diputado provincial Alberto Monti– a buscar refugio y contención bajo las polleras de Cristina, despectivamente bautizada como “la señora” por la prensa conservadora local.

A la par del renovado alineamiento con la Casa Rosada –roto en los días del conflicto por la resolución 125–, el PJ santafesino recobró cohesión interna. Y se lo hizo notar a Binner y Bonfatti con algunos gestos: la dilación en el tratamiento de la ley de creación de cargos para el nuevo sistema penal –el Ministerio Público de la Acusación, el Servicio Provincial de Defensa y los tribunales penales– y el apoyo al reclamo de los docentes a través de un proyecto que promueve el jefe de la bancada de diputados provinciales del kirchnerismo, Luis Rubeo, que bus ca modificar el régimen jubilatorio de los trabajadores de la educación y al que se opone el gobierno; según explicó Binner, de aplicarse desfinanciaría a la Caja de Jubilaciones.

La configuración de fuerzas para el período 2011-2015 ya fue decidida en julio: mayoría del PJ en las dos cámaras, pero los ejecutivos más importantes –la provincia y las ciudades de Rosario y Santa Fe– seguirán en manos del Frente Progresista. En ese escenario habrá actores de mayor y de menor peso en la política real que, a la vez, disputarán dentro del partido su propia interna. Si se trata de ceñirse a una lógica estrictamente resultadista, María Eugenia Bielsa ya ganó su elección y Omar Perotti está a las puertas de hacer lo propio, si conserva la distancia de votos. Rossi y Spinozzi, en cambio, perdieron en julio y ese sólo hecho los mantiene relegados a un segundo plano.

Al senador le queda apenas el timón del partido, un último reducto institucional desde donde puede participar de la reconstrucción provincial en clave cristinista. Rossi tiene más margen de maniobra. Con mandato hasta 2013 en la Cámara de Diputados de la Nación, el “Chivo” pasó el trago amargo del 24 julio y acabó haciendo un balance positivo de su propio capital electoral: 388.231 votos, el 22,22% del total de válidos emitidos. Puede parecer poca cosa, pero no lo es: el acuerdo de febrero –“el que gana la interna conduce, el que pierde acompaña”– no fue respetado por una considerable cantidad de dirigentes del partido que trabajaron, después de las primarias, a favor de Miguel Torres del Sel y en abierta oposición a la candidatura de Rossi. Que luego hayan celebrado los votos de Cristina no alcanzará para que el kirchnerismo puro olvide aquella deslealtad.

Carlos Reutemann ya no pesa en el justicialismo provincial. Se mantuvo al margen del proceso previo al 24 de julio y solo salió de su ostracismo cuando el triunfo de Mauricio Macri en el balotaje porteño potenció la figura del cómico de Midachi; las señales del Lole –“soy peronista, no kirchnerista”– precipitaron el masivo voto de indecisos, independientes y justicialistas ortodoxos a Torres del Sel.

Jorge Obeid conserva cuadros propios en la Legislatura –a Mario Lacava se sumará en diciembre Alejandra Obeid, hija del ex gobernador– y presiente que, aún ganando en octubre la provincia, al kirchnerismo no le será fácil dominar la interna. Luego de su resonante renuncia a competir por un tercer mandato –con denuncia pública contra la Casa Rosada por proscripción–, ensayó una alianza con Perotti que rápidamente desactivó la propia presidenta al designar al rafaelino como candidato al Congreso. Obeid otea de lejos el panorama, por momentos desconcertante.

Mientras, en el entorno de Rossi imaginan que en 2013 –e incluso en 2015, cuando se renueven todos los cargos provinciales– se mantendrán “los tres polos” del nuevo mapa político provincial surgido de las últimas elecciones: el Frente Progresista, el PJ post-depuración o fractura –las internas partidarias de 2012 serán determinantes– y el PRO, en cuyas filas se ilusionan con recoger heridos. ¿Serán Obeid y Reutemann, ayer nomás todopoderosos conductores del PJ, los responsables de que el partido llegue debilitado y dividido a una elección a la que el Frente Progresista llegará con ocho años de gestión encima? Sus próximos pasos, sus palabras y sus silencios, ayudarán a despejar toda duda.

Publicado en Pausa #81, miércoles 24 de agosto, todavía disponible en los kioscos de Santa Fe.

lunes, 29 de agosto de 2011

Clásico en versión porteña

Dos hinchas cuentan cómo se vive la pasión por Colón y Unión en Buenos Aires

Por Gastón Chansard


La pasión, uno de los ingredientes indispensables para entender el fútbol en estas tierras, se manifiesta de tantas maneras como clubes tiene nuestro país. ¿Cómo será cuando el apasionado está lejos del equipo que ama? Cerca de 500 kilómetros lo distancian de su templo futbolístico, pero ese buen trecho no es motivo suficiente para que la pasión se detenga, mucho menos para que se contenga. Andrés Corbo, de Colón, y Gustavo Starosta, de Unión, son hinchas de los clubes más importantes de la ciudad sin haber nacido en Santa Fe.

En pleno Boedo con el sabalero y en el Abasto con el tatengue, Pausa dialogó con dos personajes que viven las pasiones santafesinas de una manera poco convencional. En este ida y vuelta de frases, conozca la historia de dos hinchas que sufren y gozan de su sentimiento desde la ciudad de Buenos Aires.

“Mis padres son santafesinos, pero por cuestiones de trabajo de mi viejo nací en Mar del Plata y de chiquito con mi familia nos vinimos a vivir a Buenos Aires, pero siempre aclaro que soy marplatense de nacimiento y santafesino por elección, de ahí viene mi amor por Colón, aunque mi papá era de Unión”, explicó Andrés. Gustavo admitió que “lo más cerca que tengo de Santa Fe es que alguna vez tomé leche Sancor. Me crié en Liniers y mi viejo me llevaba a la cancha de Vélez, por cercanía y porque me gustaba el fútbol. Pero no quería que gane Vélez, sólo iba a ver fútbol. De chico me parecía antidemocrático que el grueso de la gente sea hincha de Boca o River y también hablaba de poca personalidad. Quizás por eso intenté darle un toque diferente a mi vida y me hice de Unión. No sé el por qué exacto elegí al Tate, supongo que por algún partido heroico que habré visto contra Vélez”.

De pibe, Andrés “soportaba a los chicos de mi escuela. que eran casi todos de Boca, River y Racing. Y Colón, que estaba en la B, era algo exótico para ellos. Varios de esos pibes, que me conocían como el hincha de Colón, como el sabalero, terminaron por hacerse hinchas de Colón”.


La alegría de los tatengues


Historias en común

Tanto Andrés como Gustavo coincidían en buscar el diario El Litoral, que conseguían en Buenos Aires en un puesto de avenida Corrientes y Maipú. “Íbamos a buscarlo el martes a la mañana, porque venía el diario del lunes por avión, en el primer vuelo de la mañana; estábamos desesperados para ver qué decía de Colón. No había Internet y con muy pocos partidos televisados, la búsqueda de Colón en Buenos Aires en esos años de la B era como la búsqueda del tesoro. Escuchaba radio Rivadavia y el periodista decía ‘gol de Colón’, y después de eso esperaba eternamente y estaba muy atento para saber cómo había terminado ese partido, eso era todo lo que podíamos saber de Colón desde acá, o hacer malabares con la antena de la Tonomac para ver si enganchaba alguna radio de Santa Fe, Tucumán o donde jugase”, aseguró Andrés. Mientras que Gustavo afirmó: “cerca de los 10 u 11 años me hice hincha de Unión, tengo el recuerdo de escuchar radio Rivadavia y puntualmente las llamadas de Emilio Caso. Tengo muy presente ese sonido que alertaba el llamado y esa voz tan particular que tenía ese periodista. Después me profesionalicé en la búsqueda de información y ahí conocí radio Nacional Santa Fe, LT 9, LT 10, y para poder escucharlas me iba a una terraza, ubicaba más o menos los números y con mucha dificultad y con viento a favor escuchaba de a ratos, dependiendo como venía la onda del viento”.

Andrés señala que “hay algo que identifica a los sabaleros que viven acá en Buenos Aires, se hacen muy fanáticos, la lejanía con la ciudad de origen del club nos hace más apasionados”. Gustavo se define: “En mi vida soy racional en todo, menos en el fútbol, y quizás esa irracionalidad me llevó a hacerme hincha de un equipo casi nunca andaba bien. Como el fútbol no tiene nada de lógica, creo que busqué eso en hacerme hincha de Unión, algo que en Buenos Aires es difícil de entender”.

“Con mi hermano y una bandera que teníamos, “Palermo es de Colón”, conocimos gran parte de la Argentina gracias al Negro. Nos fuimos a Tucumán, Mendoza, Junín, Córdoba, anduvimos por todos lados y de local también, que para nosotros decir local es hablar de 500 kilómetros. Y todo eso lo hacíamos con 16, 17, 18 años… esa locura nos bancaba mi viejo”, recordó Andrés. Gustavo también tiene palabras para su viejo: “me llevó a algunas canchas que estaban cerca para verlo a Unión, pero un día dijo basta. Era otra época y a los 13, 14 años empecé a ir solo a la cancha, por ejemplo tengo muy claro el descenso del 88 en cancha de Boca, y a partir de ahí me juramenté seguirlo a Unión a donde pudiera. En ese campeonato del Nacional B fui por primera vez a la cancha de Unión, le dije a mi viejo que tenía la necesidad de ir. Como el que profesa el Islam debe ir a la Meca, yo tenía que ir al 15 de Abril. Fui contra Lanús (puntero) y le ganamos, la emoción que viví ese día es un recuerdo imborrable que tengo en el corazón. Conozco muy poco de la ciudad, porque casi siempre voy y vuelvo, como mucho me quedo hasta el otro día”.

Andrés está convencido de que “hoy, en esta ciudad y en el conurbano, hay miles de colonistas. Con respecto a la popularidad del sabalero, actualmente en Buenos Aires Colón se ganó un gran respeto y los porteños saben de lo que es capaz de mover, está entre los diez clubes más populares del país, a no dudarlo, y a muchos porteños les atrae eso de ser tan popular y que todavía no tenga un título en Primera”.

“La última locura que hice por Unión fue en la última fecha del Nacional. Yo de autos no entiendo nada, aclaro. En el tablero me marcaba una luz, una canilla, pero lo único que yo quería era llegar, lo aceleré más. A la altura de Coronda dijo basta. Llamé al auxilio y llegué en remolque hasta la cancha. Después me lo arreglaron. Levantó temperatura, me costó ocho mil pesos. Pero como le dije a mi mujer, lo repito ahora, ese dinero es poco por lo que hubiera pagado por verlo ascender a Unión”, graficó Gustavo.

La cumbre de Andrés: “lo más loco que hice por Colón es irme con mi hermano a Rosario, sin un peso. Perdimos el colectivo en Retiro y teníamos la plata justa para volvernos, pero con ese dinero decidimos tomarnos otro bondi y ver que onda allá. Llegamos y como yo estaba con un gorrito de Morón, el Beto Pecorari nos reconoció, nos dio entradas y pude pedir ayuda para volver en un micro. Hasta una revista de Colón hicimos en Boedo, se llamaba La Raza, tenía toda la información de Colón y la distribuíamos en los partidos de visitante”.


La bronca de los sabaleros



Memorias del 89

Gustavo es claro: “Me tocó vivir el Unión-Colón del 89 en la cancha. Todo dicho. Algunos los pude ver por televisión y a otros opté por no verlos, me pongo muy nervioso y claramente me hace mal a la salud. Cada clásico es distinto y no importa quién viene mejor o peor, es un partido aparte y para los hinchas es el partido del año. Al no vivir en Santa Fe y no tener amigos o familiares del otro club, lo tomo como un partido muy importante y punto. Y si me dan a elegir entre ganar los dos clásicos o mantener la categoría, firmo quedarme en Primera. Para Andrés “nuestro clásico acá es River y Boca, porque los amigos del barrio son de esos clubes, entonces las apuestas y las cargadas son con ellos. Ver un hincha de Unión en Buenos Aires, más allá que es para pararlo y pedirle un autógrafo, da para hacerse amigo, porque es una partecita de Santa Fe, con la cual te podes sentar a hablar de cosas en común. Después vendrán las gastadas, obviamente. Pero Colón cambió mucho, al ser un club identificado con la Primera lo nuestro pasa por luchar con los grandes de acá. Cuando me preguntan por Unión siempre respondo lo mismo: es una yerba, ¿o es algo más que eso? Fuera de broma, un clásico está buenísimo, nunca viví tanta fiesta como ganarle en cancha de ellos. Cada vez que fui ganamos o empatamos. Sinceramente yo quería que Unión ascienda, no sólo porque tenemos seis puntos asegurados, sino porque le hace mejor a la ciudad y la competitividad te agranda. La superioridad entre uno y otro es grande, en lo institucional y en lo deportivo. Creo que este clásico lo ganamos. Por ahí Unión tiene un equipo que se conoce más y nosotros tenemos un grupo en formación con buenas individualidades, que son las que van a marcar la diferencia”.

Gustavo “le firmaría un contrato por tres años a Kudelka. Me gustaría que se terminen las internas políticas en el club, quiero un planeamiento estratégico como institución para saber a donde se quiere ir. Hay que prevalecer la palabra ‘unión’ para proyectar algo serio, que trascienda el resultado deportivo. Con respecto a lo inmediato, espero lo que todo hincha de Unión quiere, que es mantener la categoría, y si se puede algo más… mejor”.

Andrés tiene “un sueño y se que se va a cumplir: verlo a Colón campeón mundial de clubes”.



Publicado en Pausa #81, todavía disponible en los kioscos de SF


miércoles, 24 de agosto de 2011

Salió Pausa #81



Cristina y Binner: las elecciones, qué pasó con el PJ local y qué está haciendo el gobernador en vistas a las generales
El lugar barrial de ajedrez de Santa Rosa de Lima: nacido de la inundación, hoy contiene a más de 50 chicos
Tierras fiscales de la provincia: ¿cuántas hectáreas son? ¿quién las disfruta?
Las torres vs. los barrios: ¿qué hace con la construcción en altura?
Ley de identidad de género: la movida en Santa Fe
¿Serías de Unión o de Colón si no hubieras nacido en Santa Fe? El clásico en la carne de dos hinchas, un sabalero de Boedo, un tate del Abasto.
Cultura: la revista Mínima, vuelve Muscari, cine recomendado y más
Humor, crónicas de viajes, información internacional y mucho más



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miércoles, 17 de agosto de 2011

El puente de la infinita paciencia


Por Sergio Ferreyra

El cruce entre Santa Fe y Santo Tomé requiere cada vez más tiempo por la concentración de vehículos y lo chica que quedó la infraestructura actual. Una importante prueba de paciencia o del temple que puede tener un automovilista es cruzar el puente Carretero desde Santo Tomé hacia Santa Fe, entre las 6:30 y las 8:30, o desde Santa Fe hacia Santoto entre las 18 y las 20:30. Lejos está cualquier dueño del volante, en esas circunstancias, de transformarse en el mejor tiempo de Le Mans. En cambio, está muy cerca de afincar su costumbre de esperar, aprender a insultar su suerte y su tiempo, o aprender a pasar el rato de la mejor manera arriba de un puente todavía sin colapsar. En esos horarios dan envidia los ciclistas, más veloces que los autos por las sendas laterales del puente.

La promesa inicial

El 30 de agosto de 2007, en el marco de la campaña electoral de Cristina Fernández de Kirchner, su esposo, Néstor Kirchner, por entonces presidente de la Nación, anunció que a modo de compensación por la inversión santafesina en la Ruta Nacional Nº19, se construiría el nuevo puente.

El 15 de julio de 2009 el gobierno nacional se comprometió oficialmente a levantar un nuevo paso entre Santo Tomé y Santa Fe. Sin embargo, hubo que esperar un poco más porque el contrato para la realización de estudios de consultoría se firmó en diciembre de 2010 (apenas casi un año y medio después).

Mientras el paso de los transeúntes sigue siendo lento, por estos días la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), a través de su 7º Distrito (Santa Fe), observa de cerca las tareas de consultoría contratadas para definir la traza y elaborar el proyecto ejecutivo para el nuevo enlace entre ambas ciudades. La unión transitoria de empresas Consulbaires Ingenieros Consultores SA-Proinsa lleva adelante el trabajo, cuyo contrato firmado en diciembre estableció un plazo de ocho meses y un gasto de $3.242.000. Las acciones comenzaron a efectivizarse en abril.

Entre bocinazos, frenadas y exactas combinaciones de acelerador y embragues de automovilistas, prosperan en su etapa final los trabajos a fin de cotejar tres variables de ubicación, con sus accesos. Estos lugares fueron previamente elegidos entre los ocho iniciales abordados en estudios previos efectuados por el gobierno provincial. La alternativa sur es la que impulsan el gobierno provincial y los municipios, pero recibió serias objeciones de Vialidad Nacional.

Rafael Preto, titular del área local de la DNV indicó: “Las normas de diseño vial en rutas nacionales establecen distintos parámetros, como ancho de calzada mínimo, espesores para tránsito determinado, composición de la carpeta, evaluación de las cargas, impacto del clima en los materiales, situación hídrica de la zona. Todos estos elementos sirven para definirla solución más apropiada para el paquete estructural y los materiales”. Sobre la propuesta de la traza sur, que saldría de Santa Fe a la altura de la avenida Mar Argentino e ingresaría a Santo Tome a la altura de los Cuarteles, los técnicos de Vialidad manifestaron encontrarse con un diseño “acotado”. Al análisis de las consultoras se suman las alternativas 3 y 5, que forman parte en estos momentos de un detallado estudio. Ambas estipulan la salida desde Santo Tomé por el norte, para terminar en Santa Fe a la altura de Mendoza o de General López, en cada caso.

La preselección fue acordada en las reuniones ya mantenidas por las partes y Vialidad Nacional. La etapa en desarrollo concluirá aproximadamente en un mes con un informe preliminar de las ventajas y desventajas que cada una de las tres trazas tendrán en los aspectos técnicos, ambientales y urbanísticos.

Las consultoras solicitaron la actualización de algunos datos, por lo que la Universidad Tecnológica Nacional Regional Santa Fe profundizará los estudios de tránsito. Este punto se considera fundamental para la mejor elección de la traza definitiva. De la misma forma, otros de los temas aportados por los municipios fueron sus planes directores de desagües, planificación urbana, viales y de infraestructura.


El puente de la gente

Un sitio dentro de la red social Facebook tomó relevancia hace dos meses en la iniciativa de la construcción del puente. Se trata de “Yo Quiero el Puente”, cuya captación de cibernautas fue excepcional: cosechó más de dos mil adhesiones (amigos en lenguaje facebookiano) en los primeros días y actualmente ya cuenta con más de cinco mil seguidores y eco en medios de alcance nacional. “Esto se inició en mayo; en un principio se fue adhiriendo muy poca gente, especialmente los amigos nuestros, pero al tomar trascendencia a nivel local, la página empezó a hacerse cada vez más conocida”, contó Marcos Gomila, organizador de la movida.

“Como notamos interés en la gente, empezamos a realizar algunas actividades, como la confección de una calcomanía con el eslogan ‘Yo quiero el puente Santo Tomé-Santa Fe’, para pegar en autos, negocios, vidrieras y domicilios”, relató. “Siempre estuvo presente la intención de armar un petitorio dirigido a la presidenta, que en definitiva es quien debe confeccionar el presupuesto que será remitido al Congreso para el año entrante, con el que se calculan las previsiones para hacer las obras públicas”, continuó.

“No perseguimos un número exacto de firmas, como si ese fuera un fin en sí mismo”, subrayó también Celeste Minniti, otra de las iniciadoras del sitio. También remarcó: “esta no es como aquellas iniciativas populares que se realizan para lograr una legislación determinada, sino que es una propuesta que ha sido pensada para concientizar a la gente acerca de la necesidad de que la obra del nuevo puente se lleve adelante. Además, sirve para poner en conocimiento de la presidenta de la Nación de que hay dos ciudades que están necesitando esta obra, porque el único nexo existente ya tiene 72 años”.

Lejos de quedarse con los ecos de la recepción, los impulsores de la idea digital decidieron seguir con su campaña. Crearon listas y las distribuyeron para que, luego de ser firmadas por los interesados, sean remitidas a la presidencia de la Nación. También se reunieron con el intendente santotomesino Fabián Palo Oliver, de quien obtuvieron pleno apoyo. “Nos puso a disposición distintos espacios para que se vayan firmando los formularios. Vamos a estar durante 45 días con esta campaña, tratamos de solicitar a comercios e instituciones que nos brinden la posibilidad de dejar las carpetas y lograr reunir las firmas”, agregó Gomila.

Necesita jubilarse

La Comisión de Fomento santotomesina, en su sesión del día 13 de marzo de 1935 convocó a una Asamblea Popular en el local de Las Casuarinas (posteriormente cine Colón) para tratar la construcción del Puente Carretero.

El 29 de noviembre de 1935 se firmó el convenio para su concreción en Vialidad Nacional y la Dirección de Obras Públicas de la Provincia. El 23 de septiembre de 1936 se llamó a licitación pública y se colocó la piedra fundamental el 12 de febrero de 1936. El plazo de ejecución por aquel entonces fue de 24 meses, con un costo de $3.135.907,31. Los trabajos de construcción finalmente tuvieron inicio el 14 de julio de 1937. El puente se finalizó a término, el 14 de julio de 1939.


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viernes, 12 de agosto de 2011

Primarias abiertas: el futuro llegó hace rato

A pocos días de las elecciones del domingo, algunas claves para avizorar el 23 de octubre: el vaivén de los últimos dos años y la importancia de los resultados de 2009.

Por Juan Pascual

La peculiar mixtura de nuevos saberes sobre la cosa pública, de números premonitorios en sus encuestas, con su catarata mediatizada de opiniones en primera, segunda y tercera persona y con esa melaza de colores y música de ringtone del marketing político, a veces aleja del horizonte las referencias precisas.
Durante todo el año hemos visto cómo la atmósfera actual se fue formando. Catamarca, Chubut, Salta, La Rioja, Neuquén, Misiones y Tierra del Fuego alzaron la exultante voz del kirchnerismo dándole forma a la estrategia de “los invencibles”, si bien todas esas provincias sumadas representan apenas el 10% de los votos nacionales. Santa Fe, Capital Federal y, de cierto modo, Córdoba –donde el ganador, José Manuel De la Sota, provincializó su propuesta y el oficialismo nacional no tuvo candidato propio– abrieron el espacio para el entusiasmo de quienes buscan finalizar el ciclo que comenzara en 2003, ya que esos distritos conjugan el 25% de los votos nacionales. El ruido y los arrebatos en los espacios de opinión pública, entonces, tienen todos los motivos posibles para llegar a ensordecer. El punto es encontrar dónde hacer pie en esa tempestad de símbolos. ¿Cuál es el último dato duro válido para esta elección presidencial? El resultado electoral de 2007 no parece firme: demasiado pasó en el camino. ¿Y las legislativas de 2009?
A pesar de su naturaleza distinta –elegir diputados es más un acto más libre del gusto y más desligado de sus efectos que el elegir presidente–, fue un momento donde el voto oficialista y las preferencias por las distintas vertientes de la oposición se concentraron. Una dinámica centrífuga que por sí sola regulará el tiempo desde las primarias hasta las generales de octubre. Y, además, fue el único momento electoral posterior y determinado por el mapa político, social y mediático resultante de los meses de lock out rural.
Descontando la elección de 2003, el 28 de junio de 2009 el oficialismo hizo su peor número, cuando apenas arañó el 31% de los votos a nivel nacional. Habían puesto todas las fichas en la elección bonaerense; Néstor Kirchner cayó derrotado por Francisco De Narváez. El Acuerdo Cívico y Social –que juntaba en una misma foto a Alfonsín, Stolbizer y Carrió, hoy en tres espacios diferentes– también arañó el 31%, mientras que el PRO junto al PJ duhaldista llegó casi al 19%. Nunca el oficialismo levantó mayores rechazos, nunca la oposición obtuvo más apoyo. Son puntos de partida.
La frase se instaló: el 70% del país rechazaba al oficialismo. Cosas que se escuchaban en bocas electrónicas y humanas: renuncia, fin de ciclo, vetocracia, agrodiputados, nuevo Congreso. La oposición se entusiasmó, vio en esa cifra una ola para surfear. Y quizá el dato era otro, tan obvio como puesto en la penumbra.
Tras más de cien días de protestas en las rutas y en medio de una sequía histórica que afectó el 90% del territorio, una pésima gestión de salud frente a la Gripe A que se tradujo en más de 140 muertos, un contexto de crisis, retracción y recesión internacional que afectó directamente las exportaciones y una reconfiguración total de los discursos periodísticos –polarizados y radicalizados en sus posiciones– el oficialismo llegó al 30% de los votos. Es decir: en el peor de los escenarios posibles, el gobierno tenía un núcleo duro y cristalizado de apoyos, que ya en ese entonces se encontraba a menos de 10 puntos de zafar de un hipotético balotaje futuro.
En ese entonces y ahora, las críticas públicas al gobierno por la gestión de los fondos del Estado fueron muchas, también las operaciones. Lo que en un momento fue el empuje generativo de ese 30% del 2009, una particular y asumida épica de la posibilidad, también fue señalado en varias de sus prácticas como rapaz, confrontativa “soberbia K”, la mayor cantidad de veces con las mismas formas y similares excesos. Como oferta de otra gobernabilidad diferente, en demasiadas ocasiones se escucharon comparaciones internacionales con los países “serios” de la región, afirmaciones que se borronean entre el deseo, la vaguedad o la lejanía.
Desde las elecciones de 2009 a las que acontecerán este domingo el oficialismo jugó fuerte a endurecer su núcleo y a ampliar sus apoyos a partir de gestión concreta de gobierno. Para hacerlo pivoteó sobre las incapacidades y resquebrajamientos del grupo opositor, que encauzó su ola en un reality legislativo. El Grupo A copó horas del tiempo informativo y, por su lado, el gobierno se hizo gestor: fútbol gratis por TV, ley de servicios de comunicación audiovisual, asignaciones por hijo y por embarazo, ley de matrimonio igualitario fueron puro provecho. La gaffe de las reservas, Redrado y Marcó del Pont, junto al fallido en la aprobación del presupuesto, pura pérdida de la oposición. La demanda por el 82% móvil quedó como apósito respecto a la dimensión general que fue cobrando con el tiempo la estatización de las AFJP. El viento de la crisis internacional de 2009 fue sobrepasado como un leve temblor y ya. Retornaron y se mejoraron las tasas previas de crecimiento, ocupación y consumo. En el medio, los festejos del Bicentenario y el funeral de Néstor Kirchner conjugaron la acción de masas y la complejidad simbólica, palabras con espesor y emotividad en toda la gama de tonos.
Fortalecer el núcleo, crecer un 10%, observar al bloque opositor en su deshilacharse. Bajo los objetivos del oficialismo, la elección Santa Fe se revela como un aumento del volumen electoral del gobierno desde el 9% de 2009 a un piso del 22% o el 34%, según el candidato que se elija y sin pensar en el voto cruzado (del que antes de su acontecer sólo se puede elucubrar). Lo mismo sucede en Capital Federal: 11% para una fórmula de urgencia del oficialismo nacional en 2009; 35% para un candidato expresamente apoyado por la presidenta en la segunda vuelta de este año. Y desde siempre hubo voto cruzado entre Macri y el kirchnerismo. Córdoba, por su parte, es una incógnita –De la Sota olisqueará hasta octubre– cuyos datos son dos: en 2009 el kirchnerismo obtuvo magrísimos 150 mil votos (el 9% de una provincia que provee el 8% de los votos) y el PJ –oficialismo provincial– cayó ante la UCR y el juecismo, reuniendo apenas el 25% de los votos; en la elección a gobernador del pasado domingo
Juez no varió en mucho su caudal, la UCR cayó pesadamente con Aguad y De la Sota llegó al 40% aproximado del electorado.
En la instancia final, las candidaturas nacionales de la oposición se dividieron al máximo posible. Eso abrió a cruces y apoyos que a veces desorientan. Todo lo opuesto a lo sucedido en 2009.
Sólo el resultado del domingo 14 a la noche tendrá el veredicto. Mirar hacia el 2009 dará la última clave de la modificación: el resultado de la provincia de Buenos Aires. Con los números puestos, comenzará el baile de los corrimientos y los augures: si bien determinante, esta contienda no es la última.
Los días hasta el 23 de octubre son muchos y la serie policial y habitacional iniciada en Formosa y consolidada en el Indoamericano parece borbotear con cierta regularidad. Su efecto en votos todavía es desconocido, aunque analizar esos hechos desde esa perspectiva es una frivolidad. Antes que una variable electoral, la casa propia y las policías territoriales representan dos de los últimos escalones para salir del 2001, un piso de necesidades que ya quedó diez años atrás, ahora recubierto por toda otra serie nueva de demandas posteriores y de segundo orden respecto de lo que fue aquella proyección en la vida profana y concreta de una infinita y eterna existencia en la pobreza. La combinación de respuestas para ambas realidades y la fortaleza frente a la recesión internacional serán la medida de los días que ya están llegando.

Publicado en Pausa #80, fresquito a la venta en los kioscos de SF

miércoles, 10 de agosto de 2011

Salió Pausa #80


Desde hoy, miércoles 10 de agosto, está en la calle la nueva edición de Pausa, el periódico quincenal de Santa Fe. En este número la nota de tapa trata sobre los nuevos dispositivos de salud mental: los avances hacia la desmanicomialización.

Además: el inverosímil estado del Puente Carretero. Ricardo Spinozzi: “El PJ está en crisis”. Las radios universitarias y la ley de medios. Las nuevas políticas para adoptar niños. El dólar: la nueva burbuja financiera. Algunas claves de la elección de este domingo. Tourné y De Pedro: una entrevista con la clave del 2 x 4. Aguirre y Pescetti: el show. Cine: Funny Games. Deportes: los negros del Negro. Tamagnini viaja por los Andes, el escolazo zodiacal y Rebo, en Cocoliche.

Y como siempre: noticias, deportes, música, cine, sociedad y humor.

Incluye la quinta foto de la colección Gestos: la costanera a la noche, por Pablo Ferraro.

Pausa se consigue en kioscos de diarios y revistas de Santa Fe a solo 3 pesos.

Próxima edición: miércoles 24 de agosto.

Para suscribirte, mandá un mail a pausadigital@gmail.com con tus datos: nombre, dirección, teléfono y horarios en los que te encontramos.

Vas a poder recibir, cada 15 días, el periódico en tu casa.


martes, 9 de agosto de 2011

Mañana en los kioscos de SF


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lunes, 8 de agosto de 2011

Burbuja verde


Más allá de lo que el Congreso haya acordado el 2 de agosto, Estados Unidos está en un default de hecho e inmerso en el peor escenario desde la crisis de 1930.

A diferencia del default de cualquier otro país –la imposibilidad efectiva de pagar deuda– el default norteamericano es presupuestario: el Congreso establece cuál es el “techo” de la deuda que el país puede sostener. Pasado ese techo, se supone que la administración no podría efectuar los pagos de su funcionamiento mismo. El movimiento es sencillo: en 1980 ese techo era de 2,9 billones (millón de millón), en 1990 de 5,8 billones, en 2000 de 10,1 billones y en 2010 llegó a los 14,8 billones. Nunca disminuyó. Es más: desde los 70 el techo se ha incrementado, en promedio, una vez cada siete meses. Llegan al tope y modifican el presupuesto para continuar agrandando el agujero.

Esta vez, el Congreso trazó un plan para achicar la deuda donde todo apunta a recortar el gasto del Estado, sin aumento impositivo alguno. Obama podrá endeudarse 900 mil millones más; el ajuste previsto inmediatamente es de 917 mil millones (a lo largo de 10 años) y para fines de noviembre una comisión de 12 legisladores dará a conocer un plan de ajuste de 1,5 billón durante la próxima década. Fuera del gasto social, el hachazo llega a las bases del poder imperial: el presupuesto del Pentágono, que en los últimos 10 años de guerra global continua aumentó un 72%, llegando a los 529 mil millones, tendrá recortes de de hasta 800 mil millones a lo largo de los próximos 10 años.

El juego es suicida: entre 1971 y 2011 Estados Unidos sólo tuvo ingresos mayores a sus egresos entre 1998 y 2002. Viven bajo déficit continuo y aumentando su deuda.

El ajuste agravará la recesión. El desempleo en Estados Unidos fue del 9,1% en julio. Durante los últimos 30 meses se mantuvo por arriba del 8%: un hecho que sólo se había dado durante la crisis de 1930. Ni siquiera ayuda el Estado: cerca de 464 mil empleados públicos perdieron su trabajo desde septiembre de 2008. Por otro lado, el trabajo industrial perdió 4 millones de puestos desde 2000 a 2010. Mega economías como California se encuentran con un 11,9% de desempleo.

De los 14 billones de deuda, el mayor acreedor internacional es China, con 1,1 billón. Según la CEPAL, en Latinoamérica hay 700 mil millones de deuda norteamericana en las reservas de los estados: la región es el segundo acreedor. Así, es casi un sarcasmo que recién en la última semana la calificadora internacional Standard & Poor’s haya bajado un grado la calificación de los bonos de deuda norteamericana. ¿Qué va a impedir el endeudamiento “de pago garantizado” de Estados Unidos, si tiene la única máquina válida para imprimir billetes y le viene dando duro desde hace más de 40 años?

La pregunta no es un exceso. La agencia oficial de noticias de China, Xinhua, adjetivó las políticas yanquis como “miopes”, propias de su “adicción a la deuda”, y señaló que es necesaria “una nueva, estable y segura moneda de reservas mundiales”. El ministro de Finanzas de Brasil, Guido Mantega, anunció medidas para contener la apreciación del real: en las últimas semanas alcanzó su mayor cotización frente al dólar en 12 años. Las reacciones se encadenan. El 6 de agosto se citaron en Lima representantes de las carteras de Economía de Argentina, Brasil, Colombia, Guyana, Perú, Uruguay, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Surinam y Venezuela. El debate: el uso de monedas locales en el comercio intrarregional para disminuir la dependencia del dólar, frenar el ingreso de capitales especulativos y la creación del Banco del Sur.

Por primera vez desde la posguerra, los 14 billones de la deuda norteamericana representan en su monto casi el 100% de su producto bruto interno, lo cual es equivalente al 25% del producto bruto planetario anual. Lo que equivale a decir que, actualmente, la principal burbuja financiera internacional es el dólar mismo.


Esta nota saldrá publicada en la edición #80 de Pausa, este miércoles en los kioscos de Santa Fe

jueves, 4 de agosto de 2011

Piñera y los estudiantes

Esta nota se publicó en Pausa #79, hace ya dos semanas.

Hoy en Chile hay 527 detenidos.

Con las sucesivas medidas de fuerza estudiantiles, la popularidad del presidente de Chile, Sebastián Piñera, parece haber llegado al subsuelo. La encuestadora Adimark realizó un estudio nacional de 1104 casos entre el 6 y el 30 de junio (en pdf, nuevo resultado acá), cuyos resultados revelan un 31% de apoyo al presidente y un 62% de desaprobación. Números prácticamente inversos al pico de popularidad, hace nueve meses. Era octubre de 2010 y la sonrisa de Piñera arreciaba por la tele, oronda por el rescate de los 33 mineros; desde entonces fue constante el descenso del empresario devenido político. El Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea publicó una encuesta cuyos guarismos fueron similares: 35% de respaldo a la gestión, 53% de rechazo.

En principio, es difícil mantener la imagen pública con 400 mil jóvenes reclamando en las calles, como sucedió en todo Chile el 30 de junio Esa cifra la puso la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) liderada por Giorgio Jackson y Camila Vallejo Dowling quienes rechazan la convocatoria oficial a un “Gran Acuerdo Nacional por la Educación”. “Es más de lo mismo pero con unos pesos más”, “Queremos avanzar a un sistema educativo que abra posibilidades a romper con este Chile segregador y desigual”, señalaron.

El 14 julio la Confech junto al Colegio de Profesores organizaron una movilización en Santiago: 100 mil personas caminaron por la Alameda. Se trató de la tercera demostración masiva en menos de un mes. La marcha concluyó con la represión de los carabineros, 62 detenidos y 34 oficiales heridos.

Las demandas del estudiantado refieren a la brecha entre la educación privada y pública y al cumplimiento de la prohibición del lucro en la universidad. El reclamo se dirige a la estructura del sistema educativo, herencia del tiempo del dictador Pinochet. Ya en 2006, en el marco de los reclamos que los estudiantes hicieran entonces a Michelle Bachelet, el Observatorio Chileno de Políticas Educativas de la Universidad de Chile señaló que el sistema vive una triple crisis: de calidad, de equidad y de segmentación social. “Apartheid educativo” [en pdf] es el concepto utilizado para explicar la rígida segmentación por clases de los establecimientos educativos. “La calidad parece estar reservada para quien pueda pagarla”, indicaron desde el Observatorio.

La oferta de Piñera resguarda la estructura vigente, pero le agrega un fondeo de 4 mil millones de dólares, becas y reducción de las tasas de interés para los créditos con que se paga el ingreso y la permanencia en el sistema universitario, en su mayoría privado y en su totalidad arancelado.

La baja imagen de uno de los principales líderes de las derechas del continente es aun peor en lo educativo: 69% lo desaprueba. Y el ministro del área, Joaquín Lavín (renunciado a poco de publicar esta nota), cayó del 78% de aprobación en abril al 46% en junio. Junto a Hernán Büchi, último ministro de Hacienda de Pinochet y candidato a presidente por su espacio en las primeras elecciones de la nueva democracia, Lavín fundó en 1990 la Universidad del Desarrollo, cuya joya es la escuela de negocios. Su pedigree posee una última certificación: es miembro del Opus Dei.

La ley de agroquímicos, cajoneada


El Senado de la Provincia dejó caer el proyecto que pretendía reformar la ley de agroquímicos –a partir del principio precautorio de preservar la salud y el ambiente– y desde las organizaciones ecologistas salieron a denunciar que los legisladores justicialistas de la Cámara alta “están relacionados con los agronegocios”. La iniciativa, que tenía media sanción de la Cámara de Diputados, perdió estado parlamentario a principios de mes. El senador socialista Juan Carlos Zabalza anunció que reingresará el proyecto, mientras que sus pares del PJ harán lo mismo pero con modificaciones.

La prolongada inactividad del Senado –en receso desde junio hasta agosto por la campaña– produjo la caída del proyecto, que hace más de un año fue votado en la Cámara baja pero que no fue tratado en sesiones en la Cámara alta. Los integrantes de la Comisión de Salud –presidida por Danilo Capitani (PJ, San Jerónimo), reelegido– entrevistaron a dirigentes ambientalistas, a productores, a especialistas, a funcionarios del Ejecutivo –el ministro de la Producción Juan José Bertero y el secretario de Medio Ambiente César Mackler– pero no emitieron dictamen.

Entre otras medidas, la iniciativa buscaba establecer mayores distancias de protección contra las fumigaciones alrededor de los poblados, establecimientos educativos rurales o espejos de agua naturales; prohibir la aplicación aérea de glifosato dentro de los 1.000 metros del límite de la planta urbana y su aplicación terrestre dentro de los 500 metros, de escuelas, parques industriales, complejos deportivos y cursos de agua. Y además incorporaba la prohibición de la fosfina, una sustancia que se usa para fumigar arriba de los camiones.

“Antes de que sea tarde”

Uno de los autores del proyecto que se aprobó el año pasado en la Cámara de Diputados, Antonio Riestra, advirtió sobre la urgencia de reformar la ley 11.273 que regula la aplicación de agroquímicos en la provincia: “No podemos permanecer insensibles a los estragos que está provocando el paquete tecnológico de los transgénicos en la salud de la población”.

Riestra recordó que en todo el territorio provincial se repiten las evidencias médicas sobre el potencial impacto negativo en la salud de las personas que genera la aplicación de agroquímicos. “Las denuncias se multiplican y los estudios científicos alertan sobre la necesidad de tomar precauciones. Por eso decimos que la ley de fitosanitarios se debe reformar antes de que sea demasiado tarde”, añadió el legislador.

“Lamentablemente, los senadores de la Comisión de Salud demostraron poco interés en escuchar los padecimientos de numerosas comunidades rurales de la provincia y solo buscaron las opiniones técnicas entre los sectores comprometidos con el modelo productivo de los transgénicos y los agrotóxicos”, señaló.

Para el diputado, la ley de fitosanitarios “debe ser perfeccionada para que pueda cumplir sus objetivos originales de protección de la salud humana y de los recursos naturales. Esto no puede quedar en manos de los ingenieros agrónomos; debemos revitalizar el consenso que alcanzamos en la Cámara de Diputados y retomar la iniciativa”.

Carlos Manessi, titular del Centro de Protección a la Naturaleza (Cepronat), también le apuntó a los legisladores del PJ. “La gran mayoría de los senadores está relacionada con los agronegocios o ligada a las corporaciones de la soja, ya sea directa o indirectamente. Algunos son productores, otros están en la venta de químicos y también están los que tercerizan los trabajos en el campo. Por eso nosotros pedíamos que todos aquellos legisladores que estaban vinculados al monocultivo de la soja se aparten de la discusión, porque tienen intereses reales sobre el tema, es decir, son juez y parte”, declaró Manessi a Cruz del Sur.

El director del Cepronat calificó de “mala leche” a los senadores de la oposición porque “dejaron caer el proyecto cuando estaban en receso invernal, con la disputa de la Copa América y el proceso electoral en marcha. Creo que ellos pensaban que iba a pasar desapercibido, pero todos los que integramos la campaña ‘Paren de fumigar’ no vamos a dejar que esto quede en la nada: vamos a hacer todo lo posible para que la gente sepa quiénes son los que no hicieron nada en el Senado”.

El dirigente ambientalista mencionó como principales responsables a los miembros de la comisión de Salud: los justicialistas Capitani, Cristina Berra (departamento San Martín), Alberto Crossetti (Belgrano) y José Baucero (Garay) y el radical Eduardo Galaretto (San Lorenzo). “Teníamos un proyecto superador a lo existente, porque por primera vez contemplaba 500 metros libres de glifosato y se prohibía la utilización de fosfina”, se lamentó el titular del Cepronat.

“Hay muchas presiones”

El senador Zabalza adelantó reingresará el proyecto que perdió estado parlamentario. “La ley se tiene que modificar. Y el proyecto se cayó, básicamente, porque los senadores justicialistas no tuvieron la voluntad de tratarlo. Tengo la idea de reingresar el proyecto que salió aprobado de la Cámara de Diputados para volver a darle estado parlamentario y trabajar para que se trate. Hay muchas presiones alrededor del tema, intereses económicos que quieren evitar que salga la nueva ley”, dijo el senador en una entrevista con Rosario/12.

Por su parte Baucero, jefe del bloque del PJ, también prometió reingresar la propuesta aunque con “muchos cambios” respecto de la que había sido aprobada por la Cámara baja. “Presentaremos otra versión del proyecto con muchas correcciones para que no se ponga en peligro la salud humana, pero para que tampoco se pierdan innecesariamente hectáreas sin cultivar”, argumentó el legislador.


Publicado en pausa #79, todavía ala venta en los kioscos de SF.