Con las ocupaciones emergió un viejo problema: la falta de
vivienda.
El déficit habitacional se transformó en una molestia
constante para el gobierno. Al principio de su gestión, Antonio Bonfatti
depositó su norte en “hábitat y energía”. Dijo: “Con el hábitat construimos
ciudadanía. La vivienda es la posibilidad de conformar un hogar, la familia y
los valores perdidos”.
A la falta de viviendas, se le agregó un problema que
resulta una consecuencia directa: las ocupaciones en Santa Rita II y Las
Delicias. Pero no terminó allí: Barrio Acería sufrió otras consecuencias al
desalojarse un monoblock por peligro de derrumbe.
“Cuando se intrusa un terreno, esa persona está gritando
algo. Al propietario, sea público o privado, le molesta esta situación pero
detrás, hay un ser humano que está diciendo que quiere un techo para albergar a
su familia”, reflexionó Bonfatti.
Ninguno de los conflictos que nacieron tras esa toma
encontró solución total hasta ahora.
Las estadísticas basadas en el último censo nacional indican
que el déficit habitacional se profundizó. La diferencia matemática negativa en
la relación familias-casas se triplicó desde 2001 hasta 2010.
“En palabras del discurso dominante: nos ‘usurparon’ durante
décadas el derecho a la vivienda, el derecho al trabajo, el derecho a la
educación. La concreción de esos elementales derechos, fue desplazada bajo el
techo de ‘lo posible’. La supuesta legitimidad del orden social se prioriza
sobre los derechos mas esenciales, que el propio orden no sólo no garantiza,
sino que, además, expropia”, dice el Movimiento de Ocupantes e Inquilinos
(MOI), integrantes de la
Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), a
través de un documento.
En 2006, la construcción de las 180 viviendas del Plan
Federal I en Santa Rita II demandaba una inversión de $ 10.557.016 y
contemplaba un plazo de ejecución de 12 meses. Desde entonces, los vecinos
pidieron por la urgente entrega de esas viviendas porque “las van a usurpar y
las están desmantelando”. También solicitaron tareas de desmalezamiento.
Los vecinos de la zona advirtieron varias veces del robo de
chapas y aberturas ya colocadas. Entre 2009 y 2010, el único avance que tuvo la
obra fue la construcción de una parte de los desagües pluviales planeados.
En el caso de barrio Acería (un complejo de 372 viviendas,
repartidas en 22 edificios, habitado hace 25 años), en la noche del 22 al 23 de
junio se incendió un departamento del segundo piso del monoblock 7, por lo que
sus 25 residentes se evacuaron. Los departamentos del Fonavi Acería se
estrenaron en 1987, pero la mayoría de sus residentes no viven allí desde
entonces: las ventas se sucedieron a medida que el hábitat se revelaba como
imposible. No hay gas natural, no hay cloaca ni buena agua de red: se contamina
en las cañerías y en los tanques, que resisten enclenques. La mampostería se
cae, hay rajaduras y problemas en el sistema eléctrico. En suma, todo el
complejo es casi inhabitable.
Es incierto el final de los conflictos por el techo, que más
impactan en los más desfavorecidos. La crisis habitacional demanda de medidas
contundentes que transformen un horizonte muy complicado.
Debate por la construcción en altura
Las reuniones entre vecinos y funcionarios avivaron el
debate por la altura de las torres en barrio Candioti y hasta tuvieron
incidencia en barrio Roma. Para los vecinos, el tema no está cerrado. En sus
discusiones se plantearon interrogantes acerca de dónde empiezan y terminan los
intereses inmobiliarios y vecinales, pero hasta ahora están muy lejos de
responderse.
Igualmente, la movida de los habitantes de Candioti para que
su lugar no se modifique agresivamente, tras la invasión de empresas
inmobiliarias y constructoras que pretenden hacer edificios de altura, sigue
dando frutos.
Hace apenas algunos años comenzaron a reunirse con los
concejales y los integrantes del Ejecutivo para explicar que su objetivo es
mantener la fisonomía del barrio y no sufrir la irrupción de las moles de
cemento que alteran de pie a cabeza el actual panorama. Las palabras más
repetidas en estos encuentros son “Reglamento de Ordenamiento Urbano”: la norma
que es el centro de la disputa.
DICEN LOS LECTORES
Como dijo la más lúcida de las constitucionalistas
argentinas: “Donde existe una necesidad, nace un derecho” y como dicen los
grupos que trabajan en el acceso a la vivienda “Mientras habitar sea un
privilegio, ocupar será un derecho”.
Domingo Rondina
La esencia de las ciudades son los hogares. Si se deja de
lado la importancia de las casas en la conformación de las ciudades y se
priorizan los dispositivos urbanos (casinos, peatonales comerciales, paseos,
estaciones transformadas), se construye una ciudad vacía. Sin hogares no hay
casas, y sin casas no hay ciudad.
Lucio Humos
Publicada en Pausa #100, miércoles 29 de agosto de 2012
1 comentario:
Muchas Gracias.
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