La campaña “El futuro es nuestro” enseña a leer y escribir
en El Pozo y Cabal, y planea expandirse a Las Delicias II, Villa del Parque, La Guardia , Los Hornos y
Paraná.
Militantes de El Pozillo y del Movimiento Popular La Dignidad (MPLD) Regional Santa Fe replicaron
localmente la campaña de alfabetización nacional “El Futuro es nuestro”, tanto
en barrio El Pozo como en Cabal y en Las Delicias II. Villa del Parque, La Guardia y Los Hornos son
los barrios en vista para ser alcanzados por las pedagogías ideadas por Paulo
Freire, cuando la segunda etapa de formación de formadores finalice.
El origen
La urbanización urgente de todos los barrios relegados fue
la consigna que se materializó en un acampe villero a lo largo de 53 jornadas
de otoño del año pasado, seguidas en plena Plaza de la República : la carpa se
mantuvo al pie del Obelisco que, además, fue testigo de una huelga de hambre
durante lo que duró la intervención. Los adherentes a la causa se contaron de a
miles y a partir de sendos debates celebrados en las inmediaciones del
campamento se desprendió el germen de
varias experiencias de militancia en diversas causas, como el acceso para todos
a los servicios públicos, a la tierra y la vivienda, a la comunicación, a la
igualdad de género, entre otras.
Las urgencias económicas siguen condicionando el ingreso y
la permanencia de los grupos familiares a los distintos niveles de la educación
formal, en la Villa
31 de Retiro y en la manzana 21 de El Pozo, en la 1-11-14 de Bajo Flores y en
Cabal. Así fue que, en procura de facilitar el acceso a la lectoescritura, se
impulsó a nivel nacional la campaña de alfabetización “El futuro es nuestro”,
teniendo en cuenta en su diseño antecedentes de educación popular en otros
países de América Latina.
El Movimiento Social y Cultural El Pozillo recogió el guante
en sintonía con las luchas de los colectivos que encabezaron la protesta en el
Obelisco, a saber, la
Corriente Villera Independiente y el MPLD.
Experiencias como la tirada de la revista El Pozillo, con
buena recepción pero con la noticia de que varios no sabían de qué se trataban
los textos a causa de ignorar la simbología y la gramática escrita, le valió al
colectivo un cobro de dimensión más preciso en cuanto a la situación social de
sus vecinos. Así que, habida cuenta de una necesidad que necesitaba ser
repuesta, se impulsó por redes sociales una convocatoria de formadores para
pisar los territorios con la propuesta de llevar adelante instancias de
capacitación. Un fin de semana “intensivo” de febrero constituyó el primer
encuentro de formación de formadores, para el que se convocó a integrantes de
la brigada Camilo Cienfuegos, quienes llevaron adelante los primeros ensayos en
los barrios de CABA aplicando líneas pedagógicas de Paulo Freire.
La experiencia
Angelina Dri y Jimena Paz son alfabetizadoras que están
llevando adelante encuentros con vecinos de El Pozo, Cabal y Las Delicias II y
explican que “estas instancias buscan no aplicar una enseñanza que tenga que
ver con reconocer palabras y firmar papeles porque sí; sino que implican todo
un proceso de decodificación, interpretación y discusión acerca de lo que las
palabras pueden y quieren significar, acerca de su potencia como herramienta
política.” En ese juego se hace evidente uno de los objetivos de la educación
popular, que sienta la base del proceso de aprendizaje en las prácticas y
experiencias que rodean a cada individuo. Se trata de invitar a re-pensar en
qué es lo que el lenguaje representa y qué valor simbólico conlleva en el
contexto de uso cotidiano. Sirva como caso paradigmático el de Freire
trabajando con obreros en favelas a partir de palabras generadoras como
“ladrillo”, a la vez elemento del lenguaje y objeto de su entorno de trabajo.
“Vivir 30, 40, 60 años sin saber leer ni escribir no parece
ser tan grave cuando nos sentamos adelante de una mujer que ha criado hijos y
resuelto su vida con viento en contra; sentimos que con las parejas
pedagógicas” a los encuentros llegan de a dos, de modo que no sean meros
choques de instructor y estudiante, “podemos aprender mucho más de Patricia
cuando nos ceba mates en Cabal o con conociendo la rutina de Marcelo de Las
Delicias II”, cuenta Jimena al respecto de los trabajos en los barrios en los
que se está alfabetizando desde el 9 de mayo.
Prestos para entrar en acción, los jóvenes alfabetizadores se forman dentro de la línea de educación popular que fundara Paulo Freire.
No obstante, la alerta no se apaga: en un contexto de
desarrollo cultural y político como el actual es inconcebible que haya gente
que no esté iniciada en el empleo del lenguaje alfabético. Así también lo
entienden los aspirantes a convertirse en alfabetizadores que, oriundos de
distintos campos de las ciencias sociales, se hicieron eco de la convocatoria
que, comenta Angelina, “si bien no fue demasiado fogoneada, atrajo a muchas
pibas y pibes. Serán unos 20 más o menos con los que está restando un solo
encuentro este fin de semana y que,
después, ya contarán con recursos suficientes como para poder arrancar el
trabajo en territorio.”
“En el marco de los talleres de serigrafía que concretamos
hace unas semanas surgió la consigna ‘¿Podés leer esto? Alfabetizá’, que nos
pareció bastante apropiada para apoyarnos menos en las convocatorias de
formadores y más en que los mismos vecinos que están siendo alfabetizados,
cuanto antes, se conviertan ellos mismos en alfabetizadores”, completaron.
Por último, las chicas comentaron que el uso de la palabra
escrita parece un capital cultural tan común que la sola sospecha de que
alguien carece de él resulta bastante disonante, más todavía cuando llega la
solicitada de compañeros de otros lugares que se suman a la causa. Es el caso
de Paraná, que está también atravesando su etapa embrionaria y aguardando por
los postulantes a alfabetizadores, que pueden inscribirse por mail a
yoquieroalfabetizar@hotmail.com completando el el asunto con “Yo quiero
alfabetizar Entre Ríos”.
Publicada en Pausa #155, miércoles 3 de junio de 2015
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