El torneo más picante de los últimos tiempos ya comenzó para
las escuadras de la ciudad.
Por Gastón Chansard
Los tiempos del torneo que comenzó a disputarse el pasado
fin de semana son tan cortos como importantes los resultados que se obtengan.
En apenas cuatro meses y medio Colón y Unión se jugarán el futuro inmediato,
ese que tendrá festejo si terminan entre los cinco primeros del grupo o sabor a
fracaso importante si son parte de los otros seis competidores. Al leer
“fracaso importante”, más de un lector puede plantearse si es tan trascendente
como se lo plantea. Sí, futbolísticamente es muy trascendente, e
institucionalmente mucho más. Deportivamente está en juego una chance única e
inmejorable para los dos equipos de nuestra ciudad, ya que cuentan con el 46%
de las posibilidades de ascender antes de fin de año. Ese dato a nivel deportivo
es relevante, es el “detalle” que adquiere mayor importancia cuando se analiza
la trascendencia del campeonato que recién se puso en marcha. Para Colón es la
oportunidad de hacerle honor al nombre que tiene el torneo, “Transición”. De
concretarse el ascenso, para la historia sabalera sería una pequeña anécdota el
pasaje por el Nacional B durante unos meses de 2014. De no ser así, este
certamen sería una gran mancha negra en sus 109 años de vida. En cambio, para
Unión no es una transición, pero sí es una posibilidad para no repetir la
reciente historia de quedarse en varios en los intentos de ascender, como ya lo
hizo entre 2003 y 2011. Este torneo les permite a los hinchas tatengues renovar
las esperanzas de la vuelta a Primera y dejar de lado un descenso cercano
(2013) y olvidar el rotundo fracaso de la temporada anterior.
En su nueva estadía en la B, Colón todavía no abrió el marcador: de local, empató en cero.
En tanto, en el aspecto institucional, la posibilidad del
ascenso adquiere una relevancia extrema, ya que permanecer en la categoría
actual le significa a los clubes santafesinos aumentar sus deudas. El déficit
económico de ambas entidades se agudiza al no estar en Primera División, debido
a que los ingresos de Fútbol Para Todos se achican notablemente. En la máxima
categoría la actual Comisión Directiva de Colón debió haber cobrado $1.800.000
mensualmente (el dinero le fue adelantado a Germán Lerche y la gestión Vega no
cobró nada), en cambio ahora, en el ascenso, recibe $400.000. La diferencia en
el ingreso más importante que tienen los clubes es alarmante, pero también se
reducen las chances de achicar las deudas con la venta de jugadores (en la “B”
los futbolistas se devalúan), con la publicidad de la camiseta, con la venta
publicitaria de cierta parte de la estática en los estadios, y con el riesgo de
perder un porcentaje de masa societaria por estar en una división inferior.
Las razones por el cual el “Torneo Transición” adquiere
semejante relevancia ya están expuestas, por tal motivo Pausa estará más atento
a los pasos que den Colón y Unión en estos próximos meses (hasta nuestra última
edición de 2014). Y en esta entrega inicial nos metemos en las primeras
sensaciones que dejaron sabaleros y tatengues en los partidos ante los
cordobeses, en las impresiones de algunas incorporaciones y en el futuro
inmediato.
Hay variantes
“Las situaciones más propicias fueron las nuestras, sin ser
muy claros en nuestro juego. Creo que dos o tres por tiempo, contra un rival
que generó poco y que no nos inquietó, salvo un remate de Bernardi sobre el
final del primer tiempo. Después se dedicó (Instituto) a defender y está muy
bien, porque la categoría es así. Hay que aprovechar las oportunidades y
marcar. Hicimos todo el gasto, más allá de la gente que involucramos en
ofensiva nos faltaron los últimos 15 metros de claridad y terminamos empatando
un partido que, creo, no fue jugado bien por ninguno de los dos”. Con esas
palabras Diego Osella intentó sintetizar su análisis con respecto al debut de
Colón ante Instituto de Córdoba (0 a 0). Le faltó decir que su equipo jugó con
un hombre más durante 35 minutos, motivo por el cual fue el amplio dominador
del juego en el segundo tiempo.
En este debut en el ascenso, Colón mostró otra cara en
comparación al equipo de Primera División. En su cancha, y ante un rival que
será protagonista en la zona “A”, el elenco del Centenario dejó de ser pasivo,
defensivo y apotador serial de contragolpes, para ser un equipo con más
vocación ofensiva y explotador del ancho de la cancha. Callejo (buen regreso
después de su paso por Jujuy) del medio hacia arriba y Villarruel de punta (en
el segundo tiempo Pavón), aparecen como las principales alternativas para
causar daño por afuera, mientras que Telechea se muestra como un claro
centrodelantero que es capaz de salir del área para asociarse al juego
colectivo. En tanto, en la mitad de la cancha tuvo un buen debut Garnier,
mientras que en el fondo Lazzaroni (también debutante) estuvo sólido junto al
capitán Landa.
La primera fecha dejó en el debe dos puntos (mereció los
tres), pero es bueno destacar que en el aspecto ofensivo radicó el mayor cambio
en el esquema de Osella. Esa variante es una buena noticia para un equipo que
debe cumplir con el objetivo de ascender; pero también hay que señalar que esta
diferencia –con respecto al Colón de Primera– se observará de local, ya que de
visitante se parecerá más al que jugó en el semestre pasado.
Por el rodaje que le falta, por los jugadores que tienen que
debutar (Cristian Llama y David Ramírez entre otros), por ciertos aspectos
técnicos de sus jugadores, por adaptarse a diferentes esquemas, por el
conocimiento de la categoría por parte de Osella y por el compromiso de todo el
mundo sabalero para volver rápido a Primera, desde el pasado sábado Colón dejó
la sensación de que el “operativo retorno” es posible.
Preocupación
Terminó el encuentro de Unión en San Francisco y Madelón
dijo: “Habíamos planeado otro partido. Pensé que sería más simple”. Con esa
declaración el DT comenzó a ocupar un lugar de responsabilidad importante en lo
que fue debut y derrota (3 a 1) ante Sportivo Belgrano. No dudó en declarar que
el rival “ganó bien”, dejando en claro que el resultado fue justo, pero también
fue contundente al decir que al equipo le “faltó determinación para ganar el
partido”. Y agregó: “Tuvimos el control de la pelota pero no la supimos usar.
Hubo niveles bajos. Tengo mucha bronca porque hoy había que sumar. Ahora a
ganar el domingo ante Atlético Tucumán”. A veces las palabras de los técnicos
–o futbolistas– toman cierto grado de importancia (abundan las declaraciones de
compromiso). En este caso el nivel de autocrítica de Madelón –a su trabajo– fue
llamativo, pero también vale destacar que los hizo cargo a los jugadores; al
fin y al cabo son los responsables directos de lo que un equipo hace adentro de
una cancha.
Unión cayó en su visita a San Francisco (Foto: La Voz)
Con estas declaraciones del ídolo tatengue, sólo cabe señalar que el debut de Unión fue negativo. Pero lejos de prenderse una luz de alerta –apenas se jugaron 90 minutos en todo el campeonato–, la vuelta de Unión a Santa Fe, además del dolor de la derrota, trajo algunos puntos a corregir para que el comienzo no termine siendo un futuro dolor de cabeza en el objetivo del ascenso.
La preocupación de esta primera fecha está marcada en un
rendimiento de mayor a menor. Empezó con un gol temprano de Malcorra, dominó al
local, generó algunas situaciones para marcar el segundo tanto y luego, con el
empate de Carignano, el Tate se desdibujó. El segundo tiempo fue más flojo, se
encontró en desventaja antes de los 10 minutos y de ahí fue todo cuesta arriba.
Mucha voluntad y nada de fútbol. Y sobre el final, Belgrano aprovechó los
espacios que le brindó Unión y metió la puñalada final.
¿Las caras nuevas? Poco y nada. Tuvo un aceptable debut
Ignacio Malcorra, mientras que Barisone, Fabro, Triverio, Guerra y Gamba pueden
dar mucho más. En tanto, lo del defensor Marcelo Cardozo fue lo más flojo del
equipo santafesino.
“Es el primer escalón y no fue bueno, debemos arrancar en el
segundo”. Con esa frase Madelón quiere olvidarse del primer paso en falso para
apostar al optimismo en el futuro inmediato: Atlético Tucumán.
En Pausa #139, miércoles 13 de agosto de 2014. Pedí tu
ejemplar en estos kioscos.
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