Entre el descenso de Unión y la mediocridad de Colón, el
fútbol local dio lástima en la última temporada.
Por Gastón Chansard
Al terminar esta temporada profesional del fútbol de Santa
Fe, todos vamos a coincidir en calificarla como mala, aunque en este mundo de
redes sociales y medios de comunicación muy adeptos a los adjetivos
calificativos extremos, confieso que me tenté con usar palabras como desastre,
patética, vergonzosa u otras que escuché en alguna radio local, donde
consideraban que este momento del fútbol santafesino “rozaba con lo peor de la
historia”. Lejos está de ser “lo peor de la historia”, sólo hace falta recorrer
el pasado y encontrarse con Unión y Colón al borde de la quiebra, jugando los
dos en el ascenso, hasta uno desafiliado de la AFA y otro en Primera C. Despegándose de todo el
condimento pasional, con datos certeros de toda la vida futbolística de cada
club, se pueden arribar a verdades que tienen que ver más con una realidad
histórica. Por ejemplo Unión, desde el año 1967, cuando por primera vez jugó en
la máxima categoría del fútbol argentino, tiene seis descensos hasta la
actualidad. Esto quiere decir que el descenso no está dentro de lo “anormal”,
“raro” o “fuera de lo común” para la institución rojiblanca. Y con respecto a
Colón, la tabla histórica de Primera División (todos los puntos sumados en la A ) lo muestra al club del barrio
Centenario en el puesto 18. Por lo tanto, lo “raro” para el Sabalero sería que
pelee el título en todos los torneos, o que salga campeón.
Enojados con razones
El socio y el hincha de Colón manifiesta por estos días todo
su enojo con los jugadores y los dirigentes, especialmente en la figura de su
presidente, Germán Lerche. El pobre rendimiento futbolístico, los 46 puntos
cosechados en la temporada (uno menos que la que se va en el promedio), los
problemas económicos de la institución y el escaso acercamiento entre el
presidente y la masa societaria son los temas generales que ponen de muy mal
humor al colonista.
Cada uno de los motivos está justificado y merece ser eje
temático de la dirigencia para intentar mejorar la relación con sus asociados
y, por ende, la actualidad en todos los aspectos de la vida sabalera.
Si profundizamos en los motivos de la bronca, nos vamos a
encontrar con una campaña general de 46 puntos, 26 alcanzados en el Torneo
Inicial y 20 en el Final, saliendo 10º en el primero y 17º en el siguiente. A
Colón le convirtieron 30 goles y fue, luego de Unión (31), el equipo más
goleado en este último semestre. El hincha tuvo que padecer a un equipo que, a
excepción del primer tramo del Inicial y durante la Copa Sudamerica ,
nunca tuvo un estilo de juego definido. Como producto de ese desempeño, Colón
volvió a “comerse” un DT, Roberto Sensini. La llegada de Morant le inyectó
buenos resultados en sus primeros cinco partidos como entrenador (llegó a estar
en el lote de clasificados para la Sudamericana ), pero el rendimiento futbolístico
siguió en deuda. Los malos resultados, el peor desempeño y el clásico perdido,
fueron las principales razones para que el Flaco pierda posiciones en la
carrera de DT.
Los sabaleros cuestionan al presidente Germán Lerche, quien ensayó (sin éxito) la fórmula Batistuta manager.
Además de los motivos futbolísticos (juego y puntos), el estallido
de la gente luego del encuentro ante Unión (de local frente a Atlético de
Rafaela) tuvo como destinatarios a jugadores que, según los hinchas, cumplieron
un ciclo, como es el caso de Diego Pozo, Sebastián Prediger y Moreno y
Fabianesi, entre los principales apuntados. Asimismo, Lerche también cosechó
insultos, aunque en ese partido no se encontraba en el estadio Brigadier López,
sino en Ecuador junto a la delegación Argentina que jugó por las Eliminatorias
Sudamericanas. Justamente, ese es uno de los motivos que al socio también lo
irrita: los continuos viajes al exterior y a Buenos Aires que hace el máximo
responsable de la institución. “Lerche está más pendiente de sus cuestiones en
AFA que de Colón”, “Lerche habla con los medios porteños”, “Lerche no le
comunica a los socios muchas situaciones confusas que suceden en el club”,
“Lerche hace sus propios negocios gracias a Colón”, estas frases y otros
insultos que nada tienen que ver con la sana discusión de la vida institucional
y deportiva de Colón, se escuchan en la calle, en la cancha y se leen en las
redes sociales. La situación de Gigliotti y de otros contratos no está clara, o
al menos no se comunicó como es debido. El tema barrasbravas también sigue sin
ser tratado con seriedad y Colón continúa dejando entrar a los mismos violentos
de siempre. El escenario económico del club es preocupante, pero Lerche tampoco
le brinda información detallada a los socios. Mientras tanto, el presidente se
aferra a la misma frase de campaña
política: “Lo mejor está por venir”. Por ahora el hincha y socio sabalero sigue
esperando “lo mejor” porque, hasta el momento, la aparición de algunos chicos
en Primera, un gran estadio o un hotel con campo deportivo (en el que los
socios no tienen ningún beneficio) no le alcanza para lograr, al menos, un
equipo que despierte serias ilusiones.
Positivo
Lo sobresaliente de Colón en la temporada se puede resumir
en cuatro ítems: 1) Emanuel Gigliotti reemplazó de la mejor manera a Esteban
Fuertes, hizo 23 goles en 36 partidos que fue titular. Junto a Ignacio Scocco
se consagró goleador del Torneo Final con 11 tantos; 2) Ganó el clásico del
Torneo Inicial por 2 a 0 y hasta pudo golear; 3) La aparición y consolidación
de algunos chicos de las inferiores en Primera División, como los casos de
Mugni, Curuchet, Graciano, Luque, Castillo, Bailo, Fernández y Melli; 4) La Reserva se consagró
campeón tras golear 4 a 1 a Independiente en la última fecha.
Números que condenan
Desde está sección de Pausa, cuando todavía el descenso no
estaba consumado, hemos analizado los errores que llevaron a Unión a la Primera B Nacional. Hoy,
con la temporada finalizada y todos los números en la mano, lo del Tate terminó
siendo peor de lo que se preveía en el pasado mes de abril, cuando salía
publicada la nota “Camino al precipicio”. El equipo de Sava descendió cinco
fechas antes de la finalización de la temporada, salió último en los dos
torneos, en el Inicial sumó 7 puntos (no ganó nunca) y en el Final 17;
obviamente terminó último en la tabla de la temporada, a 10 puntos del rival
más próximo, Tigre (34). Ganó 3 partidos de los 38 que jugó, fue el equipo más
goleado, con 64 tantos en su contra, discriminados en 33 del Inicial y 31 del
Final.
El Colorado Sava prometió seguir en el rojiblanco.
Los números que arrojó la campaña que condenó a Unión a volver
al ascenso revelan cómo jugó el equipo. Jugó muy mal con Kudelka, repitió con
Pumpido, mejoró un poco con Sava, pero jamás se podrá decir que de la mano del
Colorado jugó bien. En todo caso, cambió de estrategia, fue más ofensivo y jugó
menos mal de lo que lo hacía antes, y en tres o cuatro partidos de 19 jugó
bien.
Operativo retorno
Unión pudo tomarse más tiempo para asimilar la caída, los
dirigentes contaron con más aire para diagramar el plan de retorno a Primera.
Aunque todavía no hay jugadores nuevos para sumarse al plantel que jugará en la B Nacional , Luis Spahn
y su gente habrán tomado nota de los errores cometidos y ahora estarán jugando
su principal partido, ese se juega a diario contra representantes, dirigentes
de otros clubes, grupos de empresarios, técnicos rivales y “personas
influyentes” en AFA.
Mientras la plana mayor de Unión busca armar un plantel
competitivo, luego del último partido en Primera División, en los vestuarios de
Racing, Facundo Sava marcó la cancha: “Hay que reforzar al plantel en todas las
líneas”. El plan del Colorado consiste en traer entre siete u ocho jugadores,
ya que el 30 de junio finalizan su contrato Alejandro Limia, Martín Perafán,
Alejandro Pérez, Bruno Bianchi, Guillermo Cosaro, Matías Donnet, Marcelo
Sarmiento, Diego Galván, Damián Lizio y Andrés Franzoia; la posibilidad más
firme de continuar en Unión es la del arquero Limia.
Luego de la resignación
El hincha de Unión, que supo resignarse ante tan mala
campaña y masticó el camino al descenso con hidalguía, hoy empieza a sacarse la
máscara de la caballerosidad con sus dirigentes, el plantel y el cuerpo
técnico, y ya comienza a exigir por un equipo competitivo. Dicha exigencia se
argumenta desde la sencilla razón de la grandeza que representa Unión en la
máxima categoría de ascenso, pero además están las modificaciones que sufrió el
torneo en esta nueva temporada. La B Nacional sumará dos nuevos participantes a
partir del 3 de agosto. Serán 22 clubes que intentarán conseguir los 3 tres
primeros lugares para ascender y lucharán para no caer entre los últimos cuatro
peores promedios: hasta este año descendían sólo dos equipos.
Los nuevos integrantes de la B Nacional son: Unión,
Independiente, San Martín de San Juan, Talleres de Córdoba, Villa San Carlos,
Brown de Adrogué y Ramón Santamarina de Tandil o Sportivo Belgrano de San
Francisco, que definirán el reducido del Argentino este domingo 30 de junio.
Algunos de los que esperan con ansias de ascenso son Huracán, Atlético Tucumán,
Banfield, Instituto, Gimnasia de Jujuy y hasta Patronato. Teniendo en cuenta
este panorama, los hinchas y socios tatengues tienen sobradas razones para
exigir un plantel competitivo para afrontar un campeonato que promete ser
complejo.
Publicada en Pausa 116, miércoles 26 de junio de 2013
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