Una mutual de Villa del Parque trabaja en educación y capacitación a la vez que apuesta fuerte por la comunicación con una radio comunitaria.
Por Ileana Manucci
La Asociación Mutual Solidaria Barrial Santafesina nació el año pasado, cuando un grupo de vecinos de Villa del Parque decidió que era hora de tomar el toro por las astas y hacer ellos mismos algo por su barrio, ante la falta de respuesta de aquellas instituciones que deben velar por el bienestar de la comunidad en su conjunto.
Las mutuales son “empresas sociales” sin fines de lucro, prestadoras de servicios, que se sostienen con el aporte de sus asociados. Junto con las cooperativas, son los pilares de la economía solidaria, “una salida colectiva a problemas comunes, una respuesta de muchos a las necesidades del conjunto”, como dice el folleto de presentación de la mutual de Villa del Parque.
“La idea original de la mutual nació hace unos dos años”, cuenta la presidenta de la Comisión Directiva Susana Bravo, “cuando nos reunimos un grupo de vecinos y comenzamos a trabajar de a poco, porque veíamos que el barrio tenía muchas necesidades y que prácticamente no había respuestas, algo que ocurre en toda la zona oeste de la ciudad: son barrios muy abandonados por el Estado. Ahí nos enteramos que desde Nación se estaba apostando por las mutuales barriales y comenzamos a tramitar los papeles, la personería jurídica”. Villa del Parque, a pesar de estar a pocas cuadras del bulevar, no posee los servicios básicos: ni gas natural, ni cloacas, ni cable, ni internet, “hasta las empresas de agua se niegan a traernos un dispenser”, dice indignada Susana. Por muchas de estas necesidades fue que la mutual pasó de ser una posibilidad a una realidad en abril de 2011.
—¿Qué le ofrece la mutual al barrio?
—Nosotros acá tenemos varios talleres, para los cuales convocamos gente que viene gratuitamente a dictarlos. El año pasado tuvimos apoyo escolar, taller de guitarra, de dibujo, asesoramiento jurídico, y ahora estamos viendo de ofrecer gimnasia para adultos, salsa para los más jóvenes, peluquería y capacitaciones en albañilería, pintura, cocina y trabajo con madera, para las que presentamos un proyecto en Desarrollo Social de la Nación, desde donde ya conseguimos cinco microemprendimientos para familias del barrio. Según las necesidades que la gente nos manifiesta, nosotros vamos buscando estos talleres y capacitaciones.
—¿Cómo se financian?
—La mutual la sostenemos con el aporte de los socios, gente que paga esa cuota más para colaborar que por los beneficios directos para ellos; además organizamos venta de comida, empanadas, pollo, de todo. El lugar físico donde funcionamos, acá en Padre Catena 4275, lo alquilamos y el alquiler lo paga un padrino de la mutual. Todo se hace a pulmón, lo único que hemos recibido de la Nación fueron los microemprendimientos, después nosotros subsistimos como podemos. Igual eso nos hace más fuertes y siempre decimos que sin recibir ningún subsidio logramos tener varios talleres y una radio comunitaria. Cuando podamos contar con ayuda del Estado vamos a hacer muchas cosas más.
—¿Cómo surge el proyecto de la radio comunitaria?
—Una compañera nos dijo que tenía los elementos necesarios para armar una radio y los ofreció. Pero nos faltaba la antena, así que empezamos toda una campaña para recibir donaciones y comprarla. La radio fue realmente el boom del barrio, porque en 100 años que tiene Villa del Parque nunca había tenido una radio, fue algo nuevo para toda la gente de acá porque ellos pensaban que la radio era sacar los parlantes y escuchar, esto era distinto. El día que empezamos a transmitir, salimos todos a la calle a avisarles a los vecinos que sintonicen el 88.1 y era una emoción muy grande ver a la gente en la vereda escuchado la radio del barrio.
—La gente logró apropiarse de ese espacio…
—Sí, totalmente. Vamos al almacén o a cualquier negocio de acá y todos nos dicen que la escuchan y les gusta. Hace poco se nos rompió el transmisor y los mismos vecinos venían a decirnos que hagamos ventas de empanada, que ellos nos ayudaban, que la radio tenía que volver rápido. Vemos que a la gente le gusta, que participa de los programas, y ahora también se puede escuchar por internet, entonces llaman de localidades vecinas, mandan mensajes, piden música. A las 21 empieza un programa de música que se ha hecho muy popular y a esa hora todo el barrio está con la radio prendida, esperando que empiece. Además nos escuchan en muchos otros barrios de la zona oeste y hasta se acercan y nos dejan mensajes en papelitos porque no tienen otra forma de comunicarse.
La 88.1, Radio Mutual Solidaria, se escucha en gran parte de la zona oeste y cumple una función importante de cohesión social, hablando en primera persona de los temas que les interesan a sus habitantes. La radio busca captar a los jóvenes del barrio y por eso este año tienen previsto incorporar talleres de locución y producción para darles más herramientas a la hora de estar frente al micrófono o la consola de sonido. Muchos de esos chicos ya trabajan de operadores y reciben una ayuda económica por ello, dinero que sale de la venta de los espacios de la radio. “Estamos apostando fuerte por este proyecto”, dice Susana, “por eso también es que decidimos entrar en la Usina de Medios, porque nos interesa juntarnos con otros medios y compartir información, experiencias. Acá en el barrio sólo entran los grandes medios de la ciudad y la gente los consume poco, no sólo por la cuestión monetaria sino porque nunca hablan de nosotros, de nuestras cosas, de lo que nos pasa. Los barrios del oeste sólo salimos en esos medios cuando pasa algún hecho policial, nada más. Por eso queremos tejer redes con estos otros medios para que traigan otra información; tratar de hablar de lo nuestro, de lo que nos pasa en nuestro día a día”.
La Comisión Directiva a pleno muestra un sentimiento de arraigo al barrio muy fuerte, casi como si fuera un club de fútbol, algo muy pasional. La mutual no sólo brinda talleres y capacitaciones, sino que trata de ocupar a la gente del barrio para los arreglos que pueda necesitar la casa que los aloja, valorizando así su trabajo. “La gente ve que nosotros la remamos, que hacemos cosas, entonces vienen y nos dan una mano, no trabajan gratis pero nos cobran menos. Nosotros ayudamos al vecino a que tenga una changa y el vecino nos ayuda a nosotros. De eso se trata la mutual, de la ayuda mutua y solidaria, ese es su objetivo principal”, concluye Susana.
Publicada en Pausa #90, miércoles 28 de marzo de 2012
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