Masa Crítica: un colectivo de ciclistas radicado en varias ciudades del país llegó a Santa Fe. Una propuesta para que la circulación por las calles sea menos violenta y contaminante.
Por Marcela Perticarari
Antes de arrancar se armó la charla con varios que tenían ganas de contar sus historias y la de sus fieles acompañantes, como Leandro, que consiguió su auténtica Aurorita plegable en un remate. Las expectativas se palpaban en el aire caliente de verano. Algunas se cumplieron: media docena de insultos de diferente calibre, ocho bocinazos –algunos aprobando, otros pidiendo que las bicis se corran del paso– y tres pibes que se sumaron en el camino. Así avanzó Masa Crítica por segunda vez en el año, en dos ruedas, a lo largo de la Costanera santafesina, tras partir de la Estación Belgrano para llegar a la plaza Padre Trucco, frente a la Basílica de Guadalupe. Fue el sábado 3 de marzo a las 18 hs, cuando una veintena de ciudadanos se juntaron –convocados a través de un grupo de facebook y del boca en boca– para ir en sus bicicletas y difundir sus premisas: “usá la bici todos los días, celebralo una vez al mes” y “no bloqueamos el tráfico, somos tráfico”.
En sociología, se utiliza el concepto de masa crítica para designar actividades colectivas que, una vez que rebasan un nivel mínimo de participación, se vuelven autosostenidas. Así, la Masa Crítica recorre las calles de la ciudad promoviendo el uso de la bicicleta como un medio de transporte económico, ecológico y saludable, que exige respeto por parte de los otros actores del tránsito. Se trata de un paseo, donde las bicicletas se mueven en masa ocupando el ancho de la calle, generando un tránsito más tranquilo, donde los ciclistas marcan el ritmo.
Los integrantes del grupo afirman no se trata de una organización sino de “una coincidencia no organizada, un movimiento de bicicletas en las calles, un paseo mensual para celebrar el ciclismo y para afirmar los derechos del ciclista en las calles”.
Pedaleá que es carnaval
El impulsor del grupo en Santa Fe, Ignacio Garategui, contó que “en nuestro país, Masa Crítica arrancó con ocho personas en Capital que buscaban fomentar el uso de la bicicleta. Muchos se mueven en bici y queremos lograr ser parte del tráfico, de lo contrario no nos respetan. El tráfico es colectivo, de todos y cada uno, pero en realidad rige la ley de la selva”.
Otro de los organizadores de la movida, Hugo Cáceres, se mostró conforme al concluir el segundo encuentro: “Fue lindo porque de a poquito vamos sumando más gente que le gusta salir a pasear y disfrutar de una tarde entre amigos. Para la próxima esperamos contar un grupo grande y poder hacer, más adelante, una petición a las autoridades locales para que se respete más a los ciclistas. Cuando veníamos por la Costanera vimos las sendas para bicis obstaculizadas por otros vehículos, y a algunos automovilistas no les gusta que circulen las bicicletas ocupando un carril, como si la avenida fuera solamente para los autos. Todos los días voy a trabajar en bicicleta y mi trayecto parece un videojuego donde me tengo que cuidar de los autos, los camiones y los peatones. Es una lucha diaria, por eso queremos salir a pasear tranquilos y sentirnos seguros”, concluyó Hugo.
La iniciativa Masa Crítica, que arrancó en 1992 y tiene sus émulas en Brasil, Chile, México, Colombia, Estados Unidos, España, Francia e Italia, también tiene sus réplicas a nivel nacional: Resistencia, Rosario, Capital y La Plata se suman a la movida con algunas variantes. Por ejemplo, las masas nocturnas en La Plata ocurren el tercer sábado de cada mes desde las 19 hs. Los ciclistas llevan luces o ropa de colores claros para ser vistos fácilmente.
50 kilómetros de ilusiones
La Asociación de Ciclistas Urbanos, con sede en Buenos Aires, sostiene que “si el diseño de calles y rutas contemplara desde su concepción el paso de los posibles usuarios, y las políticas de tránsito promovieran sistemas de transporte de bajo impacto, circular en bici sería mucho más placentero y seguro. Y muchas veces resultaría innecesaria la infraestructura cicloviaria. La pacificación del tránsito resulta la principal medida a favor de la integración ciclista a la trama viaria, entendiendo por ello a la reducción forzada de la cantidad de automotores privados y de sus velocidades de circulación. Reducción que genera menos peligro, contaminación y congestión, beneficiando al tránsito ciclista independientemente de la construcción de infraestructuras ciclistas”.
En su artículo 5, la Ley Nacional de Tránsito y Seguridad N° 24.449 –sancionada en 1994– y su modificatoria Nº 25.965, define a la bicicleta como “vehículo de dos ruedas que es propulsado por mecanismos con el esfuerzo de quien lo utiliza, pudiendo ser múltiple de hasta cuatro ruedas alineadas”, y a las ciclovías como “carriles diferenciados para el desplazamiento de bicicletas o vehículo similar no motorizado, físicamente separados de los otros carriles de circulación, mediante construcciones permanentes”. Según el artículo 46 bis de la Ley de Tránsito, “las autoridades competentes promoverán la planificación y construcción de una red de ciclovías o sendas especiales para la circulación de bicicletas y similares cuyos conductores estarán obligados a utilizarlas”.
Lo cierto es que las ciclovías santafesinas no son un lecho de rosas para quienes se mueven en dos ruedas. Ideadas para que los ciclistas se muevan a lo largo y ancho de la ciudad evitando los inconvenientes del tráfico automovilístico, ya no son novedad los casos de robo de rodados y otras pertenencias, las motos que circulan por ellas o el pésimo estado en el que se encuentran. Si bien suelen renovarse las luminarias que las flanquean, desde que se inauguraron las cintas asfálticas recibieron mantenimientos muy poco durables.
En septiembre de 2010, quien era el subsecretario de Transporte del municipio, Sergio Ludueña, declaró: “Estamos analizando varios proyectos que consideran las bicisendas por canteros centrales de avenidas, compartiendo calzadas, dentro de trazas ferroviarias y por veredas, en los tramos que lo permitan. Una de las prioridades es construir una vía paralela al puerto, bordeando las avenidas 27 de Febrero y Alem. Además, se incluirán en Blas Parera y en Aristóbulo del Valle, entre otras, para que los ciclistas puedan acceder a una y desplazarse por toda la red”. En ese sentido, detalló que la proyección alcanzaba 50 kilómetros de nuevas vías para ciclistas.
Desde entonces nada se concretó. La ciudad cuenta con las ciclovías del Parque Federal (que, de forma muy precaria, continúa hacia el norte por la vía hasta Facundo Zuviría), de la línea del antiguo ferrocarril Belgrano, la que las une, la de Costanera Este y la que lleva a Ciudad Universitaria. En días pasados –durante la inauguración del periodo ordinario de sesiones del Concejo Municipal– el intendente José Corral prometió fortalecer la red cicloviaria de la ciudad.
La Asociación de Ciclistas Urbanos advierte que “la construcción de vías ciclistas debe valorarse ajustadamente dentro de las acciones de promoción de la bicicleta como medio de transporte. Promoción que un enfoque sistémico no basaría solo en la oferta de infraestructura, sino que tendría en cuenta el contexto social en el que se decidirá utilizar la bici. Toda política de fomento al ciclismo urbano debería constar de una planificación que contemple los aspectos educativos, culturales y normativos que condicionan la actividad, conteniendo sus premisas ingenieriles. El plan debe tener presupuesto y prever tanto la participación ciudadana como la evaluación de resultados”.
Las intenciones y la participación circulan en Santa Fe. Esperan al presupuesto y la planificación, que pedalean más lento.
El próximo en Santa Fe
Los interesados en sumarse a Masa Crítica pueden concurrir el sábado 7 de abril, a partir de las 16 hs, a la Estación Belgrano. El recorrido será similar a los anteriores. Para encontrarlos vía facebook, buscar “Masa Crítica Santa Fe”.
Publicada en Pausa #89, miércoles 14 de marzo de 2012
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