Sesentaycinco/Setentaycinco: el documental que repasa el origen del rock en Santa Fe.
Por Ezequiel Nieva
La idea es tan sencilla que resulta curioso que nadie la haya realizado antes: contar los orígenes del rock en Santa Fe con un documental. Los integrantes de Marea Doc decidieron saldar esa deuda y reunieron a músicos que formaron parte de las bandas pioneras de la ciudad: Alma Pura, Bichos de Candy, Them y Virgem. Sesentaycinco/Setentaycinco. Comarca beat es el nombre del film que repasa la primera década del rock autóctono. Uno de sus aspectos más atractivos, más allá del rescate musical y de los testimonios de los protagonistas, es el encuentro entre artistas de distintas generaciones. Desde hace dos meses, los músicos de aquella primera ola ensayan con los integrantes de Astro Bonzo y con otros jóvenes –y no tanto– referentes de la escena local. El viernes 21, en el Patio Catedral, una veintena de ellos –un dream team intergeneracional– tocarán viejas canciones para las cámaras y se cerrará, así, la primera etapa del documental sobre el surgimiento, el espíritu, el sonido y los matices del rock santafesino.
El grupo Marea Doc –Alejandro David, Alejandro Pérez, Héctor Bruschini, Pablo Bertoldi, Sebastián Pachoud y Andrea Tealdi–, con producción de Agustín Falco, se propuso bucear los orígenes de la movida local y comprobó que los pioneros de acá no iban a la zaga de Litto Nebbia, Manal, Spinetta, Moris y otros próceres del rock nacional. Como ocurría en Buenos Aires, aquí también se experimentaba con los sonidos más variados –beat, folk, blues, rock progresivo y sinfónico– y, a la hora de las versiones, el repertorio incluía joyas contemporáneas como “Ramble Tamble” de Creedence Clearwater Revival y “Born to be wild” de Steppenwolf. Eran años de discos de vinilo: Beatles, Rolling Stones, The Kinks, The Yardbirds y Creedence sonaban en los Winco de la joven guardia santafesina; esa fue la banda sonora que llevó a un puñado de inconformistas –Miguel Bertolino, Rubén Tucci, Guillermo Gervasoni, Carlos Joannas, Horacio Bidarra, Juan Carlos Fissore y Horacio Zanor, entre otros– a parir una nueva movida cultural, hasta entonces impensada en la ciudad.
“La década del 60 fue una bisagra”, definieron los realizadores del film. “Todo pareció darse vuelta, cambiar de significado. Las ideas, los roles, los consumos, las formas de vivir el amor, el arte. La música se convirtió en protagonista y el rock, como su género más representativo, irrumpió como un enorme desahogo. La brecha que separaba a los jóvenes de ese momento de la generación que los precedía, la de sus propios padres, era abismal, lo que generó un choque muy fuerte, tanto en la estructura familiar como en la social. Y en una ciudad del interior, donde parece que nunca pasa nada, comenzaron a suceder cosas. Como amantes de la música nos sentimos conmovidos de inmediato al conocer esas historias y comprobar que el legado, además de abundante, era muy valioso”. Esa es la justificación de Sesentaycinco/Setentaycinco.
Acompañando a los músicos de Alma Pura, Bichos de Candy, Them y Virgem aparece como banda de base Astro Bonzo: Agustín Ferrero (voz), Cristian Deicas (guitarra), Francisco Rusillo (bajo) y Javier Farelli (batería). A ellos sumarán sus voces Gustavo Angelini (Carneviva), Rodrigo González (La Cruda, Experimento Negro), Camilo Hormaeche (Azul de Metileno, Pobre Vaca) y Cintia Bertolino (Barro), sobrina de Miguel Bertolino, considerado el poeta del rock santafesino, miembro de Alma Pura y Virgem, muerto en 1975 con solo 24 años. “Nunca pensé que íbamos a tener la oportunidad de compartir algo tan importante para nuestras vidas”, sostuvo Cintia, para quien el documental es valioso por el punto de vista con el que lo encararon sus realizadores: “Ver el pasado para llenarnos de esperanza, no de nostalgia”. Junto a esa selección de músicos aparecen también el legendario Esteban “Tape” Madariaga en guitarras y Facundo Maggio en percusión.
Ocho cámaras registrarán el concierto del Patio Catedral, en el que los responsables del documental buscarán recrear el espíritu del mítico festival realizado en la isla Berduc en octubre de 1970: el Woodstock santafesino. “El objetivo de la producción es poner en escena un gran recital en el cual los músicos protagonistas interpretarán los temas que sonaron en aquella década (1965-1975) con la participación de destacadas bandas actuales. Habrá un despliegue técnico y artístico sin precedentes para un proyecto cinematográfico-musical local”, prometieron los realizadores.
En 1970, la revista Pelo publicó una reseña sobre el festival de la isla Berduc: “Ignorado en Buenos Aires, con escasos medios, sin difusión en las radios y con pocas grabaciones, el rock del interior argentino asciende desde más abajo pero con mayor vigor y probablemente con mayor autenticidad que el monstruo que se gesta en la Capital”. De ese monstruo en gestación ya supimos –y mucho– durante los últimos 30 años; de aquel vigor dejarán legado los integrantes de Marea Doc una vez que finalicen su proyecto.
Publicado en Pausa #85, miércoles 19 de octubre de 2011
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