Fotógrafo e hincha: Federico Peretti plasmó como nadie la
resurrección riverplatense.
Por Gastón Chansard
“Toda una vida esperando hacer esta foto. ¡Vamos carajo!”.
La frase aparece en Facebook, en el muro
de un fotógrafo exhausto de felicidad. Repaso la foto, me detengo en cada
rostro de los 22 jugadores que posan con la camiseta de River Plate junto a la Copa Libertadores
de América, y en cada uno de ellos puedo ver una cara que no veo, la del
fotógrafo que está haciendo su trabajo para inmortalizar ese instante. No dudo
un segundo en imaginarme que el rostro del que dispara con la Canon 7D también está
atravesado por esas mismas sonrisas agitadoras de corazones.
El tipo hizo el trabajo más feliz de su vida. Muy pocos en
este mundo pueden combinar la profesión con uno de los momentos más pasionales
y placenteros de un hombre que ama el fútbol. Además, por su labor pudo
congelar (o calentar la memoria emotiva) cada uno de esos actos, para luego
gozarlos todos juntos en la obra completa que se encuadra en una interminable
secuencia de fotos.
Dos hombres en uno
“Casi siempre voy a la cancha muy relajado, muy tranquilo,
pero en esta clase de partidos el hincha se mete a pleno y tengo miedo que
termine afectando al fotógrafo”. De esta manera el autor de la foto tan
esperada empezó a describir sus sensaciones más genuinas de una noche
inolvidable. “Recuerdo que salí muy temprano de casa, mis amigos se juntaron a
las cinco de la tarde –el partido comenzó a las 22– en una plaza de calle
Monroe, a un par de cuadras del club, hice una previa de hincha que duró como
dos horas. Me fui temprano a la cancha para poder ingresar y conseguir un
banquito –plástico–, porque en estos partidos que van tantos fotógrafos es
importante tenerlo, te permite estar sentado durante todo el partido y después,
cuando todos se amontonan, te podes parar sobre el banquito y hacer bien esa
foto con la Copa ”.
No hizo agua
La lluvia inundaba de alegría el Monumental, el pelo corto y
la barba mojada eran caminos que recorrían las gotas para bajar hasta el piloto
que lo cubría. Gran parte de su cuerpo también estaba cubierto por la
obligatoria pechera que usan los fotógrafos en las canchas de fútbol, y un
amarillo intenso –con la impresión de la firma que patrocina la Copa Libertadores
de América– predominaba en su figura. Los puños del buzo gris mojados, tanto
como esas manos que sostuvieron la cámara del fotógrafo-hincha. Se llama
Federico Peretti, vive en el barrio de Villa Crespo (Capital Federal), saca
fotos para su corazón atravesado por una banda roja y para la Revista 1986, la
publicación gráfica de River Plate. También es director de cine, publicó un
libro y trabaja en el programa De otra categoría, que se emite en Depor TV.
Sólo el fútbol puede generar esta euforia, que no se ve: el rostro de Peretti, sacando la foto.
Peretti, ahora muy tranquilo y contento, volvió sobre sus
emociones del pasado 5 de agosto. “Mis sensaciones fueron de nervios, casi
constantes, porque además del hincha, también tenía que hacer bien mi trabajo.
Desde hace un año hago todas las fotos para la Revista 1986 –el único
medio gráfico importante que actualmente tiene River–, por lo tanto tengo que
estar muy seguro, concentrado en mi trabajo y con la responsabilidad de llevar
el mejor material posible”, aseguró.
Las fotos que llevaba esa noche en su cámara eran las más
valiosas de su vida. “Estaba ansioso y bastante preocupado porque nunca me mojé
tanto como en este partido, cuando iba para casa pensaba si se me había mojado
la tarjeta de la memoria y perdía todo. Hasta que llegué a casa, la puse en la
computadora y vi que empezaron a bajar las fotos estaba bastante cagado. Por
suerte estaba todo bien y hasta las 6 de la mañana estuve trabajando para la
revista, porque a las 10 de la mañana ya entraba a la imprenta”. Esa misma
noche Peretti comenzaba a plasmar su emoción en una red social, ya que a las
2.09 de la madrugada del jueves 6 de agosto decidió publicar la primera de una
extensa lista de fotografías de una jornada histórica, para él y su amado
River.
La foto
“Fotográficamente significa más como hincha que como
fotógrafo, la misma foto ya la había hecho el año pasado con San Lorenzo, hasta
puedo asegurar que la foto quedó mejor porque había menos fotógrafos, me pude
acomodar bien, estaba más tranquilo, con la sangre más fría para laburar. Es
una foto que me gusta, pero no es la mejor, lo que pasa es que tiene toda la
carga emotiva del hincha que llevo adentro. Desde que saco fotos en River era
la que más esperaba hacer”. La carga emotiva de la que habla Peretti es tan
grande, que durante su diálogo telefónico con Pausa contó que en los próximos
días va a imprimir la foto para colgarla en la habitación de su hijo Vicente,
de apenas ocho meses. “Ya tiene la foto de hace un año, cuando salimos
campeones del torneo local, ahora voy a ponerle la de la Libertadores ”.
El trampolín
Hace muy pocos días, en su muro de Facebook, Federico
Peretti recordaba: “Hace tres años River había perdido con Patronato, y
volvíamos destruidos desde Santa Fe con Alejandro López Mateo, Fernando Prieto
y Brian Viglianco en mi viejo Daewoo. Jugaban Central, que si ganaba lo pasaba
y River no ascendía, y Chacarita, que era el último del campeonato. Estos
fueron los dos minutos definitorios del partido, intentando que la radio vía
wi-fi agarrara señal. Hay un gol, la radio que se corta, y el auto que explota.
Fer, en el asiento del acompañante, no puede hablar luego de la angustia
vivida. Esto fue en el peor momento de la historia del club más grande. Hoy
tenemos que juntarnos, pero para organizar otro viaje, al Mundial de Clubes.
Sólo 3 años pasaron. Messi allá vamos, pero que sea con la Libertadores bajo el
brazo”. Luego de estas palabras se puede observar el video de un auto que
llevaba tres personas desbordadas de nervios y ansiedades extremas.
River descendió, tuvo un salto inesperado y el presente es
una foto histórica. Federico Peretti ya tiene el pasaje a Japón para ir a
trabajar/alentar al Millonario en el Mundial de Clubes, “lo compré hace unos
días, cuando Tigres (Monterrey) llegó a la final y le daba la posibilidad a
River de jugar ese torneo, pero obviamente que todos los riverplatenses
queríamos ir como campeones de la Libertadores ”. Un nuevo sueño está en marcha,
ahora el fotógrafo-hincha irá por la foto de River, como el mejor del mundo, el
próximo 20 de diciembre.
Publicada en Pausa #159, miércoles 12 de agosto de 2015
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