Tras un proyecto consensuado, una torpe reculada.
La difusión del anteproyecto de reforma del Código Penal anticipó el debate legislativo y provocó piruetas políticas de todo tipo, al punto que los mismos sectores que participaron de la comisión que elaboró el borrador ahora le quitaron respaldo a la iniciativa del gobierno nacional. La posibilidad de lograr consenso se desvanece y todo indica que, al menos hasta después de las elecciones de 2015, seguirá vigente el actual Código y todas sus leyes complementarias que lo desvirtúan.
Casi en soledad, Eugenio Raúl Zaffaroni –juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y presidente de la comisión redactora del anteproyecto– defendió la reforma ante las críticas de distintos sectores de la oposición y pidió a los dirigentes “no apresurarse” en sacar conclusiones porque aún se está trabajando en el texto final. “Sobre la reforma del Código Penal considero que no hay que apresurarse: el anteproyecto lo tiene el Ejecutivo y el Ministerio (de Justicia) sabrá cuándo lanzarlo y ponerlo en discusión”, indicó Zaffaroni.
El magistrado rechazó las reacciones de la oposición, alineada con el Frente Renovador, y recordó que el tema aún se tiene que discutir en el Congreso. “Habrá consultas, se difundirá el texto y, en definitiva, sabremos si la clase política argentina tiene la madurez suficiente para discutir con seriedad un nuevo Código Penal, como se hizo hace noventa años, cuando se sancionó el que hoy está descuartizado por las demagogias vindicativas de las últimas décadas”, subrayó en clara alusión a las llamadas “leyes Blumberg” que terminaron de deformar el ya de por sí emparchado Código, que consta de más de mil normas.
“Este no es el anteproyecto de nadie en particular; yo hubiera hecho otra cosa, pero es un texto consensuado y hemos consensuado en virtud de que es necesario tener un Código Penal, que hoy no tenemos”, dijo el juez de la Corte, e indicó que “todos los integrantes de la comisión” cedieron posiciones “en varios puntos” y que “nadie se atrincheró en cosas secundarias”.
El anteproyecto fue elaborado por una comisión presidida por Zaffaroni e integrada por funcionarios del Ministerio de Justicia de la Nación, los legisladores opositores Federico Pinedo (PRO), Ricardo Gil Lavedra (UCR, mandato cumplido), María Elena Barbagelata (Partido Socialista) y el ex juez del juicio a las Juntas Militares y ex ministro de Justicia, León Arslanián.
Zaffaroni cuestionó las sucesivas modificaciones al Código y afirmó que el establecimiento de penas más o menos duras no sirve para combatir la inseguridad. “Subieron todas las penas y la frecuencia delictiva sigue” explicó, al tiempo que advirtió que el actual sistema penal convirtió a las cárceles en “fábricas de delincuentes”. “Por mejor que sea la cárcel, tiene un efecto deteriorante y reproductor. En la medida en que sigamos encerrando gente vamos a tener un mayor efecto deteriorante y reproductor”, indicó el magistrado.
Justicia y puja electoral
El tema generó un apresurado debate entre dos de los presidenciables del PJ: el gobernador bonaerense Daniel Scioli y el diputado nacional y líder del Frente Renovador, Sergio Massa, quien tomó la lanza contra la reforma. Scioli acusó a Massa de oponerse “por las dudas”, luego de que el ex intendente de Tigre lanzara una campaña de firmas contra la iniciativa.
La reforma del Código Penal es una de las prioridades del Ejecutivo nacional para 2014. Así lo hizo saber la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el 1º de marzo, ante el Congreso, en su discurso de apertura del período de sesiones ordinarias. Allí la presidenta confirmó que enviará la reforma del Código Penal al Congreso para que sea discutida este año.
El primero en cuestionar la iniciativa fue Sergio Massa, quien señaló que la reforma supone “consolidar la puerta giratoria” para los delincuentes, señaló que el 82% de los delitos previstos en el borrador del nuevo Código Penal son excarcelables y cuestionó que “además se elimina la reincidencia”, lo que supone que “se acabaron los premios y castigos”.
Massa opinó: “En este anteproyecto la corrupción y la sustracción de menores, el robo con armas, el tráfico de drogas, entre otros delitos de un total de 166, quedan tipificados como excarcelables. Esto es consolidar en la ley la puerta giratoria. Es un mecanismo que piensa en el reo y no en la gente”.
Scioli se mostró molesto por la reacción. El gobernador de Buenos Aires recordó que la reforma surge del trabajo que se elevó a consideración del Poder Ejecutivo y que la “están estudiando los especialistas”.
Patitos en fila
Tras el contrapunto Massa-Scioli, la oposición unificó posiciones contra el anteproyecto de reforma. La UCR, el PRO y la coalición porteña Unen –que integran Elisa Carrió y Fernando “Pino” Solanas– coincidieron en que “éste no es el momento” para modificaciones de fondo en el Código Penal y le pidieron al gobierno que aplace el envío del proyecto al Congreso.
El titular del Comité Nacional de la UCR, Ernesto Sanz, le pidió al gobierno “que no envíe el proyecto de reforma del Código Penal” al Congreso porque “no es el momento para discutirlo”. Sanz minimizó la participación de su correligionario Gil Lavedra en la comisión: dijo que fue en calidad de “jurista” y no de “político”.
También el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri opinó sobre el tema al señalar que el anteproyecto “favorecía aún más la fractura de la sociedad”. El líder del PRO pidió no hacer “populismo ni demagogia con el proyecto” y habló –igual que Massa– de la existencia de “cárceles con puertas giratorias”. Según Macri, el debate podría demorarse “dos años más” para que sea “de todos, no de una parte”.
Desde nuestra Corte
El juez de la Corte Suprema de Justicia de la provincia Daniel Erbetta opinó que la discusión por la reforma del Código Penal se adelantó “en forma grosera” y que el uso de “dos o tres slogans (como la reducción de penas y la llamada “puerta giratoria”) puede ser muy efectista, pero es alejado de la realidad”, en alusión a las críticas de Massa.
Para el magistrado, tal como se viene dando la discusión, “no lleva a abrir un debate real sino a cerrarlo”.
“Se está bastardeando un trabajo de más de un año de una comisión integrada por personas calificadas que además pertenecen a partidos con representación parlamentaria”, indicó el juez de la Corte.
Publicada en Pausa #129, miércoles 12 de marzo de 2014
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