Por Milagros Argenti
La Provincia definió aumentos de 15 centavos para las partidas de comedor escolar y de cinco centavos para copa de leche. La Federación de Cooperadoras de La Capital renovó su reclamo por raciones dignas para los chicos.
Según lo establece la ley provincial 13.296, los montos de las 400 mil partidas de copa de leche y las 180 mil de comedor escolar deben actualizarse en marzo y julio, luego de sendos recesos. El 30 de julio pasado el Ministerio de Educación anunció en un comunicado que a partir del primer día de ese mes aquellos “quedaron fijados en $3,85 y $1,30, respectivamente”. Lo cierto es que en esas cifras la cartera educativa estaba incluyendo el refuerzo nutricional de la Nación, que es de $0,90 y $0,30 para cada caso. Por lo tanto, las contribuciones de la Provincia pasaron de $2,80 a $2,95, y de $0,95 a $1. Así, los incrementos concretos fueron sólo de $0,15 y de $0,05. Por su parte, el Estado central no fijó suba alguna.
Ambas actitudes (la de la Provincia y la de la Nación) merecieron el repudio de la Federación de Asociaciones Cooperadoras Escolares de La Capital, que hace años viene reclamando una actualización seria de las partidas, tendientes al desarrollo nutricional de niños y adolescentes que concurren a los jardines, primarios y secundarios más carenciados del territorio santafesino. A fines de junio último, la mencionada entidad realizó un estudio sobre la evolución de los costos de los ingredientes que forman parte de las dietas elaboradas para los chicos, desde 2009 a esta parte. El resultado fue que, en promedio, para los menúes de copa de leche se necesitarían actualmente $1,84, y para los almuerzos de invierno, $6,57. Por ello, desde la institución piden que se consideren los aumentos en los alimentos, y no la dispersión de rubros que componen el Índice de Precios al Consumidor del IPEC.
“No” al diálogo
Desde la Federación de Cooperadoras aseguran que el dinero de la Nación no llega a las escuelas con regularidad y que el segundo semestre de 2011 no fue contemplado en los incrementos subsiguientes aplicados por la provincia en las raciones (ver Pausa #114). El titular de la institución, Juan Villafañe, pretendía mantener una reunión para conversar con las autoridades educativas estas cuestiones y definir la última suba de las partidas. El Ministerio no convocó a tal encuentro, sólo dispuso la actualización. En rigor, ni la ley 10.319 ni su modificatoria, la 13.296, estipulan una consulta con los cooperadores escolares. Además, la titular de la cartera, Claudia Balagué, se encargó de responder a las demandas, pero a través de la prensa. Su enfado hacia Villafañe era evidente: “yo quisiera aclarar que a veces se manifiestan algunas cifras por los medios de comunicación que no son las correctas”, dijo, y agregó: “hay un desconocimiento de lo que pasa en cada uno de los establecimientos. Yo recorro permanentemente la provincia, especialmente las escuelas que tienen comedores y las cocinas centralizadas y veo que la atención está absolutamente garantizada”.
—¿Se refiere a los $6,57 y $1,84 que están pidiendo desde la Federación de Cooperadoras?
—No son todas las Federaciones de Cooperadoras —respondió, sugiriendo que los reclamos sólo se oyen en el departamento La Capital, y continuó—: realmente los cooperadores trabajan muy bien, pero en particular hay algunos comentarios que no son reales.
—¿Como cuáles?
—Como decir que no se firman los convenios por todos los meses correspondientes con Nación, como dar cifras que no son las que corresponden… Bueh… me parece que hace falta informarse mejor antes de salir a los medios.
—¿Llegar a los montos que está pidiendo Villafañe sería imposible?
—Es que estamos hablando de cifras que no son las verdaderas—insistió—. La inversión que estamos haciendo en los comedores y la garantía que damos de que todos los chicos están bien nutridos en nuestra provincia es la realidad.
Las declaraciones de Balagué tuvieron lugar 16 días antes de que se difundieran, vía parte de prensa, los aumentos de $0,15 y $0,05 para comedor escolar y copa de leche. Luego de ese anuncio, el Ministerio de Educación se negó a dar explicaciones, argumentando que los funcionarios que lo integran “no querían polemizar” ni con la Federación de Cooperadoras de La Capital ni con los gremios docentes, que también salieron a cuestionar los paupérrimos incrementos. Tal fue la respuesta que obtuvo Pausa cuando solicitó una entrevista al respecto. Se trataba de una medida de difícil justificación, máxime si se considera que se conoció a 12 días de las elecciones primarias.
Números que confunden
En aquella oportunidad, la ministra destacó que el gobierno de Antonio Bonfatti “tiene una proyección de inversión en comedores escolares de más de $180 millones en 2013. A esto hay que sumarle los salarios de los nutricionistas, ecónomos y todo el personal que trabaja permanentemente para garantizar la llegada a cada uno de los chicos que atendemos. Además, hay un convenio que ya está firmado por doce meses con la Nación, por una suma de $55 millones para este año”.
Por otra parte, el controversial comunicado que proclamaba los aumentos de las raciones informaba sobre un incremento para “comedores escolares y gastos de funcionamiento de los establecimientos” de $35 millones, que el Ministerio desagregó en los siguientes términos:
1) $15,5 millones para “asegurar la calidad de las prestaciones vinculadas con el servicio de comedor y copa de leche en las escuelas provinciales”.
2) $12,6 millones para “gastos de funcionamiento de los establecimientos escolares”.
3) $6,4 millones para “servicios básicos (luz, gas, telefonía e Internet)”.
Más allá de los $500 mil cuyo destino faltó detallar (según surge de la suma de los tres conceptos), la cartera educativa no ofreció especificaciones. En el punto 1) no queda claro si el dinero es únicamente para las raciones, para cubrir el último aumento o para todo lo relacionado con los comedores escolares (equipamiento, sueldos, etc.). Con respecto a los ítems 2) y 3), cabe preguntarse si ese dinero será para extender los servicios en los establecimientos que hasta ahora no cuentan con ellos. De lo contrario, la designación de recursos no resulta meritoria: la decisión podría surgir por efecto de la inflación, que entre enero y junio de 2013 fue de 6,5% en la provincia. Una cosa es llevar gas a una escuelita de barrio y otra muy distinta es verse obligado a enviar más dinero para pagar Internet, simplemente porque las tarifas subieron. El Ministerio no clarificó cuál era el caso. Y por lo demás, ninguno de los conceptos se refirió a mejoras edilicias o gastos de capital (que son, sí, inversiones reales).
Asimismo, el parte de prensa finalizaba indicando que “el presupuesto del Ministerio de Educación se verá incrementado con otros $11 millones como consecuencia de los incrementos en la recaudación de la Lotería Provincial, totalizando así un aumento de $45,5 millones”. El destino de esos últimos millones tampoco fue señalado.
El texto rezaba también: “en lo que va del año, el aumento acumulado fue de 25,53% para comedores y del 25% para copa de leche”. En marzo pasado se aplicó un incremento de 19,14% para comedor escolar y de 18,75% para copa de leche, que en la práctica incluyó los últimos seis meses de 2011, todo 2012 y enero-febrero de 2013. A esto se debe incorporar la última suba, que toma marzo, abril, mayo y junio de este año. Esto quiere decir que esos 25,53% y 25% de aumento abarcaron 25 meses, y no “lo que va del año”. Y por lo demás, estamos hablando de irrisorias subas de 60 centavos para comedor escolar y de 20 centavos para copa de leche… en el transcurso de dos años y un mes. En este contexto, los modos de cálculo del Ministerio de Educación resultan curiosos. Y una explicación que desarticule la confusión hubiera sido más que valiosa.
Publicada en Pausa #119, miércoles 14 de agosto de 2013
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