Los estudiantes debatieron sobre prostitución junto a
representantes del movimiento abolicionista, en una charla realizada en la Facultad de Ciencias
Jurídicas de la UNL.
Con una sala colmada de estudiantes y bajo el lema “mi vida
tiene valor, mi cuerpo no tiene precio”, el creciente movimiento que lucha por
terminar con la prostitución como opción de vida se hizo escuchar el pasado 28
de abril en la Facultad
de Ciencias Jurídicas de la
UNL. La charla debate denominada “El sistema prostituyente:
una perspectiva abolicionista” estuvo a cargo de Graciela Collantes,
representante de la
Asociación de Mujeres por los Derechos Humanos (Amadh) junto
a Liliana Azaraf, Adriana García y Silvina Sierra, miembros de la Campaña Abolicionista
“Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución”.
Las abolicionistas celebraron la apertura del debate en el reticente ámbito académico. Foto: Pablo Bertoldi
Durante el encuentro, la directora del Programa de Género,
Universidad y Sociedad, Adriana Molina, indicó: “Hay que diferenciar la trata
de personas de lo que es un sistema de explotación de prostitución y la
prostitución, que no es un delito, ni siquiera en Santa Fe. Es una
contravención y la discusión de hoy es si la prostitución podría ser considerada
un trabajo o directamente debería ser abolida. Éste es un movimiento muy
importante y la
Universidad tiene que ser el reflejo de las distintas voces y
perspectivas, tanto académicas como políticas y militantes en relación a
Derechos Humanos, en este caso de las mujeres”.
Finalizada la charla, las disertantes coincidieron en que la
jornada fue “muy positiva” pese a que “nos costó mucho llegar a la
universidad”. “Necesitábamos que la voz abolicionista se escuche en la Facultad de Derecho, de
donde salen los futuros abogados y jueces que en algún día intervendrán en
juicios por trata. En el imaginario social se separa lo que es trata de lo que
es prostitución, y nosotras consideramos que es parte de la misma violencia”,
sintetizó Silvina Sierra.
Por su parte, Nidia Kreig afirmó que “con las leyes que hay,
cualquier juez puede meter presos a los proxenetas, cerrar todos los
prostíbulos y asistir a las víctimas, pero no lo hacen porque la prostitución
es el tema que divide aguas. Es una perversión separar la trata de la
prostitución y es difícil luchar contra su naturalización”.
Desigualdad que duele
Liliana Azaraf, de la Campaña Abolicionista ,
comentó a Pausa que “nos presentamos para difundir las ideas y las prácticas
abolicionistas con la intención de seguir ampliando el movimiento. Hicimos una
breve reseña del surgimiento, porque hay un abolicionismo legal y uno
feminista. Nosotras partimos desde el feminismo abolicionista respetando el
abolicionismo legal; analizamos que hay un sistema prostituyente, hacemos el
eje ahí porque las personas son tratadas para ser prostituidas y explotadas
sexualmente, y la trata es un medio para la prostitución”.
“Cuando no están los derechos humanos básicos garantizados
no hay libre elección. La prostitución es producto de la desigualdad de género:
no puede haber trabajos que estén basados en poner nuestro cuerpo y nuestra
subjetividad en el mercado. Los hombres que consumen cuerpos, mal llamados
clientes, en una sexualidad basada en el dominio y no en el placer, lo hacen
con la complicidad de los estados que omiten estas cuestiones y son cómplices
de las redes. En este marco intervienen las financiadoras internacionales que
responden a las redes de prostitución, por eso hay una necesidad de regularlo y
legalizar el proxenetismo llamándolo trabajo”, agregó.
—¿Cómo es la relación con las entidades educativas?
—Tenemos muchos debates. La academia es patriarcal y
capitalista, no forma para la liberación de los oprimidos. A veces sí forman,
pero tienen fisuras: muchas veces educan para obtener algunos derechos dentro
del sistema. Lo que hemos encontrado, sobre todo en los antropólogos y en
algunos otros sectores, es una concepción que surge a partir de la etapa
neoliberal del capitalismo, donde toman viejos conceptos de los derechos
humanos y les dan otro sentido, por ejemplo el concepto de libertad: todas
reivindicamos nuestra libertad, pero eso no significa poner nuestro cuerpo en
el mercado. No todo debe estar en el mercado, no todo es mercancía, no todo es
negocio. Hablan de libertad sexual y de la vieja consigna del feminismo “mi
cuerpo es mío”, que refería a la posibilidad de decidir sobre mi cuerpo y mi
sexualidad, no mi cuerpo como una cosa que se convierte en mercancía. Así que
tenemos serios debates y conflictos con la academia. De todos modos, los
estudiantes de Derecho de Córdoba están tomando conciencia y se opusieron a la
corriente reglamentarista que busca imponerse.
Trabajo articulado
Graciela Collantes es tucumana, fue prostituida y
actualmente reside en Buenos Aires, donde representa a Amadh, una asociación
que nuclea a mujeres que han sido víctimas de explotación sexual, representada
en Santa Fe por Elena Moncada. Luego de un arduo trabajo que lleva años en sus
espaldas, tiene motivos para celebrar: en 2014 se aprobó una resolución que
implanta, desde el Ministerio de Trabajo de la Nación , la primera política
pública específica para trabajar en la prevención de la prostitución, que también
incluye a víctimas de violencia de género. “Hay programas específicos de
formación laboral y nosotras los articulamos en el territorio. En breve
realizaremos una jornada para discutir los avances y analizar dónde mejorar las
políticas públicas”, comentó orgullosa.
Consultada por la situación de las mujeres prostituidas en
el interior del país, Graciela apuntó que “en Capital Federal es distinta a la
que vemos en las provincias. Por ejemplo, Tucumán está muy complicada respecto
a la trata de personas, así que hacemos un gran trabajo para concientizar y
visibilizar la explotación sexual y la prostitución. En esa provincia nos costó
porque hay una enorme resistencia a tocar ciertos temas: no se habla de aborto,
no se habla de trata de personas y menos de prostitución. Sin embargo, los
últimos dos años capacitamos a 150 mujeres que ejercían la prostitución en San
Miguel de Tucumán. Nuestro objetivo es tener un referente comprometido en cada
lugar que haga un seguimiento”.
En coincidencia con sus compañeras de lucha, insistió en que
“supuestamente este país es abolicionista, pero siempre funcionó como
reglamentarista. Se gastó mucho dinero en hacer códigos contravencionales y
normativas para que se persiga exclusivamente a las personas que ejercían la
prostitución. Ahora habrá que invertir para cambiar una realidad que se ha
naturalizado, y desnaturalizar es reclamar al Estado. El avance reglamentarista
nos obligó a salir a debatir en todos los ámbitos”, admite.
“Se trata de avanzar y no quedarse en una esquina.
Prostituirse no tendría que ser una opción para poder sobrevivir. Nosotras
bregamos por los derechos de las mujeres, no persiguiendo a nadie ni
reprimiendo. Queremos que se cumpla el abolicionismo: eso significa asistir a
cada mujer, y desde el Estado tiene que haber una política de inclusión con
educación y trabajo. Con estas herramientas, en unos años podremos decir si
estamos en condiciones de elegir”, concluyó.
Monotributo sexual
El 1º de mayo, con un enfoque opuesto al abolicionismo, la Asociación de Mujeres
Meretrices de la Argentina
(Ammar) entregó boletas de monotributo a personalidades destacadas para
visibilizar sus servicios como un trabajo formal que conlleva una
contraprestación en dinero. “Decidimos lanzar esta campaña, en donde impulsamos
la boleta con un servicio sexual. Nuestro trabajo es como cualquier otro y
quienes lo ejercemos somos también trabajadoras sujetas de derecho y
obligaciones”, dijeron. Asimismo, exigen la elaboración de una Ley de Trabajo
Sexual Autónomo.
Jornadas abolicionistas
Los días 26 y 27 de junio se realizarán en Santa Fe las V
Jornadas Nacionales Abolicionistas sobre prostitución y trata. “En esta nueva
convocatoria queremos reconocer una vez más el día en que la Asamblea General
de las Naciones Unidas aprobara el Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena ,
el 2 de diciembre de 1949”, señalaron.
Desde la delegación local de la Campaña Abolicionista
invitan a todos los interesados a presentar ponencias, que se dividirán en
nueve ejes temáticos. “La idea es compartir distintas experiencias y opiniones,
con propuestas para seguir trabajando juntos y exigir al Estado políticas
públicas”, explicó Silvina Sierra.
Publicada en Pausa #153, miércoles 6 de mayo de 2015
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