Aniversario, nuevo disco y show de Los Cohibas.
Con poco menos de una década de trabajo, Los Cohibas
decidieron resignar el último verano para ajustar con precisión suiza su último
trabajo: Cariño Caníbal consta de casi una quincena canciones de columna funk,
pero con matices varios. La presentación oficial será el 16 de mayo en la Plaza Pueyrredón ,
a las 22.00.
Sonido funk y manos en el aire. Los Cohibas tocan el 16 en la Plaza Pueyrredón. (Foto: Carlos Vega)
Mientras llega el café, Luli Molinas, bajista, agarra al
disco al que aprecia con movimientos, miradas y palabras que acompañan la
sensación de toda la banda, que se confiesa satisfecha con lo producido: “Amén
de nuestras tres producciones anteriores, en los que no teníamos la posibilidad
de desarrollar una lista de canciones más larga, ésta era una experiencia que
no sólo nos debíamos, sino que estábamos esperando poder concretar”. Suena el
teléfono, hoy arrancan las tomas de “Sangre” (canción segunda de Cariño
Caníbal) y Luli comenta que también se dedica a la logística cohiba y confiesa
que las necesidades que no se pueden cubrir con presupuesto son paliado por
ellos mismos. Sin ir más lejos, es el propio Leo Fluxá (percusión, batería) el
que lleva adelante el pulido de los pormenores del nuevo producto audiovisual.
En sintonía con su colaboración en experiencias como el SU
Rock, Los Cohibas apuestan a un sustento autogestivo y de especie cooperativa:
“así entendemos que tenemos que manejarnos. Creemos nosotros que es la que
puede seguir cualquier otro proyecto independiente como el nuestro. Al no tener
atrás la infraestructura de una discográfica, sentimos que tenemos otra
intimidad con nuestro laburo, ese sentimiento está buenísimo”, redondea Luli en
diálogo de bar con Pausa.
Después de vavienes de formación, Baltasar Romero se afianza
con solidez como frontman haciendo de sus intervenciones vocales con una
ambivalencia: cuando su voz está al frente no hay arreglo o base que lo opaque,
como en “Habla Tierra”; no obstante, sabe bien cómo hacer un paso para atrás y
no distraer, por caso, de los grooves o los teclados de Gabriel Espósito, como
en las intros de “No es más de lo mismo” o “Paralaje”, que dejan colar en su
funk cualquier recurso que sirva, ya sean fraseos rapeados o sintetizadores
corte indie.
Las fechas en la costa atlántica, vidriera que no le cae mal
a ninguna banda (sea emergente, sea mediáticamente conocida), se cambiaron por
sesiones de grabación intensas, quinta adentro, en el estudio móvil montado por
Ariel Echarren (que además de productor, es guitarrista no sólo de Cohibas,
sino también de Experimento Negro). Billie Gómez, baterista de los santafesinos
sureños de Carmina Burana, fue el técnico de grabación que se cargó con la
tarea de registrar la toma de diez músicos en simultáneo.
La renuncia a que cada músico imprima en solitario su
ejecución (es decir, la grabación por pistas separadas) tuvo como consecuencia
un sonido cargado aunque no caótico, una dinámica propia que recorre los distintos
alcances del funk completado con los vientos de Nico Cerruto (saxo, voz) y
Ladislao Abt (invitado para los trombones).
Cariño Canibal es un
disco de entrecasa pero que también puede llevar el ritmo del caminar por la
ciudad, lo que asegura a priori que para el vivo será una propuesta que medirá
su talla el sábado 16 en la Plaza Pueyrredón. El show será con entrada sin
costo en el marco de “Otoño Arte Ciudad” organizado por la Municipalidad de
Santa Fe, al final de la segunda noche del “Mercado de la Música Santafesina ”,
que tendrá ocasión en el Mercado Progreso entre el viernes 15 y el domingo 17.
Así se festejará el octavo aniversario de la banda, a partir
de las 21.00, con la promesa de invitados especiales para colaborar en la
interpretación íntegra del nuevo material, que se puede conseguir en Frattelo
(9 de Julio esquina Suipacha, Santa Fe) y en Audio Import (Paseo del Puerto de
Santa Fe) o conectándose a través de las diferentes redes sociales con Los
Cohibas.
Publicada en Pausa #153, miércoles 6 de mayo de 2015
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