La ley de medios de a poco se vuelve una realidad: los
mocovíes de Colonia Dolores festejan la apertura de Aim Mokoilek 88.5, una radio con licencia
para los pueblos originarios.
Entre los caminos que llevan al norte se alcanza a ver desde
la ruta 11 una antena que parece un alfiler que se alza desde lo hondo del
campo adentro. Colonia Dolores es el albergue de una nueva torre que no es nada
más ni nada menos que la que posibilita, desde el 30 de agosto, que la comuna
tenga su propia radio. Fueron dos años de trabajo los que sostuvieron junto a la Autoridad Federal
de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) y funcionarios regionales y
nacionales, entre los que se dividió el otorgamiento de licencias, compra de
equipos y acondicionamiento del estudio. No obstante, el camino que debió
recorrer el pueblo mocoví, que significa el 90% de la población del lugar, fue
aún más extenso y ardoroso.
Son 502 las personas que viven (y morirán) en condición de
doloreños, linaje que carga mucho de lo que es su historia, su raíz, su arraigo
a la tierra y a la comunidad que defendió el cacique Mariano Salteño junto a
José Manuel y Valentín Teotí en los levantamientos de 1904 por la recuperación
de sus tierras colonizadas. Esa, la llamada Guerra de San Javier, ocupa la
mitad del museo que es recorrido por algunos de los visitantes mientras inicia
el acto de protocolo con quienes militaron el nacimiento de la FM Aim Mokoilek 88.5: la
primera radio completamente a cargo de un pueblo originario de la provincia en
comenzar a funcionar (ya en Tostado se había otorgado la primera licencia)
gracias a los alcances de la Ley
de Servicios de Comunicación Audiovisual. Aim Mokoilek significa: soy mocoví.
Los artículos 151 y 152 de la ley 26.522 (acerca de los
Servicios de Comunicación Audiovisual de Pueblos Originarios) trascendieron la
condición de posibilidad para hacerse un beneficio real. Si bien existen
organismos descentralizados que velan por el ejercicio pleno de los derechos
constitucionales de los integrantes de los pueblos indígenas, como el Instituto
Nacional de Asuntos Indígenas, algunas conquistas requieren ciertos rigores:
“todos los pueblos originarios, los mocovíes en este caso puntual, debieron
adaptarse a la burocracia ineludible para estos casos. Es decir que, si bien se
los reconoce como sujetos de derecho a partir desde su condición misma de
pueblo originario, debieron constituirse como asociación civil, adoptar un
presidente y demás cuestiones para adjudicarse la licencia y recibir
subsidios”, relata Juan Cesoni, coordinador de Afsca Santa Fe a Pausa.
Sabe decirse que no hay sábado sin sol: el 30 de agosto fue
sábado y no fue la excepción. También fue Santa Rosa de Lima, celebración que a
los mocovíes les calza en el cambio de temporada que en sus leyendas figuran en
el cambio de piel de la iguana tras la tormenta que la fecha siempre trae, y
tras la cual sobreviene un nuevo comienzo: el año nuevo. A veinte metros de los
micrófonos y los banners, una humareda proveniente de una inmensa parrillada
comenzaba a perfumar el aire de las once y cuarto, cuando el presidente de la
comunidad, LashiCotapic (Quebracho Colorado), abrió el acto saludando por el
año nuevo y pronunciando: “hoy no somos esos feroces guerreros ancestrales,
pues la lucha hoy la emprendemos con la palabra. Gracias a esta ley de medios
estamos viendo concretarse nuestra ansiada reparación histórica”. Una montaña
de leños y hierbas arde en medio de una ronda de césped verde en la que se
confunden los distintos medios regionales que están cubriendo el asunto con la
gente nativa. Todo Colonia Dolores (más la gente visitante) asistió al acto, la
leyenda del cambio de temporada la representan los pequeños de la primaria San
Martín, la montaña sigue en llamas purificando la pacha.
“Es la fuerza de la sangre…
...sangre brava mocoví” finaliza su himno en palabras de una
nena que con la cara hecha sonrisa acaba de recitar para todos los presentes, a
los que se les acercó un mensaje de hermandad en palabras del sacerdote del
pueblo que, tras echar agua bendecida a la puerta de la radio, habilitó el paso
al nuevo estudio. Una de las primeras en ingresar fue Cynthia Ottaviano, la
periodista que desde 2012 ejerce el cargo nacional de Defensora del Público:
“cosas hermosas como las que vivimos hoy aquí son posibles gracias a la ley,
que quienes tenemos un cargo público podamos verdaderamente hacer algo, que
viajemos y conozcamos lugares que ahora sí tienen su oportunidad es
maravilloso. Muchos de los que militamos en su momento el proyecto, hoy
militamos su aplicación plena”, se confesó a Pausa la ganadora de un premio Rey
de España. Gracias a la gestión de la diputada nacional Claudia Giaccone,
además, se consiguió que los estudiantes de la escuela primaria puedan viajar a
Tecnópolis.
La comunidad mocoví de Colonia Dolores festejó por partida doble: el año nuevo los encontró, además, con la apertura de la radio propia.
Hasta Sabatella pasó por Colonia Dolores, también por acá en
FM Chalet. Es importante tanto que asuman como que cumplan y asistan a los
compromisos como lo es esta reparación histórica que todavía se les debe a los pacientes
pueblos nativos. Por eso ya están pensando en algo más grande que el transmisor
de 250 watts que ellos mismos operarán: están avanzando hacia una red de
comunicación mocoví con sus comunidades hermanas de Rosario, Venado Tuerto,
Recreo, Reconquista, Melincué, Firmat y Casilda. Iván Faisal es un músico
sanjustino que cantó folklores y chamarritas después del asado con cuero,
convenció a muchas parejas a levantarse a bailar. Pignik Salteño (que fue el
último cacique en ejercer y último descendiente del cacique Mariano) observa
todo el asunto desde un costado. Hace poco se le fue su compañera de 50 años,
me cuenta que está triste pero que está en la fiesta por todos los que salieron
a patear el camino inverso, partiendo desde el pueblo: “Hemos pasado frío,
hemos pasado calor, esos muchachos que ves por allá hacían dedo para ir hasta
otros lado a hacer nuestro programa y soñaban qué lindo sería tener una radio
propia”, sonríe Mariano (ése es su nombre occidental). El derecho humano a la
comunicación, a poder transmitir su historia y su lengua que aprehenden desde
la escuela, ahora los alcanza.
La fuerza de la sangre brava
(Himno mocoví recitado durante el ritual del fuego)
El sonar del tambor me hace vibrar de emoción,
es la sangre mocoví que impulsa a mi corazón.
Acompaña dulce flauta al tambor juntos otra vez,
Gritando a los cuatro vientos que el mocoví está de pie…
No niego yo mi origen tengo sangre mocoví,
Lo que a otros avergüenza es orgullo para mí.
Mostrá hermano tu origen en toda su dimensión,
Así no tendrás vergüenza, tampoco humillación.
Si antes fuimos sometidos, eso quizás sea verdad,
mostremos nuestra grandeza y convivamos en paz.
Mi pecho con fuerza late, algo quema dentro de mí,
Es la fuerza de la sangre… sangre brava mocoví.
En Pausa #141, miércoles 10 de septiembre de 2014. Pedí tu
ejemplar en estos kioscos.
1 comentario:
Gracias Marcelo Przylucki por acompañarnos hasta Colonia Dolore y por regalarnos esta hermosa nota. Gracias Juan también por estar bancando en todas.
Ese día dije que el momento que vivía era el mejor recuerdo que me llevaba de mi gestión, y poder conserbar una crónica del momento, como esta, es la mejor forma de materializar ese recuerdo para que pueda acompañarme toda la vida.
Ojalá en poco tiempo podamos contar esta como una historia más de un montón de pequeñas historias que nos conmuevan y nos llenen de orgullo.
Un fuerte abrazo
Juan
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