Bicisendas destrozadas, calles atiborradas por el boom
automotor, reglamentación antigua y promesas incumplidas en una ciudad perfecta
para las dos ruedas.
Rápidamente, se pueden plantear dos grandes cuestiones en
torno al uso de la tracción a sangre en dos ruedas: la bicicleta como medio de
transporte no es una política que esté los suficientemente fomentada y, por
otra parte, las ciclovías que existen en la ciudad desde mediados de los 90 no fueron
planificadas en función al tipo y necesidades de traslado de la población, sino
para aprovechar las vías férreas del centro-este de la ciudad. Las bicicletas
se acoplan de manera caótica al tráfico de las calles santafesinas. Sin
embargo, la ciudadanía está gestando una movida que busca una vuelta de tuerca.
Por Más Bicisendas en Santa Fe es una fan page de Facebook
que en poco menos de dos meses sumó más de 2.500 adherentes. Desde su perfil,
se autodefinen como “un colectivo apartidario, un proyecto que comprende a la
bicicleta y la creación de bicisendas que conecten de forma segura toda la
ciudad, junto con la puesta en valor de las ciclovías existentes”. Ciclistas
por deporte, diversión o necesidad se unieron a la iniciativa, acompañados por
profesionales, artistas y diferentes organizaciones sociales.
“La actividad que desplegamos no es tanto una protesta, más
bien es una propuesta que pretende la implementación de una red de bicisendas
segura, dotada de la infraestructura necesaria para que sean funcionales, ya
que de nada nos sirven marcas en la calle si no contamos con estacionamientos
públicos seguros, infladores, bebederos, señalética y el control adecuado para
que los conductores de automotores la respeten. Estamos convencidos de que la
bicicleta es el transporte inteligente de la ciudad del futuro, atento a los
numerosos beneficios comprobados que ella nos brinda respecto de nuestra salud
y de nuestro medio ambiente, sin olvidar su factor inclusivo en términos
sociales”, subrayan. En este sentido, puntualizaron que “numerosas personas,
sobre todo las que circulan por el acceso norte y este de la ciudad, utilizan
la bici para asistir a sus trabajos poniendo en riesgo su vida en medio del
colapso automotor que afecta a toda la ciudad de Santa Fe”.
Entre numerosos colaboradores, el arquitecto Matías Dalla
Costa y la abogada Mariana Salvador son dos de las caras visibles del grupo. En
diálogo con Pausa, Matías se mostró sorprendido por la gran repercusión que
tuvieron las propuestas en los medios de comunicación. “Empezamos a plantear
ideas y a generar disparadores desde distintas disciplinas. Así surgió un
concurso de fotografía y una convotoria a
deportistas locales representativos de distintas disciplinas para hacer
una producción de fotos junto a sus bicicletas. También está programado un
encuentro de bicicletas el 19 de marzo, donde los participantes van a ser
filmados para un cortometraje. Asimismo estamos evaluando algunas propuestas
para participar en escuelas primarias y junto a varias carreras de la UNL vamos a lanzar un concurso
para diseñar un prototipo de bicicleta urbana y accesible en términos
económicos. Otra de las iniciativas es que los locales comerciales, boliches y
pubs cuenten con espacios para estacionar bicicletas; lo mismo pensamos
solicitar en distintos espacios públicos, donde además queremos que haya
bebederos, infladores y un encargado de velar por la seguridad de las
bicicletas. También sería positivo que los empleados públicos reciban un
adicional por ir a trabajar en dos ruedas. Y estamos en proceso de generar una
aplicación para celulares que registrará a quienes arreglan bicicletas en la
ciudad, junto a otros datos de interés para el ciclista”, enumeró el
arquitecto.
El proyecto de ampliación de bicisendas fue mencionado por
el intendente José Corral en los tres últimos actos de apertura de sesiones del
Concejo. “Presentamos una nota en la Municipalidad donde solicitamos acceder al
proyecto que supuestamente está en marcha pero aún no obtuvimos respuestas.
Mientras tanto, seguimos brindando propuestas”, añadió Matías. Pausa tampoco
pudo acceder al mismo, tras consultar a distintas secretarías Ejecutivo local.
(*)
Los miembros de Por Más Bicisendas en Santa Fe tuvieron más
suerte con los concejales y durante los primeros meses del año se reunieron con
Tomás Norman (Pro), Fernando Fleitas (100% Santafesino), Juan José Saleme y
Silvina Frana (PJ). Además, tienen previsto dar a conocer sus ideas a
referentes del oficialismo, con quienes aún no se contactaron. “Dejamos a
disposición nuestras ideas, intentando lograr el interés del resto de los
bloques. Todos tuvieron muy buena predisposición”, acotó Matías. No obstante,
durante campaña de 2013, el tema no figuró en la agenda de ningún candidato a
concejal.
“Una utopía urbana”
A diario, Pablo Bertoldi usa su bicicleta como medio de
transporte. Aunque proclama que “andar en bici me hace feliz”, durante los
últimos años se dedicó a retratar el estado de las ciclovías santafesinas.
Yuyos altos o desparramados sobre la calzada, basura, pozos mortales, cruces
ideales para malabaristas, motos cargadas con niños y mascotas, autos y
camionetas circulando conforman el paisaje de las imágenes que publica en redes
sociales bajo el lema Andar en bicicleta por Santa Fe, una utopía urbana.
“El estado de las ciclovías es lamentable, una lástima”,
dijo. Inseguras y poco iluminadas por la noche es otro ingrediente que vuelve
temibles a estas sendas. Según su opinión, “el Estado tendría que concientizar
sobre el uso de las bicicletas y no hace nada. En las grandes ciudades del
mundo se extiende su utilización, pero hace muchos años se toma al automóvil
como un símbolo de estatus y es una postura difícil de cambiar. El hecho de que
la bicicleta no se haya masificado se debe a la falta de un escenario urbano
que incentive su utilización y también a que el Estado no promueve su uso con
políticas que la tomen como parte del tráfico”, insiste Pablo.
Ismael Mahfoud, organizador de salidas de cicloturismo,
aporta otra mirada. Afirma que para andar en bicicleta no se necesitan
ciclovías porque “la segregación complejiza al tránsito, como pasa ahora en
calle Rivadavia, y los perjudicados somos los de menor porte. Para circular en
bicicleta por las calles se necesita valor, conocer y respetar las normas de
tránsito, conducirse con prudencia, conocimiento técnico y de manejo del
vehículo. También ayuda que el vehículo del ciclista sea visto por la sociedad
como un medio de transporte. Promover la segregación del ciclista al tránsito
general es admitir que no somos parte del tránsito, que no estamos en
condiciones, no merecemos o no podemos trasladarnos como los vehículos
motorizados y hará que se piense que las bicicletas deben transitar por
bicisendas, tornando las calles comunes en peligrosas para los ciclistas”.
Asimismo, objeta que “las ciclovías que se hicieron en la
ciudad tienen una infraestructura estrecha e insuficiente. Aún si estuvieran
bien mantenidas y llevaran a algún lado, no son seguras para el tránsito en
situación de uso pleno: no permiten maniobras disuasorias de obstáculos o
sobrepasos sin salirse del camino. El mismo riesgo se da si el ciclista
desarrolla velocidades mayores a 15km/h, cosa que es común en nuestros
traslados. No se puede pretender que los ciclistas, aún en carriles exclusivos,
transitemos en estricta fila ni que el sendero que se nos ofrezca sea poco más
ancho que nuestro manubrio”.
“Para generar seguridad a los ciclistas lo único que hace
falta es dar lugar en las calles. No exclusividad: con un lugar digno alcanza.
Para fomentar el uso de las bicicletas en gente que aún no lo hace, sería bueno
tomar medidas para solucionar problemas complementarios al tránsito, que son
específicamente los lugares de estacionamiento y la seguridad”, propone Ismael.
Medidas “desarticuladas”
En 2004, con la intención de licitar el transporte urbano de
pasajeros por colectivos, el ex intendente Martín Balbarrey encargó un estudio
económico y de demanda a las universidades Tecnológica y del Litoral. El
ingeniero Fernando Imaz, miembro Getrans –el Grupo de Estudio sobre Transporte
que funciona en la UTN –,
recordó que “a través de 11 mil encuestas conocimos tanto los distintos tipos
de desplazamiento tanto de origen y destino como los modos y motivos de
transporte, además de los horarios”. Con esa base de datos se realizó en 2006
un análisis sobre las posibilidades de instalar ciclovías en la ciudad, porque
se entendía que las existentes “contradicen lo que se defiende en cuanto a la
planificación, ya que los recorridos no son los más atractivos”. Más adelante,
bajo la gestión de Mario Barletta, se propuso la bicisenda de la avenida
Almirante Brown, “que también va a contrapelo de lo que quiere el santafesino:
una Costanera para pasear, estacionar y bajarse a tomar mate”, consideró Imaz.
Y explicó que “en 2004 había un gran movimiento en bicicleta
que actualmente se hace con ciclomotores. Cambió la movilidad pero no la
infraestructura y eso trae aparejado un gran conflicto de espacios. En general,
el ciclista paga los platos rotos y por eso también es el más transgresor: al
no sentirse parte del tráfico, se considera invisible. Tenemos un gran problema
de educación vial, que debe ser un proceso continuo y no algo impuesto”.
“Desde el Estado se debería desalentar el uso del automóvil
particular aunque es utópico porque se tiene que garantizar un servicio de
transporte público acorde a lo que el usuario espera. Respecto a la bicicleta,
estamos más lejos, fuera de que Santa Fe sea una ciudad amigable para el
ciclismo: hay buen clima y carece de pendientes”, agregó.
Imaz analizó que “el actual gobierno municipal implementó
algunas medidas, como la del préstamo de bicicletas, pero en general están
desarticuladas. Falta un sistema de gestión, dotar de infraestructura y
reglamentaciones para que la bici se convierta en un medio de transporte que
resuelva problemas de congestión de tránsito, tal como ocurre en otras partes
del mundo”.
Publicada en Pausa #129, miércoles 12 de marzo de 2014
Disponible en estos kioscos
(*) Una semana después de la publicación de esta nota, el
intendente José Corral recibió –junto a los secretarios de Planeamiento Urbano,
Eduardo Navarro, y de Control, Ramiro Dall’Aglio– a integrantes del grupo Por
Más Bicisendas en Santa Fe. Aquí la noticia.
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