Una resistida resolución judicial habilita a las empresas
Cam y Ponce a continuar con el estacionamiento semisoterrado en Parque Alberdi.
Por Ezequiel Nieva
Con caravanas, marchas y un acampe, una gran cantidad de vecinos se organizó para reclamar por el Parque Alberdi. Foto: Bárbara Favant.
En un fallo fechado el 23 de julio, el juez Eduardo Sodero
rechazó el recurso interpuesto del Centro de Protección a la Naturaleza (Cepronat) y
le dio 10 días a la
Municipalidad para presentar un nuevo informe sobre la
posibilidad de modificar el proyecto original de las cocheras semisoterradas en
el Parque Alberdi.
El juez en lo Civil y Comercial de la 10º Nominación de
Santa Fe resolvió rechazar el recurso contencioso administrativo sumario
–apoyado en la ley 10.000 de intereses difusos– interpuesto por el Cepronat,
que pretendía que se declaren ineficaces los actos y/o decisiones
administrativas que habilitan la construcción del estacionamiento. (*)
Desde el 14 de junio, un acampe mantuvo suspendida la obra,
que con el fallo de Sodero podrá continuar. Son 295 dársenas para vehículos
equivalentes a 25 cuadras de estacionamiento medido. De los 15.245 metros
cuadrados que tiene el parque, las cocheras ocuparían 7.280 de forma
semisubterránea. En ese sector el terreno a nivel de superficie será elevado y se
le hará una cubierta vegetal.
El fallo de Sodero obliga al municipio a dar un paso más
antes de la reanudación de los trabajos: presentar un informe “fundado” sobre
la factibilidad técnico-económica de introducir modificaciones al proyecto
original, que fue adjudicado el año pasado a la UTE Park Centro SA
conformada por Cam SA y Ponce Construcciones SRL (el contrato se firmó el 10 de
febrero de 2014).
El juez solicitó precisiones sobre los siguientes puntos:
– Una mayor profundización del soterramiento a fin de que la
elevación mínima no exceda de un metro cuadrado, minimizando el impacto visual.
– La reinstalación del Monumento a la Madre en su lugar original.
– La reconstrucción de la glorieta y el rosedal.
– La restauración y reinstalación del mástil.
– La reubicación dentro de la superficie a ampliar de las
especies arbóreas que se extrajeron.
– Mayor densidad al manto de tierra vegetal proyectado para
cubrir los taludes.
– Plantar más árboles nuevos.
– La viabilidad de modificar el régimen de explotación de
las cocheras, imponiendo un cupo para pacientes del Cemafe, una vez que quede
habilitado.
Las reacciones
“Seguimos reclamando el deber de custodia y preservación de
los bienes públicos, que pertenecen a todos los santafesinos, por parte de los
distintos funcionarios de todas las esferas de los poderes públicos”,
reclamaron desde la asamblea. “Abogamos por una defensa de lo público, concepto
construido democráticamente en esta reunión popular ciudadana, que no es otra
cosa que una política pública que no privilegie intereses exclusivamente
privados, sino del conjunto de la población, especialmente de los sectores más
postergados”.
Tras el fallo, la Asamblea exigió una “interpelación política” de
los funcionarios “que han puesto en juego el libre e irrestricto disfrute de
los bienes públicos”, en referencia al secretario de la Producción de la Municipalidad , Pablo Tabares, quien tiene vínculos comerciales directos con la constructora Cam, una
de las empresas beneficiadas con la licitación para las obras de las cocheras.
Dice un especialista en patrimonio
El arquitecto Carlos María Reinante escribió un artículo
titulado Parque Juan Bautista Alberdi: construcciones que destruyen con
críticas al proyecto de las cocheras. El especialista remarcó que el Parque
Alberdi fue concebido durante la intendencia de Francisco Bobbio (1937-1941),
“uno de los períodos más fructíferos de la historia urbana de Santa Fe”.
“Conservar el parque y su trazado original representa el
principal argumento en defensa de su integridad”, sostiene Reinante, quien fue
director de Patrimonio de la
Municipalidad desde 2001 hasta 2008. “Ello no significa
dejarlo librado a su abandono sino recuperarlo conforme a la esencia de su
construcción histórica, es decir, aceptando las condiciones socio-culturales de
su materialidad. (...) el mantenimiento del parque y su recuperación conforme a
pautas consensuadas siguiendo técnicas en la materia, no significa oponerse a
los naturales progresos que debe tener una ciudad”.
“Resulta desproporcionado y en cierto modo pueril el destino
de la intervención; deben buscarse otras alternativas al acuciante problema de
estacionamiento en el área central, posiblemente planteando soluciones más de
fondo como lo han hecho otras ciudades. Por lo que no parece razonable enajenar
parcial o totalmente el subsuelo de un espacio público para construir cocheras.
(Decimos enajenar porque resulta eufemista pensar que en 30 años de usufructo
privado, posiblemente prorrogables, se pueda hablar de usufructo público o de
bien público)”.
“Atento a ello resulta a todas luces contrario al patrimonio
y excesivo en sus implicancias culturales la idea de suprimir el trazado
histórico del Parque Alberdi para adecuarlo a otros usos; desaparecería con
ello un testimonio valioso que documenta una parte importante de la historia de
los santafesinos para cumplir un destino vacío de significados”.
“De prevalecer la tesis reformadora, en el sentido de
descartar la idea de conservar la estructura histórica del parque, cabría
preguntar: ¿no resulta posible atemperar el proyecto? Hacer que los sectores
nobles del parque (Monumento a la
Madre , mástil y puerta urbana sobre el eje de calle Primera
Junta, con sus caminos y glorietas) puedan conservarse y potenciarse con la
idea de su puesta en valor. Del mismo modo, y en pos de seguir manteniendo la articulación
del Parque Alberdi con la
Plaza Colón , ¿no se pueden buscar formas de armonización que
permita conservar la proverbial relación que existe entre ambos espacios?”.
En Pausa #138, miércoles 30 de julio de 2014. Conseguilo en estos kioscos.
(*) Tras el cierre de esta edición, el Cepronat apeló en Tribunales, el 30 de julio, el fallo del juez Sodero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario