domingo, 29 de junio de 2014

Esquizodiálogos con Adrián Brecha

Hoy: el Mundial, el Parque Alberdi, Griesa y los sexatarianos.


—¿Quiere que hablemos del Mundial?
—Usted sabe perfectamente que para mí el fútbol es el opio de los pueblos, para qué gastar palabras, esbozar una idea en relación a un deporte injusto y emocional que carece de lógica. Muchas veces en un partido un equipo hace todo el desgaste y por fortuna el contrario termina llevándose los tres puntos.
—Yo creía que el opio de los pueblos era la religión. La religión como un sedante...
—¡Exacto! El Mundial es un clonazepam en ayuno que crea una realidad ilusoria en la sociedad. Hablar de la copa del mundo es contribuir a evadir al ser humano de la realidad cotidiana, detrás de ella se ocultan los verdaderos intereses  del capitalismo.
—En ningún momento le dije que habláramos del Parque Alberdi y las cocheras, tampoco me ponga esa cara de Griesa. Mucho gregre, pero bien que después se revienta la garganta gritando los goles agónicos y termina abrazado a gente que no conoce. El fútbol no es la última cena convocada por caníbales en la que Judas se niega a participar porque es vegano. El fútbol es como el alcohol en una fiesta: es un lubricante social.
—Estimado, le falta la música de fondo y es una publicidad mundialera. Usted se preguntó alguna vez si un celíaco puede comulgar, es decir comerse la hostia...
—No me meta en situaciones sin gluten, que nombre a los veganos no me hace un especialista en sexetarianos.
—Habría que preguntarle al Papa Francisco.
—No me lo nombre al Papa que para mí es mufa. Si no, pregúntele a Grondona.
—¿Qué son los sexatarianos?
—Vegetarianismo llevado a la cama. Gente que no tiene relaciones íntimas con personas que consumen alimentos de origen animal o derivados como leche, miel o queso. Estos tipos y tipas dicen que su dieta les hace menos propensos a padecer ciertas enfermedades de corazón, derrames cerebrales, diabetes, obesidad o cáncer, y que al estar más sanos, tienen más energía disponible. La razón de esta elección, además de ética, es que, a través de los fluidos corporales se transmiten todos esos subproductos presentes en la carne animal que ellos tratan de evitar.
—Otra vez me quiere llevar al tema del mundial y empieza a hablar como Wikipedia. Lo único que le falta es que me responda en 140 caracteres.
—Si pudiera le diría: “Obvñzfhnhxds”. El ateísmo futbolístico es pura hipótesis sin pruebas, dogmática e incapaz de superar la fe en el gol.

Publicada en Pausa #136, miércoles 25 de junio de 2014
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