El 16 de mayo de 2008 salió a la calle la primera edición de
Pausa. Hoy, a cinco años de aquel día, queremos compartir con ustedes las
palabras de algunos lectores del periódico:
“¿Es factible que en una ciudad mediana con perfil
relativamente conservador se organice un grupo de comunicadores jóvenes para
producir un periódico que recorre realidades diversas, escucha y dialoga con
minorías, incursiona en geografías no abordadas por la prensa tradicional?
Jugoso núcleo inicial de la cuestión, con respuesta certeramente afirmativa”.
Alicia Talsky, directora del Museo Histórico Provincial.
“Hazaña para un lugar como esta ciudad, bendita ciudad,
siempre con su santa fe; ciudad trabajada por décadas por la máquina El
Litoral, siempre esforzándose por achatar, uniformar a la derecha, olvidar a
los mejores y promover a los peores. (...) Así que lograr que una voz joven,
potente, crítica, haya creado la necesidad de ser escuchada durante este
tiempo: es una acción o hecho ilustre, hermoso, señalado y heroico”. Mari
Hechim, licenciada en Letras y docente de la UNL.
“Hemos sido tan entrenados para consumir vulgaridades, se
nos ha ofendido tanto la inteligencia e insultado nuestra sensibilidad a un
punto tal… que solemos aceptar con mansedumbre se califique como periodismo
aquello que nos debiera rebelar. Dijo Camus que el deber de un intelectual es
negarse a mentir respecto de lo que uno sabe y resistirse a la opresión; y todo
aquel que haya desarrollado el periodismo sabe que esta es una verdad que el oficio
nos obliga a transitar”. Claudio Chiuchquievich, periodista y escritor.
“La novedad tiene que ver con posicionarse, con hablar desde
un lugar, y el plus es elegir hablar desde el lugar menos cómodo, menos
visible. El periódico Pausa se posiciona sin perder de vista la otredad”. Hilda
Cardozo, docente y directora de la escuela San Lorenzo.
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