Por Gastón Chansard
Les ruego a mis colegas periodistas que en esta previa que
ya estamos viviendo los santafesinos no digan que será un “clásico devaluado”,
“de poco interés” o cualquier calificativo que intente restarle importancia al
partido más esperado por los hinchas.
Unión atraviesa la peor racha de su historia en Primera
División y Colón repite la misma y frustrante historia de todos los torneos.
Esa información la manejamos todos, pero eso qué importa. ¿O acaso el hincha
dejará de ir a la cancha, no se pondrá nervioso una semana antes, no prenderá
el tele para verlo, o no escuchará la radio para sufrir como se sufre por ese
medio? Colón-Unión nunca será un clásico devaluado. Mientras sean los dueños de
las pasiones santafesinas, los dos equipos grandes de nuestra ciudad se
encargarán de hacer latir los corazones más rápido que cualquier otro partido.
Y mientras ese efecto cardíaco se ponga de manifiesto en cada hincha, jamás se
podrá hablar de un clásico de “poco interés”.
La pasión por el fútbol que tiene esta ciudad, la rivalidad
y el miedo a perder, a veces más fuerte al deseo de ganar, son los tres motivos
que sobrepasan las especulaciones deportivas, que tantas veces hacen quedar en
ridículo a los periodistas deportivos. Por eso, desde este espacio no
vaticinamos nada, no fantaseamos un partido intenso, ni trabado, ni
hermosamente jugado, mucho menos un candidato a ganar. Lo único que afirmamos
es que será único e irrepetible, porque cada clásico para Santa Fe es una nueva
muestra de intenso amor a los colores.
Publicada en Pausa #105, miércoles 7 de noviembre de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario